domingo, 28 de agosto de 2016

DEL SILENCIOSO AL ESTRIDENTE COLABORADOR

Fuerza Armada y autoritarismo electoral
Luis Barragán


La vigente Constitución de la República prevé un conjunto de soluciones a la crisis que el régimen rechaza, aunque él -  y no otro-  parió el texto. No hay opción que no desemboque en unos comicios inmediatos para la coincidencia de los ingenuos y maliciosos constituyentes de 1999, obedientes al entonces mandatario nacional.

Por casi dos décadas, se impuso lo que Alfredo Ramos Jiménez denomina el autoritarismo electoral tan inherente a la democracia plebiscitaria (“El experimento bolivariano”, CIPCOM, Mérida, 2009). Convertido innecesaria, pero interesadamente, en un órgano del Poder Público, perfeccionó el oficio y la encomienda para garantizar un continuismo inconcebible – apenas – al finalizar el siglo XX.

So pretexto de la legalidad, la corporación castrense prestó toda la ayuda necesaria para el desarrollo de las actividades electorales, aparentemente sin interpelarse en torno a las constantes denuncias realizadas por la oposición. La sola formalidad de las normas, justificaba una conducta – puede decirse - kelseniana  de tolerancia e indiferencia ante los atropellos y ventajismos gubernamentales.

Agudizaron ese autoritarismo, a pesar de la propia e inalterada formalidad jurídica en la que no debe hacer mella la normativa caprichosa y sobrevenida que todos los rectores celebran, por cierto, aunque tengan el período tan vencido como el de la provisionalidad que supuso el nombramiento de sus nuevos miembros antes de diciembre próximo pasado, Sin embargo, el problema no está ya en que la Fuerza Armada guarde un silencio colaborador, sino que, cual partido político, se ponga al frente de una campaña de apoyo a las clarísimas maniobras gubernamentales, añadida la automática y salvaje represión de los opositores que deseen visitar las sedes del CNE para las más elementales diligencias administrativas que su petición revocatoria comporta.

No constituye novedad alguna la noticia que corre respecto a una compilación de las firmas pro-revocatorio que los  oficiales y sus familiares consignaron,  sin que sepamos el número preciso, pero es de suponer que habrá algunas consecuencias represivas como la del retardo en los ascensos, el traslado a lugares apartados e inhóspitos u otras que suelen administrarse paciente y  silenciosamente.  Esta situación resulta inaceptable, porque también puede alegarse que los partidarios y los contrarios a Maduro Moros convergen en la necesidad de un acto plebiscitarlo para zanjar de una buena vez la crisis política que se une a la pavorosamente humanitaria; empero, lo peor es que una institución que está al servicio exclusivo de la Nación y no de parcialidad política  o personal alguna, someta a tan dura prueba a sus miembros, cuya mayoritaria voluntad es la del desempeño disciplinado, profesional y especializado que es un compromiso vital de la transición democrática.
29/08/2016:
http://www.diariocontraste.com/2016/08/fuerza-armada-y-autoritarismo-electoral-por-luis-barragan-luisbarraganj/#
http://actualidadvenezuela.org/2016/08/29/fuerza-armada-y-autoritarismo-electoral-por-luis-barragan-luisbarraganj

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