miércoles, 31 de agosto de 2016

MIOPÍA TECNOLÓGICA

EL UNIVERSAL, Caracas,31 de agosto de 2016
Descontento 2.0 y tecnoimaginación
Daniel Asuaje
    
El clima generalizado de descontento es un impulsor emocional de la participación política activa. Las redes sociales la abonan. Sabemos que el nivel de desarrollo de las tecnologías de  comunicación condiciona las formas y niveles de la participación política. En efecto, todas las formas unidireccionales de comunicación favorecen las formas autoritarias de gobierno. Los contextos de comunicación bidireccional facilitan el diálogo, la negociación, la empatía y la concertación. Cuando la comunicación sólo podía ser principalmente cara a cara los griegos ensayaron las formas asambleístas de la democracia. Solo cuando el analfabetismo disminuyó socialmente y los medios de comunicación de masas fueron una realidad, la participación de las mayorías en la política fue posible. Alcanzar determinado nivel tecnológico no asegura automáticamente la realización de las potencialidades políticas, pero su ausencia sí niega, en la práctica, su posibilidad.

Las redes sociales, la web 2.0 camino a la  3.0, las tablets y smartphones, así como un sinfín de aplicaciones existentes hacen posible la democracia participativa. En nuestro país existe un cuerpo legal, el del poder comunal, frente al cual nuestra oposición ha sido ciega por razones ideológicas, desaprovechando un sinfín de posibilidades mediante las cuales habrían podido poner en aprietos al régimen actual gracias a la participación real y masiva del soberano.  Debió verse más sus posibilidades que su promotor.

La cúpula  chavista al verse en el dilema de profundizar la democracia participativa o enfocarse en la concentración y mantenimiento a todo trance del poder optó, por esto último. Por ello dejó de lado la profundización del marco legal comunal, la creación de nuevos consejos comunales y asegurar la incorporación de estos a los mecanismos de consulta y decisión. Esta conducta, voluntariamente o involuntariamente, coincide con el descuido de la actualización de nuestra infraestructura tecnológica de comunicaciones, en particular la de Internet.

La infraestructura tecnológica nacional además de obsoleta, es de insuficiente cobertura poblacional y tiene tan pobre mantenimiento que puede caer en situación de colapso y apagón tecnológico en los próximos meses. Las capacidades actuales son lamentables, Venezuela tiene la navegación más lenta en la red de nuestro continente con 1,9 de velocidad, Chile navega con 7.3. Estamos en la cola tecnológica. En países como Perú más del 75 por ciento de los internautas navegan a cuatro megas. En Venezuela menos del 10 por ciento puede hacerlo.

Este rezago  impide que disfrutemos de televisión por streaming, profundiza  el analfabetismo tecnológico, nos margina de la vida moderna porque la imposibilidad de renovar equipos y actualizar licencias de software nos ponen en peligro de quedar fuera de la nueva web. También coloca a los ciudadanos en situación de minusvalía tecnológica para el ejercicio de sus  derechos a informarse sobre lo que deseen, opinar sobre lo que estimen de su interés y  hablarles directamente a sus gobernantes cuando quieran demandar rendición de cuentas o hacerles saber sus prioridades. El gobierno puso a la democracia participativa en el listado de las promesas incumplidas. Pero si bien hay limitaciones tecnológicas para el pleno ejercicio de la democracia participativa en nuestro país, se está lejos de impedirlo totalmente.   

Para el 1-S las redes sociales estarán completamente activas y serán un medio para sortear la censura informativa de ese día, a menos que haya un apagón tecnológico. Será también terreno fácil para la contra información oficial. Ningún medio escapa a esta posibilidad de uso, pero los usuarios de las nuevas tecnologías disponemos de modos de validación tan rápidos como los intentos de desinformarnos se sucedan.

Estas posibilidades tecnológicas y la nueva cultura del conocimiento deberían mover a las organizaciones políticas  a migrar desde la divulgación de contenido proselitista convencional o auto promocional hasta la difusión de contenidos sintonizados más bien con las expectativas e intereses de los ciudadanos. Es la manera moderna de conseguir seguidores, comunicándose con ellos a partir de sus intereses y necesidades y no desde la perspectiva de los partidos o líderes. Es consustanciándose con el ciudadano que se gana su atención, su confianza y hasta su adhesión a las propuestas.

La  miopía tecnológica de la oposición, unida a su ceguera ideológica sobre las posibilidades del marco legal del poder popular, les hace desaprovechar oportunidades más eficientes y baratas  que las convencionales para la participación protagónica de las mayorías, justamente cuando se puede desnudar los frenos gubernamentales a estas posibilidades y ya es viral nuestro descontento. La democracia participativa y protagónica vino para quedarse pero hace falta que la imaginación tecnopolítica y la apertura ideológica aprovechen las posibilidades de la plataforma informática. 

Fuente:
http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/descontento-tecnoimaginacion_459338

CIUDADANO ARMADO

Pueblo y fuerzas armadas
Margarita López Maya 

Pareciera que los venezolanos tienen una cita con la historia este jueves próximo, lo que hace preguntarme: ¿qué rol jugarán los militares en los acontecimientos que se acercan?

Durante estos años, ellos se hicieron crecientemente protagónicos. Bajo la bandera de la unión “cívico-militar” como medio para hacer un mejor país, terminamos perdiendo logros civiles del siglo XX y repitiendo etapas caudillistas y despóticas de nuestro pasado. Con Maduro, la unión acentúa lo militar sobre lo civil, el cuartel sobre el ágora. El resultado ha sido nefasto y cualquier solución que perpetúe ese desequilibrio a favor de las lógicas de obediencia ciega y guerra solo continuará cavando la fosa de atraso y violencia que hoy caracteriza nuestras relaciones como sociedad.

Nuestras fuerzas armadas viven tiempos difíciles, como todos nosotros. En su caso, su politización y partidización a favor del chavismo las ha desprestigiado ante una porción significativa de la sociedad, perdiendo su capacidad de proteger nuestra soberanía y a nosotros mismos como pueblo. En la medida en que también asumieron tareas para las cuales no están preparados profesional ni psicológicamente, la lista de sus fracasos aumenta.

