jueves, 18 de agosto de 2016

DE LAS GUERRAS CULTURALES

EL MUNDO, Barcelona, 18 de agosto de 2016
Nazi o marica
Arcadi Espada
       
Me escribe Juan Claudio: 'Ayer vi, fascinado, Best of Enemies. Creo que te interesaría mucho. Es un documental que narra la historia de los debates televisados en 1968 entre William Buckley y Gore Vidal. Mucho material sobre el que reflexionar: la guerra ideológica como una guerra cultural, la televisión como un lugar de encuentro, ya perdido, de la nación, el nacimiento de la figura del tertuliano, el intelectual polémico y las cicatrices que puede dejar la polémica, y el enemigo íntimo como dador de identidad. Yo la he visto en Netflix'.
El resumen de mi amigo sobre el encuentro entre el gran intelectual del conservadurismo americano y el biógrafo de América es muy preciso. Está todo eso. Pero no puedo dejar de transcribir las últimas palabras de la película: 'Era una época en que la televisión era todavía un lugar público, en el que los estadounidenses se reunían y veían casi lo mismo. La capacidad de hablar el mismo idioma ya no existe. Cada vez más estamos divididos según nuestra preocupación. Cada bando puede ignorar al otro y vivir en su propio mundo. Nos hace menos nación. Porque lo que nos une son los pensamientos. Pero si las personas no comparten sus ideas no están viviendo en el mismo lugar'.

Exactamente. Lo más importante de los noticiarios, como de los periódicos, ni siquiera son los hechos que cuentan, sino el guion de los hechos que proponen a la comunidad. Cierta puerilidad digital trata de vender el periódico personalizado. Pero el único interés de lo personal es el lugar que ocupa en lo público. Lo demás es filatelia.
Hay otro inmenso tema cuando Vidal le dice suavemente a su interlocutor: 'En lo que a mí respecta el único pronazi o criptonazi que se me ocurre eres tú'. Buckley deja ir una inmensa mueca de odio y le contesta: 'Escucha, marica, deja de llamarme criptonazi o te daré un puñetazo en toda la cara y te la tendrán que escayolar'. Era el debate número 9 de los 10 que mantuvieron -ningún debate duró más de 20 minutos. Casi medio siglo después de los hechos la película interpreta que ése fue el momento en que Buckley perdió para siempre: los debates y hasta su propio futuro. La hipótesis no es que perdiera por haber estado en un tris de romperle la cara a Vidal. Buckley pierde, medio siglo después, no en el momento del hecho, por haber llamado marica al tipo que acababa de llamarle criptonazi. El hecho explica perfectamente las guerras culturales de nuestro tiempo y quién ha resultado el claro vencedor.

Fuente:
http://www.elmundo.es/opinion/2016/08/18/57b4ac5046163f8d0c8b45d3.html
Fotografía: LB, detalle obra Julio Pacheco Rivas (BOD, Caracas, 2016).

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