viernes, 31 de julio de 2015

CUADERNO DE BITÁCORA

En este país abunda la gente buena. En este país roto, desmadejado, destruido, expoliado, violado, destajado, escindido y asustado, florece la bondad. En este país hay manos que te sujetan cuando estas a punto de caer-. En este pais hay gente que te mira a los ojos, y no quiere verte como un extraño, como un otro que puede atacarlo en cualquier momento. En este país sigue habiendo gente que se desayuna con sonrisas, que te alivia las horas de angustia. Mi gratitud sincera y mi apoyo a su labor para la Fundación Badam, llegar alli por una medicina, mirar los rostros de tanta gente a la que el gobierno ha dejado a la intemperie, al mantener una disparatada, absurda y corrosiva situacion del control de la divisa una suerte de muerte a plazos, porque el derecho a la salud, es derecho a la vida; toparte con los enfermos de cáncer que con una dignidad y valentía, van a buscar sus medicinas, encontrarte en los ojos de la señora que vino del ultimo pueblo del sur del pais a buscar medicamentos de nombres impronunciables, escuchar a los farmaceutas que allí laboran comprometidos con que los pacientes no reciban alivios o formulas provenientes de geografias donde la medicina dista mucho de ser de primera calidad, o simplemente entran al pais sin permiso sanitario; verles peregrinar para apoyar a instituciones tan emblemáticas y castigadas como el Hospital Ortopedico Infantil, El San Juan de Dios, el JM De los Rios, sentir en ese minuto que no todo está perdido. y que pese al fango, todavía hay un colectivo, que trabaja callado, sin ruido, sin palabras altisonantes, sin drama, sin desmayo. Estrechar una mano. Respirar esperanza, agradecer siempre.
Yoyiana Ahumada Licea
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Fotografías: Julio Pacheco Rivas: "Saliendo del horno. Literalmente hablando"..
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TODO TIENE SU FINAL

EL NACIONAL, 31 de julio de 2015
Crónica del caos y la improvisación
Marcelino Bisbal 

En astrofísica se ha desarrollado una teoría que se ha dado en llamar “teoría del caos”, la cual ha originado todo un estudio acerca de las irregularidades y el desorden en que se encuentra el universo como parte de la realidad. En la naturaleza, por supuesto que en la vida como un todo, existen irregularidades y fenómenos complejos que hacen que nuestra percepción de las cosas resulte inacabada, por decir lo menos. En tal sentido, se ha configurado una disciplina que propone estudiar la existencia desde un nuevo modo que consiste en aceptar al mundo tal cual es y tal cual se nos presenta.
Desde la Caología, así se le llama al estudio del caos, el mundo visto como sistema es caótico, flexible y no lineal y está impregnado de caos ordenado. Conceptos como la no linealidad, el efecto mariposa y la complejidad de la vida y su conocimiento constituyen categorías, mejor paradigmas, para entender y explicar el orden como un desorden armonioso. La película El efecto mariposa escrita y dirigida por Eric Bress es una buena muestra del intento de explicar, en imágenes, lo que nos plantea esta teoría: “El aleteo de una simple mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo”.
Carlos Monsiváis en un excelente libro de crónicas, Los rituales del caos, nos dice que en este se inicia el perfeccionamiento del orden. Si esto en algún momento, en relación directa con el universo-mundo, fue y pareciera ser cierto,  en la realidad venezolana ha dejado de serlo. ¿Se puede extrapolar la teoría del caos para explicar nuestro caos? ¿Podemos aceptar nuestro desorden, nuestro caos tal como se da, renunciando a la ilusión de un mejor país como realizable y previsible?
En estos diecisiete años del gobierno, primero con Chávez y ahora con Maduro, la vida del país se ha convertido en un “feroz desorden”. Desde el poder se ha venido imponiendo la raíz de ese desorden, de la improvisación y de la incapacidad llevada a extremos inimaginables: proyectos que han ido y venido; políticas públicas que se contradicen entre sí; planes que no atienden al mínimo sentido común; la improvisación como método para atender las urgencias; los operativos que confluyen en las llamadas misiones llenas de voluntarismo pero de mucha incapacidad para atender las realidades; la creación de nuevos poderes públicos como intento de refundar al país; la ideología como instrumento para explicarlo todo y polarizar, incluso para producir exclusiones y marcar diferencias… En fin, esos rituales marcados políticamente han servido para mostrarnos el fracaso rotundo del régimen. Otra vez el mexicano Monsiváis acude para que intentemos entender: “El desorden se aquieta, las multitudes admiten las disciplinas del pasmo, y tiene lugar la mezcla perfecta de imposición autocrática y nivelación democrática”.
La antropóloga Paola Vásquez nos ofrece una gran investigación para que podamos explicarnos la tragedia de 1999, en el momento mismo en que Hugo Chávez salía triunfante por la aprobación de la nueva Constitución, cuando se dio el llamado deslave por las copiosas lluvias que se precipitaron desde el 11 de diciembre. Aquello fue nombrado por los medios y el discurso presidencial como “La tragedia”. El estudio se tituló Poder y catástrofe. Venezuela bajo la tragedia de 1999 (Editorial Taurus, 1999). En la investigación la antropóloga demuestra, entre muchos aspectos, “la manera en que se atribuyen y distribuyen las responsabilidades en las instituciones del Estado” y “la justificación política de la militarización”.
Desde ese trabajo pudiéramos entender lo ocurrido la semana que ha transcurrido en la carretera Panamericana. Estas son las imágenes vistas:
–Jueves 23 de julio. A la altura del kilómetro 4. Un grupo de familias portaban una pancarta: “Presidente Nicolás Maduro, nosotros lo apoyamos con el voto. Están montados ahí gracias a nosotros. Pedimos su ayuda”.
–Viernes 24 de julio. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, del Servicio Bolivariano de Inteligencia, de la Guardia Nacional Bolivariana y gran cantidad de maquinaria pesada se hacen presentes para proceder al desalojo. No hay paso hacia Caracas. Los vecinos del lugar, El Cují, manifiestan por la acción llevada a cabo y se niegan a ir a los refugios. Desde el poder se les llama “ocupantes ilegales”. El operativo responde a la Operación Liberación del Pueblo que adelanta el Ministerio de Interior y Justicia. Estábamos celebrando 448 años de la fundación de Caracas, además del natalicio de Simón Bolívar.
–Sábado 25 de julio. Sigue cerrada la carretera Panamericana. Despliegue del Ejército, Infantería de Marina, GNB, PNB, Sebin… Camiones militares, tanquetas antimotines… Habitantes del lugar y desalojados observan impasibles la escena. No pueden hacer nada, sino mirar cómo las paredes y techos de sus viviendas son destrozadas y ruedan por la montaña. La gente no renuncia a su espacio, no tienen otro sitio adonde ir, y en rigor, no quieren ir a otro sitio.
Aludamos ahora a un intento de comprender:
–Estos “ocupantes ilegales” están en el lugar desde hace seis años.  Se instalan allí con apoyo de las autoridades. Se les hizo vías de acceso, escalinatas, terrazas… Las autoridades estaban al tanto del surgimiento de ese barrio. Se les dejó construir viviendas bien edificadas. Hasta tenían legalizado su consejo comunal, Emmanuel.
–Algunos testimonios de los desalojados: “Esto nos agarró por sorpresa a todos los vecinos, pues somos una comunidad organizada como lo establece la Constitución. Nos parece muy extraño la medida, venga de donde venga, no sabemos quién la tomó”.  Otro habitante: “Nunca se sentaron a conversar con nosotros. Aquí hay muchos niños… A las mujeres nos han agredido y se las llevaron presas por defender lo que es nuestro”.  Uno más: “Se están llevando a las familias engañadas y luego la GNB dice que no les sale refugio porque nos califican de invasores”.
–La voz oficial. La del ministro del Interior, Justicia y Paz: “Estos despliegues, apegados a las leyes, son para la protección de los ciudadanos. Este es un trabajo pueblo-pueblo; pueblo-soldado, contra las bandas criminales que atentan contra la paz, el amor y la fe”. También se ha dicho que los terrenos serán utilizados para el proyecto de construcción del Parque Hugo Chávez Frías.
¿Por qué ese ensañamiento? ¿Por qué se les dejó invadir unos terrenos? ¿Por qué se les ayudó y aupó desde instancias gubernamentales? ¿Qué ocurrió ahora para llevar a cabo tal operativo militarizado? ¿Por qué se aludió a temas como la seguridad, la protección, la reubicación? ¿Por qué?
Cualquier explicación resulta incierta. Lo que sí está claro es que la teoría del caos no funciona para explicarnos y descifrarnos este des-orden militarizado que nos gobierna a los venezolanos. Estas escenas que se dieron en la carretera Panamericana y las que se darán en los meses y días siguientes, nos están hablando de aquello que nos dice la canción de Héctor Lavoe: “Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que recordar que no existe eternidad”.

EL EQUILIBRIO SUPERPUESTO

EL PAÍS, Madrid, 28 de julio de 2015
TRIBUNA
El rompecabezas de Oriente Próximo
La mayor amenaza es ese engendro escapado del medievo pero con tecnología del siglo XXI que llamamos Estado Islámico. Pretende recuperar la pureza del mensaje del islam primitivo y se alimenta del odio de los suníes contra los chiíes
Jorge Dezcallar 

Oriente Próximo ha sido un foco de inestabilidad centrado durante muchos años en el interminable conflicto israelí-palestino: la pelea por la tierra y el enfrentamiento de dos monoteísmos excluyentes han concentrado en muy pocos kilómetros cuadrados guerras, intifadas, refugiados, terrorismo y mucho sufrimiento, y han hecho fracasar a no menos de 58 planes de paz por miedo a hacer concesiones, por divisiones internas de unos y otros, y, en definitiva, por falta de voluntad real.
Pero últimamente la situación regional se ha complicado con la desaparición de la URSS y el descontrol de los dictadores de su órbita(Irak nunca hubiera invadido Kuwait con un Moscú vigilante); el repliegue americano (strategic restraint) y el vacío y las desconfianzas que suscitan los efectos y frustraciones derivadas de la primavera árabe, que de sueño ha devenido en pesadilla; la autosuficiencia energética americana y su menor dependencia del Golfo; la crisis del sistema territorial establecido por los acuerdos Sykes-Picot en 1916 y el enfrentamiento entre suníes y chiíes, que se extiende como un reguero de pólvora por toda la región. No hay quién de más. El resultado son conflictos en Siria, Irak, Yemen y Libia mientras el Estado nacional se hunde ante el empuje de movimientos milenaristas que quieren crear un Califato que una a todos los musulmanes bajo una misma autoridad política y religiosa.
Son conflictos vinculados entre sí: El Asad aguanta en Damasco porque le apoyan Irán y Hezbolá (además de Rusia) y porque las demás opciones parecen peores al haberse impuesto los islamistas radicales a la oposición nacionalista laica; el odio entre chiíes y suníes permite en Irak el crecimiento del Estado Islámico, mientras las diferencias religiosas entre saudíes e iraníes les impiden aunar esfuerzos para atajarlo; Arabia Saudí e Israel recelan del reciente pacto nuclear con Irán porque más que la bomba temen su regreso a la geopolítica regional como gran potencia chií; los saudíes se enredan en Yemen porque ven (interesadamente) en la revuelta de los Huthi la larga mano de Irán; Israel se enroca —quizás comprensiblemente— ante la inestabilidad que predomina en su entorno mientras afianza su ocupación de Cisjordania, arriesgando así su futuro como Estado judío y democrático; Líbano y Jordania se asfixian bajo cuatro millones de refugiados sirios que también llegan a Turquía, Grecia e Italia; los kurdos aprovechan el desorden de Irak para afianzar su autonomía; y en Egipto el regreso de los militares ha frustrado las esperanzas democráticas de Tahrir mientras el ostracismo de los Hermanos Musulmanes ha dejado a Hamás sin un aliado vital. Podría continuar, es un puzzle donde todas las piezas están relacionadas pero no encajan.
Tenemos que dar la batalla en Internet y en las redes sociales para que no recluten combatientes
Pero el problema más grave es la amenaza de ese engendro escapado del medievo pero con tecnología del siglo XXI que llamamos Estado Islámico o Daesh, que tiene una base suní inspirada en el tradicionalismo wahabita y en el salafismo yihadista, que pretende recuperar la pureza del mensaje del islam primitivo y que se alimenta del odio y de agravios —reales o fingidos— de los suníes contra los chiíes. El Daesh controla un territorio equivalente a la mitad de España, se financia con petróleo y ha incendiado la región con al menos siete conflictos diferentes: exacerba los problemas locales en Irak y Siria azuzando a los suníes contra los chiíes y por eso recibe el apoyo de tantos suníes (Ramadi, Palmira); un conflicto regional que involucra a Arabia Saudí e Irán, líderes de ambas facciones; un conflicto internacional porque el Califa se titula líder temporal y espiritual de toda la umma, la comunidad de los creyentes, desde Marruecos hasta Indonesia, sin olvidar otros territorios que un día estuvieron islamizados como Al Andalus. Ya ha puesto el pie en Libia desde donde se quiere extender a Túnez y Argelia (atentados de Susa) y amenaza a la propia Europa con echar al mar a millares de refugiados, mientras en Nigeria cuenta con la adhesión de Boko Haram. Es, además, un conflicto a muerte entre fanáticos: los del Estado Islámico y los de Al Qaeda; un conflicto ideológico entre creyentes y laicos (y entre moderados y progresistas); y un conflicto religioso que opone a musulmanes con cristianos y otras minorías. Es, finalmente, un conflicto entre el siglo VII y el siglo XXI: teólogos del Daesh debaten sobre si los yazidíes (secta chií) son musulmanes o infieles. En el primer caso habría que exterminarlos por blasfemos pero si son infieles bastaría con reducirlos a la esclavitud, resucitada como práctica cotidiana junto la crucifixión o las decapitaciones. También destruyen estatuas con una furia iconoclasta propia de siglos pasados.
Enfrentarse a todos estos conflictos superpuestos, esta amenaza global, es una tarea de titanes porque los maleantes proliferan y no hay gendarmes. Excluido el envío de tropas, la estrategia debe centrarse en debilitar al Estado Islámico más que en intentar destruirlo, cosa que no parece posible a corto plazo (actualmente delega competencias para evitar ser descabezado). Pero es imperativo evitar que se extienda y para ello debemos apoyar a la resistencia laica en Siria, a los peshmergas kurdos en Irak, y la formación de un gobierno de concordia en Libia; favorecer un gobierno más inclusivo en Irak que no margine a los suníes; evitar que el Daesh venda petróleo para financiarse, mientras azuzamos sus diferencias con Al Qaeda para que nunca unan fuerzas; tenemos que dar la batalla en Internet y en las redes sociales (que estamos perdiendo) para que no sigan reclutando combatientes; y, finalmente, hay que fomentar la colaboración entre Arabia Saudí e Irán contra el Estado Islámico, que es su enemigo común.
Hay que fomentar la colaboración entre Arabia Saudí e Irán contra su enemigo común
Pero las potencias regionales no colaboran: Egipto se mira el ombligo, enfrascado en una feroz represión interna; Arabia Saudí está enfangado en la guerra de Yemen mientras se afianza el nuevo monarca; Erdogan se ha embarcado en una deriva autoritaria e islamizante que nada bueno augura; Israel lleva 65 años sin conseguir normalizar las relaciones con sus vecinos, en un monumental fracaso diplomático-político. La buena noticia estos días es el acuerdo de Viena con Irán que aunque afirma que no cambiará sus políticas y contará con más dinero, probablemente estemos exagerando su influencia. Un acuerdo que puede ser precursor de otros desarrollos diplomáticos que quizás permitan un realineamiento geopolítico regional a medio plazo que sustituya al heredado de la descolonización y de la Guerra Fría, claramente obsoleto. Un nuevo equilibrio basado en un progresivo juego de influencias entre Arabia Saudí, Israel, Turquía, Irán y Egipto. Y esto es lo que algunos temen y quieren hoy torpedear. Por eso a corto plazo continuará la inestabilidad y la incertidumbre. Evitarlo exige una involucración más activa de la comunidad internacional. La reciente negociación con Irán marca el camino a seguir. No es fácil pero tampoco debiera ser imposible.
(*) Jorge Dezcallar es embajador de España.
Ilustración: Nicolás Aznárez.

INFIDELIDAD A LOS PRINCIPIOS

EL PAÍS, Madrid,21 de julio de 2015
TRIBUNA
Historias de refugiados
Cuando los europeos huían de la barbarie, en la mayoría de los casos encontraban un país que los acogiese. En la actualidad, sus descendientes se muestran altamente insolidarios con esa nueva ola de necesitados que vienen de Oriente
Monika Zgustova 
  
Uno. “Tenemos que exiliarnos”, decidieron mis padres a mediados de los setenta, al darse cuenta de que no podían seguir viviendo en su país que, tras la invasión soviética, volvió al totalitarismo. A mi padre, lingüista, como represión por su participación en el proceso liberador de la Primavera de Praga de 1968, las nuevas autoridades acababan de echarle de su trabajo en un conocido instituto de investigación; por eso, mis padres concluyeron que no les quedaba otro remedio que emigrar con sus dos hijos de su Praga natal. Los países de la órbita soviética, entre los cuales se encontraba Checoslovaquia, no permitían a sus ciudadanos marcharse del país; el “abandono de la patria”, según la terminología de entonces, se consideraba alta traición y se castigaba duramente: a las personas que intentaban cruzar la frontera, los guardias las fusilaban sin más. Por eso, mis padres trazaron un minucioso plan para huir. Inscribieron a la familia en un viaje organizado a la India, en aquel entonces uno de los pocos países fuera de la órbita soviética que las autoridades checas ocasionalmente permitían visitar. Mis padres consideraron que, en un principio, no era prudente revelar sus planes a sus dos hijos adolescentes. En Delhi consiguieron los visados para Estados Unidos y compraron los billetes de avión. Tras algunas situaciones de alto riesgo en la aduana de Delhi, los cuatro desembarcamos en el aeropuerto J. F. Kennedy de Nueva York: los padres, con los nervios destrozados —desde entonces, ambos se han ido medicando contra la ansiedad—; los hijos, desilusionados por no poder volver a ver a sus amigos y abuelos. Más tarde nos enteramos que de las 60 personas que salieron en el viaje organizado de Praga a la India, solo cuatro volvieron. Prácticamente la totalidad utilizó el viaje para huir de un país cuya represión no estaban dispuestos a tolerar más.
Los pasajeros de nuestro viaje formaron parte de toda una oleada de exiliados políticos: un total de 220.000 personas huyeron de la Checoslovaquia comunista, un país de 15 millones de habitantes. A pesar de todas las dificultades, el final de la aventura fue feliz; a mi padre le acabaron eligiendo miembro de la Academia estadounidense; los hijos logramos una buena preparación académica a base de las becas que nos otorgaron.
Cuando en los ochenta decidí volver a Europa, mi segundo refugio fue España. Aterricé aquí sin conocer a nadie, sin dinero. El país me brindó una buena acogida y nunca me faltó trabajo. Gracias a la comprensión de los países que nos ampararon, el exilio de toda mi familia fue modélico.
Nuestra experiencia no fue sino una pequeña gota en el mar que formaron los exiliados europeos que, a partir de la I Guerra Mundial, inundaron el mundo entero. El siglo XX europeo con sus ideologías esclavizantes, guerras mundiales y guerras civiles, dictaduras y totalitarismos ha generado olas de refugiados, que en algunos casos cambiaron el mapa étnico de las grandes urbes europeas y americanas. Alemanes, rusos, españoles, judíos, checos... todos ellos en su momento huyeron de algún horror.
Por participar en la Primavera de Praga, mi padre fue expulsado de su trabajo y salió al exilio
Dos. Al igual que mis padres se escaparon de la Checoslovaquia totalitaria, Amar Obaid, un comerciante sirio que tras la revolución prestó apoyo a la rebelión contra el presidente Bachar el Asad, tuvo que huir de Siria en 2011; quedándose en su país hubiera puesto en riesgo su vida y la de su mujer y sus tres hijas. Con sus ahorros estableció en El Cairo un pequeño comercio de muebles. Sin embargo, desde que el golpe militar —y con él, un chovinismo xenófobo— sacudió Egipto, los moderadores televisivos no han parado de arremeter contra los refugiados sirios como contra unos parásitos. Amar, que no puede regresar a Siria, tampoco tiene futuro alguno en Egipto; el país de acogida se ha vuelto una trampa de la que solo hay una salida: marcharse a Occidente. Y puesto que no hay manera legal que permita a Amar trasladarse a Europa, como no la hubo para mis padres cuando decidieron abandonar su país, la familia de Amar decidió que el padre se apuntaría a un viaje con una agencia traficante de personas, que en Egipto y Libia funcionan como una especie de agencia de viaje y, una vez establecido en Europa, haría llegar a su familia a su lado. Un plan arriesgado pero no imposible. Tras mucho dinero perdido, tras varios intentos de viajar frustrados y más de una estancia en la cárcel, Amar —persona real con nombre inventado, como el de la mayoría de esos pasajeros frágiles e impotentes— sigue esperando, desde hace meses, en la orilla egipcia, entre traficantes mafiosos y personas inocentes y exasperadas como él, a que un barco le lleve al otro lado del Mediterráneo y luego a un lugar cualquiera donde podrá sobrevivir.
Tanto la motivación por la huida como el peligro que sufre Amar tienen puntos de similitud con los que experimentaron mis padres; sin embargo, me temo que la acogida de uno y otros en los países receptores diferirá de modo radical.
Un sirio que se rebeló contra El Asad espera que un barco lo lleve al otro lado del Mediterráneo
Tres. Mientras que los europeos huían de la barbarie, en la mayoría de los casos encontraban un país que los acogiese. En la actualidad, los descendientes de esos europeos se muestran altamente insolidarios con esa nueva ola de necesitados, cuyo paradigma es Amar Obaid y que provienen del Oriente Próximo, esa parte del mundo que, en parte por culpa de Occidente, está en llamas. Europa es reacia a aceptarlos, cada país tiene sus problemas y todos temen que sus votantes no vean con buenos ojos una oleada de refugiados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esos exiliados no son muchos —el año pasado fueron 43.000 en total—; que muchos son ingenieros, comerciantes y abogados, y, además, que provienen de antiguas colonias europeas y por eso deberíamos responsabilizarnos de ellos. Sin embargo, precisamente Gran Bretaña, la gran colonizadora de antaño, hoy está entre los países más reacios a aceptar cupos. De modo similar, el Gobierno de España ha protestado contra los cupos, aunque en la posguerra europea los refugiados españoles, tanto los que huían de Franco como los que escapaban de la miseria, encontraron trabajo en otros países. Y los Gobiernos de los países exsoviéticos como Hungría y Checoslovaquia, muchos de cuyos habitantes fueron bien acogidos en su momento, muestran una buena dosis de chovinismo. En general, en muchos países europeos la crisis de los migrantes ha ayudado a generar apoyo de los votantes a la derecha populista, xenófoba y excluyente.
La Unión Europea, la formación geopolítica con más riqueza per capita del mundo, siempre ha ostentado sus programas de ayuda social. Para no perder su autoestima, debería seguir siendo fiel a esos principios. La Europa contemporánea debería mostrarse generosa y brindar amparo a esos refugiados, y no solo por motivos humanitarios: los que hoy huyen de la barbarie, mañana enriquecerán nuestro continente.
(*)  Monika Zgustova es escritora.
Ilustración: Eulogia Merle.

LAS LECCIONES OLVIDADAS

EL NACIONAL, Caracas, 29 de julio de 2015
España, la izquierda y la historia
Aníbal Romero 

Como es sabido los partidos políticos de izquierda, tanto la presuntamente moderada encarnada en el PSOE como la más radical representada por Podemos, lograron importantes avances en las elecciones autonómicas y municipales del pasado mes de mayo en España. Hablo de una izquierda “presuntamente moderada” al referirme al PSOE, pues uno de los fenómenos políticos de este tiempo es la progresiva radicalización hacia la izquierda de ese movimiento.
Empujado por un genuino descontento derivado de una economía que no termina de arrancar, así como por la extendida corrupción de las élites políticas tradicionales, un electorado inquieto y desconcertado ha empezado a experimentar con fórmulas heterodoxas, que sólo presagian borrascas para España.
Por los momentos, algunos de los ayuntamientos y regiones controlados por la izquierda española y por los sectores independentistas, se están dando a la tarea de eliminar en salas de reuniones y sitios públicos retratos y bustos de los reyes Juan Carlos I y Felipe VI, entre otros símbolos de la monarquía, así como de proseguir el rumbo –que comenzó hace ya algunos años– de cambiar nombres a calles, derribar estatuas, programar y publicar nuevos textos con versiones sesgadas y parcializadas de la historia, a fin de desfigurar y desechar en todo lo posible la memoria de lo realmente acontecido durante la guerra civil de 1936-1939, y condenar sin miramientos y en todos sus aspectos al régimen franquista.
Lo primero, es decir, la ofensiva antimonárquica se refiere al presente de manera directa; y lo segundo, la perspectiva unilateral de la historia, también tiene que ver con el presente, sólo que en este caso se accede a la actualidad mediante la transformación del pasado. En tal sentido, con su ataque creciente a la monarquía, la izquierda radical y el independentismo regionalista apuntan con gran acierto contra las bases del Estado español, a objeto de erosionarlas y eventualmente lograr su desintegración.
La distorsión del pasado en función de una perspectiva única y hegemónica, procura transmitir a las nuevas generaciones la versión que la izquierda derrotada en la guerra civil tiene de ese conflicto, y que se caracteriza por su miopía y falta de equilibrio.
Con estos dos procesos, el ataque a la monarquía y la distorsión de la historia, la izquierda española en general, pero particularmente su sector más radical, pone de manifiesto otra vez un rasgo clave de la acción de la izquierda política internacional en su camino al poder y en su ejercicio del mismo. Lo que ahora hace la izquierda radical en España, con una pequeña ayuda de los “moderados”, fue lo que hicieron los bolcheviques en Rusia, los maoístas en China, los hermanos Castro en Cuba, los sucesores de Allende y la Unidad Popular en Chile, y Chávez y sus seguidores en Venezuela. El proceso de desfiguración de la historia con base a una versión unilateral de la misma es empleado como instrumento de consolidación del poder.
La versión que la izquierda española ofrece sobre la guerra civil y el franquismo, sería capaz de convencer a más de un incauto que ese conflicto y el régimen que produjo salieron casi de la nada, o quizás sencillamente de las torcidas intenciones de un grupito de conspiradores, alentados por los más oscuros designios y situados en una especie de limbo fuera de todo contexto concreto. Pero cualquier persona que se ocupe de leer un poco acerca de lo que fue la República española y luego la guerra civil, en libros de historiadores serios y ponderados como Hugh Thomas y Anthony Beevor, por ejemplo, con seguridad alcanzará una perspectiva mucho más balanceada, una perspectiva que muestre no solamente el caos en que el radicalismo de la izquierda sumió a España antes de la guerra civil, sino también las atrocidades que tanto la izquierda como los nacionalistas se infligieron mutuamente entre 1936 y 1939.
Basta con informarse un poco acerca de lo ocurrido dentro de las propias filas republicanas durante esos años, sobre las luchas implacables entre comunistas y anarquistas, la incontrolable violencia callejera, la ausencia de autoridad, la ingobernabilidad, la destrucción de todo derecho y la pérdida absoluta de un sentido del orden y de vigencia de las leyes, para tener claro qué le esperaba a España bajo un régimen comandado por quienes dirigieron la guerra civil del lado republicano.
El régimen franquista nacido de esa feroz guerra civil estuvo lleno de las sombras propias de toda dictadura, en especial de una dictadura surgida de un enfrentamiento fratricida, caracterizado por la inmensa y dolorosa crueldad desplegada por todos los bandos participantes. Ahora bien, la necesaria crítica a ese pasado no debe jamás perder de vista sus orígenes en el caos republicano. La pretensión de erradicar a Franco y el franquismo de la historia española es una tarea sin destino aunque políticamente útil, y la izquierda española actual desea hacerlo, desea execrar toda esa etapa histórica para servir sus metas de poder presente, golpeando también a la monarquía que emergió fortalecida del franquismo y de la posterior transición democrática.
Con relación a Allende, a la experiencia trágica de la Unidad Popular y al consiguiente régimen de Augusto Pinochet, ha sucedido algo parecido. Se olvida hoy con demasiada frecuencia el desastre que fue la etapa allendista en la historia chilena, un incesante caos impulsado por una minoría exaltada y radicalizada, incapaz de respetar los límites que la Constitución y una larga tradición de convivencia democrática establecían en Chile. Esa minoría fue incapaz de percatarse del peligro mortal que corría al movilizar a las masas hacia el abismo. La dictadura de Pinochet se vincula de manera directa al empeño de Allende y sus seguidores, especialmente en el partido socialista y agrupaciones como el MIR, de imponer su voluntad por encima de todo, enlazados de paso con Fidel Castro, quien con característica temeridad acentuó las tensiones de la vorágine que fracturó a Chile.
No obstante, no pocos presentan hoy a Allende como un mártir impoluto, y la izquierda chilena, de nuevo en el gobierno y dirigida por la poco iluminada presidenta Bachelet, se dedica a escarbar el pasado para revolverlo y distorsionarlo, asegurándose así que una versión sesgada y parcializada de la historia prevalezca.
La receta ha sido aplicada, con la inmensa torpeza, ignorancia y malevolencia que tipifican al chavismo, en una Venezuela cada día más postrada, sometida de modo implacable al bombardeo propagandístico de un régimen que ha llegado al extremo de cambiar el nombre al país y desmembrar sus símbolos patrios, así como de transformar el rostro de Bolívar para hacerlo menos blanco y más “pardo”, según el guion de un grupo que lleva el resentimiento hondamente marcado en el alma. Además de esto, y tal vez de manera todavía más destructiva para las nuevas generaciones, el chavismo ha execrado los cuarenta años de República Civil sin hacer la más mínima concesión a la objetividad y el equilibrio históricos, condenando globalmente y sin atenuantes cuatro décadas cruciales de nuestra historia, durante las que Venezuela alcanzó importantes logros en los más diversos ámbitos del progreso colectivo.
No debe sorprendernos todo ello, en vista –entre otras razones– de que un nutrido contingente de asesores de la izquierda radical española se ha hecho presente en Venezuela desde hace años, cobrando gruesas sumas de dinero a cambio de suministrar a nuestros delirantes gobernantes el libreto que señala la distorsión de la historia como un método fundamental para la consolidación del poder. Se trata de seguir el consejo de Antonio Gramsci, teórico comunista italiano de comienzos del siglo pasado, levantando el edificio casi infranqueable de la “hegemonía comunicacional”.
El régimen creado por Chávez y ahora en manos de Maduro ha usado esa hegemonía con no poca eficacia, hasta el punto de que la misma oposición no se atreve, o no desea, diferenciarse del populismo socialista de manera clara e inequívoca. Y al respecto cabe preguntarse, ya a estas alturas del proceso de demolición institucional y socioeconómica chavistas: ¿qué hemos aprendido los venezolanos, si es que algo hemos aprendido, durante estos pasados 17 años?¿Entendemos acaso el vínculo entre el proyecto socialista y el colapso de la nación? ¿Existe acaso una visión, así sea somera, dentro del liderazgo opositor acerca de la sociedad y el sistema económico alternativos que sería necesario construir sobre las terribles ruinas del chavismo?
Si bien cabe dudar acerca del aprendizaje de los venezolanos luego de la fatal etapa histórica chavista, en lo que a España se refiere parece claro que ya muchos han olvidado las lecciones de la guerra civil y el franquismo. La izquierda y los separatistas de nuevo se radicalizan, en tanto que las élites políticas se enredan en una enmarañada red de corrupción que día a día depara nuevas sorpresas. Y todo ello ocurre en medio de la creencia, bastante generalizada, de que “lo que pasó no volverá a pasar”. Grave e imperdonable error.

VOTO DE CONFIANZA

Vente Venezuela estará en la curul de María Corina Machado

“María Corina Machado será la candidata de  su circuito y, en el supuesto negado que el órgano electoral lo impida, Vente Venezuela ha depositado plenamente su confianza en ella para que la reelección parlamentaria que es ratificación de su liderazgo, la haga otra persona que tenga a bien designar”, señaló el diputado Luis Barragán, integrante de la dirección nacional del partido.

“Imposibilitado el régimen de desconocer un liderazgo como el de María Corina Machado, a la que tanto teme, procurando emboscarla permanentemente, la Mesa de la Unidad Democrática debe aceptarlo con mayor razón, reconociendo el legítimo espacio que representa Vente Venezuela. Por ello, todos la acompañaremos a su acto de inscripción el venidero lunes, inicio de un lapso que culminará tres días después, por lo que la restante dirigencia opositora no debe adelantarse: no se trata de un burdo reemplazo burocrático cuando necesitamos construir y ofrecerle al país un parlamento para la transición democrática”.

Finalmente acotó: “Dura y difícil la situación nacional, ella y Vente Venezuela se mantienen firmes en sus posturas. El pueblo, en su ascenso ciudadano, es y actuará como mayoría para recobrar las libertades públicas y enderezar el rumbo del país”.

Fuentes:

http://www.ventevenezuela.org/luis-barragan-vente-venezuela-estaran-en-el-curul-de-maria-corina/
Captura de pantalla: Curiosa referencia, tomada de  la red.

martes, 28 de julio de 2015

EL COLMO DE UNA CRISIS QUE NOS COLMA

Queman en fuegos artificiales los dólares que faltan para medicinas y alimentos

“Ayer fue un día difícil, duro y accidentado, como suele ser para cada venezolano que arriesga la vida personal en las calles y, además de las largas colas que hace para intentar conseguir un poco de los insumos básicos, debe buscar trabajo. Sin embargo, a la medianoche, con un despliegue gigantesco de fuegos artificiales en casi todo el país, como no lo hicieron con el aniversario de Bolívar al que tanto manipulan,  los maduristas que  quedan más  por conveniencia que por convicción, se sintieron con el derecho de despertar a todo el mundo para celebrar el natalicio del extinto presidente”, señaló el diputado opositor Luis Barragán.

“En lugar de quemar incienso en el altar de ese culto patológico a la personalidad, queman los dólares que tanta falta hace para traer los alimentos y las medicinas que nos  faltan. Descaradamente, burlándose del sueño ajeno, en los barrios y en las más encopetadas urbanizaciones, donde se exhiben los boliburgueses que no necesitan madrugar, el cohetazo fue más una abusiva tarea propagandística que júbilo y  manifestación auténtica de convencimiento político”.

“La crisis actualmente padecida no la aliviamos con estas actividades que rozan lo mágico-religioso, creyendo decretar desde el Estado unas realidades artificiales y distintas a las que padecemos día a día”, acotó finalmente el parlamentario del estado Aragua.
Fuentes:

ESEQUIVO (1)

Freddy Marcano:
En la relación que tuvo Chávez con Guyana estuvo metida la mano de Cuba
27 Julio, 2015

Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 27 jul 2015.- A juicio del diputado Freddy Marcano (Independiente-Mérida) la cancillería lo que se ha dedicado es a partidizar las relaciones internacionales y no manejarla como una política de Estado cuando ha debido llevar la batuta en la reclamaciones que se deben hacer sobre el territorio del Esequibo
“Al partidizarla se orienta en otro tipo de negociaciones, donde el beneficio es más para el gobierno actual, que para el beneficio colectivo de todos los venezolanos”, asegura Marcano.
¿Qué opinión le merece la política que ha adoptado Hugo Chávez y Nicolás Maduro frente al problema del Esequibo?
-La política del difunto presidente Chávez buscó una supuesta unificación latinoamericana pero basada más en la parte ideológica que en el beneficio del colectivo venezolano, por tener una cantidad de recursos que beneficiaban más a los demás países que a los venezolanos y, en eso, efectivamente, cayó Guyana.
-La relación que mantuvo Chávez con respecto a Guyana fue una relación basada más en el intercambio ideológico y político que en el intercambio de relaciones propias de un Estado hacia el otro, y dentro de ese tipo de relaciones ha tenido metida la mano, muy fuertemente, Cuba tomando en cuenta que Cuba durante muchos años fue un colaborador del gobierno guyanés.
-De modo que en Guyana tuvimos un gobierno muy proclive al gobierno cubano; muy símil al gobierno de Chávez, y esto les daba formas de entenderse, de modo que en quince años se manejó la situación de tal forma que por omisión y tratando de llegar a acuerdos donde ni siquiera salía beneficiado nuestro país, aunque sí salía beneficiada Guyana con una ayuda “latinoamericana” (comillas solicitadas), para la inclusión de los pueblos débiles.
¿A su juicio, hubo mucha omisión?
-Mucha omisión de parte del gobierno venezolano con respecto a las relaciones internacionales, y más específico con el problema del Esequibo. Chávez lo que quiso hacer fue integrar al gobierno guyanés a toda la política latinoamericana; pues su idea siempre fue que Guyana fuera uno más de esos Estados como han sido Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua y como ha sido el mismo Brasil; como han sido todos esos países donde ya reiteradamente ha venido teniendo una relación por muchos años el chavismo, y el gobierno de Maduro ha mantenido esa supuesta integración que no ha sido más que la entrega de recursos energéticos, y donde los que se benefician son esos países y no Venezuela.
-Nosotros a todos estos países lo que hemos hecho es darles petróleo, gas, minerales, y lo que recibimos son chécheres, quinchonchos y cualquier baratija.
Para el caso de Guyana nosotros siempre hemos solicitado un buen oficiante, y lo que se ha tenido es un mal oficiante, que es Fidel Castro, ¿no le parece?
-Con esto de los oficiantes, ahí es donde estamos viendo el mal manejo que ha tenido la cancillería venezolana, y, sobre todo, con los países vecinos; de modo que en lo que atañe al problema de los oficiantes aquí entra la política de Cuba, cuyo régimen ha sido muy proclive al guyanés, o sea, siempre fue un gobierno que tuvo de la mano más del gobierno de Guyana que de la de Venezuela.
-Pero el problema también se plantea en el hecho de quién ha llevado las negociaciones, y quienes son los que han llevado la batuta en la formulación de los problemas del Esequibo; que debería ser la cancillería, lo que se ha dedicado es a partidizar las relaciones internacionales y no manejarla como una política de Estado; pues al partidizarla se orienta en otro tipo de negociaciones donde el beneficio era más para el gobierno actual que para el beneficio colectivo de todos los venezolanos.
-Eso también tiene que ver con el tema de Roy Chaderton, al cual se han referido muchas personas y a quien califican como el “Superman” de las relaciones internacionales. Pero entonces el hombre está en la OEA, el hombre es diputado al Parlatino, el hombre está en el papel de buen oficio en la relación de Colombia con las FARC y ahora aparece también en esta situación de Guyana. Yo no sé qué tiempo tendrá este señor para ocuparse de todas estas tareas.
-A mi modo de ver lo que está pasando con el Esequibo y lo delicado del tema es algo que tendría que tener una trabajo permanente, constante, por la gravedad y por lo que significaría un territorio que estamos reclamando, donde se incorporen todos los factores que hacemos vida en este país, despartidizando y manejándolo como un problema de Estado porque tenemos que entender que ese es un territorio que es de Venezuela y que el gobierno de Venezuela debería hacer todo lo que está en sus posibilidades dentro del marco de la legalidad.
¿Qué opinión le merece el hecho de que el gobierno de Guyana no reconoce el Acuerdo de Ginebra?
-El presidente Granger está manejando eso como un problema de Estado; ya que los guyaneses al Esequibo lo han venido considerando como parte de su territorio tanto así que cuando utilizamos las herramientas tecnológicas como el Google Earth vemos la distribución territorial que le dio el gobierno de Guyana; desconociendo ese acuerdo de Ginebra de 1966, precisamente, porque no salen beneficiados, y habría preacuerdos con el gobierno venezolano en el sentido de manejar el Esequibo como una especie de hipoteca.
-Pienso que el gobierno venezolano en anteriores conversaciones que tuvo con gobiernos de Guyana manejó un sin fin de ideas; donde, básicamente, lo que quería el gobierno venezolano, de alguna manera, era hipotecar el territorio del Esequibo de modo que a través de esa hipoteca tener él un manejo de la política internacional que incluyera al gobierno de Guyana.
¿Cómo sería esa hipoteca? ¿Una especie de préstamo?
-Sí, una especie de préstamo; porque cuando tú hablas con los personeros del gobierno quienes ahora exhiben un falso patriotismo, tú sientes que están manejando este tema con una cierta intención electoralista; pero en el fondo lo que desean es que ese territorio sea explotado por los dos tomando en cuenta que esa situación le permitiría al gobierno obtener ciertos recursos; puesto que se trata de un territorio donde hay petróleo, hay oro, hay diamantes, uranio y demás minerales, sólo que Pdvsa no tiene la capacidad de hacer exploraciones en ese territorio si tomamos en cuenta que ya ni siquiera tiene capacidad de hacerlo en territorio venezolano, por el desmantelamiento sistemático que lleva estos años.
Sería compartir las ganancias; ¿pero de quién sería el territorio?
-Ahí es donde creo que está parte del conflicto que tiene el gobierno nacional con respecto a la integración latinoamericana; pues ese territorio ha sido considerado por otros gobiernos como venezolano. Yo creo que eso deben ellos entenderlo, y por eso es que ellos de alguna manera lo han llevado como un problema de Estado; que se trata de defender un territorio; pero, por debajo de cuerda ellos lo que quieren es buscar la pertenencia pero para luego buscar un beneficio.
¿Ahí no cabría la posibilidad de dividir ese territorio partiendo del río Esequibo; equitativamente, mitad y mitad?
-No esa posibilidad nunca se ha abordado porque, precisamente, al ceder un espacio de tierra estaríamos nosotros entonces dándole el beneficio de la duda a lo que aquí se hizo en 1966; porque si nosotros estamos cediendo parte de ese territorio, entonces lo que estamos diciendo es que lo que se hizo en 1966 estuvo mal.
Pero es que el Acuerdo de Ginebra reconoce los derechos de Guyana sobre ese territorio, y Venezuela lo admite, ¿o no?
-Claro que no, y por eso es que hay que buscar la titularidad del territorio, es decir, buscar el reconocimiento de que ese territorio forma parte de nuestro Estado desde que se creó la Capitanía General de Venezuela, sin discusión alguna, y es por lo que nosotros debemos seguir luchando, y en vista del abandono por parte de este gobierno de dicha lucha es por lo que nosotros hemos elaborado el proyecto de Ley del Estado Esequivo (con “”v” pequeña en honor a quien descubrió el río Esequibo, Juan de Esquivel.
-La razón que nos ha movido a nosotros a presentar esta ley es para darle carácter legal a esa pertenencia como territorio nuestro; con todos los parámetros constitucionales con todos los parámetros de ley, que se deben tener para ser el Estado venezolano. Sería el estado 24.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2015/07/freddy-marcano-en-la-relacion-que-tuvo-chavez-con-guyana-estuvo-metida-la-mano-de-cuba/
Cfr.
Omar González: http://www.enoriente.com/noticias/politica/5306-omar-gonzalez-moreno-proponemos-que-el-esequibo-sea-el-estado-25-de-venezuela

ESEQUIVO (2)

Freddy Marcano:
El oficialismo habla del imperio pero se niega a discutir ley que crea el estado Esequibo
28 Julio, 2015

Enrique Meléndez / especial Noticiero Digital / 28 jul 2015.- El diputado independiente por el estado Mérida, Freddy Marcano, pide al oficialismo discutir el proyecto de Ley que crea el estado Esequibo para “darle carácter constitucional a ese territorio”.
Dijo Diosdado Cabello que la decisión de la oposición de apoyar el acuerdo oficialista sobre el Esequibo en la Asamblea Nacional es electoralista. ¿Qué piensa usted?
-Yo creo que es lo contrario. El gobierno está encarando esta situación con una especie de nacionalismo para unificar más que todo los criterios de su propia gente; pues lo que hizo Chávez durante todos estos años, al manejar un cierto patriotismo, fue eso de lo que nos acusa Diosdado, es decir, partidizar este asunto; porque Chávez nunca lo trató como un problema de Estado; pues en ese caso hubiera tomado en cuenta el clamor de todos los venezolanos con respecto al problema del Esequibo y, precisamente, lo que queremos en la oposición es que esto se maneje como un problema de Estado donde tengamos inclusión no solamente los políticos sino también todos los sectores de la sociedad: partidos políticos, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales.
¿Por qué la oposición apoyó ese acuerdo de manera unánime?
-Inicialmente sabíamos dentro de la cámara que la discusión del tema del Esequibo estaba en puertas. Ellos sacan ese comunicado de apoyo a las gestiones del presidente de la República con respecto al tema del Esequibo, y nosotros no podíamos negarle el voto si partimos del hecho de que la defensa de ese territorio se trata de un problema de todos.
-Además, al apoyar ese comunicado nosotros también estamos despartidizando este problema y ahí es donde yo me baso para hacer ver que, si nos movieran fines electorales, no hubiéramos apoyamos el acuerdo.
¿En qué se basa ese proyecto de Ley del Estado del Esequibo?
-Nosotros buscamos varias fórmulas para darle un carácter más legal a ese territorio del Esequibo, y la manera más idónea que conseguimos fue la que, a través del municipio más cercano al Esequibo; que es el municipio Sifontes del estado Bolívar, otorgarle carácter de estado a ese territorio, el cual pasaría a llamarse estado “Esequivo”, con “v” pequeña al recordar la figura de Juan de Esquivel, quien daría su nombre al río sólo que con el tiempo se impusieron los modismos idiomáticos, y pasó a llamarse Esequibo con “b” alta.
-De manera que al darle carácter constitucional a ese territorio, que es lo importante de esta ley, le reconocemos todos los beneficios que contempla la Constitución en lo que se refiere a los estados; lo cual implicaría el reconocimiento del Situado Constitucional, además de todas las características constitucionales, que tiene cada uno de los 23 estados.
-Nosotros pensamos que eso le daría unas condiciones para su defensa, que se pudieran esgrimir hasta en los tribunales internacionales, y esto porque la contraparte se vería en una posición en la cual se pondría en contra de lo que es nuestro ordenamiento político territorial.
-Nosotros le hacemos una llamado al gobierno para que considere este proyecto de ley; ya que nosotros no buscamos partidizar el tema; que no se trata del propósito de un partido sino que, como lo hemos venido diciendo, se trata de un problema de Estado y al considerar ese territorio como un estado constituido, esto le otorga la credencial para que los buenos oficiantes y el gobierno venezolano tengan una herramienta más adecuada, para la defensa de ese territorio.
¿Usted cree que la bancada oficialista discuta esta Ley en la AN?
-Eso es lo que nosotros esperamos; nosotros esperamos que ellos entiendan que eso es una solución salomónica.
Dicen que el problema del diferendo con el Esequibo se agrava porque la Exxon Mobil consiguió en el bloque de Stabroek una cantidad de petróleo, potencialmente, alta. ¿Qué sabe usted de eso?
-Efectivamente, se habla de que existe en esa faja una gran cantidad de petróleo bastante importante; aparte de que se trata de otro tipo de petróleo; un petróleo mucho más liviano, un petróleo mucho más fácil de extraer.
-Lo que tenemos que entender es que eso no es culpa de la Exxon, el problema es del gobierno guyanés que le dio permiso para que se fuera para allá. La Exxon es una transnacional que actúa, y estuvo aquí en Venezuela, dependiendo de los permisos que le conceda el Estado donde están actuando.
-Que va por encima del Acuerdo de Ginebra ya eso es otra cosa, y eso es algo que el gobierno venezolano no tiene por qué enfocarse solo en el hecho de la Exxon, sino que tiene que enfocarse también con los acuerdos que ha tenido Guyana con Brasil en la explotación de ciertos minerales; en la parte inferior del Estado guyanés y en la parte inferior del territorio Esequibo o con los acuerdos que han tenido con los chinos o con los acuerdos que ha tenido con otras transnacionales, que también han vulnerado la integridad de ese territorio.
-Por eso es que nosotros no estamos de acuerdo con partidizar este asunto; porque hablar de la Exxon y hablar del imperio no tiene ningún sentido; pues lo que tenemos es que definir a quién pertenece ese territorio; vamos a buscar a un buen oficiante.
El presidente Maduro a última hora modificó el decreto 1.787. ¿Qué opinión le merece ese arrepentimiente del cual se habla poco?
-Eso es la muestra del mal manejo que se hace de la política exterior por parte de la cancillería y el señor Maduro como cabeza del Estado; porque nosotros en el 2013 introdujimos una ley sobre la fachada Atlántica, y se ve que el gobierno la engavetó; ni siquiera le paró; ni siquiera la sacó para llevar a cabo una discusión en el seno de la Comisión de Política Exterior.
-No fue que a Maduro se le ocurrió de manera sobrevenida hacer una ley sobre la fachada Atlántica, sino que, como se dice coloquialmente, como estaba con la soga al cuello, no tenía otro recurso sino sacar un decreto en el cual se delimitan esas aguas territoriales.
-Pero es que desde hace años venimos arrastrando ciertos problemas, donde entra el caso del barco que fue retenido en aguas del Esequibo; llevado a Margarita por las fuerzas armadas, y, luego, liberado, y cada vez que se planteaba el tema dentro de la AN, ellos hacían caso omiso porque decían que era que nosotros lo que buscábamos era el sensacionalismo; de hablar de un territorio, y de hablar de una pelea Guyana que no tenía sentido.
-Ahora es lo contrario, ahora los que buscan el sensacionalismo son ellos. Nosotros tenemos más de tres años declarando y hablando del tema de Guyana; que se trata de un tema importante que ha venido sobrepasando los cánones normales de las negociaciones internacionales; entonces vamos nosotros a tomar cartas en el asunto.
¿Cuántas veces se negó el oficialismo a discutir este tema?
-Bueno, dos veces que lo presentó María Corina Machado, dos veces que lo presentó Andrés Velásquez, una vez que lo presentó William Dávila. Pero es que también en la Comisión de Política exterior fue negada su discusión.
¿Qué alegaban ellos?
-Que eso no era un tema importante y que la oposición lo que buscaba era que nuestro país entrara en confrontación con Guyana, y la verdad era que nosotros lo que estábamos haciendo era alertando sobre lo que podría pasar, que es lo que está pasando.
¿Un venezolano tiene acceso al Esequibo? Hay que tomar en cuenta que se trata de un territorio de hecho ocupado por las autoridades guyanesas. ¿No le parece que ahí funciona como especie de comodato?
-Pero es que ni siquiera se puede invocar la figura del comodato en este caso. Ahí te podemos decir que varios diputados constituimos una comisión, que estuvo integrada por María Corina Machado, Andrés Velásquez, Américo de Gracia, Juan Guaidó, Luis Barragán, Angel Medina, Leomagno Flores, Eduardo Gómez Sigala, el general Antonio Rivero, aparte de Leopoldo López que también se integró con nosotros, a los fines de hacer un ejercicio de soberanía en esa zona, incitados por el trabajo que veníamos realizando y por lo que estaba pasando con las conversaciones, con respecto al gobierno de Guyana.
-Al hablar nosotros de una de ley de Estado, es también pensar en los ciudadanos, en las personas que habitan ese territorio. Nosotros hablamos de los minerales, del petróleo, de la Faja, de la incursión de la Exxon; pero no hemos hablado de los ciudadanos que viven ahí, y que no saben ni quienes son; porque ahí hay incertidumbre hasta con el idioma: no se sabe si hablan inglés, si hablan español, si hablan una determinada dialecto indígena.

-Cuando tú preguntas si el gobierno venezolano intentó hacer en estos quince años un proceso de cedulación; si ha ido a ese territorio el Saime a otorgarle una carta de identidad. No, eso no existe. El Saime no ha ido nunca, y no estamos hablando del territorio Esequibo. Es que ni siquiera en la frontera del estado Bolívar. Allí lo que hay es una guarnición del Ejército venezolano sólo que está en territorio venezolano, de ahí hacia delante no hay más nada.
¿Ustedes llegaron en avioneta o en helicóptero?
-Nosotros pasamos 18 horas en carretera saliendo de Puerto Ordaz, para llegar hasta allá. Nosotros fuimos a verificar lo que había en ese territorio; pero los parlamentarios del oficialismo no han ido, y muchos de ellos son militares; que pudieran tener hasta el sentido de pertenencia, ya que eso fue lo que le inculcaron.
Según algunos reportes, ahí en ese territorio habitan unas 250 mil personas, ¿no?
-Eso es lo que se dice según las estadísticas de Guyana.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2015/07/freddy-marcano-el-oficialismo-habla-del-imperio-pero-se-niega-a-discutir-ley-que-crea-el-estado-esequibo/

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El fracaso de mi blog
Hermann Alvino

El blog https://vivalapolitica.wordpress.com ha fracasado en su objetivo primordial –generar debate-, puesto que lleva años publicando una, dos y hasta tres veces por semana elementos sobre la realidad venezolana sin haber superado la barrera numérica de los pocos lectores que generosamente le regalan unos minutos al tiempo que ese número va disminuyendo vertiginosamente.
Los números están a la vista (ver figura anexa) y las causas pueden ser varias, pero ninguna parece diferente a la que todos podemos suponer.
Recordemos que un blog personal es un repositorio de reflexiones sobre aspectos de la vida que llaman la atención de su autor, y como para ello cada uno tiene filtros diferentes, pues también serán distintas las facetas de la vida que impregnarán sus sensibilidades. Todo dependerá entonces de la motivación que el autor pueda y sepa crear para ello sincronizando esas sensibilidades con las de los eventuales lectores.
Antes de la actual era digital las reflexiones se hacían sobre papel, en libretas que todavía se consiguen a montones en las buenas papelerías del mundo, con portadas y filigrana de autor cuales bitácoras de viajeros, de aventureros, arqueólogos y artistas. Quien sabe si tanta escogencia es porque nadie las compra y se van acumulando en el inventario, o porque solo esperan un monstruoso apagón digital para retomar su puesto de privilegio. Con la era digital se ha logrado cambiar esa imagen de esos diarios a cargo de niñas y adolescentes para asentar una normalidad en el uso de éstos por parte de todos, jóvenes, viejos, niñas, astrónomos, músicos y saltimbanquis.
Por supuesto que los objetivos de cada uno son diferentes, poco podríamos añadir para valorar a quienes simplemente comparten sus vivencias diarias con gente que ni siquiera conoce –una variedad que va desde la ingenuidad pura hasta el exhibicionismo y el narcisismo, pasando por prosa y poesía de altísima calidad. Tenemos también a quienes usan ese canal como medio de transmisión de su vivencia laboral –desde el periodismo serio hasta la indispensable difusión científica-, y aquellos que dedicados a alguna actividad pública no pueden dejar de hacer acto de presencia en la red.
Y por supuesto estamos quienes usamos un blog solo para intentar generar debate sobre realidades políticas que nos tocan directamente. Es evidente que de debate no ha habido ninguno, salvo uno que otro mensaje vía correo de algún atento lector. Pero más nada. Objetivo no cumplido pues mediante este blog estadísticamente marginal y políticamente insignificante.
Por otra parte todos sabemos que independientemente de quienes usan tanto el papel como el teclado para exponer sus pensamientos cual necesidad espiritual, y casi diríamos que también corporal, hay misiones difusoras cuyo objetivo primario es generar debate, pero si en determinados contextos –como el venezolano- no se está dentro del círculo mediático para proyectar esos elementos -en prensa escrita o audiovisual- pues solo quedan las redes sociales, que no son solo canales de expresión y exposición sino de interacción, elemento éste que desde el inicio ha sido la verdadera esencia de internet.
Las redes sociales entonces son el único camino que le queda al común de los mortales para intentar activar el intercambio y debate sobre cualquier asunto -desde la técnica ideal para que la tortilla de patatas quede cremosa, pasando por cómo mitigar la picazón post tatoo…-; pero este objetivo se basa en la premisa de que no solo será leído y que sus contenidos serán de interés para un segmento de la humanidad, sino de que también será criticado para bien o para mal, mejorado, alabado o descalificado, pero en todo caso difundido, porque de lo contrario todo quedará perdido en el ciberespacio.
Es sabido que la difusión por los canales tradicionales se basa primero en enterarse, lo cual a su vez dependerá de la imitación del receptor al percatarse de que otros sintonizan ciertos programas de radio o televisión, o leen ciertos periódicos, revistas y autores, o porque no queda más remedio -dada la porquería mediática que entre publicidad y publicidad trasmite uno que otro contenido banal, exceptuando algunos canales públicos como la BBC, France2, Rai3, PBS, o Deutche Welle, entre otros-. Como todo el mundo tiene aparatos de radio, televisión y compra prensa escrita, pues el enterarse de algo es casi un hecho que se da solo y por sentado. Las bases para su difusión están allí de antemano, y solo dependerá de la calidad de contenidos para que aumente la audiencia, o el número de compradores de cierta publicación.
Pero si bien en las redes sociales el recibir contenidos es igualmente un acto pasivo, el difundirlos dependerá solo de esos destinatarios-semilla iniciales para iniciar la cadena. Recibir entonces un contenido por correo electrónico, o toparse con éste en una red social es una condición necesaria para su difusión mas no suficiente, porque ese paso ya no corre por cuenta del transmisor inicial sino de los primeros destinatarios.
Todos hemos recibido los contenidos virales sobre los perritos disfrazados de arañas, o sobre el apaleamiento de estudiantes opositores al chavismo, y de acuerdo a la motivación que dichos mensajes nos han causado, pues los hemos retransmitido, o no, por ello hay que partir del supuesto que el destinatario inicial lee los mensajes del transmisor, y no los pasa directamente a la papelera -cuando no los tiene catalogados de antemano como correo basura-, y que al toparse con éstos en alguna red social los lee para informarse y no solo por curiosidad, o por algún sentido morboso que a veces ronda hasta en las cabezas de los más ingénuos. Y luego hay que esperar que esa lectura lo motive a su difusión.
¿Por qué los contenidos del blog no se difunden? En primer lugar porque no se leen, y ello es así porque la gente está ocupada en sus cosas, en su trabajo, en su rutina para llegar a final de mes pagando las facturas, y llega a casa no precisamente para enterarse de lo que una persona relativamente desconocida quiere decirle. Sus prioridades personales son otras, y su filtro informativo casi siempre es la gente más conocida y más famosa que ha logrado saltar esa barrera que impide a la mayoría de escribidores convertirse en una referencia. Las razones para que lo hayan logrado son demasiado disímiles para abordarlas aquí. Pero todas son válidas puesto que han sido exitosas.
En segundo lugar porque tal vez los contenidos sean muy malos, mediocres, o incluso buenos pero algo largos, porque se sabe que en estos tiempos solo hay tiempo para píldoras conceptuales, aun a riesgo de quedarse en la frivolidad superficial, puesto que las ideas complejas por más que se presenten con sencillez no siempre pueden resumirse, ni mucho menos simplificarse, y menos en contenidos sociales en los cuales la información es la base de las hipótesis, y por tanto cada una de éstas debe presentarse junto con su información de soporte para reforzar la credibilidad; y ello supone más y más párrafos.
Por otra parte los contenidos a veces se toman como asunto personal, más en el caso venezolano, donde quien critica legítimamente a la oposición –como en este blog- es casi vetado hasta en los correos personales, perdiendo así gran parte de la audiencia inicial, porque en parte hemos llegado a una desesperación opositora que induce a mucha gente a escuchar solo lo que quiere oir, para pasar un buen rato dentro de la horrible rutina que ha impuesto el chavismo, en vez de disponer de un argumentario alterno para intentar saber qué diablos pasa realmente con el país y sus dirigentes de bando y bando. Es comprensible, pues que quien siembra esperanza u optimismo, aun pastoreando nubes y sin ninguna base objetiva, tenga mayor recepción que aquel que aquellos que se atreven a contar lo que hay en el otro lado de la medalla.
Esas recompensas espirituales entonces pueden conseguirse en muchas otras partes y de fuentes más expertas en la materia, mientras que dentro un debate realista sobre Venezuela ya no es tan sencillo encontrarlas. Dentro de ese contexto de refrescarse espiritualmente solo queda concluir que éste es más bien maloso, o su temática interesa poco, lo cual se confirma en parte luego de comprobar cómo se disparan los like o los me gusta si se cuelga en la red una foto del Ávila mientras que ideas que a veces –modestamente- quedan muy bien presentadas, pues son sometidas a una profunda indiferencia.
Quienes hemos estado durante décadas dentro de la dinámica política, antes de la explosión digital generábamos debate estando presentes en cualquier evento de interés. Algunos lo lograban más que otros –y de allí se iban decantando los liderazgos-. Para quienes siempre mantendremos esa cercanía con la realidad política es más que obvio que de mantenerse aunque sea mínimamente activos, las red y la tecnología que inquietantemente la diversifica cada vez más, es un canal indispensable para activar el debate.
Como eso no se ha logrado pues solo queda dejar de incordiar a los receptores, tanto los receptores de correos como los que se pasan por las redes sociales, mientras se seguirá escribiendo, ya no con ese objetivo, sino para aclararse uno mismo.
Que no es poco. Por ello, este blog sigue vivo y actualizado, pero pasa al anonimato
Gracias a los pocos lectores y difusores por su generosidad. De veras.

Fuente: https://vivalapolitica.wordpress.com/2015/07/28/el-fracaso-de-mi-blog/

Nota LB: Esto le escribimos a HA en el Facebook: "Nos incluimos en ese fracaso, Hermann, aunque – puede decirse – el tuyo es más fracaso rato largo que el mío. Citas algunas razones, pero creo las más poderosas dos : fracasas porque tu blog es inteligente, incisivo, interrogador. Y fracasas porque reconoces y celebras el fracaso. Yo quiero fracasar así. Mientras el blog este vivo y actualizado, no hay problema". Así, aspiramos a compartir el fracaso.

ORFANDAD JURÍDICA

EL UNIVERSAL, Caracas, 27 de julio de 2015
La ciberguerra
Alfredo Toro Carnevali

De acuerdo a un Informe del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre Desarme (Unidir), más de 40 Estados estarían desarrollando ciber-capacidades militares, 12 de ellos para actividades ofensivas en el marco de una ciberguerra.
Estados Unidos ocupa una posición privilegiada en el desarrollo de capacidades para lanzar ciberataques. A finales del mes de abril de 2015, la Secretaría de Defensa de Estados Unidos presentó la Nueva Estrategia de Ciberseguridad del Pentágono para el período 2015-2018.
Por primera vez un país plantea públicamente la posibilidad de acudir a la ciberguerra para destruir las redes de mando y control, infraestructuras críticas (ej. generación, transmisión y distribución de energía, el transporte aéreo y marítimo, los servicios bancarios y financieros, el comercio en línea, el suministro de agua, la distribución de comida y salud pública, etc.) y los sistemas de armas de  potenciales adversarios. El Pentágono se propone, para comenzar, crear una ciberfuerza de 6.200 personas repartidas en 33 equipos, relacionados con la defensa, el espionaje y el ataque en el ciberespacio. De esta manera se estarían dando pasos concretos para militarizar el ciberespacio y desencadenar una carrera armamentista entre las grandes potencias tecnológicas (ver artículo de Enrique Fojon Chamorro y Guillem Colom Piella en El País, 12 de mayo de 2015).
Según Hennign Wegener (ver "La ‘ciberguerra' se puede evitar", Revista de Política Exterior, 2012), la ciberguerra pudiera desarrollarse en al menos cuatro escenarios: Un primer escenario implicaría un ataque por parte de los servicios de inteligencia de un Estado en contra de las redes del enemigo con el objetivo de adquirir información sensible, incluyendo información sobre su capacidad de defensa cibernética. Un segundo escenario sería un ataque limitado a las redes públicas y privadas de un Estado, paralizando temporalmente sus servicios, infraestructura y economía. Un tercer escenario contemplaría un ataque simultáneo con armas convencionales y cibernéticas. Es decir, se emplearían fuerzas y armas militares convencionales (aeronaves, tanques, drones) sobre el terreno físico combinado con un ataque cibernético a las estructuras de redes de comunicaciones y sistemas de defensa automatizados, así como a redes civiles. Un cuarto escenario implicaría un asalto cibernético masivo y general, que consistiría en atacar a la vez a estructuras claves de la economía, infraestructuras críticas (ej. generación, transmisión y distribución de energía, el transporte aéreo y marítimo, los servicios bancarios y financieros, el comercio en línea, el suministro de agua, la distribución de comida y salud pública, etc.) y sistemas de defensa de otro Estado. Es el tipo más severo de ataque y su objetivo es el colapso del Estado atacado, con gran número de pérdidas humanas. Lamentablemente, el mundo ya conoce ejemplos de los primeros tres escenarios. El cuarto pudiera ocurrir en cualquier momento.
A pesar de su inminente peligro, hasta ahora no ha habido un diálogo internacional amplio sobre la interpretación y aplicación de las reglas y principios del derecho internacional existente a la ciberguerra, y ni siquiera las implicaciones tecnológicas y el potencial militar de este dominio han sido debidamente exploradas.
Ante la ausencia de un marco jurídico internacional, se suscitan muchas preguntas como, por ejemplo:
1. ¿Qué constituye una amenaza o uso ilícito de la fuerza en el ciberespacio?
2. ¿Qué operación cibernética puede llegar a calificarse como "uso de la fuerza" dentro de los parámetros de prohibición de la Carta de las Naciones Unidas?
3. ¿Cuál debe ser el umbral de un ciberataque para que se justifique el recurso a la legítima defensa de conformidad con el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas?
4. ¿Qué constituye una conducta aceptable en tiempos de guerra? ¿Los principios de necesidad, distinción y uso proporcional de la fuerza enmarcados en el Derecho Internacional Humanitario deben ser aplicados en el marco de una ciberguerra?
5. ¿Qué constituye una "amenaza a la paz", "ruptura de la paz", o "acto de agresión" sujeto a la intervención de las Naciones Unidas?
Hasta ahora, todas estas preguntas están sujetas a la buena fe de los actores, lo cual ha suscitado propuestas como, por ejemplo, aplicar el concepto de la legítima defensa preventiva en el ciberespacio. Es decir, atacar para no ser atacado, aunque la amenaza no sea inminente. Es urgente que la comunidad internacional avance en la codificación de un marco legal que prohíba la colocación de armas y el uso de la fuerza en el ciberespacio. De lo contrario, estaríamos entrando en un escenario más de confrontación, con consecuencias humanas incalculables.