viernes, 18 de junio de 2010
Mounierónomos
Emmanuel Mounier: el personalismo
José Gómez Cerda
Ex Secretario General de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación, Hotelería y Afines (FEMTAA).
Presidente del Instituto Jacques Maritain de la República Dominicana
“Soy como una fuerza sosegada, dispuesta no para conquistar, sino para persuadir, no para atacar, sino para dar testimonio.”
Emmanuel Mounier nació en Grenoble, Francia, el 1ro.de abril de 1905. Durante su juventud militó en la Acción Católica y en las Conferencias de San Vicente de Paúl. Durante tres años estudió filosofía con Jacques Chevalier, su gran maestro de toda la vida. En octubre de 1927 se instaló en París para continuar sus estudios.
Él es uno de los grandes promotores del PERSONALISMO, tuvo un espíritu combativo y original.
Instalado en París se puso en contacto con un grupo de jóvenes cristianos, buscó la colaboración de Jacques Maritain. En 1930 colaboró con “Le Rossau d’Or”, una publicación dirigida por Maritain. Ese mismo año hizo un trabajo en equipo con Georges Izard y Marcel Péguy, escribieron una obra titulada ‘El Pensamiento de Charles Péguy’. El fue un admirador de Péguy por su autenticidad y “por la armonía imperturbable de una misma vida, entre el hombre que piensa y el hombre que actúa.” Para esa obra Mounier escribió el capitulo dedicado a “La Visión del mundo y de los hombres”; Marcel Péguy el correspondiente al “Pensamiento Político y social”, y Georges Izard “El Pensamiento Religioso”.
Mounier colaboró en 1932 con el movimiento de maestras cristianas “Les Davidées”, especialmente en su Revista. Esa organización era dirigida por Jean Guitton y Mlle. Silve. En ese tiempo Mounier escribió:
“Cuantas veces me he sentido dolorosamente dividido entre estas dos perspectivas:
• Ser un hombre retraído, cuya obra no trascienda el papel donde se imprima, o
• Actuar y ser aprisionado en cuadros o partidos donde es preciso mentir, y sacrificarse a la agitación y a la elocuencia, que es un recogimiento precioso.
"He aquí en el primer plano donde se me ofrece la acción sin dañarme."
Después de la obra sobre Péguy, Mounier decidió seguir trabajando en equipo. En la residencia de Jacques Maritain formó un grupo de jóvenes cristianos que decidieron dedicarse a la publicación de una revista. En ese grupo estaban Georges Izard y André Deléage. La revista debió llamarse inicialmente ‘Univers’, pero a sugerencia de Mounier se titulo ‘ESPRIT’, (Espíritu).
LA REVISTA ’ESPRIT’.
En una jornada de trabajo que se realizó del 16 al 23 de agosto de 1932 se planificó el formato y la línea de contenido de la revista, además decidieron lanzar un movimiento que se llamaría: “Tercera Fuerza”. El Director de la Revista ‘Esprit’ era Mounier, ese sería el órgano oficial de la tendencia del Personalismo, el Jefe de Redacción era Georges Izard.
‘Tercera Fuerza’ era dirigida por Izard. Ambos grupos ( la revista y el movimiento) tenían distintas formas de actuar, aunque era un trabajo de equipo. Mounier implantó la tesis: “Distinción en la Cooperación”.
‘Esprit’ se concibió como una revista que serviría a la investigación, como un laboratorio en busca de nuevas soluciones a los problemas de actualidad; mientras que ‘Tercera Fuerza’ era un movimiento para los asuntos políticos y sociales, con su propia estrategia y táctica, entre ambos debía existir una coherencia en el pensamiento y la acción.
‘Esprit’ se presentó desde el principio como una revista radical en sus planteamientos. No era una revista exclusivamente Cristiana, estaba abierta a diversas tendencias en la búsqueda y la confrontación. ‘Esprit’ buscaba firmas jóvenes, caras nuevas dispuestas a impulsar la acción, que estuvieran en disposición a un entendimiento, partiendo del concepto de la sociedad, con la base fundamental de la Persona Humana.
El primer número de la revista salió en octubre de 1932, el tema de esa edición era “La Revolución será moral, o no será”. En marzo de 1933 en ocasión de la aparición del número seis (6) de la revista mensual, su contenido fue tajante: ”Ruptura entre el Orden Cristiano y el Desorden Establecido”.
Esa posición levantó muchas ronchas, aún entre sectores cristianos que propugnaban por una posición moderada, sin embargo, ‘Esprit’ comenzaba a calar en sectores comprometidos, con grupos de jóvenes inconformes con la situación imperante. Pero la posición de ’Tercer Fuerza’ fue más lejos, consideraba que la revolución estaba a la vuelta de la esquina, que debía hacerse primero la revolución colectiva en unidad con los comunistas, luego la revolución personalista.
Mounier tenía una posición distinta, no pensaba que era tan fácil un proceso revolucionario. Apoyado por Jacques Maritain que tildó la posición de Tercera Fuerza como una tontería. Esta situación inició una confrontación interna.
En julio de 1933 se agudizaron las contradicciones ente la dirección de Esprit y la Tercera Fuerza. Georges Izard renunció como Jefe de Redacción de la revista, quedando Mounier sólo en la dirección de Esprit. Desde el año 1939 Mounier tuvo que dedicarse a dar clases para ganar el sustento, fue profesor del Liceo Francés de Bruselas, en Bélgica. Tenía que estar viajando continuamente, para poder dirigir la revista, vivir en París, y al mismo tiempo mantener su función como Profesor de Filosofía, en Bruselas.
Mounier fue un defensor de la democracia como base para cualquier actividad política y social.
“Llamamos democracia con todos los calificativos y superlativos que se quiera, para no confundirla con sus minúsculas falsificaciones, al régimen que reposa sobre las personas que constituyen la comunidad social. Entonces sí estamos al lado de la democracia. Agregamos que, desviada desde sus orígenes por sus primeros ideólogos, después estrangulada en su propia cuna por el mundo del dinero, esta democracia jamás ha sido realizada en los hechos , sino apenas en los espíritus.”
Esta concepción apareció en ‘Líneas de Oposición’, en 1934. “La democracia es una forma de gobierno que se articula sobre la espontaneidad de las masas, a fin de asegurar la participación de los sujetos en el orden objetivo del poder.”
‘Tercera Fuerza’ se disolvió en 1934 al unirse al ‘Frente Común’, que dirigía Bergery, formaron un nuevo movimiento político llamado ‘FRENTE SOCIAL’. Mounier se abstuvo de formar parte de ese nuevo movimiento.
Mounier es uno de los pensadores cristianos que trató con más profundidad el tema de la propiedad. En abril de 1934 apareció en ‘Esprit’ un ensayo suyo titulado: ‘De la Propiedad Capitalista a la Propiedad Humana’, que luego se convertiría en un libro. En ese mismo tiempo apareció también ‘Revolución Personalista y Comunitaria’, una obra que formó parte del ensayo anterior.
En 1935 Mounier se casó con Paulette Leclerq.
En octubre de 1936 apareció en la revista ‘Esprit’ otro ensayo de Mounier titulado: ‘Manifiesto al Servicio del Personalismo’, que sirvió de base para un nuevo libro con ese mismo título. Ahí aparece un concepto sobre la sociedad. “Es un proceso cada vez mas complejo. Los hombres dan nacimiento a sociedades que, desde la célula familiar, se abren a la comunidad universal.”
‘Esprit’ continuó su posición radical, sus denuncias contra el “desorden establecido”, eran directos. Se llegó a comentar hasta la amenaza de que la Iglesia podía condenar la revista. Mounier buscó la colaboración de Jacques Maritain, para defenderse de las acusaciones, juntos redactaron un informe al Arzobispo de París, lo que presumiblemente impidió una condena doctrinal.
“Los colaboradores de Esprit son hijos de la Iglesia; no quieren ser semi-católicos ni neocatólicos. Reciben íntegramente el depósito de la fe y tratan de hacerse con ella de una manera cada vez más viva y rigurosa... Dentro de este espíritu de sumisión filial llevan a cabo una gran aventura.
“No conciben en absoluto que, en ella, pueda ponerse en duda su fidelidad a la Iglesia; muy al contrario, la inspiración y la consagración sólo la esperan de esta felicidad.”
Sin embargo, la situación económica, el aislamiento de algunos sectores y los problemas internos provocaron la interrupción de la publicación ‘Esprit’ en 1938.
EL PERSONALISMO
Suspendida la revista ‘Esprit’, Enmanuel Mounier se dedicó a escribir por su cuenta, partiendo de varios ensayos publicados en su revista, sin descuidar de escribir artículos para otras publicaciones.
En 1937 escribió un interesante artículo titulado ‘Anarquía y Personalismo’. “Lo que es de una forma u otra, propiedad, debe ser utilizado también en función de los valores personales. Porque la sociedad, con todo lo que posee y administra, está al servicio de la persona.
“No existe pues, según nuestra opinión, ni propiedad individual, ni propiedad colectiva en sentido absoluto.
“Toda propiedad es al mismo tiempo, aunque en proporciones diferentes, personal y social.”
Mounier se distinguió exponiendo el PERSONALISMO. En muchas ocasiones se le pidió que definiera el concepto y el alcance del Personalismo, sobre esto escribió: “EL PERSONALISMO es una filosofía, no es solamente una actitud. Es una filosofía, no un sistema. Si bien no huye de la sistematización. Pues conviene que haya orden en los pensamientos; conceptos, lógica, esquemas de unificación, no son sólo útiles para fijar y comunicar un pensamiento que sin ello se disolvería en instituciones opacas y solitarias.”
El Personalismo parte de la Persona. Hay diversas formas de expresar los criterios que se puede tener sobre la Persona Humana. En éste sentido Mounier hizo una designación, que no es una descripción completa: “La persona es un ser espiritual constituido como tal por una especie de la subsistencia y de su independencia en su ser; conserva ésta subsistencia por su adhesión a una jerarquía de valores adoptados libremente, asimilados y servidos a través de un comprometerse responsable y de una constante conversión.”
En Mounier estaba siempre el compromiso como de la cualidades fundamentes de la Persona Humana.
El papel del Estado también fue elaborado por el Personalismo, y Mounier explicó cuál consideraba que era su función:
“El Estado es una comunidad espiritual, o persona colectiva en el estricto sentido de la palabra. No está sobre la patria, ni sobre la nación, ni - a mayor abundamiento - sobre las personas.
“Es un instrumento al servicio de las sociedades, y a través de ella, con ellas si fuera preciso, al servicio de las personas. Instrumento artificial y subordinado, pero necesario.”
Mounier se debatía frente al “desorden establecido”, como calificaba la situación imperante, frente al peligro del socialnacionalismo de Hitler que amenazaba a toda Europa, y frente a una ambiente donde el Comunismo tenía fuerza social, sindical y política. El tema de los trabajadores era necesario afrontarlo.
¿Cuál era el criterio del Personalismo frente a la clase trabajadora? “¿Debe el Personalismo plantearse el problema global de la conquista de la clase obrera?“No: no se propone ni una acción de clase, ni una acción de masa. Pero debe conectar en el movimiento obrero...; y tiene la misión concreta de realizar con éxito la unión de los valores espirituales desprestigiados a sus ojos por el uso que ha hecho de ellos el mundo del dinero, y las auténticas riquezas, también espirituales, que en el alma popular se han consagrado más auténticos que en ningún otro lugar.”
El hombre que resaltaba la primacía de la Persona sobre todas las cosas de la tierra encontró en el destino una dura prueba dentro de su propia familia. Su hijita, Françoise, a los pocos meses de nacida tenía una enfermedad incurable, fue atacada de un choque le ocasionó una ativariólica, que le produjo encefalitis, y tuvo que vivir como un vegetal. Mounier se refirió a ella como una niña que tenía “un poco de vida, accidentada”. Su vida interna se hizo turbulenta al tener que soportar esta situación, al mismo tiempo predicar el valor y la supremacía de la Persona.
En 1938 apareció un artículo titulado : ‘Breve Tratado sobre la Mística de Izquierda’.
FRANCIA OCUPADA.
En 1939 ante la situación política que vivía Europa, con el avance de la fuerza militar de Hitler, Mounier tuvo que entrar a la vida militar integrándose a los ‘Cazadores Alpinos’. En esos momentos que su patria estaba en peligro, debía demostrar en la acción lo que dijo con el pensamiento. Sobre esta situación escribió: ‘Pacifistas y Belicistas’ y ‘Los Cristianos ante el Problema de la Paz’.
En la primavera de 1940 Hitler invadió a Francia, la ocupó militarmente, se firmó un armisticio con los alemanes, que dividió a Francia en dos zonas: una ocupada y otra libre. El Gobierno de Petain, instalado en Vichy, colaboró con los alemanes, mientras que el General Charles de Gaulle, desde Londres, pedía continuar la guerra y organiza la ‘Francia Combatiente’, además toma posesión de algunas colonias francesas. Ante esta situación Mounier se encuentra acorralado.
Maritain se había ido al extranjero, ‘Esprit’ no se publicaba, Francia estaba ocupada. En 1940 Mounier es tomado prisionero por los Nazi. Cuando es liberado, como respuesta en el mes de julio reanuda la publicación de ‘Esprit’, para demostrar el sentido de la guerra, no sólo en su brutalidad, sino con todos sus horrores; además para demostrar que el pacifismo debía ser superado con la resistencia activa.
‘Esprit’ retornó con el mismo contenido radical, ahora frente a los invasores de su país. Esta situación duró hasta el 25 de agosto de 1941, cuando es prohibida la publicación de la revista.
En septiembre de 1941 Mounier va a la clandestinidad, sin embargo, él consideraba que desaparecer era un retroceso, era necesario combatir con la cara descubierta, las cosas claras, era importante el objetivo de resistir con todas las fuerzas contra los invasores y el totalitarismo. El 15 de enero de 1942 nuevamente Mounier es hecho prisionero por las fuerzas de ocupación. Esta vez es acusado de ser uno de los jefes del movimiento ‘Combate’. El 21 de enero es encarcelado en Clermont-Ferrand, donde es interrogado sobre la participación con los grupos de resistencia, luego es confinado en una prisión residencial. El 29 de abril es arrestado nuevamente, lo conducen a Vals . El 18 de junio se declara en huelga de hambre y dura 12 días sin comer nada. En julio es trasladado a la prisión de Saint Paul de Lyon. Estando prisionero escribió:’Tratado del Carácter’, que fue publicado luego. Este ensayo estudia la esencia de la persona a través de la ciencia del hombre. Del 19 al 26 de octubre de 1942 fue procesado el movimiento ‘Combate’. Mounier sale libertado, después de estar seis (6) meses en prisión. Ante la persecución se fue nuevamente a la clandestinidad, con un nombre falso sale con su familia a Dieulefit, en la Drome, ahí pudo estar tranquilo durante algún tiempo, dedicándose a escribir : Piezas Escogidas de Montelambert, Libertad Bajo Condición, El Afrontamiento Cristiano.
Cuando se produjo la liberación de Francia, Mounier vuelve a París. En diciembre de 1945 reaparece ‘Esprit’. “Ser comprometido, solidario, entre estos hombres, con esta historia.”
En 1946 aparece su artículo ‘Debate en alta Voz con el Comunismo’. El tiempo de postguerra fue muy complicado. Debía esclarecerse la situación presente, pero también el pasado. “El fin no justifica los medios; un fin espiritual no puede necesitar ontológicamente, ni legitimar moralmente medios que sean esencialmente antiespirituales.”
En 1947 Mounier pública ‘Introducción al Existencialismo’ y ’¿Qué es el Personalismo?’. Mounier consideraba que debía hacerse unidad de acción con diferentes grupos ideológicos, que los cristianos no debían estar aislados, ni trabajar solitariamente. “Los revolucionarios están al pie de la obra. Cuando ellos están al pie de la obra, hay que trabajar con ellos. No podemos permitirnos el lujo de hacer un trabajo a cincuenta o cien años de retraso.”
LA SOCIEDAD COMUNITARIA.
Mounier expuso la Sociedad Comunitaria como un modelo, pensando en el futuro de los grupos cristianos en el ambiente social y político. El modelo de la Sociedad Comunitaria es el siguiente:
• La estructura primaria del poder es la comunidad local (barrios, aldeas, parajes, comunas, provincias).
• De ahí se parte, formando Juntas de Vecinos, Asociaciones de Trabajadores, Cooperativas y otras formas de organización social.
• La estructura primaria debe tener capacidad para elaborar reglamentos y programas, presupuestos, además poder de contratar.
“Se impone una descentralización adecuada y una efectiva organización social del pueblo dentro del sistema administrativo general, de modo que esto no prescinda de aquella y se dé una efectiva colaboración entre el poder central y la organización de base.”
Las Juntas de Vecinos asumen un papel importante en la responsabilidad y la autoridad. Es a partir de la estructura primaria que se produce la Autogestión, donde los trabajadores pueden administrar por sí mismos pequeñas empresas, para que éste sistema se dé desde las bases hasta el nivel superior. El asumir la responsabilidad en la administración de empresas y cooperativas proporciona a los trabajadores una mayor capacidad para poder participar en la Autogestión de grandes empresas o industrias.
Una de las características de la Sociedad Comunitaria es la Autogestión. La participación de los trabajadores debe ser a nivel general, en todas las empresas a que pertenecen sean privadas, estatales, cooperativas o mixtas. Las bases deben aprender a resolver por sí mismas sus problemas elementales, sólo deberán recurrir al plano superior para asuntos complejos, cuando no tengan capacidad para resolver sus problemas por ellos mismos, para eso las bases crean los Consejos Regionales, como un tejido social para los problemas a nivel intermedio. El segundo nivel es el Municipio, que también puede llamarse Comunidad de Base.
Las tareas específicas de los Municipios son las siguientes:
1.- Asegurar las condiciones materiales, jurídicas y técnicas para el trabajo de los hombres, asegurándoles el sustento para ellos y sus familias, además desarrollar las fuerzas de la producción.
2.- Coordinar y orientar el desarrollo de la economía y los servicios públicos vitales.
3.- Recaudar los fondos necesarios para las actividades propias del Municipios, distribuyendo los recursos para cubrir las necesidades prioritarias.
4.- Crear las condiciones que permitan satisfacer las necesidades materiales, sociales, culturales y otras necesidades colectivas de los ciudadanos.
5.- Buscar el interés de la Comunidad Municipal, armonizando los intereses individuales y colectivos que se presente, dando primacía al Bien Común.
Otras atribuciones que tiene la Comunidad de Base Municipal es organizar los órganos del poder, buscando un autogibierno social y brindando los servicios sociales del interés común. A esa comunidad Municipal le corresponde asegurar las condiciones necesarias para el ejercicio de las libertades y derechos de todos los ciudadanos, además reglamentar las relaciones de interés inmediato. Al Municipio corresponde dar legalidad y seguridad a las personas y bienes, servir de garantía al orden público y ejercer la inspección social. Entre los diversos Municipios debe existir una colaboración y gestión intgercomunal, para que exista coherencia y facilitar las condiciones necesarias para el interés común, así pueden mejorar sus servicios al pueblo y aprovecharse de las experiencias en los intercambios.
