martes, 31 de marzo de 2020

A LA CIUDAD Y A L MUNDO

Bendición "Urbi et orbi" del Santo Padre Francisco: Momento extraordinario de oración en tiempos de pandemia
Atrio de la Baslica dé San Peetro
Viernes, 27 de marzo de 2020

«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos.

Es fácil identificarnos con esta historia, lo difícil es entender la actitud de Jesús. Mientras los discípulos, lógicamente, estaban alarmados y desesperados, Él permanecía en popa, en la parte de la barca que primero se hunde. Y, ¿qué hace? A pesar del ajetreo y el bullicio, dormía tranquilo, confiado en el Padre —es la única vez en el Evangelio que Jesús aparece durmiendo—. Después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas, se dirigió a los discípulos con un tono de reproche: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (v. 40).

Tratemos de entenderlo. ¿En qué consiste la falta de fe de los discípulos que se contrapone a la confianza de Jesús? Ellos no habían dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaron. Pero veamos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (v. 38). No te importa: pensaron que Jesús se desinteresaba de ellos, que no les prestaba atención. Entre nosotros, en nuestras familias, lo que más duele es cuando escuchamos decir: “¿Es que no te importo?”. Es una frase que lastima y desata tormentas en el corazón. También habrá sacudido a Jesús, porque a Él le importamos más que a nadie. De hecho, una vez invocado, salva a sus discípulos desconfiados.

La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad. La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad.

Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, esta tarde tu Palabra nos interpela se dirige a todos. En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros, hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo. Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa. No nos hemos detenido ante tus llamadas, no nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo. Ahora, mientras estamos en mares agitados, te suplicamos: “Despierta, Señor”.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti. En esta Cuaresma resuena tu llamada urgente: “Convertíos”, «volved a mí de todo corazón» (Jl 2,12). Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás. Y podemos mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espíritu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza. Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere.

El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado. El Señor nos interpela desde su Cruz a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la esperanza.

Abrazar su Cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad. En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza.

«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Queridos hermanos y hermanas: Desde este lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, esta tarde me gustaría confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios. Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, “descargamos en ti todo nuestro agobio, porque Tú nos cuidas” (cf. 1 P 5,7).

Fuente:
http://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/urbi/documents/papa-francesco_20200327_urbi-et-orbi-epidemia.html
Cfr.
http://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/urbi.html
Fotografías:
https://albertonews.com/internacionales/las-fotos-mas-impactantes-de-la-historica-ceremonia-del-papa-francisco-ante-una-plaza-san-pedro-desierta/
https://www.romereports.com/2020/03/27/homilia-completa-durante-papa-de-la-bendicion-urbi-et-orbi-extraordinaria/

¿AÚN NO TENEMOS FE?

Urbi et Orbi
Corina Yoris-Villasana

La Plaza de San Pedro, vacía; atardecer lluvioso, una escalinata blanca por donde asciende la figura del Sumo Pontífice, con su habitual atuendo blanco, y los claroscuros encuadran el escenario donde se lleva a cabo la oración extraordinaria con bendición Urbi et Orbi del Papa Francisco.

Su vestidura no es litúrgica, sino clerical. Consiste en una sotana blanca con 33 botones aludiendo a los años de Jesús cuando muere crucificado; usa un fajín blanco; una muceta blanca, prenda con capucha que proviene de la costumbre de los agricultores en la Edad Media para protegerse del mal tiempo. Es una simbólica manera de recordarle a los prelados que son labradores de la viña del Señor y que deben cumplir su función con humildad. (Mt 9, 37-38: Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Y Lc 10, 2: Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies); no puede faltar el solideo sobre la cabeza, que significa su dedicación a Dios. Toda la indumentaria es blanca.

El color blanco es de un extraordinario simbolismo en la Iglesia Católica, pues representa a Dios. Simboliza la alegría, pureza, tiempo de júbilo y la paz. No es caprichosa la escogencia de los blancos en toda la ceremonia. Sería inadecuado dejar de recordar que, desde sus inicios, el cristianismo se valió de símbolos para reconocerse y pasar inadvertidos ante las persecuciones de las que fueron objeto;  la vida en las catacumbas y la disciplina del secreto, que en parte creció a partir de ellas, hicieron necesario un velo para las creencias cristianas bajo tipos y figuras.

Y la lluvia, ligera, suave, trae a la mente que es el agua, precisamente, uno de los mayores y significativos símbolos cristianos. Se hizo presente, se hizo notar, el agua caía, de forma tenue, mientras el Papa subía al atrio. El agua, elemento indispensable para la vida del ser humano, está preñado de simbolismo. Dice la Enciclopedia Católica: “Al principio del mundo, el Espíritu de Dios la acarició con su soplo como elemento de fecundidad; eran aguas repletas de vida vegetal y animal. Y Jesús la santificó con su contacto en las corrientes del río Jordán. El agua con el crisma forma parte de la materia del Bautismo. En los ritos judíos se usa para las abluciones y lustraciones. La Biblia está llena de fuentes, de pozos; y con el agua del diluvio quiso Dios limpiar la maldad de la tierra. Y Jesús de su costado abierto hizo brotar “sangre y agua”. Y su agua calma siempre la sed”.

Con andar lento va Francisco ascendiendo escalón por escalón, pero ya al final acepta la mano del responsable de la liturgia vaticana, Monseñor Guido Marini, quien le ayuda a subir los últimos peldaños. Así inicia la histórica ceremonia.

SS Francisco lee el Evangelio, Marcos 4,35-41, texto donde se narra cómo ante la tormenta que amenazaba con hacer zozobrar la barca, los discípulos de Jesús, lo despertaron y le dijeron: «Maestro, ¿no te importa que naufraguemos? Se levantó, increpó al viento y ordenó al lago: «¡Calla, enmudece!» El viento cesó y sobrevino una gran calma. Y les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?» Llenos de miedo se decían unos a otros: «¿Quién es éste, que hasta el viento y el lago le obedecen?»

A partir de allí, el Papa pronuncia su histórica homilía diciendo: “«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos”, también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino solo juntos”.

Fuente:

ENUNCIADOS PARA UN DEBATE DE INEVITABLE PROFUNDIDAD

Pensar más allá de la pandemia
La crisis sanitaria da argumentos a los modelos de Estado totalitario mientras los países democráticos implementan restricciones que, en el pasado, hubieran sido inimaginables
Ilán Bizberg

