¿Jesús ausente?

NOTITARDE, Valencia, 6 de junio de 2010
"Caminando con Cristo"
El cuerpo y la sangre de Cristo (Lc. 9, 11-17)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

Los cristianos-católicos, todos los domingos, al rezar el credo manifestamos, entre otras cosas, que creemos en la Ascensión de Jesús a los cielos y esperamos su retorno glorioso. Para el que no entiende las Sagradas Escrituras y no conoce a profundidad la fe cristiana podría pensar que Cristo con su Resurrección, al subir al cielo y al afirmar que retornará; significa que ya no está entre nosotros, que está ausente y cuando uno escucha que algunos hermanos cristianos-evangélicos reiteran expresiones como: "Cristo viene", "Llega pronto", etc, pudiera dar esta misma sensación de que no está ahora con nosotros. Pero, no es así, cuando decimos y profesamos que el subió al cielo y vendrá, lo que queremos decir es que al final de los tiempos se manifestará plenamente, lo veremos tal cual es, comprenderemos todo a plenitud (Parusía) y, por tanto, afirmamos que El si está en medio de nosotros de otra forma, según su propia promesa y una de éstas formas es la Eucaristía, centro y culmen de nuestra vida cristiana, signo real de su presencia entre nosotros, donde Cristo se ha quedado en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad; según El mismo lo dijo en la Ultima Cena: "Tomó luego pan, dijo la acción de gracias y se lo dio diciendo: Este es mi Cuerpo que se entrega por ustedes, hagan esto en recuerdo (memorial) mío. De igual modo, después de cenar, tomó la copa, diciendo: esta copa es la nueva Alianza en mi Sangre, que se derrama por ustedes" (Lc. 22, 19-20; Mt, 26, 26-28 ; Mc. 14, 22-24). Para un conocedor y estudioso de las Sagradas Escrituras, sabe que el memorial, palabra que nos viene del A.T, traduce actualización, eterno presente, realidad, no es un simple recuerdo. Por otra parte, Cristo realizó varios signos, como el que nos narra el evangelio de hoy con la multiplicación de los panes y los pescados que aluden al sacramento de la Eucaristía, a aquel nuevo milagro que El haría, aquel acontecimiento que celebró en la Ultima Cena, que lo uniría a su sacrificio en la cruz y de lo cual hoy los católicos, creemos, profesamos y celebramos que Cristo está realmente entre nosotros bajo las apariencias de Pan y Vino, así lo creyeron loa apóstoles, así lo creyó San Pablo y la primitiva Iglesia y esto nos llega hasta hoy, por eso somos católicos, apostólicos; por creer, profesar y celebrar lo mismo que creyeron, profesaron aquellos que estuvieron con Cristo y aquellos que de sus labios, de sus escritos y de la tradición transmitida creyeron, como Pablo que lo dice en 1 Cor. 11, 23-26, texto que leemos hoy en la misa: "Yo recibí del Señor lo que les transmití: que el Señor Jesús, la noche que era entregado, tomó pan, dando gracias, lo partió y dijo: Este es mi Cuerpo que se entrega por ustedes, hagan esto en memoria mía...". San Pablo dice que recibió del Señor, sabemos que no fue una revelación directa, sino una transmisión o la Tradición que se remonta al Señor. El está reconociendo la presencia real de Jesús en la Eucaristía y es testigo que los primeros cristianos celebraban la Eucaristía no como cualquier comida, sino como comunión real con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Hoy, los cristianos católicos celebramos la fiesta del Corpus Christi o la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo; donde manifestamos públicamente, llevando en procesión el Santísimo Sacramento, que creemos en la presencia viva de Jesús en la Hostia Consagrada, que creemos que El camina con nosotros, nos alimenta y fortalece con su Cuerpo y su Sangre y desde ese augusto sacramento nos garantiza su presencia constante en medio de nosotros, hasta el fin del mundo. Esta fiesta que en Venezuela se trasladó del jueves al domingo, para que los fieles pudieran participar activamente en el culto a Jesús eucarístico y hacer manifestación de su fe; es un día para profesar nuestra amor a Cristo, presente en la Eucaristía, para recibirlo con dignidad en la comunión; para renovar nuestro compromiso de ser testigos de Jesús en medio de nuestra sociedad venezolana consagrada al Santísimo sacramento, para pedirle que el reine con su poder en nuestra patria.

IDA Y RETORNO: Nuestro Municipio de San Diego, las parroquias de San Diego, La Misericordia del Señor del Morro y Nuestro Seminario nos honramos al recibir la visita de la imagen auténtica de Nuestra Señora del Socorro, patrona de la Arquidiócesis de Valencia y de nuestro Seminario, imagen que cumplirá cien años de su coronación canónica y que viene peregrinando por diferentes parroquias, despertando el fervor católico y bendiciendo con su presencia a quienes se acercan para rendirle culto; la veneración que merece la Madre de Dios y Madre nuestra. El recibimiento inicial en el municipio se hará en la parroquia del Morro mañana lunes, luego pasará a la parroquia de San Diego y el día jueves los padres formadores, seminaristas y feligreses de las urbanizaciones vecinas, le haremos un solemne recibimiento a las siete de la noche en la entrada de nuestra casa de Formación. Invitamos a que nos acerquemos en esta semana a los actos programados para tan importante acontecimiento.

Ilustración:
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