En la Sociedad Comunitaria el pueblo trabajador es el único depositario del poder y de la administración de los asuntos sociales, por lo tanto debe estar en la dirección absoluta del sistema de Seguridad Social y de todos los programas de bienestar social para la clase trabajadora. Para el nivel superior existen los delegados de los ciudadanos y los delegados de las Comunidades de Trabajo.
El Consejo Municipal es elegido por los ciudadanos y el Consejo de Comunidades de Trabajo es elegido por lo trabajadores. Esos dos organismos (Consejo Municipal y Consejo de Comunidades) son electos por los ciudadanos con derechos al voto, los trabajadores de los ciudadanos con derechos al voto, los trabajadores de las comunidades, los organismos estatales, las asociaciones y organizaciones social y políticas de cada municipio y otras organizaciones de trabajadores, los agricultores miembros de cooperativas y otras asociaciones de campesinos.
Esos mismos sectores son los que deben estar representados en el organismo máximo, que es: La Asamblea. La Asamblea es la que nombra a los miembros del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial.
La Asamblea es el organismos Legislativo de la Sociedad Comunitaria, integrada por representantes de sectores importantes de la sociedad. La Comunidad es pues Personalista, una persona de personas.
El Estado debe estar limitado por la supremacía de la autoridad espiritual de la Comunidad Personalista, expresada en la existencia de un derecho personalista. Mounier expuso que la Sociedad Comunitaria es distinta al sistema capitalista: “Ni la multiplicación de los grupos, ni la densidad, aseguran que el espíritu haga progresos sólidos y reales. Una riqueza abundante puede enmascarar una profunda decadencia orgánica... Se ha visto cómo después de la guerra estos colosales cuerpos, que se creían construidos a cal y canto, se han desmoronado repentinamente.”
Mounier distinguió bien entre la Sociedad Comunitaria, el Capitalismo y el Comunismo, calificando el Comunismo como una sociedad colectivista, el Capitalismo como una sociedad de masas y el Cristianismo como una comunidad de personas. “Despersonalizada en cada uno de sus miembros, y en consecuencia, despersonalizada como totalidad, la masa se caracteriza por una mezclar singular de anarquía y tiranía. Por la tiranía del anónimo, la más vejatoria de todas en cuanto que oculta todas las fuerzas, aquellas auténticamente innominadas, que se recubren de su personalidad. “Es hacia la masa donde tiende el mundo de los proletarios, perdido en la triste servidumbre de las grandes ciudades, de los inmuebles cuarteles, de los conformismos políticos, de la máquina económica. “Es hacia la masa donde se desliza una democracia liberal y parlamentaria olvidadiza de que la democracia era primitivamente una reivindicación de la persona.”
LAS ULTIMAS OBRAS DE MOUNIER.
En 1948 Mounier escribió ‘Despertar del Africa Negra’, y en 1949 ‘El Pequeño Miedo del Siglo XX’, además 'EL PERSONALISMO' que es la esencia de su obra filosófica, donde expone sus criterios básicos.
En septiembre de 1949 Mounier sufre una crisis cardíaca, atribuida a la fatiga del exceso de trabajo. Superó esa etapa y siguió trabajando, dirigiendo la revista ‘Esprit’ y escribiendo libros.
Emmanuel Mounier murió de una crisis cardíaca el 22 de marzo de 1950. De los datos que anotó en su diario se hizo un ensayo sobre ‘La Cristiandad Difunta’, además dejó inéditos dos ensayos titulados: 'La Esperanza de los Desesperados', 'Las Certidumbres Difíciles'.
Mounier representa dentro del Cristianismo Social el promotor del Personalismo y de la Sociedad Comunitaria. Su voz fue como una levadura que fermenta para formar hombres cristianos, capaces de reconstruir la sociedad, clama por la necesidad de un hombre nuevo y fuerte por la virtud de la fortaleza.
Fuente:
http://www.politicayespiritu.cl/9_Archivo_09/9_10.html
Ilustración: tomada de una edición de la revista SIC (Centro Gumilla) de 1976 que aún conservamos
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