Desde antes del estallido de la actual pandemia se estaban presentando a la sociedad global dos modelos contrastantes. Por un lado el autoritario, ejemplificado por China (aunque no solo por ella), que estaba desarrollando de manera acelerada su economía, sacando de la pobreza a 600 millones de sus habitantes, ampliando de manera espectacular su infraestructura y logrando que la nueva clase media emergente tuviera acceso a las comodidades del mundo desarrollado. Todo esto en apenas 30 años. Incluso se veía que, ante la contaminación que generaba el crecimiento, el Gobierno se encaminaba hacia la transición ecológica más rápidamente que el resto del mundo, como lo atestigua el hecho que este país se ha convertido en el productor mundial de paneles solares. Los dirigentes de este modelo alegan que la democracia y las libertades individuales pondrían en peligro la capacidad estatal de continuar con este impresionante proceso. Y la mayoría de la población acepta esta premisa: la democracia y las libertades individuales pueden esperar, lo más importante era que un país que, hasta hace poco tiempo era pobre, se estaba enriqueciendo a una velocidad sorprendente. Los valores que están en la base de las sociedades democráticas se podían retrasar a cambio del desarrollo económico. Unos que no estuvieron de acuerdo fueron los jóvenes de Tiananmén en los años 80, y los de la región administrativa especial de Hong Kong en la actualidad. Estos últimos al ver cómo las libertades de las que gozaron mientras fueron colonia inglesa y que aún tienen mientras esté vigente el modelo “un país, dos sistemas”, están siendo gradualmente erosionadas por el Gobierno comunista central.
Frente a este modelo, se ponía como contraste a los países democráticos, en especial a Europa, donde coincide un sistema político abierto y plural, un extenso Estado de bienestar y amplias libertades individuales. En estos países, el tiempo político parece ser demasiado lento, al grado de estar a la zaga de las necesidades imperiosas: su capacidad de reacción ante las crisis económicas y las demandas sociales, así como los desafíos de la emergencia ecológica, son tardías. Incluso la misma democracia que las caracteriza parece estar en crisis con el auge de los populismos de derecha. Hay que recordar que la lentitud es consustancial a la democracia, régimen basado en el diálogo, el debate, y los acuerdos. Por otra parte, en los países democráticos, la población valora su libertad individual y, por ello, es muy celosa de preservar su capacidad de crítica ante cualquier ordenamiento estatal.
Pues bien, la actual crisis sanitaria está dando argumentos a los que defienden la primacía del primer modelo –como en el artículo de Byung-Chul Han publicado hace unos días en EL PAÍS– al tiempo que el modelo democrático implementa restricciones que hubieran sido inimaginables anteriormente. En pocas palabras, Han plantea que lo que los países democráticos y sus poblaciones consideran como una intromisión a su privacidad es lo que ha permitido a los países asiáticos salir de la crisis sanitaria con menos costos humanos, sociales y económicos. Países como China lo han logrado con los mecanismos de control de la población tales como la capacidad de presión del Estado sobre los individuos, el reconocimiento facial, el acceso a los celulares y a otros medios de comunicación privada, que han sido tan criticados por los defensores de la democracia. Esto ha permitido hacer pruebas a millones de personas, medir la temperatura de los individuos, y obligarlos a aislarse si tienen síntomas, vigilando su más mínimo desplazamiento y el de sus familiares. En suma, los mecanismos de control autoritario sobre la población han sido sumamente eficaces en este momento de crisis para frenar la expansión del virus. Aunque hay que recordar algo que no dicen los promotores de este modelo: que este mismo régimen escondió por más de un mes la existencia de esta nueva enfermedad.
En balance, según el mismo artículo, los sistemas democráticos son menos eficaces y, por ello, están destinados a pasar a la historia frente a sistemas que no solo ejercen un control autoritario sobre la política, sino sobre la misma población, sobre cada uno de sus ciudadanos. De hecho, los países democráticos están implementando medidas que hace unos meses eran impensables. Decretos que no pasan por el congreso y que obligan a los ciudadanos a quedarse en sus casas, que les exigen un salvoconducto para ir a la farmacia, a la tienda de la esquina, a salir a hacer ejercicio, o si se alejan más de 100 metros de su lugar de residencia. Y no solo eso. En algunos casos, la policía – o incluso el Ejército– puede considerar la estancia en la calle injustificable e imponer multas o, incluso en algunos países, penas de cárcel.
Si bien es cierto que, en este momento, parece que la situación obliga a aceptar estas medidas y a considerar que los países autoritarios están mejor dotados para luchar contra la pandemia, es importante ver más allá. Los países autoritarios fácilmente utilizarán estos mecanismos impuestos en un momento de crisis para fortalecer y perpetuar su control; pero, ¿qué ha pasado con el auge de manifestaciones que habíamos visto a fines del año pasado en todo el mundo, entre ellas la de los jóvenes de Hong Kong? Por su parte, los países democráticos pueden no desarmar todos los mecanismos autoritarios que se implementan de manera temporal con la excusa de que sirven para cualquier otra crisis, como de hecho se hizo contra la lucha con el terrorismo.
Aquí vienen al caso los escritos de Michel Foucault, así como los de Giorgio Agamben, quienes han llamado la atención sobre la tendencia de los Estados contemporáneos de administrar la población. Foucault analizó cómo las formas modernas de control ya no son ejercidas por un mando centralizado (por un rey o el mismo Estado, como pensaba Maquiavelo), sino que el poder se ha difuminado. A partir de la invención de la policía, de la economía capitalista, de la administración estatal y de la estadística, se administra la población por mecanismos dirigidos a cada uno de nosotros, definiendo lo que es normal y anormal, regulando lo que se permite hacer y cuáles son nuestras obligaciones. Los Estados modernos tienen mecanismos cada vez más sofisticados para lograr esto. Agamben, por su parte, considera que el miedo se ha convertido en otra manera de control de la población, que se fortaleció con la guerra en contra del terrorismo y que amenaza de salir reforzada con la guerra en contra de la(s) pandemia(s).

Por otra parte, este autor ha llamado la atención acerca del hecho de que nuestra existencia no se puede resumir a la “vida desnuda”, como este llama a la supervivencia. Que la vida de los seres humanos, a diferencia de lo que hacen lo virus que colonizan nuestras células, no es simplemente sobrevivir, sino vivir con un objetivo que cada individuo define, que nuestras vidas no se pueden resumir a sobrevivir el presente, sino a proyectarnos hacia el futuro, mediante nuestras aspiraciones, deseos, y sueños. Salir triunfante de la guerra actual por la sobrevivencia abandonando todo al poder del Estado sería no solo una derrota de la democracia, la libertad y de la esencia de la vida misma. También nos pondría en grave desventaja frente a la lucha que viene, la verdadera amenaza de la humanidad en su totalidad: la crisis ecológica.
(*) Ilán Bizberg es investigador del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.

Fuente:
https://elpais.com/elpais/2020/03/31/opinion/1585610408_637589.html
Fotografías: https://elpais.com/elpais/2020/03/19/album/1584617566_646053.html#foto_gal_6
Narong Sangnak (EFE).Las autoridades tailandesas desinfectan un mercado de animales de Chatuchak en Bangkok (Tailandia), este viernes.
Christoph Soeder (AP). Una mujer camina por un andén vacío de la estación de metro Zoologischer Garten en Berlín, este viernes.

lunes, 30 de marzo de 2020

CAZA DE CITAS

" - Bueno, piensa en ello, Polio. Durante los últimos sesenta años, hemos librado más guerras civiles que extranjeras propiamente dichas. Romanos contra romanos, conflictos por ideas acerca de lo que constituye la República de Roma, de lo que constituye la libertad"

Collen McCullough

("El caballo de César", Ediciones B, Barcelona, 2006: 918)

Fotografía: "Women guerrillas in El Salvador"
https://www.pinterest.com/pin/345088390169257843/

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Ramón Díaz Sánchez. "Música de Beethoven: Un concierto clásico en la Caracas de 1838". El Nacional, Caracas, 02/06/1946.
- Nicolás Asheshov. "El caos financiero venezolano". Resumen, Caracas, nr. 343 del 01/06/80.
- V.M.R.  "Luchaban contra Gómez: Los venezolanos tomarn tres barcos entre 1929-1931".  Élite, Caracas, nr. 1945 del 04/02/61.
- Diego Carbonell. "Temas históricos:  El `Bolívar` de don Segundo de Izpizua". El Universal, Caracas, 10/10/43.
- Salvador Rodríguez. Argüella. "Villa de Cura, quizá único poblado cuya Plaza Bolívar no es la plaza principal".  El Nacional, 24/01/90.

CORONAVIRUS O LA CUESTIÓN DE FONDO

Del contraste coronario
Luis Barragán

El socialismo real, algo más que un comodín del lenguaje, no soportará otra prueba adicional. Lo curioso es que, demostrada la inmensidad de sus fracasos, en la versión del socialismo del siglo XXI, en nada distinto a sus realizaciones históricas, logró emboscarnos, llegando  al colmo del llamado daño antropológico, extendido con mayor eficacia e intensidad que el propio coronavirus.

Desmentido por la propia y trágica biografía personal de Li Wenliang, los venezolanos nos sabemos en el curso de una pandemia a la que ha contribuido la dictadura anti-sanitaria que sufrimos, por muchos que sean los mitos que ha inoculado y todavía intenta  inocular. El neopopulismo encontró el cauce generoso de la videopolítica con Chávez Frías para la paradójica recuperación del populismo tradicional, a la vez sintomático de una patología social (Alfredo Ramos Jiménez, “El experimento bolivariano”, CIPCOM, Mérida, 2009: 255-259). No obstante, imposibilitado de repetir la suerte, el discurso y el propio carisma del antecesor, Maduro Moros queda reducido a los mitos que también traiciona y a la mera coerción y represión de propios y extraños. 

Inveterada prédica de  los marxistas del patio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre fue el monstruo colonizador y propulsor de las exageradas inversiones extranjeras que, a modo de ilustración, tomando un  artículo de Domingo Alberto Rangel de 1960 (https://lbarragan.blogspot.com/2020/03/inveterada-postura.html), so pretexto del ahorro nacional alcanzado,  rechazaba las diligencias del entonces ministro de Hacienda, José Antonio Mayobre,   al gestionar – cual Carlos V -  un préstamo por el orden de $ 100 millones para la construcción de autopistas y casas; por cierto, recordamos,  ridiculizada la petición de los socialismos reales en franca crisis que acudieron al FMI, hacia 1990, por Peli (Economía Hoy, Caracas, 07/08/90), además, ilustrador empleado por la usurpación en estos años. Sin embargo, Maduro Moros no tuvo reparo alguno en acudir recientemente al organismo internacional para gestionar $ 5 mil millones justificándose con la expansión coronaria, el cual fue negado.

El otro mito nos lleva a los médicos cubanos y es tan poderoso que, pocos días atrás, corrió la denuncia del gobierno italiano que los prefirió frente a más de 200 venezolanos que ofrecieron sus servicios voluntarios en la península, llevando al rector Giannetto a manifestar su pesar al tratarse de la Venezuela que le dio un extraordinaria acogida a la inmigración de antaño (https://twitter.com/RECTORGIANNETTO/status/1242446459972333569). Por más de veinte años, los isleños  han operado en Venezuela, concursando en el desastre social, médico y sanitario que nos caracteriza y, al igual que los norcoreanos, extremada y consolidada la represión respecto a la Venezuela que les está dando alcance, nada se sabe ni se sabrá de los estragos causados por el coronavirus en territorios seguros para el hambre y las enfermedades.

Ineludible comparación, el coronavirus – precisamente, extendido desde China – no cursa igual en las democracias liberales del mundo ante los socialismos reales y, por mucho que se ofrezca el ejemplo europeo, muy bien ha sido respondido Slavoj Žižek por Byung-Chul Han (o los arquetipos de Bjung), respecto a las maquilas asiáticas que dejaron desprovisto a occidente hasta de la más elemental mascarilla. No por casualidad, se asoma – desde ya – una futura y necesaria polémica en torno al contraste, arrancando con Víctor Maldonado (https://lbarragan.blogspot.com/2020/03/el-estallido-de-una-realidad.html), y la joven María Oropeza (http://lbarragan.blogspot.com/2020/03/lo-que-evidencio-wenliang.html), cuyos textos recomendamos para r más allá de la pandemia.

Ilustración: Peli. Economía Hoy, Caracas, 07/08/1990.
Captura de pantalla: Tweed de Giuseppe Gianneto.
30/03/2020:

TIEMPOS DE PANDEMIA

La pobreza de calle
Luis Barragán

Los espacios públicos durante los esplendores petroleros, exhibieron una pobreza de diferentes bemoles que, en no pocas ocasiones, estuvo asociada al consumo de los licores y drogas de la peor calidad, pero al más bajo costo. Una situación supuestamente escondida, participó de la rutina urbana hasta agudizarse ya en la era de la debacle rentista.

Confundido con la mendicidad extrema, hubo un determinado hábito de vida en las calles que, por cierto, reemplazaron o dijeron reemplazar el debido y especializado tratamiento de quienes huyeron de sus hogares o sufrieron del abandono de los familiares. Por ejemplo, de la clásica solicitud de limosnas o la paciente recolección callejera de cartones, pasando por la ocupación y adecuación de lugares para pernoctar, llegamos a la feroz competencia por los desechos orgánicos o el asalto con arma blanca del descuidado transeúnte, aunque – fácil de constatar a simple vista – cada vez se hicieron y hacen menos los que tiene por domicilio la intemperie: la dictadura socialista ha acabo literalmente con los más pobres.

Desde hace aproximadamente veinte años, conocemos visualmente a una persona que tuvo  por costumbre recorrer el asfalto con un carro de supermercado de una característica sombrilla, en el que colocaba todo lo que conseguía para el consumo e, incluso, distracción, siempre andante con uno o dos perros que lo celaban.  Para echarse un trago de la pequeña botella del bolsillo trasero, se detenía e interpretaba como pudiera una canción mexicana, quizá  imaginándose en un escenario de charros o frente a una vieja rocola para el aplauso ocasional  o la indiferencia de la gente.

Después de mucho tiempo sin verle, ha reaparecido en tiempos de la cuarentena por el coronavirus y, por fin,  logramos tomarle una fotografía felizmente impresionista a quien ha ganado el paso lento para recorrer la avenida, anciano y desasistido, prendado al carro y a una sombrilla que no le cubre, apagado quizá por la falta de licor, expuesto y desamparado, resignado a una muerte que ojalá espere a muchísimo después de la cuarentena. Atizada toda indignación, impotentes para auxiliarle, apañados por la tristeza, frecuentemente lo observamos para elevar nuestras oraciones al Dios que le abrirá campo en la eternidad, aunque – más acá – recordamos y lamentamos la realidad  hospitalaria que nos aqueja y a sabiendas de la respuesta que hallaremos al indagar sobre el otrora célebre psiquiátrico de Lídice o de Bárbula.