Entre los grandes errores de Maduro está haberlos puesto al frente de la economía y distribución de alimentos. Un sector que se entrena para obedecer órdenes y hacer la guerra, no tiene conocimiento alguno para reactivar el aparato productivo o distribuir con efectividad los alimentos escasos; por tanto, no puede desempeñarse con éxito en esas labores. A un sector que se adiestra con armas bélicas no le toca controlar colas y protestas de ciudadanos indignados. Y no hablemos de los vergonzosos operativos de seguridad ciudadana a los que los han incorporado, que han resultado en escasos éxitos e incontables abusos y violaciones de los derechos humanos de la población.

El militar es un ciudadano armado, con derechos y deberes específicos que no incluyen controlar la vida civil. Lo de la unión cívico-militar como forma de gobierno supuestamente más democrático fue un error. Los resultados están a la vista.

En las próximas semanas, los hombres y mujeres armados de este país también tendrán su particular cita con la historia. Amanecerá y veremos.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/27376-pueblo-y-fuerzas-armadas

CACERÍA INDIVIDUAL Y SELECTIVA

Sobre la Fuerza Armada

"Estamos en medio de una cacería individual y selectiva de la dirigencia opositora que dice justificar al imaginario enemigo interno de la vieja doctrina de seguridad nacional a la que apela Maduro Moros”, señaló el diputado  Luis Barragán en el acto de reconocimiento a los becarios de Vente Venezuela que cursarán la Maestría en Liderazgo y Gestión Pública en el Instituto Atlántico de Gobierno, Madrid.
   
“Hoy, el problema de la violencia en Venezuela tiene por principal motor al propio gobierno nacional. Nada paradójica al tratarse de un proyecto totalitario, esta es la verdad irrefutable que ha de considerar la Fuerza Armada Nacional para no prestarse a las maniobras represivas temerariamente ordenadas por Maduro Moros y sus ministros que redundan en la vigente, como vieja, doctrina de seguridad nacional que se afinca y justifica en el enemigo interno de su disparatada imaginación”.

Prosiguió el jefe de la fracción parlamentaria de Vente Venezuela: “Doctrina agravada por una inédita circunstancia de estos años, como es la del reconocimiento e impune actuación de los llamados colectivos armados que, al ejercer un terrorismo de Estado por delegación, incurren en actos delictivos comunes y de esto saben muy bien los periodistas que han dejado un testimonio harto elocuente. Por ello, insistimos en la necesidad de una Fuerza Armada Nacional constitucionalista, democrática, republicana, profesional, especializada y al servicio de toda la nación y no de una parcialidad política e ideológica: la transición democrática abre generosamente ese camino”.

Respecto a los jóvenes de Vente Venezuela que cursarán estudios en España, señaló: “Ustedes constituyen la posibilidad de un futuro relevo parlamentario  que únicamente será posible con una indispensable preparación académica que no se entiende sin el directo compromiso con la ciudadanía. Optamos y contamos con jóvenes que realmente son auténticos en su sentir, pensar y actuar y que, yendo más allá de las caravanitas de ocasión y de los mueleros precoces de la política,  tienen un compromiso de lucha en el propio medio en el que se desenvuelven. No son parte de la escenografía, sino protagonistas de una hora estelar en la historia venezolana”.

Al respecto, responsable por la fracción parlamentaria del planteamiento de los problemas de los venezolanos de la diáspora, el diputado Franco Casella dijo: “La fracción parlamentaria de Vente Venezuela en la Asamblea Nacional, contrae un compromiso de trabajo con los jóvenes que marcharán y volverán de España: el seguimiento conjunto y a distancia de de las realidades venezolana e ibérica, la edición de un boletín regular fruto del intercambio entre los parlamentarios y becarios, como la celebración de un posterior seminario con los egresados del Instituto Atlántico de Gobierno. Nos importan los problemas que los venezolanos de la diáspora confrontan, incluyendo la indiferencia de los cónsules y embajadores para la renovación del pasaporte y la gestión de otros documentos, la estabilidad laboral, etc. Los becarios en cuestión, en la medida de sus posibilidades, se ocuparán de levantar la data de esos problemas y de plantearlos para que acá se adopten las iniciativas parlamentarias del caso”.

Luego de anunciar que al Lic. César Morales, actual Secretario de la fracción parlamentaria de Vente y becario, le corresponderá ejercer de enlace con el resto de sus compañeros, expresó el diputado Barragán: “Existe una cacería individual y selectiva de la dirigencia opositora, donde la incomunicación es tanto o más importante que la arbitraria detención en el marco de esta intensa guerra psicológica que ocupa a Madura Moros. Empero, esto no detendrá la enorme y pacífica protesta en Caracas el primero de septiembre que tan desmoralizado lo tiene. Es preferible medirse en un referendum revocatorio o renunciar, antes que desesperar por el rechazo de los venezolanos que mueren literalmente de hambre y de miseria”.

31/08/2016:
http://www.opinionynoticias.com/noticiasnacional-/27391-barragan-qla-vieja-doctrina-de-seguridad-nacional-hoy-inventa-se-afinca-y-justifica-en-el-enemigo-interno-q
http://www.lapatilla.com/site/2016/08/31/diputado-luis-barragan-aspiramos-a-una-fan-al-servicio-de-toda-la-nacion/
http://reporte24.org/2016/08/diputado-luis-barragan-aspiramos-a-una-fan-al-servicio-de-toda-la-nacion/
http://www.scoopnest.com/es/user/la_patilla/771010199960293376
http://quepasaenvenezuela.com/2016/08/31/diputado-luis-barragan-aspiramos-a-una-fan-al-servicio-de-toda-la-nacion

LA (S) BALSA (S) DE PIEDRA

EL PAÍS, Madrid, 31 de agosto de 2016
 TRIBUNA
Federalismo y soberanía
Un federalismo que supere el estado-nación en España y Europa es hoy la mejor vacuna contra el repliegue identitario y el nacional-populismo en ascenso. Es también la mejor manera de gobernar la globalización y alcanzar una prosperidad compartida
Francesc Trillas Jané

En 1973 el politólogo Juan J. Linz apuntaba que España se había construido como Estado pero había fracasado en su intento de edificar una nación: era un Estado para todos los españoles pero una nación-estado sólo para una parte de ellos. Hoy, 43 años después, Linz tendría que considerar factores adicionales. Las Comunidades Autónomas se han consolidado como centros de poder. El fenómeno de la inmigración ha provocado que muchos españoles tengan sentimientos de identidad relacionados con sus países de origen, mientras otros empiezan a echar raíces en los países donde se han instalado como emigrantes. España forma parte además de la Unión Europea, un marco aún más complejo que nos obliga a buscar el encaje de nuevas identidades e intereses diversos.

Construir una colectividad para sólo una parte la sociedad, aunque sea mayoritaria, apelando a una soberanía nacional que, como dice Josep M. Colomer, ya no existe ni existirá, no parece la mejor forma de aproximarse al problema, como sí podría serlo la de desarrollar un proyecto de estructura institucional (acompañada de un marco conceptual y mental) en la que todos los sectores con distintos sentimientos de identidad puedan sentirse cómodos. A esta tarea puede contribuir lo que representa la tradición y la experiencia federal en gran parte del mundo. Algunas de las democracias más grandes, estables y complejas, como Canadá, Estados Unidos, Suiza o la India, son federales y lo son porque han encontrado en este modelo la forma de encajar la diversidad y a la vez organizar la democracia con un sistema de pesos y contrapesos, cada una de ellas con especificidades propias de su evolución histórica.

Cuando se pregunta por el federalismo en las encuestas, tanto en Cataluña como en el conjunto de España, alrededor de un 40% se muestra a favor. El 60% restante se distribuye en posiciones diferentes, radicalmente enfrentadas entre ellas y fragmentadas. La solución federal aparece así como la única forma de organización institucional en torno a la que podrían ponerse de acuerdo, cediendo en parte, una mayoría cualificada de legisladores, pero también una gran mayoría de ciudadanos, porque minimiza la distancia entre la opción preferida por la inmensa mayoría y la opción acordada. Un sistema federal avanzado reduce el descontento de todas las partes, algo necesario en un país como España cuya grave crisis política e institucional requiere poner sobre la mesa opciones que despierten el mayor consenso.

Una de las excusas esgrimidas en los últimos años para no abrazar explícitamente el federalismo en España es su supuesta tensión con el objetivo de la igualdad de todos los ciudadanos. Pero el federalismo, lejos de ser un obstáculo para la igualdad, la facilita. El reconocimiento de la diversidad y de la singularidad no tiene nada que ver con la igualdad de derechos de todas las personas. En una federación, todos los ciudadanos tienen derecho a los mismos servicios básicos, al igual que tienen derecho a gastar de diferentes maneras una cantidad similar de ingresos fiscales. Federalismo es derecho a la diferencia sin diferencia de derechos. Una federación con una política fiscal común permite evitar la competencia fiscal a la baja y hacer frente a shocks diferenciados de renta mediante transferencias solidarias, explícitas y transparentes de unos territorios a otros. Presenta además otras ventajas: la descentralización no sólo del gasto sino del poder permite innovar y copiar las mejores prácticas, facilita la rendición de cuentas y acerca los servicios públicos al ciudadano.

El objetivo de igualdad también es una cuestión que tiene que ver con el respeto a las identidades diversas. Una federación plurilingüe, en la que cada uno de sus ciudadanos puede dirigirse a todos los niveles de gobierno en su idioma materno y puede escuchar a sus representantes expresarse en varios idiomas —como sucede en Suiza, Bélgica y Canadá— es una conquista que iguala en derechos. No se trata tampoco de afirmar aquí que el federalismo es una panacea. Los conflictos no desaparecen mágicamente en una democracia, sea federal o no lo sea, sino que surgen y evolucionan constantemente. Se trata más bien de gestionar nuestras discrepancias en una sociedad integrada y buscar el camino que más se adecue a nuestras necesidades.

España y Europa tienen ya muchos aspectos federales. España ha evolucionado desde un Estado centralista y unitario a uno que desde 1978 se ha descentralizado progresivamente, y donde la mayoría de niveles relevantes de gobierno (excepto las diputaciones) son elegidos directamente por los ciudadanos. En este camino, sin embargo, se han producido disfunciones y distorsiones del modelo que se traducen especialmente en la falta de elementos de gobierno y soberanía compartidos, lo que se corregiría disponiendo de un Senado reformado como Cámara territorial. En todos estos años tampoco se ha clarificado suficientemente la distribución de las competencias entre los distintos niveles ni la financiación de éstas, lo que es una fuente constante de tensiones y que una reforma de la Constitución en sentido federal podría resolver. Tampoco está claro cuál es el rol de los poderes sub-centrales en el diseño de las reglas de déficit y endeudamiento que impone la política común europea.

No se avanzará en este camino mientras los soberanistas catalanes y los soberanistas españoles prioricen movilizar a la opinión pública con proclamas patrióticas, avivando el enfrentamiento para mantener a corto plazo sus opciones de seguir al frente de sus gobiernos. Pelearse por la soberanía nacional cuando ningún Estado europeo tiene una política económica autónoma ni ejército ni moneda ni una única lengua, es algo que no tiene sentido.

Los soberanistas españoles y los catalanes dicen apoyar una Europa federal pero recelan de una España federal, lo que es una contradicción. No se puede estar dispuesto a derribar las fronteras con otros países europeos pero crear nuevas fronteras en España, ni pretender que el resto de los europeos renuncien a sus nacionalismos sin estar dispuestos a rebajar los decibelios del nacionalismo español. Los símbolos y las emociones siguen siendo en gran parte nacionales, pero las políticas y las transacciones lo son cada vez menos. Como bien explican el economista francés Thomas Piketty, o el filósofo alemán Jürgen Habermas, cuestiones como el combate contra la desigualdad o la crisis migratoria no se pueden afrontar ya desde la perspectiva del estado-nación, que no es capaz de dar respuesta a los grandes problemas de la globalización ni de ser el contexto único en que se articula el contrato social.

Un federalismo que supere el estado-nación en España y Europa es hoy la mejor vacuna contra el repliegue identitario y el nacional-populismo en ascenso en todo el mundo, también entre nosotros. Y es la mejor manera de desarrollar una arquitectura institucional que permita gobernar la globalización y alcanzar una prosperidad compartida.

(*) Francesc Trillas es profesor de Economía de la UAB y vicepresidente de Federalistes d'Esquerres.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/08/22/opinion/1471867510_025232.html

martes, 30 de agosto de 2016

CUADERNO DE BITÁCORA

La fotografía de Kirill Kudryavtsev (AFP), registra una escena del combate entre la italiana Loreta Gulotta y polaca Aleksandra Socha, en Río. Tratamos de una disciplina deportiva reglada y publicitada. Ahora bien, siendo el conflicto inherente a la condición humana, requiere de reglas que lo diriman pacíficamente. En Venezuela, es evidente el conflicto, pero las reglas están establecidas en la Constitución para zanjarlo. Son muy claras las respuestas constitucionales a la crisis humanitaria que padecemos. Luego, el revocatorio constituye una respuesta. De tratarse de la Gulotta y de la Socha, Maduro Moros no sólo intentaría imponer sus reglas bien sobrevenidas y caprichosas, sino que se las lleva presa so pretexto de cualquier ocurrencia, las difama como antideportivas esgrimistas y él mismo se da por victorioso.
LB

lunes, 29 de agosto de 2016

INCIPIT

Entrevista con Amos Oz
El laberinto de la identidad
José Gordon

Considerado el novelista vivo más importante de la literatura israelí contemporánea, Amos Oz ha explorado las formas de vida de su sociedad desde una óptica intimista y con notable penetración psicológica. Su propósito ha sido dar una imagen de la existencia humana que permita al lector adentrarse en la sensibilidad ajena para ver el mundo desde nuevas perspectivas.
A las 9:30 de la mañana el novelista Amos Oz nos recibe en su departamento de Tel Aviv. Llegamos al piso doce. Él mismo nos abre la puerta. A los 74 años tiene el cabello casi plateado. Su cuerpo denota un ligero cansancio; sin embargo, sus ojos grises mantienen la alerta y la agudeza de un maestro exigente y riguroso que no puede esconder del todo su calidez. Estamos reanudando un diálogo que comenzó en 1998 en Arad, un poblado en medio del desierto. En esa ocasión hablamos de su literatura y de sus perspectivas en torno al conflicto en Medio Oriente. Amos Oz fue el fundador del Movimiento Paz Ahora. En sus ensayos y novelas retrata la complejidad de un mundo que no se ajusta a nuestros deseos y en donde es fundamental abrirse a la mirada del otro. Al terminar esa entrevista para Canal 22, me invitó a tomar un café. Atardecía. Las luces de su estudio estaban apagadas. La oscuridad nos envolvió lentamente. Le dije que me parecía que tarde o temprano subrayaría el registro literario de una de sus primeras novelas en donde la vida se encuentra sutilmente interconectada. Amos Oz simplemente sonrió. Nunca habla de las obras en las que está trabajando. Un año después, publicó la novela El mismo mar, que describe la interrelación que trenza a todos los objetos con la luz y también plantea la conexión invisible de pensamientos que se da a pesar de la distancia. Al leer el libro en la Ciudad de México me tocó el turno de sonreír.
Mientras mi amigo y productor Froylán López Lavín instala las cámaras de Canal 22, nos asomamos al gran ventanal del departamento que hace que una pantalla delgada de televisión, de color negro —colocada en una pared aledaña—, se convierta en una especie de pecera ante el reflejo de la luz de un sol radiante que le da una sensación de agua oscura y verde. Le obsequio el libro Manual de zoología fantástica de Borges, ilustrado por Toledo, traducido al inglés. Me dice que conoce ya del trabajo de Toledo. Borges le apasiona. Al hablar de la exactitud de las palabras del escritor argentino, cita a un poeta israelí: “Natan Alterman dijo alguna vez que si por algún embrujo las matemáticas desaparecieran del mundo, la poesía sería llamada a sustituir las matemáticas”.
Hablamos de Rulfo. Por azar me encontré unos días antes con el íncipit de la novela Pedro Páramo en hebreo: “Bati el Komala ki amrú lí she bemakom hazé gar aví, ejad Pedro Páramo”. Se ríe con los ojos, con la musicalidad de la traducción. Me dice que la obra de Rulfo es inigualable. Amos Oz se levanta a buscar un libro en la pared opuesta a la televisión. Está llena de libros desde el piso hasta el techo. Vuelve con la traducción al inglés de El naranjo o los círculos del tiempo, de Carlos Fuentes. Me enseña con orgullo el epígrafe que seleccionó Fuentes: “Como los planetas en sus órbitas, el mundo de las ideas tiende a la circularidad”. Es una frase de Amos Oz de la novela Amor tardío.
Froylán termina de instalar el equipo. Nos sentamos ante las cámaras para reanudar un diálogo en torno a los poderes de la literatura. Conversamos sobre el laberinto de la identidad, sobre algunas claves de su cultura. ¿Es posible una espiritualidad secular? Me brinda sus apuntes sobre el trabajo que realiza como escritor para sumergir al lector en un mundo y lo que significa la mirada del arte.
El poeta Octavio Paz escribió un libro llamado El laberinto de la soledad en donde describe algunos rasgos de la identidad cultural mexicana. En el libro Los judíos y las palabras, escrito junto con su hija Fania Oz-Salzberger, ustedes hacen lo mismo de cara a la cultura judía e israelí. Hablemos de las sensibilidades que se revelan mediante la literatura.
Pienso que leer literatura es la mejor forma de viajar. Si tú compras un boleto y vas a París, ves los edificios y los museos, los parques y los bulevares. Si tienes suerte, conversas con algunas personas en un café. Luego compras algunas tarjetas postales, tomas fotografías y regresas a casa, pero si en lugar de ir a París lees a Marcel Proust, entonces eres invitado no tan sólo a los monumentos y a los bulevares: eres invitado a pasar dentro de las recámaras de otra gente, dentro de sus cocinas, de sus cuartos; te vuelves parte de la otra cultura. Eso es lo que hace la literatura cuando está en su mejor expresión. Cuando leo a García Márquez soy de Macondo, de Aracataca, y cuando leo a Dostoievsky soy de San Petersburgo y cuando leo a Kafka, estoy en Praga. Así que, para mí, la mejor forma de viajar es leer un libro sobre otra cultura, otra gente, otro país y además es más barato.
Si realmente queremos conocer la cultura israelí, ¿qué es lo que nos revelaría la literatura?
Yo escribo —dice Amos Oz luego de internarse en su mundo— de manera muy cercana sobre lo que conozco mejor y lo que mejor conozco es la historia del pueblo judío y la historia de Israel. Soy hijo de inmigrantes que apenas pudieron escapar de Europa en los años treinta. Trajeron consigo una cultura europea y una cultura judía secular, no religiosa. En el libro Los judíos y las palabras hablamos exactamente sobre estas mezclas que ha tenido la cultura judía con el secularismo europeo, con influencias árabes, arameas, griegas y latinas, de este conglomerado que es la bendición del judaísmo.
De hecho, en lugar de hablar sobre vínculos sanguíneos, ustedes proponen que se trata de una cultura de vínculos textuales.
Fania y yo creemos que la línea de secuencias judías no es una línea sanguínea. No se trata de genes, no tiene que ver incluso con la sinagoga. Está relacionada con una gran colección de textos escritos a través de miles de años. Estos textos se vinculan entre sí de la misma manera que mis propias novelas y relatos se vinculan con la Biblia y con la Mishná y con todo el legado. Los textos son las pirámides judías, los textos son las catedrales judías, los textos para los judíos son lo que la Muralla China es para los chinos. Son lo que los judíos se han dado a sí mismos y al mundo: textos. Somos un pueblo de textos. Hablamos sobre textos, leemos textos en las fiestas cuando nos sentamos a cenar, leemos textos y discutimos los textos y cuando los judíos tuvieron que escapar de los progromos y de las persecuciones de un país a otro, en medio de la noche tuvieron que dejar todo pero se llevaron consigo a los niños y a los libros.
Los tesoros reales.
Sí.
De esta manera hay ciertas sensibilidades que son enfatizadas en esta cultura: una de ellas es la de proponer un juego de múltiples interpretaciones de estos textos. No se quedan fijos.
En los buenos tiempos la vida judía espiritual era un juego abierto de interpretación, contrainterpretación y reinterpretación. Todos tenían derecho a interpretar. Se esperaba de todo muchacho que cuando llegara a la edad de trece años y celebrara su bar mitzvá [su confirmación], dijera en la sinagoga un jidush [una novedad], algo original sobre el texto. No algo aprendido de memoria, no algo que se memorizó sino algo inventado. Esto era un tremendo aliento a la creatividad y a la originalidad.
Esto es lo que usted subraya cuando habla de esa posibilidad llevada al límite en el relato de Borges “Pierre Menard, autor del Quijote”: uno reinterpreta el texto de tal suerte que uno escribe el mismo texto, pero es propio.
Se vuelve original porque uno no tan sólo lo reescribe. Cuando uno lo reescribe lo reinventa, lo vives de nuevo. Ves las imágenes con tus propios ojos, no con los ojos de Cervantes; escuchas los sonidos con tus propios oídos no con los oídos de Cervantes; percibes los olores con tu propia nariz no con la nariz de Cervantes. Recreas el Quijote. Esta es la idea de Pierre Menard de Borges y pensamos que esto es una buena forma de entender de qué trata la tradición judía.
Hay algo muy importante que usted dice: estas sensibilidades son enfatizadas en la cultura judía y en la cultura israelí, pero no son chovinistas porque pertenecen a todos. Son universales, pero son enfatizadas en esta cultura.
Son accesibles a todos porque son textos. No son templos ni monasterios, no son claustros. Son textos, y todos pueden acercarse a ellos, los pueden leer directamente en hebreo o en su traducción, pero también están llenos de argumentaciones. Nuestra civilización es una civilización de duda y debate. La idea es que todos son rabinos. No es por nada que los judíos nunca han tenido un Papa, ni podrían tenerlo. Si cualquier ser humano se llamara a sí mismo o sí misma el Papa de los judíos, todos se le acercarían, le darían una palmada en la espalda y le dirían: “Hola, Papa, yo no te conozco y tú no me conoces a mí, pero mi abuelo y tu tío solían hacer negocios juntos en Minsk o en Casablanca y por lo tanto por favor guarda silencio por sólo cinco minutos y déjame decirte de una vez por todas qué es lo que realmente Dios quiere de nosotros”.
Todos tienen derecho a expresar duda y todos son alentados a debatir. Aquí en Israel, cada fila para tomar el autobús en Tel Aviv, o en Jerusalén, puede fácilmente prender una chispa y volverse un apasionado seminario callejero con completos extraños que esperan el camión debatiendo sobre política e historia y moralidad y religión y el verdadero propósito de Dios. Mientras están en desacuerdo entre sí sobre la política, y el bien y el mal metafísico, se meten a codazos al primer lugar de la fila. Esta es la cara mediterránea de Israel. Como lo he dicho en muchas ocasiones, esta sociedad viene de una película de Fellini y no de una cinta de Ingmar Bergman. Podrán hallar un reflejo de ello en mis novelas, en mis relatos.
Otra de las sensibilidades que son enfatizadas es un olfato que detecta rápidamente lo justo y lo injusto al mismo tiempo.
Sí. El sentido de la justicia es lo que hace que Abraham, en la historia sobre el destino de la pecadora ciudad de Sodoma, esté en desacuerdo con Dios. Primero negocia con Dios como un astuto vendedor de carros de segunda mano: cincuenta hombres justos, tal vez cuarenta hombres justos, treinta, veinte, tal vez diez. Cuando pierde el debate, no cae de rodillas y pide perdón por el atrevimiento de haber discutido con Dios, no; gira los ojos hacia el cielo y dice: “¿Puede el juez de toda la Tierra no hacer justicia?” —Amos Oz pronuncia en hebreo esas palabras—: “Hashofet kol haaretz lo yaasé mishpat”. Esto quiere decir que tal vez tú seas Dios, el señor del universo, pero no estás por encima de la ley; podrás ser el legislador pero aun así no estás por encima de la ley; podrás ser el ejecutivo principal del universo pero aun así no estás por encima de la ley. La ley está por encima de ti. Este es un concepto básico de la tradición judía en los buenos momentos. El judaísmo ha tenido malos momentos, tiempos de estancamiento, de aislamiento, tiempos de jerarquías y autoritarismos, pero en los buenos tiempos había este debate perpetuo sobre la justicia y demanda de justicia, acompañada de sentido del humor.
Desde la Biblia hasta Woody Allen.
La literatura judía —Amos Oz sonríe— en todas las generaciones está llena de humor y frecuentemente se trata de un humor que se muerde a sí mismo. Nos reímos de nosotros mismos, de lo que somos. La naturaleza del chiste judío es frecuentemente: “Yo soy raro pero tú también eres raro”.

Fuente:
http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/articulo.php?art=16760&publicacion=792&sec=Art%C3%ADculos

SE OYE AL VENIR

EL NACIONAL; Caracas, 29 de agosto de 2016
Libros: Amos Oz
Nelson Rivera

Hay narradores a los que se escucha venir. Hacen sentir sus pasos a lo lejos. Los hay corteses, que dan un corto merodeo, como Zweig o Turgueniev; los que nunca pierden la ocasión de hacer sonar al mundo (en Conrad, por ejemplo, hasta los silencios resuenan). Otra raza, no la única por supuesto, es la de los narradores repentinos. Autores cuyas historias saltan con la primera frase. Como si la narración impaciente no pudiese esperar por el lector. Bus apurado: cuando pisas el peldaño, el relato ya está en movimiento. Son repentinos Kafka, Chejov y, en muchos de sus magistrales relatos, John Cheever. Hechizan: es tal la impronta y rapidez de sus trazos, que parecen magos. A esa misma categoría pertenece el Amos Oz (Israel, 1939) de Hasta la muerte (Ediciones Siruela, España, 2016).
El volumen lo componen dos novelas cortas. La que abre el libro tiene como título “Amor tardío”. De la primera a la última línea, una catarata: la voz del viejo Shraga Unger, que vive para advertir a sus compatriotas judíos del peligro que la Rusia comunista y bolchevique representa para el judaísmo ruso y para la totalidad del pueblo judío. La suya es una mente en estado de asedio: siente que se acaba el tiempo. Urgido, no escucha. En sus arrebatos de supra conciencia, reconoce que los demás tampoco le escuchan a él. Pero no puede parar, aun siendo testigo de su declive, de su desintegración por goteo. “Ahora, con sesenta y ocho años, solo, sin amar ni ser amado, se me concede una última prórroga para intentar expresar dos o tres cosas. Después me entregaré en paz”.
Por momentos, el palabrerío de Unger se desata. Alcanza picos altos, delirantes. Es un hombre que compendia el miedo acumulado por su pueblo, luego de milenios de persecución. Sin embargo, el paranoico torrente porta otras cualidades. Paréntesis o momentos de ralentización, en los que surgen sutiles observaciones que se aproximan a lo inexpresable. Confesiones, reclamos a la vida,  puesto que “comienzas de pronto a esperar con ansias un esclarecimiento, una aclaración aguda, parece que algo debe, tiene que revelarse, una versión, una combinación vertiginosa, un propósito, pues no es posible que hayas nacido y también vayas a morir sin que te acontezca al menos una aclaración, sin que te ocurra una luz fuerte, sin que te pase algo….”. La manía persecutoria que padece Unger no aplasta en él otras dimensiones: su percepción de que hay una dialéctica eterna de construcción-destrucción; su sensación de la cotidianidad que se carcome a sí misma; su advertencia –dirigida a sí mismo y al mundo– de que el terror a las inmensidades puede conducir a la pérdida de la razón.
La segunda narración, más breve, se llama “Hasta la muerte”. Su tono impone: mesura, precisión, cierta majestad. Año 1096. Desde Aviñón, Guillaume de Touron, un señor de la nobleza, encabeza una cruzada que se pone en marcha rumbo a Tierra Santa. Son tiempos donde la fe salva o mata, bajo las formas más aberrantes de tortura. Los creyentes, así como esperan las señales de Dios, temen a las brujas y al mal. Tiempos donde la cruz se trocaba en espada.
“El señor cabalgaba sobre su yegua Mistral sin prisa. No se trataba de moderación, tampoco de la calma que sigue al martirio, sino de un lento avance en horizontal a lo largo de los caminos”. La extensión de la ruta, los peligros que acechan, la reaparición constante de lo desconocido. Guillaume de Touron es un hombre silencioso e implacable. El largo camino hace inevitable la aparición de lo inesperado. El miedo se instala. Se sospecha hasta de los propios cruzados. Quizás haya algún infiltrado del mal. “Miraba a sus hombres. A cada uno de ellos, sus gestos y sus movimientos al comer, al reírse, al dormir, al cabalgar. ¿Tiene sentido buscar en la esfera sensible? ¿Qué es judío en un judío?”.
Hay empresas que los hombres acometen, destinadas a causar dolor a sí mismos y a los demás, quizás porque una vez iniciadas, se pierde para siempre el coraje de volver atrás. Empresas de la fe extrema. “A menudo, Guillaume de Touron pronunciaba un extraño sermón, repetitivo y febril, en el que pedía a sus hombres que lo amasen, que se amasen los unos a los otros, que amasen a los caballos que agonizaban de frío, que amasen su propia sangre y su propia carne porque su sangre no era su sangre y su carne no era su carne”.

Fuente:
http://www.el-nacional.com/opinion/Libros-Amos-Oz_0_908309315.html
Cfr.
http://lbarragan.blogspot.com/2010/08/oz-en-escena.html

A GRITO HERIDO

TESTIFICACIÓN

COMICIOS CRÍTICOS

LA RIVALIDAD ANTES INSOSPECHADA

ENCAMBURADO

FACTURA

EPISTOLARES

UN TRAZO COMPARATIVO

De un chivo expiatorio
Luis Barragán


Despuntando el nuevo siglo, el gobierno – por cierto, el mismo de ahora – explotó inmisericorde y miserablemente el pasado inmediato, recreando al país con terribles estigmatizaciones. Nunca estuvimos peor, se nos dijo con el morbo grácil de una larga cadena radiotelevisiva en la que Chávez Frías combinaba varios formatos según sus antojos.

El -  a veces -  pater  familiae que echaba en la sala de la casa el cuento de su largo viaje,  y – en otras – el pastor evangélico que procuraba nuestra salvación,  simpatiquísimo presentador de un musical televisivo o iracundo guapetón de barrio, con innegable talento para mutarse como nunca lo logrará Maduro Moros, un pésimo imitador,  despotricaba de los viejos mandos de las Fuerzas Armadas que cohonestaron el horror del bipartdismo corrupto en Venezuela. No había señal alguna de una genuina indignación de quien, además, aventuró un golpe de Estado años atrás, pero el país le creyó.

Por ejemplo, indicó que los ascensos militares corrían por cuenta de los enteros  intereses del bipartidismo, esos mandos estaban podridos en medio de la gran corrupción del sistema, sacaban a los soldados para reprimir a la gente en las calles y estaban entregados a los intereses del imperialismo yankee.  Derrotado el bipartidismo desde 1993, por cierto, a estas alturas del siglo constatamos que los ascensos únicamente dependen de los intereses partidistas de Maduro Moros, desde el Plan Bolívar 2000 la Fuerza Armada se ha hecho partícipe de la impune feria de la corrupción, muy lejos quedan investgaciones como el de las municiones yugoeslavas o los sucesos de El Amparo,  no se acepta el menor gesto de disidencia en las militarizadas calles venezolanas y el entreguismo con la dictadura cubana es de antología.

De compararlo, Maduro Moros, los militares, el partido y su gente, no padecen ni un centímetro de los estereotipos y maldiciones que él y su régimen prodigaron contra sus adversarios por más de década y media, porque éstos no tienen el calibre de los bajos instintos para hacerlo, porque la situación nacional es demasiado dramática como para ocuparse de ridiculizaciones,  porque – en definitiva -  ha impuesto el terror, la persecución, la morbidez de sus respuestas políticas.  Después de quejarse tanto de ese ya remoto pasado, siendo Nicolás el inmediato, ha logrado  el asombroso contramilagro en un país petrolero: matarlo literalmente de hambre. Sin embargo, eso de darle responsabilidades a la Fuerza Armada para remediar la crisis humanitaria que no podrá - sencillamente -  ni siquiera aliviar, si no se cambia de modelo, yéndose del poder, tiene otro propósito: convertir a la Fuerza Armada en el chivo expiatorio por excelencia, consabidas sus debilidades.

El mismo ocupante de Miraflores se ufana de su raro sentido de supervivencia en el poder, dándonos a entender las derrotas propinadas a Rafael Ramírez y a Diosdado Cabello, aunque todos las sabemos de factura castrista.  Y, al transferir la muy directa responsabilidad de la Fuerza Armada, la hambruna en nuestro país  la tendrá como su principal responsable, escurriéndose Maduro Moros, según la costumbre.

29/08/2016:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/27361-de-un-chivo-expiatorio

domingo, 28 de agosto de 2016

CAZA DE CITAS

"Quizás más importante aún es que en 1999 Chávez no usó la violencia para llegar al Gobierno, por lo cual ese evento resultó ser un cambio de mando pacífico y democrático. Sin embargo, tanto el enfoque del Ejecutivo para manejar lo militar, como sus consecuencias para las relaciones cívico-militares, tienen un fuerte parecido con el tipo de régimen que detentaría el poder luego de un golpe militar. De hecho, existe poca diferencia entre el gobierno de Chávez y la descripción de Nordlinger de los 'gobernantes pretorianos', la forma más extrema del gobierno militar"

Deborah L. Norden

(En: AA.VV. "La política venezolana en la época de Chávez", Nueva Sociedad, Caracas, 2003: 123)

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- El general (r) Elio García Barrios y el golpe de Estado en Venezuela, entrevistado por Mario Villegas. El Nacional, 19/03/1989.
- Expulsado de Argentina el estudiante venezolano Milton Gabriel Marinelli. El Nacional, 12/08/78.
- Iraset Páez Urdaneta. "El castellano electoral". El Nacional, 04/09/83. Papel Literario.
- Luis Esteban Rey. "Las Fuerzas Armadas y el desarrollo nacional". El Universal, Caracas, 20/05/80.

EL ARCO SIN FLECHA

La interesada incomprensión del fenómeno militar
Luis Barragán


El proyecto socialista que continua su amargo curso en medio de la crisis humanitaria que generó, jamás fue elementalmente explicado y, menos, discutido entre los propios propulsores. Incluimos la participación decisiva del sector militar que, inevitable, se realiza a sí mismo en una economía rentística a la que paradójicamente no le alcanzan ni alcanzarán los ingresos petroleros.

La sola revisión del conocido y muy completo repertorio bibliográfico de Rafael Ramón Castellnos (“Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana”,  El Perro y la Rana, Caracas, 2010), nos permite constatar la muy escasa o inexistente reflexión que la corporación castrense ha suscitado en una dirección del Estado que dice inspirarse en el marxismo.  Excepto las reiteradas consignas propagadas por el extinto mandatario, propias del empuje populista que puso siempre de relieve la inspirada marcialidad de Bolívar, agotando la versión guzmancista al extremo, o uno que otro panegírico editado por el gobierno o Vadell Hermanos, es notable el deliberado desinterés por abordar la materia.

El marxismo ornamental que los asfixia, dizque legitimando  la prolongación de una dictadura que destella con la yunta cívico-militar, es el que mejor conviene, por cierto, a los críticos del imperialismo yankee que les contenta haber fundado la sujeción con el neoimperialismo chino. E, igualmente, les conviene el panegírico exasperante que los releva de cualquier consideración innecesaria sobre la naturaleza y alcances de la institución armada, conformes con la cátedra que se imparte en las academias militares sobre una supuesta doctrina militar de exacto cuño chavista.

Los estudios de Trotsky sobre el fenómeno militar, reseñados por Isaac Deutscher, encaminados a predecir algunos de los aspectos que se realizaron con la primera guerra mundial, lucen como un dato remoto y extravagante para los devotos del actual régimen. Y para qué hurgar en las fuentes leninistas, pues, les basta con  recrear doctrinariamente – si fuere el caso – la etapa de infiltración de las Fuerzas Armadas que impulsaron desde la década de los sesenta del XX, ya consumada,, sin necesidad alguna de recordar al invasor de Machurucuto, la confrontación del PCV con los Castros en 1967, la pacificación o cualesquiera  otras circunstancias que obliguen a la discusión.

Una rápida revisión de la hemerografía y de los propios   debates parlamentarios  en la última  década y media, corrobora los enunciados.  Y, además, existen demasiados  intereses creados favorables a una versión mágico-religiosa del sector militar que, acaso, con el Arco Minero de Guayana, olvidando al Esequibo,  sabe o sabrá de una ventajosa incursión como la lograda por sus pares brasileños con el Amazonas o chilenos con el cobre.


29/08/2016:

SOCIALISMO ASIMÉTRICO

Socialismo pretoriano: el fácil  adjetivo
Luis Barragán


Nos ha sorprendido un reciente y breve texto de Tomás Straka, respecto a lo que denomina socialismo pretoriano (http://nuso.org/articulo/el-socialismo-pretoriano).  Denominación que constituye a su juicio la “mejor manera de definir el fenómeno”, explicando su proceso, sobrevuela las otras versiones socialistas conocidas, advertida inevitable, como contradictoriamente, la existencia de un ejército que “ejerce influencia y controles de envergadura sobre el Estado”, sobrepasando las estipulaciones legales.

La imposición por la fuerza bruta del “modelo político” referido, ilustrada por la inmensa y feroz represión de 2014, fundamentalmente sobre la juventud que intentó reivindicar el legítimo y pacífico derecho a la protesta, por no citar el trabajo forzoso que una resolución ministerial establece ahora en el ramo agro-alimentario, es un dato universal e inherente a la propuesta socialista asoleada – cercana o lejanamente – por los remotos bolcheviques ya en el poder.  Luego, luce innecesaria, como tímida, una adjetivación que muy poco o en nada abona al particular desarrollo del proyecto en Venezuela, por cierto, jamás explicado y, lo peor, nunca debatido en medio de una proliferación de consignas de un marchito vuelo.

La influencia militar va más allá del recurrente y anecdótico atuendo empleado por Chávez Frías, una mera provocación que tanto le divertía, entendiéndola como una escalada que partió de una extralimitación abusiva, constante en nuestra historia contemporánea, incluyendo la efectiva resistencia del sector civil,  y que ha transitado por una militarización de la sociedad y del lenguaje, hasta llegar a la amarga realidad de un Estado Cuartel. ¿En qué planeta vive Straka al negarlo, concibiéndolo de un exclusivo cuño prusiano para concluir que la sociedad funciona con normalidad bajo la tutela militar? Además, faltando poco, ya existen trabajos de carácter académico, como el libro presentado este año sobre la materia en la Asamblea Nacional, suscrito por Luis Buttó, José Olivar, Jo-ann Peña, Rosaura Guerra y Franz von Bergen, que – en todo caso – amerita de una refutación que no se contente con tildar de socialdemócrata al insigne Domingo Irwin, fundador de toda una escuela que versa sobre las relaciones civiles y militares: la crítica al soldado desprofesionalizado también merece la de una academia profesionalmente reivindicada por todo el exigente instrumental teórico del que dispone.

Citando un par de ejemplos, entre muchos otros, ¿los espacios públicos no están algo más que militarizados en nuestro país, so pretexto de combatir a una delincuencia que ha crecido hasta batir el propio récord de muertes violentas, con cifras propias de un conflicto bélico formalmente declarado? ¿La Fuerza Armada es simple espectadora en el desempeño de la Misión Abastecimiento, como en sus incursiones en el mundo del petróleo y gas, la banca, las telecomunicaciones, la construcción o el turismo?  Agreguemos, ¿la subasta ecológica del Arco Minero no estuvo precedida por una matanza de mineros?

Asistimos a una versión edulcorada – más no, corregida – de un confeso socialismo rentístico, cuyas peores consecuencias dice justificar la sola disminución de los precios del petróleo, generando una crisis humanitaria – advertida dos años atrás – que la pólvora asimétrica desespera por naturalizar. Socialismo que ha permitido la realización del Estado Cuartel, en nuestras propias y distraídas narices, creyéndolo – apenas – un perfomance marcial de ocasión que no altera en modo alguno la normalidad de cada día: la Fuerza Armada está trillando el camino definitivo de su descomposición institucional y, revocatoria mediante, sólo la transición democrática puede aportar a su recuperación.


29/08/2016: