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domingo, 26 de julio de 2020

SÓLO EL REINO

Evangelio Dominical: Perla fina
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio que se proclama el 17° Domingo del Tiempo Ordinario A, correspondiente al domingo 26 julio de 2020.  El texto es tomado del Evangelio según San Mateo 13, 44-52

"El reino de los cielos es como un tesoro escondido y una perla fina"

¿Cómo elegir siempre lo mejor?

Cuando se serenó el ambiente, la mamá del niño intervino. Logró meter en primer lugar a la gallina en una canasta, y la cubrió con una cobija. Entonces la gallina comenzó a llamar a sus pollitos, que se reunieron alrededor de la cesta. Cuando se abría un pequeño agujero, todos fueron entrando precipitadamente en la canasta. Se había cumplido el operativo en un par de minutos.>

Lo importante es atrapar al bien supremo, que trae consigo todos los demás bienes.

En este ejemplo, la gallina es el bien supremo, que atrae a los pollitos, que son las muchas cosas de la vida.

¿Cuál es ese bien supremo, que encontrado, atraerá todo lo demás?

El evangelio llama "Reino de los cielos" a este bien supremo, y de él dice Jesús: "Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y lo demás lo recibirán por añadidura" (Mateo 6:33).

"Reino de los cielos" es sinónimo de "reino de Dios." Los judíos tenían miedo de usar mal la palabra 'Dios'. Por eso Mateo usa la palabra 'cielos', para no tocar la palabra 'Dios' por respeto a la santidad del nombre de Dios.

El reino de Dios es el reino donde hay paz, amor, justicia, respeto... Todo eso reina en nuestros corazones, en nuestras vidas, en nuestras casas, en nuestra sociedad, en nuestro mundo... El que encuentra el reino de Dios encuentra todo lo deseable.

Jesús lo compara a un tesoro escondido y a una perla fina de gran valor.

¿Qué hacían los antiguos con un tesoro escondido?

En tiempos antiguos era difícil guardar en lugar seguro las cosas de valor. No existían bancos seguros para cuidarlos. Tampoco los podían guardar en sus casas, pues los bandoleros podían entrar en las pequeñas aldeas y saquearlas. Asimismo los soldados tenían libertad para tomar lo que necesitaran.

Por eso muchos escondían su dinero y valores bajo tierra.

Pero ese sistema de enterrarlos tampoco ofrecía garantías.

Una persona podía morir de repente, llevándose a su tumba el secreto del lugar de su tesoro. Podía también ir de viaje pensando en volver, pero de hecho nunca volvía.

Por eso, la ley rabínica judía proveía que estos tesoros escondidos pertenecían al que los encontrara.

Asimismo en el mundo antiguo las perlas ocupaban un lugar muy especial en el corazón de los hombres. La gente deseaba poseer una bella perla, no sólo por su valor monetario, sino por su belleza también.

Por eso, en las dos parábolas los actores venden todo lo que tienen para poder comprar aquel campo, donde hay un tesoro, o aquella perla especialmente fina.

¿Hay algún ejemplo en la Biblia de quien dejó de lado riquezas y poder por asegurar algo más importante?

Sí, Salomón, como nos cuenta hoy la Primera de las Lecturas (1 Reyes 3:11-13).

Dios se le apareció en sueños y le dijo: -Pídeme lo que quieras.

¿Y qué le pidió a Dios?

El joven rey Salomón necesitaba en sus comienzas muchas cosas: riqueza, fuerza militar, fama, seguridad... y, por supuesto, prosperidad, felicidad, vida larga...

Pero Salomón respondió:

-"Te pido me concedas sabiduría de corazón para gobernar a tu pueblo y distinguir el bien y el mal, pues sin ella ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?"

Salomón no cayó en la trampa de peticiones egoístas: salud, dinero, amor...

Pidió un corazón que supiera escuchar, una mente atenta a la mente de Dios, saber tomar decisiones que agraden a Dios, sabiduría para distinguir lo bueno de lo malo. Eligió vivir en armonía con la voluntad de Dios.

¿Y cómo reaccionó Dios?

Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, porque pidió precisamente lo que Dios quiere dar a sus hijos. Y Dios le concedió sabiduría y un corazón atento, y además le concedió lo que no había pedido: "riquezas y fama mayores que las de rey alguno".

¿Qué hubieras pedido tú?

Muchos responderán: "La Lotería, la tarjeta Visa Oro, una casita junto al mar, un gran amor, no tener que usar ninguna pastilla ni azul ni rosa..."

Para pedir bien necesitamos un sistema de valores sano y cristiano, y tener claras nuestras prioridades. Sólo desde la sabiduría de Dios nuestras prioridades serán justas.

¿Hay otros ejemplos de quienes hicieron algo parecido a lo que hizo este mercador y el otro hombre?

Así es. Los discípulos, que dejaron todo para seguir a Jesús (4:18-22; 19:27-30);

También Pablo, que pensaba que todo lo demás era pura pérdida "comparado con conocer a Cristo Jesús" (Phil. 3:8).

¿Qué podemos aprender de estas dos historias?

Hay dos lecciones:

La primera: que el Evangelio es exigente. Estas parábolas nos invitan no sólo a buscar primero el reino de Dios, sino a buscar sólo este reino.

- La segunda es la alegría y prontitud con que los personajes se desprenden de todo por comprar el campo del tesoro y la perla fina.

26/07/2020:
Cfr.
Ilustraión: Carl Heinrich Bloch.

domingo, 24 de mayo de 2020

LLEVA DEMASIADO BARRO EN SUS BOTAS

Evangelio Dominical: Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos
José Martínez de Toda, S.J.

Ascensión del Señor. Este domingo 24 de mayo, la Liturgia de la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Ascensión del Señor.  el P. José Martínez de Toda nos comparte su comentario dialogado sobre el texto del Evangelio (Mt 28, 16-20) que se proclama en esta festividad de la Ascensión.

"Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos"

¿Cuándo fue la Ascensión?

El evangelio y los Hechos de los Apóstoles dicen que la Ascensión fue 40 días después de la Resurrección. Ese día Jesús asciende y sube al cielo por su propio poder.

Pero antes Jesús dejó a sus discípulos un mensaje importante.

¿Cuál es ese mensaje?

S. Lucas nos transmite este mensaje final de Jesús antes de llevarlos al sitio de la Ascensión.

¿Cuál es mi misión hoy y ahora en América Latina? ¿Qué significa predicar el Evangelio hoy día? ¿Qué es lo más urgente?

Se puede resumir en tres opciones:

- 1ª. Opción – El servicio de la fe y la promoción de la justicia. Dice el Papa Benedicto XVI:

"Como he tenido ocasión de reiterar a los obispos latinoamericanos reunidos en el santuario de Aparecida, «la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza (2 Corintios 8, 9)». De ahí que resulte natural que quien quiera ser verdadero compañero de Jesús comparta realmente el amor a los pobres. Nuestra opción por los pobres no es ideológica, sino que nace del Evangelio." (Audiencia de Benedicto XVI a los miembros jesuitas de la Congregación General 35 el 21 de febrero de 2008).

2ª. Opción - Diálogo con la cultura. Estamos en un cambio de época con grandes cambios culturales:

- en niños, jóvenes y adultos,

- en todas las instituciones: familia, escuela, política, arte,

- en todos los grupos sociales: mujeres, indígenas, minorías.

Es necesario mantener un diálogo con ellos en sus diversidades subculturales para hacer presente el evangelio en todos ellos.

3ª. Opción - Diálogo interreligioso: con los evangélicos y los de otras religiones.

¿Qué se requiere para cumplir la misión?

Comprometerse realmente con todas las consecuencias.

Así aparece en esta historia de "El barro":

El ministro le miró y le dijo: "No voy a leer este informe hasta que no vea barro".

- "¿Qué barro?", le preguntó el manager.

- "El barro en sus botas de recorrer todos esos campos", le contestó el ministro. "No quiero oír nada de usted sobre los mercados rurales hasta que no pueda decirme qué clase de cerveza beben esos agricultores, qué hacen sus hijos después de la escuela y de qué hablan esas gentes cuando salen el domingo de la iglesia".

- "Pero este informe está basado en una investigación muy seria", replicó el analista.

- "Barro, quiero ver barro en sus botas. A propósito, ¿tiene por casualidad un par de botas?"

- "No", dijo tímidamente el manager.

- "Salga de mi oficina y no vuelva hasta que no haga lo que le he dicho".> Félix Jiménez, escolapio.

¿Aplicó Jesús en sí mismo esta leyenda del barro?

Completamente. Jesús nació entre el barro de la cueva y pesebre de Belén. Sus padres fueron inmigrantes que huyeron a Egipto. Después en la vida pública, Jesús no se quedó en la cima del monte Tabor, disfrutando de la Transfiguración, sino que bajó, se manchó con nuestro barro, y murió en la cruz, rompiendo la frontera que separaba el cielo de la tierra.

Hoy día Jesús vive entre nosotros, es nuestro constante compañero de camino, pero tal vez no lo reconocemos, porque lleva demasiado barro en sus botas.

¿Y qué nos recuerda el Espíritu Santo?

Que tenemos la misión de hacer crecer el Reino de Dios: Reino de paz, de justicia y de amor.

¿Pero cómo puede uno solo influir en la conversión del mundo?

Por supuesto, cada uno pone su granito de arena, –con oración honda y perseverante, y con acción humilde, lúcida y comprometida.
He aquí lo que me contó una ardilla:

El esfuerzo de cada uno de nosotros puede ser de tan poco peso, como el de un copo de nieve. Pero juntando los esfuerzos de todos, y sobre todo con la ayuda del Espíritu Santo, seremos capaces de romper la gruesa rama del pecado, del mal y de la injusticia, que crecen en nuestro mundo de hoy.

24/05/2020:
Ilustración: Georges Rouault.

domingo, 17 de mayo de 2020

PARÁCLITO

Evangelio Dominical: Espíritu de verdad
José Martínez de Toda, S.J.

Sexto domingo de pascua. Comentario dialogado al Evangelio que se proclama en el Sexto Domingo de Pascua del Ciclo A, correspondiente al domingo 17 de mayo de 2020.  El texto del Evangelio es tomado del libro de San Juan 14, 15-21.  "No les dejaré huérfanos; volveré"

¿Cómo se despide Jesús de sus discípulos?

En la Última Cena Jesús intenta preparar a sus discípulos para su Pasión y despedida. Y les presenta tres grandes regalos:

1er gran regalo: El mandamiento del amor:

-"Si me aman, guardarán mis mandamientos" (v. 15).

No se obedece a Jesús por miedo o por temor. Le hacemos caso y somos leales a sus mandamientos, porque lo queremos. Obedecerle es señal de nuestro amor.

¿Cuáles son los mandamientos de Jesús?

Por supuesto, está el amar a Dios sobre todas las cosas.

Pero, además de ese, Jesús había enfatizado sólo un mandamiento:

-"Un mandamiento nuevo les doy: Que se amen ustedes unos a otros, como yo les he amado... En esto conocerán todos que son mis discípulos, en que se amen los unos a los otros" (13:34-35).

Los mandamientos de Jesús no son como las leyes de la Torá, que se referían a ritos muy concretos: el sábado, el ayuno, las abluciones... Más bien, establecen una vida entera unida a su amor y a la revelación del Padre. No son simplemente instrucciones éticas.

¿Cuál es el segundo gran regalo?

El Espíritu Santo. Jesús dice que les enviará al Espíritu Santo:

-"Yo le pediré al Padre que les dé otro Defensor que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad." Éste es el Espíritu que descendió sobre Jesús en su bautizo. El Espíritu Santo es el agente del cambio en nuestra vida de cristiano y de la Iglesia.

¿Por qué se le pinta al Espíritu Santo como paloma?

Dice el evangelio que en el bautismo de Jesús el Espíritu Santo bajó como una paloma que busca su nido. Allí están presentes las tres divinas personas de la Trinidad:

-El Padre, diciendo con voz poderosa: "Éste es mi Hijo, el Predilecto. Escúchenle".

-El Hijo Jesús, que recibe el Bautismo.

-Y el Espíritu Santo que busca su hábitat y su centro en Jesús, como una paloma que busca su nido. La paloma mensajera puede simbolizar buenas noticias.



Un día ella miró por la ventana de una de sus habitaciones y vio a la paloma haciendo círculos en el cielo. "¡Está vivo!", gritó ella. "¡Mi marido está vivo!".>

También una paloma le sirvió a Noé de señal de que las aguas del diluvio habían bajado.

Pero el Espíritu Santo enviado a los discípulos es algo más que una señal. Significa todo lo que hizo Jesús con ellos, cuando Él aún estaba con ellos antes de su Ascensión. Jesús entonces fue su gran acompañante (o Paráclito) y Él les prometió 'otro' Paráclito: "Le pediré al Padre, y Él les dará otro Paráclito, el Espíritu Santo" (Juan 14, 16).

¿Qué hace el Espíritu Santo? ¿Qué es el Paráclito?

Parakletos puede significar un abogado que lucha a tu favor o un testigo que testifica por tu bien, o una persona que da consuelo, consejo o fuerza en un momento de necesidad. Es como el Defensor, Consejero, Consolador e Intercesor.

¿El Espíritu Santo realmente nos ayuda?

El Paráclito es mucho más que un abogado. Es como un entrenador ('coach') para los atletas. Dejados solos, caen en errores. Pero Él está siempre a nuestro lado para instruirnos y corregirnos, para animarnos y motivarnos. Es como era Jesús con sus discípulos.

En el siglo V hubo un hereje inglés, Pelagio, que negaba el dogma del pecado original y enseñaba que los seres humanos no necesitaban de Dios para cumplir sus mandamientos.

La Iglesia condenó sus enseñanzas, pues nosotros necesitamos siempre la ayuda de Dios, que nos viene a través de la fe, la oración o los sacramentos: "Sin mí ustedes no pueden nada". Todos necesitamos al Espíritu Santo.

¿Qué diferencia hay entre la ayuda que recibimos de Jesús y la ayuda del Espíritu Santo?

Jesús encarnado estaba limitado por el lugar y el espacio, como nosotros. Solo podemos estar en un lugar a la vez, y solo podemos ver un número limitado de gente a la vez. Además, Jesús se movía hacia su glorificación (su muerte y resurrección), y dejaría a los discípulos en la Ascensión. En cambio, el nuevo parakletos (el Espíritu de verdad) se quedará con nosotros para siempre para ayudarnos. Jesús lo describe como 'la verdad' (v. 6), así como aquellos que veneran al Padre, lo deben hacer 'en verdad' (4:23-24).

Los discípulos lo recibieron en Pentecostés.

Pero Jesús continúa actuando como nuestro parakletos en el cielo. "Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo" (1 Juan 2:1).

Mientras tanto Jesús les da el tercer gran regalo.

¿Cuál es ese tercer gran regalo?

Su presencia continúa con nosotros. Jesús les dice:

-"No les dejaré huérfanos; volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero ustedes me verán, y vivirán, porque yo sigo viviendo".

Esto sería en la resurrección. Y hoy nos dice: "El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él".

La iglesia es una comunidad de amor, y ese amor le da gran poder para persuadir al mundo del amor de Dios. La primitiva comunidad cristiana nos sirve de ejemplo, cuando la gente decía de los primeros cristianos: "Miren cómo se aman".

17/05/2020:

sábado, 9 de mayo de 2020

YO SOY LA FOTOGRAFÍA DEL PADRE

Evangelio Dominical: Yo soy el camino, la verdad y la vida
José Martínez de Toda, S.J.

Quinto domingo de Pascua. El Domingo 10 mayo 2020 nos ubica en el 5° Domingo de Pascua del Ciclo A.  El Evangelio que se proclama es tomado del libro de San Juan 14, 1-12, "Yo soy el camino, la verdad y la vida".

¿Te has perdido alguna vez en el monte?

-"Si salí hacia el sur, debía ahora caminar hacia el norte".

Pero a la media hora sin darme cuenta estaba en el mismo punto de partida. Cambié de ruta y encontré un camino medio abandonado. Me fui por allí. A mi derecha apareció una alambrada. Y la tentación era atravesarla. Pero hay un dicho en el Llano: "Si estás perdido, no pases la alambrada", pues puedes entrar en otra hacienda, y ahí será más difícil encontrarte. Siguiendo aquel camino de monte, llegué a un camino conocido.>

¡Bendito camino! En el buen camino está la salvación.

Y ¿quién te ayuda más, cuando buscas una dirección en la ciudad?

-"Vaya por esta cuadra. En la esquina doble a la izquierda. Camine dos cuadras, y entonces doble a la derecha, etc." Pero es posible que te pierdas. Y seguro que tendrás que preguntar de nuevo a otro más adelante. La otra forma, mucho más amable, es:

-"Venga, le acompaño. Yo voy también para allá".>

Esta segunda forma es la de Jesús: "Yo soy el camino". Él es nuestro guía.

-"Nadie viene al Padre, sino por mí" (v. 6b).

No hay camino al Padre, pero Jesús ha abierto uno (Heb 10:20) y Él mismo se ha convertido en ese camino, el buen camino.

-¿No se ha manifestado Dios a las otras religiones además de a la cristiana? El teólogo le contestó: -"Dios no se ha revelado a sí mismo en ninguna religión ni siquiera en la cristiana. Dios se ha revelado en su Hijo".> Los cristianos estamos llamados a creer en Jesús, que no sólo habla en nombre de Dios, sino que es Dios.

¿Cuándo les dice Jesús 'Yo soy el camino'?

En la Última Cena. Allí hay momentos en que se ven caras largas. Los apóstoles están preocupados por las malas noticias que les llegan. Por ejemplo:

-Jesús les ha hablado de que lo van a traicionar y de que lo van a matar (13:21-30).

-Él mismo dice que se ha sentido "conmovido en el espíritu" (13:21).

-Judas el traidor está aún allí (13:30).

-Los discípulos pueden imaginarse que, si Jesús está en peligro, también ellos lo están.

-Y para colmo el mismo Jesús les confirma que se va.

¿Qué será de ellos? Para los discípulos, que han dejado todo para seguir a Jesús, debe ser terriblemente desorientador oír a Jesús decir que les deja.

¿Qué les dice en concreto?

Aunque está confrontando Él mismo la muerte, Jesús no se fija en sus propios problemas, sino que piensa en sus discípulos y los consuela: "No pierdan la calma" (v. 1).

Su consejo en este momento de desastre inminente es la fe: "Crean en Dios, y crean también en mí. En la casa de mi Padre haymuchas moradas. Voy a prepararles un lugar allí. Volveré y les llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes.

Cuando viene un huésped, intentamos poner las cosas bonitas. Limpiamos la casa. Sacamos nuestra mejor vajilla. Jesús prepara un lugar para nosotros en la casa del Padre. Lo hace con alegría y esperanza de que iremos allí. Y Él continúa:

-Y a donde yo voy, ya saben el camino". Tomás le escucha con atención, y le interrumpe: "Si no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?".

Tomás está pidiendo el mapa de carreteras. Y Jesús responde:

-"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida." Ésta es una de las muchas veces que Jesús dirá "Yo soy" en este Evangelio (6:35; 8:12; 9:5; 10:7; 11; 11:25; 15:1) – "Yo soy" es el nombre de Dios (Éxodo 3:14), como Dios mismo le dijo a Moisés en la zarza.

¿Cómo es Jesús nuestro Camino?

Cuando lo seguimos, inclusive hasta la muerte. Su muerte será el camino por el que volverá al Padre y el camino por el que será glorificado. Y continúa:

-"Nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre. Ahora ya lo conocen y lo han visto". Felipe se siente enredado con tanto ir y venir que cuenta Jesús, y le dice: - Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.

Como diciendo: "Enséñanos una fotografía del Padre y eso nos basta".

Y Jesús responde: "El que me ha visto, ha visto al Padre."

Como diciendo: "Yo soy la fotografía del Padre".

Y Jesús le pregunta directamente: "¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? El que en mí cree, hará las obras que yo hago, y mayores aún" (v. 12). Así ocurrirá en Pentecostés, cuando Pedro y los discípulos bautizarán a tres mil personas (Hechos 2:41).

Todo esto se confirma con la 2ª Lectura de la liturgia de hoy, la 1ª Carta de San Pedro, que nos recuerda los cuatro títulos que recibimos de Dios Padre.

¿Qué títulos son esos?

1-Ustedes son una "raza elegida". No somos una comunidad reunida al azar, por casualidad, ni por una lotería de nombres. Dios nos eligió. La Iglesia es la comunidad de los llamados por Dios a vivir y formar la comunidad.

2-Ustedes son un "pueblo sacerdotal". Todos somos sacerdotes, porque todos tenemos la misión de reconciliar el mundo con Dios en Cristo.

Todos somos sacerdotes, porque todos juntos ofrecemos el sacrificio de la eucaristía. Ella es el sacrificio del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.

3-Ustedes son una "nación santa". Estamos consagrados a Dios, a pesar de nuestros pecados. Somos de Dios y estamos llamados a vivir santamente.

4-Ustedes son el "pueblo de Dios". Hemos sido comprados con la sangre de Cristo, somos su posesión.

Estos títulos nos recuerdan que, a pesar de ser débiles, humanos y llenos de miserias y escándalos, somos también divinos.

Fuente:
Ilustración: Maddalena Franguelli.
Cfr.
Papa Francisco: Oración y predicación https://www.youtube.com/watch?v=pJeCI8iJ720&t=28s
Mons. J.I. Munilla: Soy el camino, la verdad y la vida https://www.youtube.com/watch?v=pJeCI8iJ720&t=28s

domingo, 3 de mayo de 2020

SE TRATA DEL BUEN PASTOR

Reflexión al Evangelio: Buen Pastor
José Martínez de Toda, S.J.

El Domingo 11 mayo 2014 celebramos el Cuarto Domingo de Pascua del Ciclo A.  El Evangelio que se proclama en la liturgia de este día es tomada del libro de San Juan  10, 1-10.  El P. José Martínez de Toda S.J. (Venezuela) nos comparte su comentario dialogado al Evangelio de este día: "Mis ovejas escuchan mi voz"

Buen Pastor

Jesús tuvo un gran éxito con las masas. Pero los escribas y fariseos lo odiaban a muerte. ¿Por qué esa diferencia?

Efectivamente. Las masas venían de lejos a escucharle: de Siria, de Jerusalén... Y decían admiradas: "Nunca nadie ha hablado como Él."

El evangelio de Juan narra el ascenso en popularidad de Jesús con muchos milagros realizados desde las Bodas de Caná (Juan 2) hasta la Multiplicación de los Panes (Juan 6).

Pero, después de tanto prestigio popular, se produce un claro enfrentamiento entre Jesús y los líderes judíos. ¿Envidia? ¿Miedo a perder poder?

¿Miedo de que los fuera a reemplazar?

En este contexto Jesús les presenta la bella Parábola del Buen Pastor (Juan 10, 1-18).

¿Qué dice esta Parábola?

Hay que recordar que en tiempo de Jesús, los pastores, que tenían sus propios rebaños, los llevaban a pasar la noche a un gran redil, que era custodiado por uno o varios guardas. Por la mañana, cada pastor llamaba en el redil a sus ovejas, salían alegres con él, porque las conducía a los mejores pastos.

En este contexto Jesús explica la Parábola:

«Las ovejas escuchan la voz del Buen Pastor, y él las llama una por una y las saca fuera a pastorear. Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño y ladrón, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños... El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir...

Yo en cambio he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.

Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa.» (Juan 10, 1-18).

¿Por qué eligió la figura del Buen Pastor?

Este es un título bíblico. En la Biblia se dice queDios es como el Pastor de su pueblo (Ez 34; 36; Jr 23 y el salmo 23).

Este título se aplicó primero a los jefes de Israel, como David, que debían actuar como un Pastor puesto por Dios. Pero, como muchos reyes de Israel no se preocuparon realmente de las ovejas, sino que se aprovecharon de ellas, Dios prometió que Él mismo vendría como Mesías a cuidar a su pueblo, a proveer a sus necesidades y a administrarle verdadera justicia (cf Ez 34,11-31).

Desde el profeta Miqueas (Miqueas 2, 12-13) comienza a abrirse paso en la mentalidad israelita la idea de un mesianismo de los pobres, en el que un «resto» del pueblo de Israel, cautivo en Babilonia, es el portador de las promesas mesiánicas del Reino (Sofonías 3, 11-13).

Y Jesús se reconoció en ese mesianismo pobre y no en el mesianismo triunfalista que esperaban otros sectores de la sociedad de su tiempo, como los líderes judíos y muchos otros.

De esta forma Jesús, al llamarse 'el Buen Pastor', reivindica para sí el lugar del Mesías y de Dios. Él es el pastor enviado por Dios para visitar y buscar sus ovejas perdidas. Es Dios revestido de amor que viene a recibir a todos los hijos pródigos. Y por extensión es el nuevo pastor del nuevo pueblo de Dios, de su Iglesia, de todos, aun de los que viven fuera, de los perdidos, de los que no tienen pastor. A todos los quiere salvar y cuidar.

¿Por qué los líderes judíos son como los ladrones y asalariados? Es una acusación muy grave.

Los ladrones y bandidos no pueden soportar a un buen pastor, porque un buen pastor no les deja cometer sus fechorías.

Los líderes judíos vienen a Jesús no para buscar la verdad, sino para entramparlo, desprestigiarlo y condenarlo. Buscan su destrucción. No les interesa el bien de Jesús ni el de sus seguidores. Lo que pretenden es que los seguidores de Jesús lo abandonen.

Jesús dice también que hay otras voces distintas a la suya. ¿Cuáles son estas voces?

La voz del dinero, de la corrupción, del sexo extramatrimonial, de la mentira, de los falsos amigos, de los miedos y apetitos, la voz de la rabia y la rebeldía, de la injusticia y de la muerte, la voz de los santeros...

Éstas son voces tentadoras, que desvían a la gente, y no hay que hacerles caso.

¿Cuál es la verdadera voz?

La de Jesús, que nos ama y nos llama.

Él es la Palabra. Este Hijo de Dios se hizo hombre (1,14) para dar a conocer a Dios-Padre (1,18) y darnos vida en plenitud (10,10), la vida eterna.

Él se preocupa de los más débiles, de los enfermos, de la oveja perdida, de cuando tenemos problemas.

Nosotros obtenemos la vida eterna creyendo en Jesús, y acogiéndolo en nuestra propia vida, teniendo una duradera y fructífera relación personal con él (15,1-17).

De esta forma nos capacita para convertirnos en hijos adoptivos de Dios (1,12-13). Él nos habla.

El comienzo de una amistad y de un amor está siempre en la escucha de una palabra, de un saludo, de una invitación.

La escucha es el abono que hace fértil una relación humana y también una relación divina.

Fuente:
Ilustración: Kristin Miller.
Cfr.
Misa del Papa Francisco: https://www.youtube.com/watch?v=AnM56AHEOWA&t=97s
Homilía de Mons. José Ignacio Munilla: https://www.youtube.com/watch?v=7VHn8V2uL08
Padre Carlos Yepes: https://www.youtube.com/watch?v=K9bsJE9K79Q 

Breve nota LB (destinada al grupo Homilías / Facebook) : Inevitable mencionar el caso del sacerdote  Carlos Yepes, a quien en una o dos oportunidades escuchamos durante la cuarentena (misa virtual). Las autoridades vaticanas decidieron intervenir (https://www.aciprensa.com/noticias/vaticano-ordena-procesar-a-conocido-sacerdote-acusado-de-abusos-en-colombia-52082), aunque es importante presumir su inocencia en el contexto del debido proceso y, por ello, su versión es importante (https://www.pulzo.com/nacion/respuesta-padre-carlos-yepes-suspension-por-casos-abuso-sexual-PP890695). El grupo Homilías (https://www.facebook.com/groups/376815057371), se caracteriza por su pasividad o relativa pasividad, en tanto desea - ante todo - fijar la lectura dominical de cada semana, al menos, lejos de las diatribas estériles que alcanzan a muchos grupos facebookeanos, escseando el tiempo para encararlas. Por lo que estamos lejos de suscitar una polémica sobre este u otro punto que acceda a la propia constancia del problema y pueda degenerar en otros aspectos que distorsione su principal objetivo. Se trata precisamente del buen pastor y sabemos que hay casos denunciados y que deben denunciarse. Unos son justos y otros injustos que, por una parte, remiten a la existencia milenaria de la Iglesia que ha afrontado inmensas dificultades para cumplir con su misión;  y, por otra, respecto a los abusos, también los han ampliado, pretendiendo que es algo inmanente o consultancial a la vida eclesiástica, por lo que hay que estar atentos. Se trata del buen pastor.

domingo, 26 de abril de 2020

Y, DESPUËS, SABER QUE SE TRATABA DE ÉL

Evangelio Dominical: Emaús
José Martínez de Toda, S.J.

Tercer domingo de PascuaComentario dialogado al Evangelio que se proclama el tercer Domingo de Pascua, ciclo A, correspondiente al 26 de abril.  El texto es tomado del Evangelio según San Lucas 24,13-35. "Quédate con nosotros, que la tarde está cayendo"

¿Qué es lo más comprometido en una Misa?

-"¿Cuál es la parte más importante de la misa?" La mayoría respondió:

-"La consagración". Pero uno contestó:

-"La parte más importante es el rito de despedida". El catequista sorprendido le preguntó: -"¿Por qué dices eso?" Y éste le respondió:

-"La misa sirve para alimentarnos con la Palabra, el cuerpo y la sangre del Señor. Pero la Misa comienza cuando termina. Salimos a la calle para hacer y decir lo que dijeron los discípulos de EMAUS: "Hemos reconocido al Señor al partir el pan, está vivo, y vive para siempre y para nosotros".> (Félix Jiménez, escolapio)

¿Qué pasó en esa historia de Emaús?

El mismo día de la resurrección del Señor en la tarde, Cleofás y otro discípulo de Jesús se van desilusionados de Jerusalén después de haber visto el fracaso de Jesús en la Cruz. Se van a Emaús, a 11 kilómetros de Jerusalén; quizá eran de allí.

Jesús comienza actuando como el Buen Pastor, que va recogiendo sus ovejas descarriadas. Esta historia se considera como un modelo de cómo tratar a una persona con un problema. He aquí los pasos dados por Jesús:

1º) Jesús sale a buscar a esos discípulos derrotados, y se hace el encontradizo y el ignorante con ellos. Los ve tristes y les pregunta por qué están tristes. Ellos no piensan que es Jesús.

2º) Jesús deja hablar a los discípulos, deja que se desahoguen y le cuenten todo. Él escucha dándoles tiempo.

3º) Él les habla de una forma convincente, que nos recuerda los tres recursos retóricos de Aristóteles.

¿Cuáles son?

- Jesús apela a la lógica, explicando que todo eso había sido ya profetizado (Logos).

- Jesús apela a la pasión y a la emoción: ellos confesaron después que sus corazones ardían, mientras Él hablaba (Pathos).

- Jesús apela a la ética; ellos lo consideran ya como un hombre de fiar, como un buen amigo, y lo invitan a quedarse con ellos en su casa a cenar y pasar la noche (Ethos).

Es decir, se los ha ganado a nivel humano. Se consideran afortunados por haberse encontrado con Él. Ha sido una grata sorpresa y una gran alegría escucharlo.

Y van llegando a su casa de Emaús. Jesús, muy educadamente, no se autoinvita a quedarse con ellos, sino que hace como que se despide de ellos para seguir adelante su camino. Aún no es de noche y puede aprovechar la luz de la tarde para hacer algún kilómetro.

Pero ellos lo detienen, y lo invitan a pasar la noche en su casa. Quieren seguir escuchándolo. Les ha abierto nuevos mundos.

Y Él acepta. Así acabará convenciéndoles de su resurrección.

¿En qué momento reconocen que es Jesús?

Ellos sacan pan y vino, que no faltaba en aquellas casas y familias de pueblo.

Y ¿quién reparte el pan? La costumbre judía era que en un grupo, el líder o Maestro del grupo iniciaba las comidas, como hacen los padres en una familia dándoles el pan y el plato de comida a los hijos. Aquí el dueño de casa le cede este honor a Jesús.

Y Jesús hace tres gestos seguidos, lo que debía ser habitual en Él, cuando iba con sus discípulos por Galilea: bendice el pan, lo parte y se lo da a ellos. Así hizo también en la Multiplicación de los panes y en la Última Cena.

Y ahí cayeron en la cuenta de que aquel buen hombre era Jesús. Él quiso que lo descubrieran al partir del pan, en el rito eucarístico. Por eso en la Iglesia la Eucaristía es tan importante y tan característica.

Pero Él desapareció al momento. "Es necesario que yo me vaya", había dicho en vida.

Y echando fuera todo miedo y fatiga, se volvieron esa misma noche a la comunidad de Apóstoles y seguidores de Jesús en Jerusalén, que estaban seguramente en el Cenáculo, donde habían tenido la Última Cena (Lc 24, 36-43). Y allí compartieron con ellos la gran noticia de que habían estado con Jesús resucitado.

Pero, si ellos conocían bien a Jesús de antes, ¿por qué no lo reconocieron al momento cuando apareció caminando junto a ellos al principio?

Jesucristo en su vida terrenal estaba atado como nosotros a una forma concreta de cuerpo: varón, judío, de 33 años, pelo largo, barba, estatura media, con ropa de entonces.

Pero, al resucitar, no está atado ya a ningún tipo de cuerpo, puede elegir cualquier forma, puede aparecer o desaparecer según quiera. De hecho sólo se aparecería a sus amigos, a los que Él quería.

¿Se relaciona este relato de Emaús con la Eucaristía?

El relato de Emaús tiene la misma dinámica de nuestras celebraciones Eucarísticas de hoy. Tiene cuatro partes:

1º) El Señor nos sale al encuentro y "se mete" en nuestra vida para darnos la suya. Pero quiere que le contemos lo que vivimos, cómo nos sentimos, cómo estamos (Son los ritos iniciales de la Misa de saludo y de pedir perdón).

2º) El Señor nos explica la Escritura para iluminarnos y encender nuestra fe (Es la liturgia de la Palabra).

3º) El Señor parte para nosotros su pan para alimentarnos y crear comunión (Es la liturgia eucarística).

4º) Quedamos transformados/as en apóstoles, enviados a anunciar el evangelio por todas partes (Son los ritos de despedida).

En la Misa hay una Misión: comunicar a los demás "lo que hemos visto y oído".

Fuente:
Ilustración: Georges Rouault.

domingo, 5 de abril de 2020

DE LA ÚLTIMA PALABRA

La traición de Judas
Mateo 26, 14-25. Miércoles Santo. La caída de Judas es el resultado de una vida en la que poco a poco se enfrió el amor al Maestro.
José Rafael Rodríguez

Del santo Evangelio según san Mateo 26, 14-25

Entonces uno de los Doce, que se llamaba Judas Iscariote, se presentó a los jefes de los sacerdotes y les dijo: « ¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. Y a partir de ese momento, Judas andaba buscando una oportunidad para entregárselo. El primer día de la Fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: « ¿Dónde quieres que preparemos la comida de la Pascua?» Jesús contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de tal hombre, y díganle: El Maestro te manda decir: Mi hora se acerca y quiero celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa.» Los discípulos hicieron tal como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Llegada la tarde, Jesús se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, les dijo: «En verdad les digo: uno de ustedes me va a traicionar.» Se sintieron profundamente afligidos, y uno a uno comenzaron a preguntarle: « ¿Seré yo, Señor?» El contestó: «El que me va a entregar es uno de los que mojan su pan conmigo en el plato. El Hijo del Hombre se va, como dicen las Escrituras, pero ¡pobre de aquel que entrega al Hijo del Hombre! ¡Sería mejor para él no haber nacido!» Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó también: « ¿Seré yo acaso, Maestro?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho.»

Oración introductoria

Jesús, gracias por estar aquí a mi lado. Gracias por la vida, por los dones y también por las dificultades que día tras día se presentan en mi camino. Perdón por todas las veces que te he fallado, por todas las veces que te he cambiado por mis "30 monedas", esas monedas mejor llamadas caprichos. Gracias por tu amor, gracias por tu paciencia.

Petición

Señor Jesús, ayúdame a amarte más que a mis gustos y caprichos. Ábreme los ojos del alma para darme cuenta de lo efímeros que son los bienes de la tierra en comparación con los que tú me prometes en el cielo. Jesús que no te sustituya en mi vida con estos bienes tan fugaces.

Meditación del Papa Francisco

Este acto dramático marca el inicio de la Pasión de Cristo, un doloroso camino que Él elige con libertad absoluta. Él mismo lo dice claramente: "Yo doy mi vida.. Nadie me la quita: la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y el poder de recobrarla". Y así comienza el camino de la humillación, del despojo, con esta traición. Es como si Jesús estuviera en el mercado. 'Este cuesta treinta denarios'. Y Jesús recorre este camino de la humillación y el despojo hasta el final.
Jesús alcanza la humillación completa con la "muerte en la cruz". Se trata de la peor de las muertes, la destinada a los esclavos y a los delincuentes. Jesús era considerado un profeta, pero muere como un delincuente. Mirando a Jesús en su pasión, vemos como en un espejo también el sufrimiento de toda la humanidad y encontramos la respuesta divina al misterio del mal, del dolor, de la muerte […] Esta semana nos hará bien a todos nosotros mirar el crucifijo, besar las llagas de Jesús, besarlas en el crucifijo. Él ha tomado sobre sí el sufrimiento humano, se ha endosado todo ese sufrimiento.» (Catequesis, S.S. Francisco, 16 de abril de 2014).

Reflexión

Lo que sucedió en la vida de Judas me ayuda a reflexionar sobre mi amor hacia Dios. ¿Soy consciente del gran amor que Dios me tiene? ¿Me doy cuenta de tantas muestras de cariño de su parte: la vida, el don de la fe, mi capacidad de amar, mi familia, mi hogar, el alimento, el vestido, algún gustillo, la maravilla de la naturaleza, incluso las pruebas y dificultades que me ofrece para llevarlas con amor, su entrega en la cruz? La caída de Judas es el resultado de una vida en la que poco a poco se enfrió el amor al Maestro. Examinémonos con sinceridad y confianza delante de Jesús y pidámosle el valor y la fortaleza para guardar nuestro corazón sólo para Él.

Propósito

Hoy me privaré de algún gusto y haré un pequeño sacrificio en reparación de mis pecados.

Diálogo con Cristo

Jesús, gracias porque me amas y me perdonas cuando me acerco a Ti con un corazón contrito. Concédeme vivir en este día como un verdadero hijo tuyo, consciente de tu amor y también consciente de esta gran responsabilidad que es ser hijo tuyo. No permitas que la avaricia, la soberbia o la sensualidad me aparten de Ti. Quiero ser como Juan, un discípulo fiel que te acompañe en los momentos alegres y sobre todo en los difíciles. Tiempos difíciles pasa tu Iglesia hoy en día, cuenta con mis hombros para recargar un poquito el peso de esta gran cruz. Yo no quiero volver a traicionarte, no quiero volver a dejarte solo.

El mal, en todas sus formas, no tiene la última palabra. El triunfo final es de Cristo, de la verdad y del amor.

(Benedicto XVI, Audiencia, 14 de abril de 2007)

Fuente:
Cfr.
El Padre Martínez de Toda (SJ) y su acostumbrado libreto:
Homilía de Papa Francisco:
Misa Papa Francisco:
Homilía Mons. José Ignacio Munilla:
Ilustraciones:
Dan Comaniciu.
Entrada en Jerusalén en la Maestà del Duccio.
El Beso de Judas  el Prendimiento y Pedro cortándole la oreja a Malco en la Maestà del Duccio.

lunes, 30 de marzo de 2020

SAL FUERA

Evangelio Dominical: Resurrección de Lázaro
José Martínez de Toda, S.J.

El P. José Martínez de Toda nos comparte su comentario dialogado sobre el Evangelio que se proclama en el 5º Domingo de Cuaresma, correspondientente al domingo 29 de marzo.  La lectura es tomada del Evangelio de San Juan 11, 1-45.

"Lázaro, ven fuera"

¿Qué hacer cuando llega una tragedia?

Jesús y sus discípulos eran amigos de Lázaro y de sus dos hermanas Marta y María.

Un día le mandan avisar que Lázaro estaba enfermo. Tenían una relación especial con ellos: siempre que pasaban por Betania, su pueblo, se hospedaban en su casa, y el grupo era bastante grande: Jesús, los 12 apóstoles y sus acompañantes.

El primer comentario de Jesús es: "Esta enfermedad no acabará en muerte definitiva, sino que servirá para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella".

De todos los milagros que hizo Jesús, la resurrección de Lázaro era de los más llamativos para la gente de su tiempo, porque los judíos pensaban que el alma del muerto permanecía de alguna forma en el cuerpo por tres días. Al cuarto día el alma se iba del cuerpo para no volver ya más a él, y era entonces cuando comenzaba la corrupción. Por eso, cuando Jesús manda quitar la losa, Marta se resiste a que se abra la tumba y dice:

-"Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días"

Ella expresa el sentir popular de que ya no había solución después de tres días de muerto. ¿Por esto fue que Jesús llegó a los cuatro días? ¿Para que la resurrección de Lázaro fuera un milagro más claro de su divinidad?

Pero lo interesante del milagro es que se hizo con la cooperación de los presentes.

¿Cómo se puede cooperar con Dios en un milagro?

Ni Marta ni María pensaban que Jesús podría resucitar a Lázaro después de cuatro días de muerto. Así que el énfasis en esta historia no es la fe.

Más bien, el énfasis está en cómo cooperar con un Dios dispuesto a hacer milagros. El énfasis está en la obediencia práctica, en hacer la voluntad de Dios.

Para resucitar a Lázaro, Jesús lanza tres mandatos:

Primero, Jesús dijo: "Quiten la losa". Y ellos la quitaron. Parece que Dios no quiere hacer nada sólo por sí mismo, sino que delega lo que puede en sus creaturas.

En las Tentaciones del desierto el diablo le propone que convierta directamente las piedras en pan. En cambio, en la multiplicación de los panes Jesús cuenta con cinco panes y dos peces. En la pesca milagrosa, Jesús les tiene preparados unos peces asados; pero quiere que los Apóstoles traigan de sus peces recién pescados por ellos.

El segundo mandato de Jesús va dirigido al mismo muerto: "Lázaro, sal fuera".

Lázaro sale todo aún vendado. Pero Jesús pide la cooperación de los presentes para quitarle los vendajes: "Desátenlo y déjenlo andar".

Muchos de nosotros estamos atados a hábitos y actitudes pecaminosos. ¿Estamos listos para cooperar con él para el milagro? ¿Estamos listos para perdonarnos mutuamente y dejarnos libres? Estas son las diversas maneras para cooperar con Dios en el milagro de volver a la vida y revivirnos como individuos, iglesia y nación.

¿Qué otras enseñanzas nos da Jesús aquí?

Hay varias.

1.En primer lugar, nos muestra su poder. Cuando Jesús llega a Betania, intenta consolar a Marta diciéndole: "Tu hermano resucitará" (v. 23).

Pero la desconsolada Marta le responde que, por supuesto, eso ocurrirá en la resurrección final, pero no resuelve el problema de hoy. Entonces, Jesús le afirma:

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" (v. 25).

Ésta es la frase más importante de este milagro. En la víspera de su muerte, Jesús proclama el evangelio de la vida y se define como Señor de la vida.

Marta sabía que estas dos palabras "Yo soy" son el nombre de Dios revelado a Moisés en el arbusto ardiente (Éxodo 3:14), y que así Jesús se llamaba a sí mismo 'Dios'.

Y Marta responde sin dudar: "Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo" (v. 27).

Ésta es la quinta y más completa confesión de fe en este Evangelio de Juan (véase 1:49; 4:42; 6:69; 9:35-38).

2.En segundo lugar, cuando estamos ya casi en Semana Santa y Pascua, el relato de la resurrección de Lázaro es como un anticipo de la resurrección de Jesús. Resucitando a Lázaro, Jesús se revela a sí mismo como nuestra Resurrección y nuestra Vida, y nos revela que la última palabra sobre la realidad no la tienen ni la muerte ni el mal, sino el Padre que, por amor y fidelidad a nosotros, nos resucitará como resucitó a su Hijo Jesús.

Jesús también nos dice: "Sal fuera"

Así es. A nosotros nos dice también: Sal fuera del sepulcro de la rutina, de la desesperación, de la tristeza, del miedo, de la violencia, de la soledad, del SIDA, de la tumba del vicio y colócate en el país de la vida.

Él mismo dijo: "Vine para que tengan vida, y la tengan abundante".

Si todos nosotros saliéramos de nuestras tumbas, de nuestro aislamiento, de nuestra indiferencia y camináramos juntos en el Señor, seríamos una gran luz y una fuente de vida para todos. Sal fuera. Vive una vida de resucitado.

Pero algunos no le hicieron acaso.

Efectivamente. Se da la diferencia entre los que tienen y los que no tienen fe: unos creen, y otros se obstinan más contra Jesús:

Muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.

Pero a las autoridades judías les estorbaba Lázaro resucitado. Y rabiosamente conspirarán para matar a Lázaro (12:10). No sabemos si lo lograron. Pero ciertamente, la resurrección de Lázaro precipita la conspiración de matar a Jesús (vv. 45-53).

Sólo nos queda pedir humildemente la fe verdadera.



-Dame fuerza, Señor, para cambiar el mundo.

De mayor, viendo que no había cambiado nada, cambié mi oración y decía:

-Señor, dame fuerza para cambiar a los míos, mi familia, mis amigos, y me sentiré satisfecho.

Ahora, que soy anciano y mis días están contados mi única oración es:

-Señor, dame la gracia de cambiar yo.> (Félix Jiménez, escolapio)

Fuente:
Ilustración: Proyecto juvenil con abate Nicolas Jouy.
Cfr.
Misa 29/03/2020, Padre Fabio Giraldo: https://www.youtube.com/watch?v=jklf4jo2p-4&t=19s
Misa 30/03/2020 Mons. Munilla: https://www.youtube.com/watch?v=ev-Risi2pTM

domingo, 8 de marzo de 2020

PALABRAS QUE NOS ATAÑEN

Evangelio Dominical: La Transfiguración
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio que se proclama el 2° Domingo de Cuaresma, ciclo A, correspondiente al domingo 8 de marzo.  El texto bíblico es tomado de libro de San Mateo 17, 1-9

"Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenle"

Dice el evangelio que Jesús apareció de una forma deslumbrante. ¿Por qué aparece Jesús de esta forma tan llamativa?

Jesús quiso dar una lección a tres de los discípulos

Entre la gente que seguía a Jesús, corrían dos interpretaciones de lo que debía ser el Mesías:

Una era la política y militar. La mayoría pensaba que el Mesías devolvería el poder y la gloria al pueblo judío.

Otra la de la entrega hasta la muerte, a pesar del sufrimiento, que era la de Jesús. Precisamente "seis días antes de la Transfiguración, Jesús había dicho a los discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y letrados; sufrir la muerte y resucitar luego de tres días" (Mc 9, 2-10).

Estas palabras de Jesús sembraron la alarma entre los discípulos.

El mismo Pedro trató de disuadirle (Marcos 8:31-33), porque esto no cuadraba con sus expectativas gloriosas de mando y poder.

¿Y qué hace Jesús?

Ante esta confusión Jesús decide confirmar la fe de sus discípulos en Él, dándoles un anticipo de su Resurrección. Y esto se convirtió en la validación de su interpretación como Mesías.

¿Qué hace Jesús para probar que su interpretación del Mesías es la verdadera?

En primer lugar, aparece en una forma gloriosa. Se transformó: su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blanco.

El evangelio utiliza la palabra griega 'metamorfosis', que usamos para describir el proceso por el que una oruga se convierte en mariposa, una dramática transformación. En este pasaje de Jesús sólo hay una transformación de su apariencia externa.

En segundo lugar, aparece conversando amigablemente con Moisés y Elías.

¿Por qué aparecen Moisés y Elías junto a Jesús?

Porque eran los dos máximos exponentes de la tradición bíblica:

- Moisés, que fue el gran dador de la Ley y de los 10 Mandamientos 1.200 años antes. Pero además es el gran Liberador. Dios envió a Moisés a liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y a conducirlo a una tierra de libertad que mana leche y miel.

- Elías era el gran profeta, que inició una gran renovación espiritual en Israel 800 años antes de Cristo. Elías era muy cercano a Dios. Y Dios se le hacía presente de forma muy íntima.

Elías en el monte Horeb, vio que "el Señor no se dejó sentir ni en el viento fuerte, ni en el terremoto, ni en el fuego que pasó por delante de la cueva donde estaba, sino en un sonido suave y delicado", ante el cual Elías se cubrió la cara con su capa.

Estos dos hombres encarnan la Ley y los Profetas.

Y en tercer lugar, con la voz del Padre: en medio de esta escena, "apareció una nube, que se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: "Este es mi Hijo amado: escúchenlo".

¿Qué simboliza la nube?

A través de todas las Escrituras, la nube simboliza la presencia de Dios. Así ocurrió durante la travesía del desierto de los israelitas:

- Dios caminaba delante de su pueblo en una columna de nube (Éxodo 13,21).

- Y en el Sinaí, mientras Dios hablaba con Moisés, se escondía detrás de una nube.

¿Qué es lo más importante en este evangelio de la Transfiguración?

Es la frase de Dios Padre: "Este es mi Hijo amado. Escúchenlo" (Marcos, 9, 7). Estas son casi las mismas palabras que Dios Padre dijo en el bautismo de Jesús. Entonces las dijo a Jesús. Ahora la voz de Dios Padre se dirige a los discípulos.

Así pues, la transfiguración significó la validación de Jesús, como el Señor ungido, 'mi hijo amado'.

Y Pedro quedó satisfecho: "Hagamos tres tiendas".

¿Estas palabras nos tocan también a nosotros?

Las necesitamos. Hay tantas voces hoy día. Y todas las voces parecen sabias y atractivas. Son de eruditos, internautas, comentaristas, políticos y gurús religiosos, celebridades... Nos prometen salud, riqueza y felicidad, pero raramente cumplen sus promesas y frecuentemente nos llevan a la ruina. ¿Hay una voz confiable en medio de toda esta cacofonía? Dios Padre nos responde: "Éste es mi Hijo muy amado. Escúchenlo".

Todos los símbolos -monte sagrado, Moisés (la Ley), Elías (los profetas), la nube (que también aparece en el Éxodo), la luz resplandeciente-, van a indicar que en Jesús se cumplía todo lo anunciado por los antiguos escritos del pueblo de Israel. Aquí se dio una "teofanía" (aparición de Dios), al estilo de muchas de las teofanías del Antiguo Testamento a Moisés (Éxodo 24, 9-11), a Elías (1 Reyes 19, 9-14) y a Ezequiel (Ezequiel 1, 1-28).

¿Por qué les prohíbe decírselo a nadie, sino después de la resurrección?

Los discípulos aún no están preparados para hablar correctamente de Jesús. Aún no han entendido bien el mensaje de Jesús, su interpretación de cómo debe ser el Mesías, y por lo tanto no serían capaces de proclamar su mensaje fielmente.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-transfiguracion-3
Cfr.
https://www.youtube.com/watch?v=4r6ozqlvl0I
Ilustración: Givi Siproshvili.

domingo, 23 de febrero de 2020

SORPRESAS

Evangelio Dominical: Amen a sus enemigos
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio para el 7º Domingo del Tiempo Ordinario A, correspondiente al domingo 23 febrero.  El Evangelio es tomado del libro de San Mateo 5, 38-48

"Amen a sus enemigos"

¿Cuánto me puedo vengar?

Nada más ajeno a Jesús. Ninguna venganza. Todo lo contrario.

Los antiguos abusaban en sus venganzas. Si uno robaba una hectárea, el ofendido le robaba diez hectáreas para que escarmentara y no volviera a hacerlo.

Para poner algo de orden a estas exageraciones, surgió la Ley del Talión, que decía: "Ojo por ojo, y diente por diente" (v. 38), es decir, sólo te vengarás con algo igual.

Al menos tenía la ventaja de que un pobre podía reclamar ante un rico lo equivalente de lo que éste le robara.

La Ley del Talión aparece en el Código de Hammurabi, rey babilónico que codificó una serie de leyes en el siglo XVIII antes de Cristo y las preservó en una stela (un pilar). Esa stela fue descubierta en 1901 y hoy se encuentra en el Museo del Louvre (París). La Ley del Talión se practicó mucho tiempo antes de que Hammurabi lo mandara tallar en piedra.

Los judíos incorporan la Ley del Talión al Antiguo Testamento. Con el pasar del tiempo, en Israel se permitió que la persona herida recibiera compensación monetaria en vez de devolver la herida al agresor.

Algo se avanza también cuando los cristianos resuelven sus problemas entre ellos, sin tener que acudir a los tribunales públicos (1 Corintios 6:5-7), como se hace en las familias bien arregladas. Pero Jesús establece el ideal definitivo para sus verdaderos seguidores: eliminar toda venganza.

¿Qué ejemplos concretos pone Jesús?

Jesús utiliza cinco ejemplos:

1- "Si te hirieren en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra" (v. 39b). Ese golpe en la mejilla derecha se daba con la mano izquierda o con la mano al revés; lo que para los antiguos era un grave insulto, además del dolor y susto que suponía. Cualquier cosa hecha con la mano izquierda era indigna. Aun así, Jesús pide que no nos venguemos.

2- "Y al que quiera quitarte tu camisa, déjale también el abrigo". Debemos dar más de lo que nos pidan.

3- "Y a cualquiera que te obligue a llevar una carga por kilómetro y medio, llévala pot tres kilómetros". La ley romana permitía que sus soldados y otros oficiales pudieran obligar a una persona a que llevara una carga por esa distancia. Por ejemplo, Simón de Cirene fue obligado a llevar la cruz de Jesús bajo esa provisión (27:32). Jesús pide que no nos envenenemos con resentimiento, sino que llevemos la carga más allá de lo legal.

4- "Al que te pidiere, dale".

5- "Y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehúses" (v. 42). De nuevo, la idea es dar más de lo requerido con generosidad.

Tales declaraciones de Jesús son asombrosas y llamativas. Son algo más que el lenguaje de un poeta... Es el comienzo de unas nuevas relaciones en la humanidad.

Con esto no se trata de que el ladrón y el abusador se aprovechen de uno.

¿Qué hacer con los enemigos?

Jesús continúa con más sorpresas: "Han oído que se dijo: 'Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo'. Pues yo les digo: Amen a sus enemigos y rueguen por los que os persigan". Aquí está el criterio principal del amor.

¿Qué tipo de amor nos pide Jesús?

En griego hay tres palabras para amor: eros, philos, y ágape.

Eros es el amor romántico y sexual. Esta palabra no se utiliza en el Nuevo Testamento. Philos es el amor fraterno. Se usa de vez en cuando en el Nuevo Testamento.

Ágape es el amor divino y generoso que hace lo necesario para asegurar el bienestar de su objeto. Ágape es el amor con que Dios nos ama, es el amor de una madre para su hijo, es el amor que hace que un adulto arriesgue su vida para salvar a un niño que se ahoga.

Ágape se utiliza frecuentemente en el Nuevo Testamento.

Ágape es el amor que Jesús quiere que tengamos para nuestros enemigos.

Ágape busca ayudar al prójimo a mejorar su situación, aunque no nos lo agradezca.

Jesús pide que mostremos ágape hacia nuestros enemigos "para que (seamos) hijos de (nuestro) Padre que está en los cielos" (v. 45), es decir, para así actuar como verdaderos hijos e hijas de nuestro Padre Celestial, que también ama a sus enemigos.

Jesús pide que agrademos a nuestro Padre amando a nuestros enemigos.

"Dios hace que su sol salga sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos" (v. 45b). Ni el sol ni la lluvia respetan nuestras líneas de propiedad.

Algunas personas trabajadoras, honestas y bondadosas tienen mucho éxito, pero a otros no les va nada bien. Hay canallas que se enriquecen, viven vidas largas y saludables, y en sus funerales tienen a muchos que se lamentan (o que quizá solo observan). Podemos creer que no hay justicia, pero Dios dispone de toda la eternidad para hacerla.

"Porque si amaren a los que les aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si Vds. abrazan a sus hermanos solamente, ¿qué hacen de más? ¿No hacen también así los Gentiles?" (v. 46-47).

El saludo judío, shalom (paz), transmite una bendición de Dios, y es algo más que un saludo superficial. ¡Qué bueno darlo a los desconocidos también, como en la Misa!

Dios espera que nosotros – sus hijos – hagamos más de lo que hace la gente común y corriente. Dios espera que demos la bendición a nuestros enemigos.

¿Qué modelo nos pone Jesús?

Nada menos que su mismo Padre: "Sean perfectos como es perfecto su Padre celestial." Aquí 'perfecto' se traduce como 'maduro, entero' es decir, "que ama sin límites"... Jesús no pretende frustrar a sus oyentes con un ideal inalcanzable; en cambio, les reta a crecer en obediencia a la voluntad de Dios – a hacerse más como Él.

Es la meta que Dios quiere que alcancemos. Igual que somos creados según la imagen divina, así podemos imitar la sinceridad moral de Dios. Pero también es una promesa de que, por la gracia de Dios, lo imposible será posible. En el nuevo mundo, Dios regenerará todas las relaciones. El Jesús de Mateo instruye a los discípulos para que vivan en el presente, sacando fuerzas del nuevo mundo que ya está en función.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-amen-sus-enemigos
Ilustración: Malin Lidén.
Cfr. Mons. Munilla:
https://www.youtube.com/watch?v=WMtRDqRI53k

sábado, 15 de febrero de 2020

DESARREGLO

Evangelio Dominical: Reconciliación
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado sobre el Evangelio que se proclama el sexto domingo del Tiempo Ordinario, ciclo A, correspondiente al domingo 16 de febrero.  La lectura es tomada del evangelio según San Mateo 5, 17-37

"Vete primero a reconciliarte con tu hermano"

Jesús a veces se salta la ley, pero aquí la defiende. ¿En qué quedamos?

Te cuento esta historia:

< Un violinista profesional visita la orquesta juvenil de una escuela. Los estudiantes se encuentran aprendiendo las reglas necesarias de la música, y producen una música aún de principiantes. Al verlo le pidieron que interpretara algo para ellos.

El violinista los hace con toda dedicación. Él conoce ya por instinto todas las reglas y las incorpora a su talento. Pero se deja llevar por el espíritu de la música, no piensa en reglas, y le sale la música con mucha belleza y arte, y como viniendo del corazón. Un apretado aplauso cierra su última nota.

Los estudiantes observan al violinista y aprenden mucho más viéndolo y escuchándolo que estudiando las reglas>.
Jesús es ese violinista, que se concentra tanto en su música, que ni se acuerda de las reglas. Las reglas se usan, si ayudan. Lo que importa es el espíritu o la intención que hay detrás de ellas.
En la época de Jesús, los judíos tenían demasiadas reglas.

Tenían tantas, que se olvidaban de lo principal. Como el que va por un bosque tan lleno de árboles frondosos y de ramas, que no llega a ver el sol.

Hay reglas más importantes que otras. Para Jesús las más importantes son las que defienden a las personas.

Por eso no respeta el sábado cuando se trata de curar enfermos o cuando sus discípulos necesitan cortar espigas para saciar su hambre. Tampoco le importa que sus discípulos no se laven las manos a cada rato sin necesidad, según pedían las leyes de la pureza ritual. Y recalca: "Si la justicia de Ustedes no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos" (v. 20).

¿Cómo son los escribas y fariseos?

Los escribas se sienten orgullosos de cómo interpretan la ley, y los fariseos están orgullosos de guardarla en todo su detalle. Pero fallan en cosas más básicas:

- Son orgullosos, buscando para sí la gloria que sólo pertenece a Dios (6:2, 5).
- Honran a Dios con los labios, pero sus corazones están lejos de él (15:8).
- Enseñan preceptos humanos como si fueran doctrinas divinas (15:9; 23:16-22).
- Explotan a las viudas, no atienden sus reclamos.
- No cumplen lo más importante de la ley (23:23).
- Aunque por fuera se presentan bien, por dentro "están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad" (23:25-28). Jesús les llama hipócritas en varias ocasiones (6:5, 16; 15:7; 22:18; 23:13-29).

¿Para que sirven las reglas, si no cumplen lo anterior?

¿Qué enseña en cambio Jesús?

En cambio Jesús plantea el combatir la ira, el adulterio, el divorcio, los juramentos, la venganza, el falso amor, la injusticia...

Y esto controlando nuestras actitudes y sentimientos, pues de ahí vienen las malas conductas y acciones.

Por ejemplo, la codicia del dinero puede llevar al asesinato, como les ocurre a los malandros.


También nos pide iniciar nosotros la reconciliación con los que nos han ofendido, antes de presentarnos ante el altar de Dios.

¿Puedo mirar a una mujer con codicia sexual?

El 'no cometerás adulterio' (Ex 20, 14; Dt 5, 18) implica no hacer lo que puede llevar a él – en este caso, mirar a una mujer con codicia sexual. Hay que estar preparado para el último mandamiento, "No codiciarás la mujer de tu prójimo" (Éxodo 20:17).

La pelea hay que darla desde los comienzos.
Las esposas tienen derechos.

"Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer", ¡cuidado! La sexualidad tiene capacidad creativa y de gozo, pero también puede hacer daño y destruir relaciones y compromisos. El dinero, el sexo, una copa de licor, el poder... han llegado a ser la ruina de mucha gente.

Por eso hay que estar alerta. Jesús quiere proteger el gozo común, eliminando comportamientos destructivos.

¿Hasta cuándo dura mi matrimonio?

- Y Vds., ¿cuándo se van a divorciar?
- ¿Por qué nos lo preguntas? Si nosotros no nos la pasamos peleando.
- Hay tantos amigos míos, cuyos padres se han divorciado.
- No, tranquilo. Nosotros somos muy felices en el matrimonio, y no nos pensamos divorciar.
Y el hijo quedó muy aliviado>

Los sufrientes del divorcio son los hijos. Por su bien, la intención de Dios para el matrimonio es que el hombre y la mujer casados permanezcan juntos de por vida.
El matrimonio no es un viaje sobre una alfombra mágica donde domina el glamour y el romance. Es normal enamorarse y desenamorarse. Pero sobrepasar los momentos difíciles
requiere compromiso, fuerza espiritual, es decir, amor verdadero.

Hay organizadores de bodas, que a la pareja de novios le presentan la posibilidad de firmar un acuerdo antes de casarse que facilite las negociaciones en caso que decidan divorciarse. Ante el altar prometen casarse "hasta que la muerte les separe", pero en secreto (y a veces no tan en secreto), guardan el divorcio como puerta de escape.
Algunos parecen decir: "Nos casamos hasta que nos cansemos".

En muchos casos se necesitan retiros de parejas, talleres sobre la crianza de los hijos, consejería matrimonial y otros programas para que las parejas refuercen sus matrimonios y estén preparados para sobrepasar los momentos difíciles.

Fuente:
Ilustración: Alexander Ivanov.

sábado, 7 de diciembre de 2019

VISIBILIZAR AL PROFETA

Evangelio Dominical: Juan Bautista
José Martínez de Toda, S.J.

La segunda semana de Adviento está a las puertas.  El P. José Martínez de Toda S.J. (Venezuela) nos comparte su comentario dialogado sobre la lectura del Evangelio que  se proclama el domingo 8 de diciembre, que corresponde al 2º Domingo de Adviento del año A (Mt 3, 3).

"Preparen el camino del Señor"

¿Es importante arrepentirse?

Fíjate en esta historia:

<Érase una mujer que fue expulsada del cielo. Al salir le dijeron que sería admitida de nuevo, si traía el regalo más querido por Dios.

Trajo gotas de sangre de un patriota que murió en la batalla. Trajo el dinero que una pobre viuda había dado a los pobres. Trajo la Biblia de un famoso predicador. Trajo el polvo de los zapatos de un famoso misionero. Trajo muchas reliquias de santos.

Ninguno de esos regalos era el que más le agradaba a Dios.

Un día vio a un niño que jugaba en una fuente. Un hombre a caballo se apeó para apagar su sed y, al ver al niño, recordó la inocencia y la alegría de su infancia. Miró al agua y vio el reflejo de su cara arrugada y endurecida, y toda su vida sucia y malvada pasó por su mente. Lágrimas de arrepentimiento llenaron sus ojos y regaron sus mejillas.

La mujer cogió una de esas lágrimas, la llevó al cielo y fue recibida con gran alegría por los ángeles y por Dios.> (Félix Jiménez, escolapio)

He aquí otra historia más corta:

<Érase un padre cuyo hijo estaba en la cárcel y a quien visitaba todas las semanas durante los últimos seis años. El hijo se negaba a recibirlo. Pero un día, siempre hay un día, el hijo le abrió todas las puertas, incluida la de su corazón. Este fue el mejor regalo de toda su vida.>

Fue otro hijo pródigo, que llenó de felicidad el corazón de su padre.

Dios también espera ese milagro de muchos de sus hijos.

Esto es lo que predicaba Juan el Bautista a los judíos: "Arrepiéntanse. Reformen sus vidas".

No ha habido un profeta en Israel por cuatrocientos años, y la gente está ansiosa de escuchar a un profeta.

¿Cómo se presenta Juan el Bautista?

No ha habido un profeta en Israel por cuatrocientos años, y la gente está ansiosa de escuchar a un profeta.

"Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura".

Iba vestido igual que Elías (2 Reyes 1:8). Los judíos esperaban que Elías regresara antes de la venida del Mesías (Malaquías 4:5), y la vestidura de Juan le identifica como el que cumple esa profecía.

La vestidura y dieta de Juan indican que él se ha adaptado a la vida del desierto. Su modesto estilo de vida también sirve de una protesta viviente contra todo egoísmo y desenfreno, frivolidad, descuido, y la falsa seguridad con la que mucha gente se apresura hacia su perdición.

Juan se presenta como un profeta.

¿Cómo era el bautismo de Juan y qué bautismo nuevo promete?

La gente que venía a escucharlo, confesaba sus pecados y Juan los hundía en las aguas del Jordán. Era un símbolo de limpieza y de renacimiento, de empezar de nuevo: del agua nace la vida. Estaban convencidos de que así preparaban la llegada del Mesías.
Pero Juan les anuncia el nuevo bautismo que traerá el Mesías:

"Yo les bautizo con agua para que Vds. se conviertan; pero el que viene detrás de mi puede más que yo, y no merezco llevarle las sandalias. Él les bautizará con Espíritu Santo y fuego".

Jesús bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. El Espíritu Santo llegará en Pentecostés (Hechos 2:38), y vendrá con fuego refinador, que destruye las impurezas y deja solo lo puro.

Muchos fariseos y saduceos se presentan también para ser bautizados.

Y Juan los llama "raza de víboras", hipócritas. No han mostrado 'frutos dignos de arrepentimiento'... De nada les sirven los ayunos... "Lo único que vale es la justicia y las obras del amor. Arrepiéntanse de sus pecados".

¿Y qué responden aquellos fariseos y saduceos?

Siempre encuentran explicaciones a su manera de vivir, siempre encuentran una justificación de sus pecados.

Por ejemplo, ellos dicen: "Tenemos a Abrahán por padre". Y se quedaban tan tranquilos.

Juan les avisa que su conexión con Abraham no les salvará.

Ya la segur está puesta á la raíz de los árboles" (v. 10).

A la hora de arrepentirnos, ¿conviene saber cuál es el pecado peor?

"Homo homini lupus" ("el hombre es un lobo para el hombre"), escribió el comediógrafo latino Tito Macio Plauto (254 a. C. - 184 a. C.).

Y todos repetimos: "El pez grande se come al chico"

En la sociedad hay dos tipos de personas: los opresores y los oprimidos. La línea divisoria puede ser el género, la etnia, la raza, la clase social...

Un grupo aparece como el lobo y el otro como el cordero.

¿Y cómo sería en este contexto el 'reino de los cielos', prometido por Juan y traído por Jesús?

Precisamente la Primera Lectura de hoy, de Isaías, nos presenta una escena idílica:

"El lobo habitará con el cordero, el puma se acostará junto al cabrito, el ternero comerá al lado del león y un niño chiquito los cuidará. La vaca y el oso pastarán en compañía y sus crías reposarán juntas, pues el león también comerá pasto, igual que el buey.

El niño de pecho jugará sobre el nido de la víbora, y en la cueva de la culebra el pequeñuelo meterá su mano". (Is 11, 1-10).

El reino de los cielos, al que nos invita Isaías, Juan el Bautista y Jesús, es que todos podemos estar bien sin necesidad de que haya vencedores y vencidos.

Para estar bien, no se requiere eliminar a los demás.

El texto de Isaías podría terminar así: "Y todos desde entonces vivieron felices", mientras oramos: "Venga a nosotros tu Reino", este Reino descrito por Isaías.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-juan-bautista-4
Ilustración: Ramón Chirinos detalle (FIA 2013).

sábado, 16 de noviembre de 2019

SOMOS TEMPLOS

Evangelio Dominical: Destrucción del templo
Padre José Martínez de Toda, S.J.

Domingo 17 noviembre, que corresponde al Domingo 33 del Tiempo Ordinario, Ciclo C.  La lectura bíblica es tomada del Evangelio de San Lucas 21, 5-19

"No tengan miedo"

Era importante para los judíos el Templo de Jerusalén. ¿Quién lo destruyó?

Hubo tres templos en Jerusalén, que fueron destruidos uno tras otro:

El primero lo construyó Salomón, pero fue destruido por el segundo ataque babilónico en 587 a.C. Cuando los judíos volvieron de su cautividad en Babilonia, construyeron el segundo templo – una tremenda obra de fe, pero inferior al templo original.

Herodes destruyó este templo en el año 20 a.C. para construir el tercer templo, el del tiempo de Jesús, que no se completó hasta el año 63 d.C. Estaba situado en un lugar prominente en Jerusalén, tan alto como un edificio de quince pisos. Josefo dice: "Todos los lados del templo estaban cubiertos con planchas de oro; por ello brillaba como una bola de fuego en cuanto salía el sol. Cuando la gente intentaba mirarlo, tenían que apartar la vista, como la apartarían de los rayos directos del sol."

¿Y los judíos estarían orgullosos de su templo?

Así es. Además los judíos estaban obligados a ir al templo a orar y a hacer sus sacrificios. Lo veneraban porque allí estaba la Presencia de Dios. Era el edificio y el lugar más importante para ellos, el más lleno de historia. Era algo muy querido. Pero Jesús siempre comentaba todo lo que se decía a su alrededor y dio su opinión sobre el templo.

¿Y qué comentó aquí Jesús sobre el templo?

Él ya había aclarado a la Samaritana, junto al Pozo de Jacob, que llegaría un día en que a Dios no se le veneraría ni en el templo de Jerusalén (de los judíos) ni en el de Garizim (de los samaritanos). Se le veneraría sin necesidad de templos 'en espíritu y en verdad'.

Y anuncia que el templo judío no era un supremo valor. Anuncia que sería destruido:

"Días vendrán que no quedará piedra sobre piedra" (v. 6).

Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, describe tres levantamientos contra los romanos: Theudas dirigió una insurrección desastrosa de cuatrocientos seguidores (Hechos 5:36). Judas el galileo hizo lo mismo (Hechos 5:37). Un egipcio, que quedó sin nombrar, también dirigió cuatro mil seguidores en una insurrección (Hechos 21:38).

La profecía de Jesús de que Jerusalén caería, se cumplió en el año 70 d.C., cuando los judíos se sublevaron otra vez contra los romanos, que asediaron la ciudad. Ésta al comienzo servía de refugio para sus ciudadanos, pero se convirtió en una trampa a medida que se apretó el asedio. Hubo canibalismo. La mayoría de ellos murió; el resto fue tomado en cautividad; y el templo quedó completamente destruido por las tropas de Tito Flavio.

¿Quedan hoy algunas ruinas?

Hoy sólo queda el Muro de las Lamentaciones. Y en la TV vemos a los judíos orando frente a ese muro, y meten sus oraciones escritas entre las grandes piedras cuadradas.

Esos días de revueltas y asedios fueron de mucho sufrimiento y tensión, también para los cristianos.

¿Qué recomienda Jesús, cuando habla de la destrucción de Jerusalén y de su templo?

En el reino de Dios que Él inaugura, ya no se necesitará templo, ni ciudad santa, ni sacrificios, porque toda la humanidad es el gran templo de Dios. Dios está en el Templo, pero también en la gente de carne y hueso. S. Pablo nos recuerda: "¿No saben que Vds. son templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en Vds?" (1Cor 3:16). "¿No saben Vds. que su cuerpo es templo del Espíritu Santo dentro de ti?" (1Cor 6:19).

Así pues, somos tan sagrados como el templo. Dios habita en nosotros.

¿Qué consejos da Jesús para el tiempo de persecución y para los días de sufrimiento y tensión?

Jesús no responde a los discípulos a su pregunta de cuándo iba a ocurrir todo aquello.

Jesús se preocupa más por 'cómo' vivir, sobre todo antes del encuentro definitivo con el Padre, qué hacer en tiempo de persecución. Y Jesús nos da estas seis recomendaciones:

1ª "Cuidado con los falsos profetas, que tratan de engañarles".

2ª "Cuando oigan de guerras y revueltas, no se espanten, no teman". (v. 9).

Aunque el templo haya sido destruido, Dios no deja de construir su Reino, no permite que su pueblo, reunido por Cristo, sea presa del pánico.

3ª "Les echarán mano, les perseguirán, entregándoles a los tribunales y a la cárcel, y les harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre; así tendrán ocasión de dar testimonio".

Pero, ¿son perseguidos hoy los cristianos?

Ahí están los jesuitas de El Salvador, Lucho Espinal sj en Bolivia, Vicente Cañas sj (1987) y la Hna. Dorothy Stang (2005) en Brasil, Dietrich Bonhoeffer en Alemania, y otros muchos en Sudán, en Irak y en la India.

Lo importante es ser testigos del verdadero Señor de la historia, sus siervos fieles que saben esperar, soportar, perseverar en el trabajo humilde y sencillo de cada día (Lc 17, 10).

Sin perder de vista el futuro de Dios, tenemos que enfocar el presente y vivirlo en el servicio y en el compromiso, en la lucha y en la oración.

4 "Les daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se les opondrán" (v. 15). Los cristianos no deben preocuparse por lo que dirán, porque Jesús les dará palabras invencibles de sabiduría, a las que los verdugos no sabrán qué responder.

5 "Ni un cabello de su cabeza se perderá" (Lc 21, 18; cf 12, 7). Es una palabra de aliento. La capacidad de aguante se hará manifiesta en la del martirio (cf Esteban en Hech 7, 59), en la paz a la hora de la disidencia doméstica y en el deseo de dar la vida por el Señor.

6 "Con su perseverancia salvarán sus almas". Jesús promete que Él estará con nosotros en nuestro sufrimiento y que el "orden" actual de las cosas puede cambiar.

Fuente:
Escultura: Baptiste de Bombourg.