La escena puede motivar al cientista social o al novelista que, por cierto, casi todos llevamos por dentro al intentar reconstruir la vida de las personas que vemos frecuentemente fuera de casa, en un ejercicio de curiosidad y distracción personal así no tengamos trato alguno con ellas. Hablamos de una familiaridad involuntaria que ahora entristece y, agreguemos, mutuamente entristece,  porque también el señor que empuja pausadamente el carro de supermercado constatará que los otros le dieron alcance en la ruindad.

Fotografía: LB (Caracas, 26/03/2020).
30/03/2020:
http://guayoyoenletras.net/2020/03/30/la-pobreza-calle/

Post-data LB: En una de estas mañanas de excursión por los alrededores para los insumos de casa, vimos pasar al señor del carrito de supermercado.  Igual, a paso muy lento, empujaba un cesto de mimbre y un cuñete. Extremadamente paciente, casi sin parpadear, lo supusimos concentrado en sus recuerdos o quizá imaginándose en otro lugar. No hablaba a viva voz consigo mismo. Nos pareció irrespetuoso e intimidante, fotografiarlo de frente. Inusual, no quisimos saber cómo reaccionaría y, mucho menos, cuál sería la respuesta inmediata de la delincuencia que acostumbra a sorprendernos en la vía pública.  Nos faltaba camino por recorrer con el teléfono celular en el bolsillo, exclusivamente sacado de casa para algunas tomas del pavimento quebrado de la avenida por una ballena fumigadora que, antes y siempre, tiene por mejor vocación la de reprimir. Optamos por dejarlo pasar, girar repentina y sigilosamente para fotografiarlo (11/04/2020).

TERRORISMO Y PANDEMIA

Salvoconductos coronarios
Luis Barragán

Existe una cabal comprensión y asunción de los venezolanos respecto a la pandemia, la cual nos sorprende en condiciones institucionales, por cierto, reconocidamente desfavorables. Abona más la consciencia y la autodisciplina alcanzada por toda la sociedad civil que intenta reconstruirse,  que un Estado que no  orienta, auxilia y sirve debidamente.

Crisis humanitaria compleja por delante, según la ya familiar nomenclatura,  intuimos y padecemos la calamidad médica y sanitaria que nos ha caracterizado desde muy antes de la insospechada e inoportuna visita. Poco se sabe de los alcances reales del coronavirus entre nosotros, pues, ni siquiera se ha divulgado el más elemental boletín epidemiológico oficial.

Antes que un fenómeno que atañe a la civilidad, a la situación médica y sanitaria del país, se ha impuesto una exclusiva perspectiva militar del asunto.  Ni siquiera los galenos consiguen gasolina para sus más urgidos desplazamientos, en atención a las otras enfermedades y dolencias de una población que no debe reducirse sólo al indeseado visitante, como tampoco ha sido fácil para aquellos impostergablemente obligados a realizar las diligencias funerarias tras el abatimiento de una pérdida familiar.

El orden público en aldeas, caseríos, pueblos y ciudades venezolanas se mantiene gracias a la cautela de vecinos ya acostumbrados a resguardarse, porque no hay un agente policial a la mano para afrontar inmediatamente cualesquiera vicisitudes. Las alteraciones razonables obedecen a las obvias protestas de quienes en todos los confines del país, reclaman una actitud diligente y humana de las autoridades, quizá desbordadas, pero que, en muchos casos, no tienen vínculos con las mafias.

Faltando poco, hay un asedio constante de la dirigencia social y política que se opone a la dictadura, trastocada la cuarentena en un Estado de Sitio. A las ya consabidas detenciones, o las que están por saberse, se suma la más abierta intimidación de quienes tienen un liderazgo natural en parroquias, municipios y estados, como ocurre con los cobardes grafiteros que estampan su advertencia en las fachadas de las sedes de Vente Venezuela, o de sus dirigentes, como Miluzma Bolivar o Antonio Valencia, en un rincón del Guárico o Anzoátegui: los agresores gozan de salvoconductos y recursos para amenazar con “picarlos”, en tiempos coronarios.

30/03/2020:

EL FANTASMA DE CHERNOBIL Y FUKUSHIMA

Del lejano estallido nuclear
Luis Barragán

Sentimos que el problema de  los grandes o pequeños arsenales atómicos, nos fueron completamente ajenos. Las distancias geográficas y políticas, dijeron autorizar una exclusiva atención por la región y subregión, con las excepciones de rigor, creyéndonos a salvo de un accidente, filtración o estallido de las remotas instalaciones de  uso militar o civil.

Mutatis mutandi, la aparición del coronavirus equivale a una suerte de extendida radiación nuclear, actualizando un fenómeno inevitable: la globalización.  Por muy lejana que esté China, por ejemplo, la pandemia nos ha dado alcance, sorprendiéndonos – incluso – con nuestras vergüenzas al aire.

Abierta una puerta maldita, definitivamente mundializados, sufrimos las consecuencias del COVID19, al igual que padecemos de una terrible expansión del narcotráfico o el terrorismo hecho sistema en Venezuela. Todavía está pendiente por abrir de par en par, la puerta bendita de los beneficios reportados por una globalización que exhibe otras resistencias al igual que ocurrió con la pausada emergencia del Estado Nacional al que le costó integrar a determinadas poblaciones y territorios, frente al feudalismo.

Una nota nada fútil, uno  de los tres satélites artificiales que acarrearon una inversión antes inimaginable, unilateralmente decidida por  el socialismo venezolano, se ha descarriado o desorbitado. Nadie supo ni sabe de sus beneficios en el terreno de las comunicaciones, la educación, la medicinao, en definitiva, la debida integración nacional y, menos, universal, con la excepción de sus probables empleos militares o televisivos al promover a esa transnacional del engaño, como TeleSur.

Estamos conscientes de la modesta influencia que pueda tener en un futuro Venezuela en el foro político internacional, quebrada la industria petrolera que nos  dio un estupendo  soporte en los más difíciles escenarios. Empero, epicentro de un terrible virus totalitario que pronto superaremos, ya sabemos que no son muchas las distancias que nos separan del mundo entero (y viceversa) por lo que es necesario repensar ese tradicional alejamiento de los grandes problemas del planeta.

Ilustración: Ghee Beom Kim.
30/03/2020:

UN POCO MÁS DE SOBRIEDAD

De un frustrado asalto digital
Luis Barragán

Personalmente reducidos a esta otra experiencia de la supervivencia, la consabida cuarentena celebra a las redes sociales como uno de los ventanales más necesarios y confiables.  Presumimos antes un cierto estallido anárquico en la mensajería digital por varios días, incluyendo a los laboratorios que también la explica, pero hemos notado una tendencia más o menos estable hacia la sindéresis y responsabilidad.

Terreno igualmente propicio para lo pusilánime, por lo menos, hasta nuevo aviso, atestiguamos el frustrado asalto de aquellos que procuran escandalizarlas con la gratuidad absoluta de una opinión ligera, irresponsable y, en definitiva, cambiante o camaleónica, como ocurre con toda improvisación que alguna cotización política alcanza. Las redes tienden a responder a una situación serísima no sólo por la tragedia coronaria, sino por el contexto de una dictadura antisanitaria que intenta militarizarla en vano. 

