lunes, 21 de junio de 2010

Sobre la ida de Saramago


EL NACIONAL - Sábado 19 de Junio de 2010 Escenas/1
Se apagó la vela de Saramago, narrador del pecado y la muerte
El premio Nobel de Literatura portugués murió a los 87 años de edad en su residencia de la isla canaria de Lanzarote, tras una larga enfermedad
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

José Saramago reconoció en el espejo frente a él a un hombre cuya cara era toda un par de ojos cansados: pero no eran los ojos que habían crecido, era la piel de la cara que se le había chupado sobre el cráneo.

Era una mañana de la Navidad de 2007 y el premio Nobel de Literatura del año 1998 se recuperaba de una grave neumonía. Desde esa fecha fue hospitalizado en varias ocasiones debido a problemas respiratorios. Ayer en la madrugada falleció en su casa de Lanzarote, isla del archipiélago de las Canarias, a los 87 años de edad, a consecuencia de un fallo multiorgánico relacionado con su larga enfermedad.

Desde 2008 y hasta el final, no obstante, fue trabajador como pocos. Ni la hospitalización de entonces impidió que publicara El viaje del elefante (Alfaguara).

"La vida es como una vela que va ardiendo, cuando llega al fi nal lanza una llama más fuerte antes de extinguirse (...) Después acabará todo y quedarán mis libros, que pienso seguirán siendo leídos", dijo entonces a la prensa española sobre su obsesión por el trabajo. En estos meses preparaba un libro sobre la industria del armamento.


El credo del ateo.
Es una feliz alegoría de la literatura de Saramago que su última novela haya sido Caín (2009), en la cual revisa la anécdota del personaje bíblico famoso por matar a su hermano y que lleva al terreno de la narrativa lo que define como "la lucha del hombre contra Dios". Es también una larga exposición de dos obsesiones del autor portugués: el pecado y la muerte.

La preocupación por dejar de existir, sin embargo, no le sobrevino por primera vez en esa fecha, sino años antes, y se hizo obvia en 2005, cuando publicó Las intermitencias de la muerte, novela que relata la historia de una comunidad en la cual la gente ya no fallece más y en donde, al estilo de Ensayo sobre la ceguera (1991), la euforia colectiva se desata, para dar paso a la desesperación y al caos. ¿Se había detenido el tiempo? ¿El destino de los seres humanos, tan afanados siempre en curar todas las enfermedades, sería una vejez eterna? Es difícil no pensar que éstas eran las refl exiones de un hombre mayor que siente que la vida se le va de las manos o, peor, que piensa que a Dios se le ha olvidado llevárselo de la Tierra. Pero Saramago era ateo. Y quizás por eso mismo escribió ese libro. "El problema de la Iglesia es que necesita la muerte para vivir. Sin muerte no podría haber Iglesia porque no habría resurrección. (...) La piedra angular sobre la que se asienta el edifi cio administrativo, teológico, ideológico y represor de la Iglesia se desmoronaría si la muerte dejara de existir. Por eso los obispos en la novela convocan una campaña de oración para que vuelva la muerte", dijo al diario español El País sobre el relato y dejó clara la antipatía que sentía por el catolicismo, preponderante en su Portugal natal y en España, su patria adoptada desde 1993, cuando la publicación de El Evangelio según Jesucristo le causó problemas con el gobierno de su país, que vetó a Saramago de la candidatura al Premio Literario Europeo.

Ahora, sin embargo, los problemas con Portugal quedaron atrás y hoy un avión militar luso traslada el cuerpo del escritor a Lisboa, donde será velado en capilla ardiente en el Ayuntamiento antes de la incineración de sus restos. Para rendir homenaje al único de sus autores reconocido con el Nobel de Literatura, el Estado portugués decretó dos días de duelo nacional, que terminarán mañana. Dapatkan buku Kumpulan trik teknik Hacking jaringan & website. Hacker Book, Cara cepat menguasai komputer di http://bukugeratis.4shared.com

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