miércoles, 2 de junio de 2010
Un multifuerza para la modestia perdida
Ejercicio para una humildad necesaria
Luis Barragán
Recientemente, en Noticiero Digital, nos permitimos recoger el testimonio de una persona amiga que dijo sentir miedo de la oposición. El texto suscitó los comentarios de Antonio Daza, Peronola, Josefita Camacho, Lordnelson, Juanparao, Cazaescualidos, Abstención Ya y Venganza, en la red de redes, que los considero de interés para el ejercicio que nos propusimos.
No desvirtuaron el testimonio desde los propios elementos que parecieron conciliarlo con el chavezato, ya que – por ejemplo – no hubo argumento orientado a explicar la aparente salvación del inmueble, desconocido judicialmente aquello de los créditos indexados; la periódica y gratuita adquisición de los costosos medicamentos, escasos en las farmacias privadas; y el consumo de alimentos, al parecer definitivamente ausentes fuera de las cadenas estatales. Palabras más, palabras menos, tildaron al amigo de chavista avergonzado, dieron un dato histórico equivoco, hubo un llamado a la guarimba, excepcionalmente alguien celebró los beneficios recibidos del gobierno nacional y, como si lo condenase a leernos, evidentemente le disgustó nuestro formato de años, asegurando curiosamente que el otro escribió el texto.
La inmediata descalificación personal, directa y casi monosilábica, es otro de los aprendizajes más insólitos que hemos hecho del régimen. A falta de argumentos, bien vale la tergiversación del tema original para provocar otros que – más de las veces – ninguna familiaridad posee con el planteamiento central, despachando la materia – insistimos – con la telegráfica interjección (lo más obscena posible), tal como reiteradamente escuchamos de ciertos sectores de la oposición que – de paso, supuestamente puros e intachables – sospechan del resto de la humanidad a la que le reclaman también y cobardemente el famoso 350 que aquellos necios no pueden implementar.
Infiltrada o no por un régimen que la ha condicionado, a la oposición le corresponde asumir una tarea histórica como pocas veces se ha visto en la Venezuela contemporánea, con Chávez Frías ido o aún en el poder, pero la consistencia y el coraje para realizarla depende del desarrollo de una política que – inevitable – parte de una concepción de las personas, del mundo y de las cosas, que supone un compromiso sacrificado más allá del triunfo o fracaso de una determinada estrategia. La debacle, miseria y drama del oficialismo, no puede borrar u olvidar nuestras flaquezas o debilidades tan necesarias de afrontar.
Hace poco, en una reunión de trabajo, el comentario adverso se basó en la década que tiene un conocido dirigente como opositor, como si fuese suficiente credencial (además, frente a quienes – como le dijimos – tenemos algo más que diez años y nunca votamos por Chávez Frías). Ameritamos de un decidido esfuerzo de humildad, porque igualmente se hace estéril la terrible lucha debido a aquellos que la realizan desde las seguridades del hogar o de la red, creyéndose los adalidades de una democracia a la que – concluyentemente – le temen por la responsabilidad que comporta la libertad, el trabajo que supone el desarrollo económico y el desprendimiento que implica la justicia social en medio del gran bingo rentista que somos.
Lo importante es que, desde la más absoluta y mejor buena fe, cada ciudadano descontento y adversario del oficialismo, asuma el convencimiento del otro que es o dice ser chavista. Hay sobradas razones para lograrlo y herramientas que perfeccionar, pero la violencia verbal o física no ayudará como a todas luces no ayuda al propio gobierno nacional en sus inauditos despliegues.
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/05/ejercicio-para-una-humildad-necesaria/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=656434
Etiquetas:
Chavezato,
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