Suele ocurrir, la hazaña de  un beisbolista, el descubrimiento de alguna vacuna novedosa o el triunfo imprevisto de un actor de cine, convierte a muchos en sobrevenidos y consumados expertos del deporte, la ciencia o el espectáculo, por siempre, deseosos de copar todos los espacios de opinión. Sentimos que está limitado el síndrome en cuestión en los días que corren, con las excepciones del caso, a través de las distintas aplicaciones informáticas de uso frecuente, sobretodo en la telefonía móvil celular.

A riesgo de equivocarnos, apreciamos una relativa depuración del intercambio que está atado a la precariedad de una conexión que angustia a la usurpación. Empero, ella no se decide a colapsarla, cancelarla o sabotearla definitivamente,  porque perdería el contacto mismo con sus propios seguidores, preferiblemente armados, por minoritarios que fuesen. 

Se ha incrementado el número de denuncias fundadas, a pesar de la persecución y represión del régimen que cree resolver todo con la detención de un periodista, un dirigente  social o político, un ciudadano común. Y, permítannos observarlo, alcanzan una mayor audiencia las posturas políticamente sobrias, como las de María Corina Machado, Vente Venezuela y la Fracción Parlamentaria 16 de Julio.

AVISOS

[Recordemos que un sencillo click sobre la imagen permite ampliarla y hasta  archivarla].

1.- EL AMIGO DEL PROGRESO, Caracas, 1865: Debemos estar pendientes de los días fijados por el Colegio del Ávila para los exámenes. A las doce en punto del mediodía, impelable, esperan los profesores. Puede apreciarse el pensum y, porque faltan algunos años para el decreto de instrucción pública y gratuita del guzmancismo insospechado (faltando más años  aún  para materializar el propósito), hay que pagar en pesos constantes y sonantes el privilegio del aula.. Mal haríamos en perder esos reales por pereza.

Prebandado José María Ávila presidirá el acto de premiación, teniendo por orador al licenciado Miguel Arroyo. Todavía no sabemos si Ávila tiene por nombre Prebandado, o el término  obedece a una distinción académica o de otra naturaleza.  No estamos tampoco al cabo de saber a cuáles “planas” se refiere.  Lo cierto es que, a pesar de la llamada Guerra Federal, todavía hay colegio para asistir con un año lectivo que, para mitad de año, finaliza.

Cual cartel, el novísimo Colegio Bolívar también avisa de sus exámenes. El doctor Rafael Domínguez pronunciará el discurso correspondiente.

2.- EL TRABAJO, Caracas, 1890: Hay una particularidad en la pieza de la que ojalá el amable lector  pueda percatarse. Respecto a lo demás, estamos hablando del centro comercial de la  ciudad. ¿Qué no encuentra o están muy caros los cigarrillos? Ahí los tiene non plus ultra, “elaborados con exquisito gusto”, en lugar de aventurarse con los contrabandeados que, por cierto, sostienen en última instancia a la economía informal en la plenitud de sus naufragios. ¿Un buen traje? En el centro está el sastre ideal para el trato y el encargo personalizado. Quincallería y sombrerería a la mano. Por supuesto, en el  sitio no hallará gorra alguna. No faltaba más. Y, menos, la del Magallanes por muy de Catia que se digan.

La casa de las novedades lo  puede sorprender. Quizá un local llamado “La Linda” traiga reminiscencia de hilos y tejidos, pero no hemos tenido tiempo de constatar el rubro que trabaja. Como vemos, la denominación comercial tiene sus cuantos años. Esto no fue óbice para que el registrador reconociese otras empresas de semejante nombre en el siglo siguiente y, ahora, menos.

Claro está, corre un riesgo al llevar su automóvil a la latonería, porque el aluminio debió esperar más para masificarse y, finalizando el XIX, estamos habituados a metales más rudos y capas de pinturas efímeras. Ésta es otra latonería, sin dudas, propia de una faena de herrero desconocedor de la energía eléctrica. Apuntemos, hace poco, el SENIAT cerró el “Mielantine” que, fíjese usted, tiene que ver más con hilos y tejidos que con las mieles. Dos posadas devienen hoteles, por lo que quizá sean confiables. No lo sabemos. Nos hemos llevado cada fiasco al recomendar la hotelería de la ciudad.

3.- EL DEMÓCRATA, Caracas, 1900: Podrán quejarse de toda esta sección, pero no del pitazo que acostumbramos a dar.  Tiene la ocasión de departir con doña Zoila de Castro en la Casa Amarilla  los miércoles y los viernes, por dos horas. Sólo debe cumplir con un par de requisitos mínimos: tener amistad con ella, es uno y de los más esenciales. Sin embargo, si tiene algún familiar o relacionado en Ramo Verde , La Tumba o El Helicoide, quizá pueda diligenciar la audiencia. Esto tiene que ver con el otro requisito: gestionar su inclusión en la lista.  El llamado Círculo de Valencia puede ayudar pero no se afane tanto. Esos presos de los que habla, serán verdaderos presos políticos un poquito más adelante, pues, todavía está la luna de miel con el recién investido y muy presidencial andino al que muchos apuestan que no durara en el cargo. Todavía Gómez no es el amigo y confidente de la señora Zoila que no sabe que, a la vuelta de la esquina, se mudará de la Casa Amarilla por algo más que un tembleque. Además, el agasajado marido, dicen las buenas lenguas, todavía es tímido y las farras legendarias tardaran. En todo caso, a los panas los atiende en cualquier momento y, a los menos panas, deben contentarse con hacer la cola para la lista obligada, ya que la asedian demasiado. Así que paciencia para el selfie. Por cierto, ¿qué tal estos versos finales de Federico Villena?

4.- EL UNIVERSAL, Caracas, 1972: De nuevo nos piden información en torno  al  Sr. Casimiro Soleares, quien puede resolver el problema del insomnio a corto plazo. O el del mal dormir que es algo diferente. Quizá por ello, expresamente, lo aclara.  No deposite el dinero en banco alguno, porque – aunque no lo crea – el correo postal es confiable para la remisión de los cincuenta bolívaritos.

Todavía no tenemos información fidedigna de las habilidades y técnicas para el buen dormir que, no insomnio. ¿Alguna manobra psicológica de calado? ¿Una revisión concienzuda de las condiciones para pernoctar, como la calidad de la cama o de la almohada? ¿Ayudará  a solventar algún problema personal que no permite descansar adecuadamente? ¿Quizá se limitará a recomendar una buena compañía para las noches largas? ¿Una compañía que deje dormir para más señas? ¿O todo concluirá en aconsejar una apropiada y aislante cortina, por supuesto, lavada en Madrid?

 5.- EL COLIBRÍ, Caracas, 1827:  Josefa Machado, la que vive frente a la casa del Sr. Chipi, en la calle Salvador de León, para que no haya confusión, está en posesión de unas  tierritas en un lugar de Guaracarumbo y oye ofertas para venderlas. No da más noticias. No sabemos si están invadidas o si, creyéndose la  legítima propietaria, algún caudillo de ocasión ya las tiene registradas como suyas. ¿Total, las escrituras no aguantan todo?

Presumimos su ubicación en Miranda en lugar de Vargas (que no, estado de La Guaira), aunque falta un tiempito todavía para la toponimia harto conocida. Al igual que pedirá el pago en divisas.  Acotemos, El Colibrí  adelantó un número, gracias al entusiasmo de sus seguidores. Sólo, eso.  Que después no lo consigan, es porque quebró. Sólo, eso.

6.- LA BANDERA ESPAÑOLA, Caracas, 1898: No nos entusiasma mucho publicitar la hotelería citadina, pero necesitamos los reales para sostener el blog y, además, se trata de una posada.  Muy orondos, recomendamos acá el Club Cataluña y, después, porque no era precisamente de familia, aunque quizá le diera origen a algunas,  nos reclamaron por el lupanar.

Nicolás Gravina está entre las esquinas de San Pablo  y La Gorda. Búsquelas que las encontrará.  Dos cosas atraen, aunque otra debe darla por entendida el posadero: “una comida exquisita” y “a precios de situación” (finalizando el siglo,  todo está apretado), pero eso  sí, pide más, paga más: nada es gratis.

7.- EL TRUENO, Caracas, 1905: ¿ Quién duda del carácter oficioso del diario?  Además,  no es sólo que están confeccionado una lista de la “caterva de individuos”, sino que lo dice a viva voz o letra. Imaginamos que, antes de concluirla o de publicarla, ya la policía de El Cabito le ha caído encima a la caterva. O, suficientemente intimidada, ss miembros se abstienen de andar por ahí exhibiéndose. Lo cierto es que la advertencia apunta a la importancia que tuvo la Plaza Bolívar, como epicentro de todas las comidillas, intrigas y maniobras políticas que, por lo general, zanjaban sus reales diferencias en el campo de batalla. Y, ni siquiera eso, porque nadie podía adivinar por entonces cuán decisiva fue la batalla de Ciudad Bolívar de 1903, exaltada hasta el hastío por Manuel Caballero.

¿Sólo comentarios de un mero proselitismo, o encendidos discursos que también conocerían otras plazas públicas de la ciudad capital?  Además, la siguiente nota se refiere a un curruña (viejo término, como hemos  visto),  quien acusa de gallina a  Nicolás II. ¿Le llegaría la noticia al zar?  Y el diario que está pendiente de los malos comentarios (bueno, dijo de mentiras políticas), no se atreve a completar la obscenidad: ¿será el cara de …, hoy empleado?  (tampoco nos atrevemos a escribirlo, aunque acusamos al régimen de farsante).

En verdad, no es un aviso pagado, pero "Boleros" se acerca.

(LB)

SAL FUERA

Evangelio Dominical: Resurrección de Lázaro
José Martínez de Toda, S.J.

El P. José Martínez de Toda nos comparte su comentario dialogado sobre el Evangelio que se proclama en el 5º Domingo de Cuaresma, correspondientente al domingo 29 de marzo.  La lectura es tomada del Evangelio de San Juan 11, 1-45.

"Lázaro, ven fuera"

¿Qué hacer cuando llega una tragedia?

Jesús y sus discípulos eran amigos de Lázaro y de sus dos hermanas Marta y María.

Un día le mandan avisar que Lázaro estaba enfermo. Tenían una relación especial con ellos: siempre que pasaban por Betania, su pueblo, se hospedaban en su casa, y el grupo era bastante grande: Jesús, los 12 apóstoles y sus acompañantes.

El primer comentario de Jesús es: "Esta enfermedad no acabará en muerte definitiva, sino que servirá para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella".

De todos los milagros que hizo Jesús, la resurrección de Lázaro era de los más llamativos para la gente de su tiempo, porque los judíos pensaban que el alma del muerto permanecía de alguna forma en el cuerpo por tres días. Al cuarto día el alma se iba del cuerpo para no volver ya más a él, y era entonces cuando comenzaba la corrupción. Por eso, cuando Jesús manda quitar la losa, Marta se resiste a que se abra la tumba y dice:

-"Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días"

Ella expresa el sentir popular de que ya no había solución después de tres días de muerto. ¿Por esto fue que Jesús llegó a los cuatro días? ¿Para que la resurrección de Lázaro fuera un milagro más claro de su divinidad?

Pero lo interesante del milagro es que se hizo con la cooperación de los presentes.

¿Cómo se puede cooperar con Dios en un milagro?

Ni Marta ni María pensaban que Jesús podría resucitar a Lázaro después de cuatro días de muerto. Así que el énfasis en esta historia no es la fe.

Más bien, el énfasis está en cómo cooperar con un Dios dispuesto a hacer milagros. El énfasis está en la obediencia práctica, en hacer la voluntad de Dios.

Para resucitar a Lázaro, Jesús lanza tres mandatos:

Primero, Jesús dijo: "Quiten la losa". Y ellos la quitaron. Parece que Dios no quiere hacer nada sólo por sí mismo, sino que delega lo que puede en sus creaturas.

En las Tentaciones del desierto el diablo le propone que convierta directamente las piedras en pan. En cambio, en la multiplicación de los panes Jesús cuenta con cinco panes y dos peces. En la pesca milagrosa, Jesús les tiene preparados unos peces asados; pero quiere que los Apóstoles traigan de sus peces recién pescados por ellos.

El segundo mandato de Jesús va dirigido al mismo muerto: "Lázaro, sal fuera".

Lázaro sale todo aún vendado. Pero Jesús pide la cooperación de los presentes para quitarle los vendajes: "Desátenlo y déjenlo andar".

Muchos de nosotros estamos atados a hábitos y actitudes pecaminosos. ¿Estamos listos para cooperar con él para el milagro? ¿Estamos listos para perdonarnos mutuamente y dejarnos libres? Estas son las diversas maneras para cooperar con Dios en el milagro de volver a la vida y revivirnos como individuos, iglesia y nación.

¿Qué otras enseñanzas nos da Jesús aquí?

Hay varias.

1.En primer lugar, nos muestra su poder. Cuando Jesús llega a Betania, intenta consolar a Marta diciéndole: "Tu hermano resucitará" (v. 23).

Pero la desconsolada Marta le responde que, por supuesto, eso ocurrirá en la resurrección final, pero no resuelve el problema de hoy. Entonces, Jesús le afirma:

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" (v. 25).

Ésta es la frase más importante de este milagro. En la víspera de su muerte, Jesús proclama el evangelio de la vida y se define como Señor de la vida.

Marta sabía que estas dos palabras "Yo soy" son el nombre de Dios revelado a Moisés en el arbusto ardiente (Éxodo 3:14), y que así Jesús se llamaba a sí mismo 'Dios'.

Y Marta responde sin dudar: "Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo" (v. 27).

Ésta es la quinta y más completa confesión de fe en este Evangelio de Juan (véase 1:49; 4:42; 6:69; 9:35-38).

2.En segundo lugar, cuando estamos ya casi en Semana Santa y Pascua, el relato de la resurrección de Lázaro es como un anticipo de la resurrección de Jesús. Resucitando a Lázaro, Jesús se revela a sí mismo como nuestra Resurrección y nuestra Vida, y nos revela que la última palabra sobre la realidad no la tienen ni la muerte ni el mal, sino el Padre que, por amor y fidelidad a nosotros, nos resucitará como resucitó a su Hijo Jesús.

Jesús también nos dice: "Sal fuera"

Así es. A nosotros nos dice también: Sal fuera del sepulcro de la rutina, de la desesperación, de la tristeza, del miedo, de la violencia, de la soledad, del SIDA, de la tumba del vicio y colócate en el país de la vida.

Él mismo dijo: "Vine para que tengan vida, y la tengan abundante".

Si todos nosotros saliéramos de nuestras tumbas, de nuestro aislamiento, de nuestra indiferencia y camináramos juntos en el Señor, seríamos una gran luz y una fuente de vida para todos. Sal fuera. Vive una vida de resucitado.

Pero algunos no le hicieron acaso.

Efectivamente. Se da la diferencia entre los que tienen y los que no tienen fe: unos creen, y otros se obstinan más contra Jesús:

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Pero a las autoridades judías les estorbaba Lázaro resucitado. Y rabiosamente conspirarán para matar a Lázaro (12:10). No sabemos si lo lograron. Pero ciertamente, la resurrección de Lázaro precipita la conspiración de matar a Jesús (vv. 45-53).

Sólo nos queda pedir humildemente la fe verdadera.



-Dame fuerza, Señor, para cambiar el mundo.

De mayor, viendo que no había cambiado nada, cambié mi oración y decía:

-Señor, dame fuerza para cambiar a los míos, mi familia, mis amigos, y me sentiré satisfecho.

Ahora, que soy anciano y mis días están contados mi única oración es:

-Señor, dame la gracia de cambiar yo.> (Félix Jiménez, escolapio)

Fuente:
Ilustración: Proyecto juvenil con abate Nicolas Jouy.
Cfr.
Misa 29/03/2020, Padre Fabio Giraldo: https://www.youtube.com/watch?v=jklf4jo2p-4&t=19s
Misa 30/03/2020 Mons. Munilla: https://www.youtube.com/watch?v=ev-Risi2pTM

LAS BAYONETAS NO SIRVEN PARA COMBATIR AL CORONAVIRUS

El COVID19 va más allá de la adopción de medidas militares

A través de las redes sociales, el profesor Benjamin Scharifker, rector de la Universidad Metropolitana, ha informado de la reciente muerte de la Sra. Lydia Reiner de Katán, afectada por el coronaivirus,  esposa del profesor  Lyezer Katán, director de Investigación y Desarrollo de la casa de estudios, quien se encuentra también hospitalizado por semejantes motivos.

Al respecto, el diputado a la Asamblea Nacional, Luis Barragán, hizo un reconocimiento al citado rector y llamó a todas las autoridades universitarias y a los líderes de los más variados gremios, a coordinar esfuerzos por alertar a sus respectivas comunidades.

“Lamentamos profundamente  el trance  tan trágico de la familia Katán, transmitiéndole nuestras más sentidas condolencias, e igualmente reconocemos el esfuerzo realizado por las autoridades de la Universidad Metropolitana que ha de servir de ejemplo para que, en todas las universidades venezolanas, emprendan una coordinación de tareas orientadas a.  la detección del virus en profesores, estudiantes, empleados y obreros de las casas de estudio. Es comprensible y razonable el inmenso riesgo de la  pandemia entre quienes tuvieron un cercano contacto, dentro y fuera de las aulas, por lo que la debida información es valiosa para identificar a las probables víctimas, intentar el diagnóstico correspondiente y, al meno, neutralizar en lo posible las consecuencias del virus”.

A juicio del vocero de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio en la materia, la universidad venezolana igualmente demuestra que el fenómeno viral va más allá de la  adopción de meras medidas militares.

“Algo distinto a la debida administración de la movilidad o el desplazamiento de todas las personas que, por cierto, han dado una muestra convincente de autodisciplina con la consabida cuarentena, es pretender  que las solas medidas militares adoptadas son suficientes para neutralizar y superar la pandemia. Las bayonetas no vencen al coronavirus y, por ello, es necesaria la organización social de la población para resistirlo y vencerlo con el decidio concurso de los profesionales de la salud que requieren urgentemente de insumos no sólo médicos, sino hasta de la gasolina para cumplir con el juramento hipocrático. Importa y mucho,  la debida atención a la opinión de nuestros investigadores, capaces de realizar aportes en la materia para esta o cualesquiera otras enfermedades y dolencias que no han desaparecido por la sola presencia del coronavirus”.

Finalmente, el diputado Barragán reiteró su llamado a todos los equipos rectorales, asociaciones profesorales, centros de estudiantes, sindicatos de empleados y obreros, para intensificar la búsqueda y el procesamiento de la información que alerte y contribuya a superar la pandemia, “un fenómeno – advirtió – eminentemente civil”.

29/03/2020:
http://www.opinionynoticias.com/noticiasnacionales/36638-covid19
30/03/2020:
https://lapatilla.com/2020/03/30/diputado-barragan-las-bayonetas-no-sirven-para-combatir-el-coronavirus/
https://gytlaw.awsve.com/2020/03/30/diputado-barragan-las-bayonetas-no-sirven-para-combatir-el-coronavirus/
https://albertonews.com/nacionales/diputado-luis-barragan-las-bayonetas-no-sirven-para-combatir-el-coronavirus/

ESTA, UNA NUEVA EXPERIENCIA DE SUPERVIVENCIA

“Régimen de Maduro busca victimizarse frente a EEUU”
Destacó el parlamentario que la AN está alerta contra violación de derechos humanos en la emergencia nacional. El Gobierno de Nicolás Maduro trata de victimizarse ante las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump, justificando con ellas la crisis que enfrenta los centros asistenciales a escala nacional ante la presencia del convid-19, según el diputado de la Asamblea Nacional, Luis Barragán, miembro de la fracción 16 de Julio.
Judith Alvarado H.

El parlamentario destacó que a través de la Fiscalía General de la República se está tratando de inculpar a los sectores de la oposición por las sanciones y ahora por las acusaciones del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

Barragán aseguró que las sanciones de los Estados Unidos al Gobierno de Maduro, “no abarcan lo relacionado con el sector salud, ni las importaciones de medicamentos, equipos e insumos, ni los planes de vacunación planificados para este año”.

Reiteró que “la emergencia sanitaria que enfrenta el país está por encima de las manipulaciones y maniobras políticas de la dictadura y sus cómplices”.

Aseguró que los diferentes sectores de la oposición se encuentran muy atentos porque frente a la pandemia del coronavirus lo que debe prevalecer es el auxilio de la población, no solo en las medidas de prevención, sino también generando la confianza necesaria y evitar el estado de zozobra e incertidumbre que es contraproducente para el manejo de la enfermedad en el país.

“Para la fracción parlamentaria 16 de Julio, el decreto de alarma dictado por el no puede vulnerar los Derechos Humanos, de conformidad a lo establecido en los artículos 337, 338 y 339 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que regula los Estados de Excepción”, dijo.

Barragán hizo un llamado a la población a mantener la calma y a cumplir con las medidas de prevención recomendadas por los expertos. “Pedimos a la población equilibrio, serenidad y sentido de responsabilidad para ésta que es una nueva experiencia de supervivencia”.

Fuente:
https://www.eluniversal.com/politica/65861/luis-barragan-regimen-de-maduro-busca-victimizarse-frente-a-eeuu

domingo, 29 de marzo de 2020

LO QUE EVIDENCIÓ WENLIANG

¿Sería posible combatir una pandemia mundial en un sistema liberal?
Maria Oropeza  

Se ha querido satanizar la doctrina liberal bajo la crisis mundial que hoy tiene paralizados a todos, con el típico argumento de que los “neoliberales” no seríamos capaces de contener una pandemia de esta magnitud, como la del Covid-19, si la ayuda del Estado fuese inexistente.

Lo primero que hay que resaltar es lo siguiente; el virus se originó en un país con un Estado sumamente grande y totalitario como el que se vive bajo el régimen de China, quienes no sólo lo crearon sino que además lo ocultaron. Como el caso del médico Li Wenliang (ya fallecido por causa del coronavirus) quien desde diciembre de 2019 intentó alertar sobre este virus, sin embargo fue acusado y censurado por las autoridades locales quienes le exigían que dejara de difundir “rumores falsos”.

Por cierto, es tan grande el control del Partido Comunista en China, que incluso extranjeros han sido censurados en ese país sólo por hacer comentarios contra la tamaña responsabilidad que tienen ellos de que hoy la economía global esté completamente paralizada. Como el caso del autor Vargas Llosa, quien hace poco sus libros fueron censurados en China y fue acusado de “difamación” por el régimen de ese país, al haber escrito un artículo crítico acerca del Coronavirus.

Pero no sólo bajo un Estado “súper poderoso” se originó y se ocultó la gravedad de este virus, sino que además en la mayoría de los países donde los Estados actúan como dueños de las vidas de las personas es precisamente donde más afectados hay, tales como España e Italia, donde los casos confirmados rondan aproximadamente por los 20.000, y las víctimas mortales confirmadas superan los 2.000. Ambos con unos de los gobiernos más socialistas y corruptos dentro de Europa.

Y por supuesto, ni hablar de países como Venezuela y Cuba, donde el mismo que asesina estudiantes y desaparece a quien piensa distinto, es el mismo que da las cifras de contagiados y a su vez afirma que tienen todo bajo control, sin embargo, en las comunidades no hay agua, los ciudadanos no tienen ni para comer ni para comprar mascarillas o guantes, y en los hospitales escasea hasta el algodón; todo esto bajo la mirada cómplice de aquellos quienes se jactan de engrandecer el estatismo mientras los ciudadanos sufren.

Todo esto deja entre dichos que tener un Estado sumamente grande, totalitario, centralizado, y donde sólo los gobiernos deciden, no es la solución para detener una pandemia, o en su defecto, ni siquiera haberla originado.

Pero también son muchos quienes aplaudieron la medida del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien asumirá los gastos de servicios como agua, electricidad y alquileres, mientras pasa el peligro de la pandemia. Que además de aplaudirle, también lo piden a gritos para Latinoamérica, pero ¿realmente estamos en capacidad de asumir ese gasto?

Países de la Unión Europea se han preparado para momentos como estos, quizás porque anteriormente han tenidos situaciones similares, y guardan reservas para planes de contingencias, aunque claro está que no todos en la misma capacidad, sin embargo cuentan con el respaldo de la UE, como es el caso de Francia. Pero desde luego que no es el mismo caso de Latinoamérica, donde jamás se han preparado para situaciones como las que hoy estamos viviendo, donde el populismo se paga con altos impuestos, donde existen mínimo 15 ministerios de los cuales 10 no sirven para nada, y las ayudas sociales no han sacado de la pobreza a nadie, al contrario, las mantiene sumergidas en ella.

Para ejemplificarlo mejor; países como Colombia aún no ha podido indemnizar a todas las familias víctimas de la guerrilla, ni Chile ha podido indemnizar a los comerciantes y empresarios víctimas del saqueo de la izquierda en las últimas protestas, y ni hablar de Venezuela país que todavía sufre los inconstitucionales e inmorales robos de propiedades (expropiaciones) y la sistemática violación de derechos humanos. Ahora, ¿de qué manera estos países de Latinoamérica podrían asumir gastos como el del Gobierno de Francia?

Los que creemos en la doctrina liberal (independientemente de sus vertientes), lo hacemos principalmente para reducir el tamaño del Estado y limitar el poder político, de haberse tomado esto en cuenta antes ¿se imagina cuántos ahorros hoy tuviéramos si éste sólo se hubiese encargado estrictamente de lo que el ciudadano no puede, como seguridad y justicia, por ejemplo?

Si estos países adoptaran medidas liberales, como reducción de Ministerios, abrir el mercado, no atentar contra la propiedad privada, eliminar impuestos excesivos y respetar las libertades individuales (empezando por el bolsillo y las decisiones de los ciudadanos), serían altas las probabilidades de que sobrara dinero para ayudar a las víctimas de esta pandemia, tanto los contagiados, como aquellos que no han podido trabajar ni producir durante la cuarentena.

Sin embargo, habrá países que algo harán porque sería peor ante la opinión pública no hacer nada. Ejemplo, en Perú otorgarán un bono destinados a las familias más vulnerables que son aproximadamente 3 millones de hogares, así mismo en Colombia darán un giro adicional a programas que benefician alrededor de 10 millones de colombianos, así como la reconexión gratuita del servicio de agua a las personas de alta vulnerabilidad, quienes tenían el servicio suspendido por falta de pago. Entre otras medidas.

Aunque como he mencionado antes, algo hay que hacer porque sería peor no hacer nada, es menester tener en cuenta que la factura igual llegará y de igual manera los ciudadanos son quienes tendrán que pagarlas, lo más probable es que con altos impuestos, pues el Estado no produce, nunca lo ha hecho. Así que de todas formas la sensación de quiebra la sentirán, sólo estamos ganando tiempo.

Sin embargo, aunque sean muchos quienes defienden la intervención estatal, aunque eso signifique deudas con intereses que pagar posteriormente, yo aplaudo iniciativas privadas como lo que están habiendo empresas Capitalistas; Louis Vuitton es uno de ellos, que está haciendo gel antibacterial para donar a los hospitales. Demostrando que sólo en la abundancia del libre mercado cabe el espacio para la solidaridad sin tener que quitarle un centavo a nadie.

Pero aún en Latinoamérica seguimos luchando para demostrar que tantos años de sistemas socialistas y socialdemócratas no han servido para situaciones irregulares, menos para pandemias e incluso tampoco para guerras convencionales o no convencionales. Ojalá que toda esta tragedia sirva como lección para tomar en cuenta medidas como la responsabilidad individual, el ahorro, abrir el mercado y reducir el Estado, podría ayudarnos a estar preparados para estos casos sin tener que arruinar al ciudadano con futuras facturas impagables.

Fuente:

INVETERADA POSTURA

EL NACIONAL, Caracas,  14/10/1960. Domingo Alberto Rangel, Fondo Monetario Internacional (FMI), Empréstitos, Inversiones extranjeras,  José Antonio Mayobre, Carlos V, Jorge del Canto.

sábado, 28 de marzo de 2020

CLARO, MUY CLARO

URBI ET ORBI

Refiere Jeber Barreto en su cuenta facebookeana: "‪En una Plaza de San Pedro completamente vacía, el papa Francisco ofrece misa y bendición global por el coronavirus.‬
‪#UrbietOrbi #Coronavirus #PapaFrancisco":
Urbi et orbi: