jueves, 30 de junio de 2016

¿LO UNO RELACIONADO CON LO OTRO?



Sismos y ascensos militares
“No pretendemos, ni hemos pretendido jamás, partidizar cualesquiera jornadas de prevención planteadas con motivo de eventuales desastres naturales”, señaló el diputado opositor Luis Barragán, después de realizado el simulacro por el gobierno ante la posibilidad de un sismo en Caracas.

“Manifestamos con antelación nuestra legítima preocupación sobre tales eventualidades y la preparación necesaria con la que debe contar la población, a través de un modesto artículo de opinión. El gobierno realizó o dijo haber realizado el evento en las principales ciudades del país el día 29 de los corrientes, involucrando a un número considerable de funcionarios. Quienes hemos estado en Caracas, cumpliendo con nuestras obligaciones  parlamentarias, no sentimos un simulacro que tan obviamente debió comprometer a toda la ciudad, por lo que aspiramos a una difusión crítica y veraz de sus resultados porque concierne a todos, oficialistas, opositores y ni-nies. Lejos de apostar a su fracaso, deseamos que periódicamente se realicen y progresivamente mejoren, pero también aceptemos que la clandestinidad de esos resultados en nada ayuda. Y si es de hacer el debido reajuste presupuestario o de replantear alguna normativa vigente, están abiertas las puertas de la Asamblea Nacional para que se hagan con fundamento a objeto de reivindicar las voces más sobrias que contrastan con la habitual estridencia de Maduro Moros, tan desesperado por sobrevivir a toda costa en el gobierno”.

En otro orden de ideas, el diputado Barragán se preguntó finalmente: “¿Es necesaria la designación de un general en jefe o almirante para la Fuerza Armada en tiempo de paz? Siento que esta plaza ahora no debe ocuparse y muchísimo menos por el interés partidista presidencial, aunque ya es tiempo que Maduro Moros haga los anuncios correspondientes motivando convincente y suficientemente ante el país la promoción de los más altos grados militares”.

30/06/2016

Luis Barragán: Los venezolanos claman que Maduro y su cúpula devuelvan los reales y se vayan

“No pretendemos politizar las jornadas de prevención”, asegura diputado Barragán


El jefe de la fracción parlamentaria de Vente Venezuela resalta que los venezolanos tienen 17 años sumergidos en un desastre inducido, “¡El tiempo se les acabó!”, dice

(Maracay. 30/06/2016) Luis Barragán, jefe de la fracción parlamentaria de Vente Venezuela, se manifestó este jueves ante el simulacro de sismo realizado el pasado miércoles en Caracas. “Los venezolanos lo que quieren es que Maduro y su cúpula devuelvan los reales y se vayan”, fueron sus palabras.
“No pretendemos, ni hemos pretendido jamás, partidizar cualesquiera jornadas de prevención planteadas con motivo de eventuales desastres naturales. Manifestamos con antelación nuestra preocupación sobre tales eventualidades y la preparación necesaria con la que debe contar la población”, aclaró.
Y añadió: “Lo que el régimen de Nicolás Maduro ignora es que los venezolanos quieren que él y su cúpula devuelvan los reales y se vayan. 17 años sumergidos en un desastre inducido, ¿y van a realizar un simulacro? ¡El tiempo se les acabó!”
Asimismo, expresó que ya con antelación la fracción parlamentaria que él encabeza había manifestado, a través de un artículo de opinión, la preocupación sobre la falta de preparación que tienen los ciudadanos en Venezuela para enfrentar los desastres naturales.

30/06/2016

miércoles, 29 de junio de 2016

A QUIEN PUEDA INTERESAR


Acuerdo de Ginebra. Delegación venezolana en 1966. Fuente: Libro Amarillo, Caracas, 1967. Se deja constancia de una conformación plural de la delegación que luce irrefutable. Huelga comentar toda comparación con el siglo XXI.
LB

martes, 28 de junio de 2016

SISMICIDAD



Gobernar es algo más grave que intentar prolongarse en el gobierno

“La manía protagónica de Nicolás Maduro se impone ante las emergencias que efectivamente ha creado y las otras que eventualmente puede generar por sus indolencias”, señaló el diputado opositor Luis Barragán respecto al anuncio oficial de un simulacro de prevención contra posibles sismos.

Recordemos que, a mediados de mes, el parlamentario suscribió un artículo de opinión en La Patilla mediante el cual manifestó su preocupación sobre los posibles eventos naturales que pueden sorprender y encontrar desprevenida a la población (http://www.lapatilla.com/site/2016/06/13/luis-barragan-sismicidad) y, recientemente,  el viceministerio de  Gestión de Riesgo y Protección Civil, ha anunciado un simulacro para  el día 29 de los corrientes en Caracas (http://www.onsa.org.ve/comunidad/forum/viewtopic.php?t=3374&f=107&sid=42f45924ca2872ccbba68ae0d22306d8#p7764).

“Loable iniciativa esperada por todos estos años que ojalá se hiciera práctica regular, necesita de una sociedad civil organizada en la que el Estado se haga responsable de ciertas e indelegables facetas que jamás debe confundir con sus terquedades proselitistas. Además, el simulacro ha de tener alcance nacional. Gobernar es algo más grave que intentar prolongarse en el gobierno a cualquier precio”.

Finalmente, acotó el diputado Barragán: “En lugar de reiterar el lenguaje soez que acostumbra en largas cadenas que los venezolanos pagamos con nuestros impuestos, o intentar militarizar cuanto evento se le ocurra,  Maduro debe ceder sus excesivos espacios para que el país sepa de campañas que nada tienen que ver con él, como la de prevenir los hechos naturales. Si no hiciera tanto ruido, dejaría escuchar voces más responsables”.

28/06/2016


Diputado Barragán a Maduro: Si no hiciera tanto ruido, dejaría escuchar voces más responsables


El coordinador de Vente Venezuela en Aragua afirma que “la manía protagónica de Nicolás Maduro se impone ante las emergencias que ha creado y las otras que puede generar por sus indolencias”

 (Caracas. 28/06/2016) El diputado de Vente Venezuela por el estado Aragua, Luis Barragán, se refirió este martes al simulacro de sismo convocado para este miércoles 2 de junio por parte del Viceministerio de  Gestión de Riesgo y Protección Civil y sostuvo que “si Maduro no hiciera tanto ruido, dejaría escuchar voces más responsables”.

“En lugar de reiterar el lenguaje soez que acostumbra en largas cadenas y que los venezolanos pagamos con nuestros impuestos, o intentar militarizar cuanto evento se le ocurra,  Maduro debe ceder sus excesivos espacios para que el país sepa de campañas que nada tienen que ver con él, como la de prevenir los hechos naturales”, sentenció.

El parlamentario resaltó que a mediados de este mes suscribió un artículo de opinión en donde manifestó su preocupación  sobre “los posibles eventos naturales que pueden suceder y encontrar desprevenida a la población”.

Afirmó que “la manía protagónica de Nicolás Maduro se impone ante las emergencias que ha creado y otras que puede generar por su indolencia”.

Barragán aseguró que el simulacro debe darse a nivel nacional para que la sociedad esté organizada y preparada ante cualquier fenómeno de la naturaleza.

De igual forma, indicó que estas prácticas deben ser recurrentes y que el Estado debió invertir más en prevención que en proselitismo, por lo que recordó al régimen que “gobernar es algo más arduo que intentar prolongarse en el gobierno a cualquier precio”.

28/06/2016
Fotografía: Junto al diputado Carlos Bastardo, desde la planta libre del edificio administrativo de la Asamblea Nacional (Caracas, 28/06/2016). 

INÉDITO (II)

Bolívar de carne y hueso y genio (II) (Entrevista a Arturo Uslar Pietri)José Rafael Revenga  

En 1980, Rafael Poleo y yo decidimos entrevistar por Venevisión a varios de los principales conocedores de la vida y obra del Libertador.

Se aproximaba el Bicentenario de su nacimiento y por eso consideramos oportuna una nueva indagación sobre un tema esencial a la nacionalidad y de una vigencia permanente.

Las transcripciones de los programas nunca han sido publicadas, por lo cual pienso que su presencia digital es un reconocimiento a nuestros invitados y puede ser útil como una aproximación adicional a la comprensión del Bolívar de hueso, carne y genio.

Para esta nota el invitado es Arturo Uslar Pietri. (El programa salió al aire en diciembre 1980).

Me he tomado la libertad de introducir separaciones en la fluidez de la conversación a fin de aligerar la lectura del texto.

JRR.- En cierto sentido podemos decir que el Libertador empezó a morir varios años antes de su última enfermedad que le interrumpió la vida el 17 de diciembre de 1830. Usted, doctor Uslar, ha dividido la vida del Libertador en dos etapas, una que usted llama la etapa de los triunfos, la etapa de las batallas heroicas, de los recibimientos triunfales, de los sueños institucionales, y la etapa, la etapa más bien de la desgracia, el tiempo de llorar. ¿Qué es este tiempo de llorar en la vida del Libertador?

AUP.- Bueno, en efecto, la ida de Bolívar podría compararse con una curva muy perfecta, una etapa de ascenso muy larga que va de 1811 o 1812 hasta 1825. Es decir, hasta inmediatamente después de Ayacucho y una etapa de descenso que culmina finalmente pues en el año final de su vida, en la tragedia que va desde que abandona Bogotá a principios del año 30 hasta la muerte en San Pedro.
Pero, naturalmente, nunca las cosas son tan simples. Bolívar fue un hombre que tuvo siempre dos pasiones, a mi modo de ver, muy grandes, una pasión de unidad de acción y una pasión de unidad de mando. El se daba cuenta que la empresa que el proponía  y que él se proponía no podía realizarse en el medio histórico y social en que vivía, sino a base que hubiera un comando muy, muy absoluto; muy, muy efectivo, que dirigiera no solamente la combinación de las fuerzas de que se disponían militarmente o políticamente, sino que pudiera trazar un rumbo, un rumbo que predominara y fuera aceptado.
Y eso fue su lucha toda la vida.

El tenía una experiencia que él no olvidó nunca que fue el fracaso de la Primera Republica. El fracaso de la primera República, la República de 1811, terminó en una anarquía monstruosa, en una ineficacia increíble, no había gobierno, no había orientación, cada uno tiraba por su lado, no había unidad de ninguna especie. Y Bolívar quedo con el traumatismo, lo dice muy claro en su Primer Manifiesto en Cartagena, de que aquello no funcionaba y no funcionaba porque aquellos hombres no se daban cuenta de la realidad en que estaban y estaban soñando como él lo decía, en unas repúblicas aéreas, en una republica fuera de toda posibilidad real en relación a la situación del país.

Y es por eso que cuando él regresa y reinicia la campaña en el año 1816, él busca de un modo agónico la unidad de acción, la unidad de mando. Cuando él llega a Caracas después de la Campaña Admirable él lo primero que hace es concentrar la autoridad en su persona y centralizar. Y concibe desde ese momento un horror monstruoso a todo lo que huela a federación, a federalismo, a regionalización y a fragmentación y eso lo hace en el terreno militar y eso lo lleva al fusilamiento de Piar porque no le quería reconocer.

Porque no hay que olvidarse que Venezuela se unifica teóricamente el año de 1777 y que cuando se produce la Independencia Venezuela tiene treinta años no de unidad porque eso sería mentira, sino de tener una cierta primacía el Gobernador y Capitán General que estaba en Caracas porque el Gobernador de Cumaná era solo el Gobernador de Cumaná, de modo que tenía su situación aparte. Y esa resistencia hacia que los caudillos orientales vieran con malos ojos reconocer a un jefe que venía del centro y el trabajo que le costó a Bolívar el lograr que Páez lo reconociera y se sometiera.
Y esa situación no desapareció nunca y eso es lo que lleva al fusilamiento de Piar porque él dice “militarmente necesitamos unidad de mando”. Eso era exactamente, pero es que él va mas allá y dice: “Políticamente necesitamos centralización”.

De modo que todo el que le asomaba a él la idea federal, la idea disgregacionista, la veía él con horror porque eso no permitiría realizar lo que él quería realizar. Porque lo que Bolívar buscaba no era independencia, la Independencia era un medio, era el medio indispensable, lo que Bolívar buscaba era la unidad, lo que Bolívar buscaba era organizar eso que llamamos hoy en día Hispanoamérica o la América Latina en una unidad política lo más estrecha, lo más efectiva posible, lo mas unificada posible para hacer un gran papel en el escenario mundial.
Y es aquí donde empieza su tragedia porque esta manera de ver la cosa no la compartían los demás. Los demás querían la independencia pero no más allá, más allá lo que querían era su dominio personal, su pequeña jefatura local. Eso revela muchas cosas. Cuando Bolívar sale para la Campaña del Sur. ¿Cuáles son los generales importantes que lo acompañan? Ninguno, absolutamente ninguno. Mariño se queda en Venezuela, Monagas se queda en Venezuela y él se va al Sur. ¿Con quién? Con unos oficiales jóvenes, con un desconocido que se llamaba Antonio José de Sucre. 

Es decir, él no se lleva a ninguno de estos hombres. ¿Por qué no se va ninguno de estos hombres? Porque estos hombres tenían lo que querían ya, tener el mando en su terruño, en su localidad y allí está la trágica disyuntiva, la oposición invencible que va a corroer  todo aquello y que terminará en la tragedia en que termina porque Bolívar veía una cosa de una manera y ellos veían la realidad de otra enteramente distinta.

JRR.- ¿Cuándo empieza el libertador a darse cuenta que efectivamente su objetivo, su ideal de la unidad es impracticable, que no va a ser posible? 
AUP.- Bueno, él se da cuenta desde el primer momento porque no te olvides que cuando Bolívar sale después del discurso de Angostura, sale en la campaña de Boyacá, la gente que está en Ciudad Bolívar, en la entonces Angostura, lo primero que hacen es reaccionar contra él, lo desconocen  prácticamente e incluso lo declaran desertor. El desertor era el que estaba haciendo la campaña de Boyacá
¡Ah, claro!, cuando llega la noticia de que ha vencido en Boyacá entonces, claro, cambia la actitud. Ya no es un hombre a quien pueden desconocer el mando porque lo ha adquirido. A él le cuesta mucho trabajo someter a Páez, a él le cuesta un gran trabajo someter a los jefes orientales, la situación de él  con Mariño nunca fue buena, la actitud de Bermúdez frente a él siempre fue de una rivalidad, la misma actitud de Arismendi.

De modo que a él le va a costar mucho trabajo lograr esa unidad y la consigue a base de los éxitos militares, verdad. Pero en lo que los éxitos militares se atenúan, en lo que el teatro cambia, en lo que él se va a la Nueva Granada y mucho peor, cuando se va al Sur entonces empiezan a surgir todas estas situaciones de hechos locales en que cada quien como él lo dijo más tarde, quería quedarse con su patriecita, cada quien quería disfrutar de lo que él llamaba “las adquisiciones de su lanza”.

RP.- ¿Y usted no cree que si Bolívar después del 28 de septiembre del 28 hubiera actuado con Santander y con Carujo con la misma energía con que actuó frente a Piar, las cosas no hubieran sido distintas en cuanto a la unidad o a la conservación de esa obra unitaria que el concibió?
AUP.- Es posible, Poleo, es posible que hubiera retardado un proceso pero que lo hubiera cambiado o lo hubiera extinguido era imposible porque ¿qué era lo que se encontraba enfrente? No era Santander solamente, Santander personificaba desde luego, y alentaba un separatismo neogranadino pero ya la separación de Venezuela era un hecho desde el año 1826. La insurrección y el desconocimiento en el Sur, en Bolivia, en el Perú, en el Ecuador mismo, era un hecho cierto. De modo pues, que ¿cómo podía el contrariar eso? El se endureció mucho, el a partir de 1827 cuando regreso a Venezuela lo critican y ahí empezó la fama que Bolívar era un tirano, el empezó a apretar, él empezó a fusilar gente, él empezó a tratar de poner orden en toda aquella tendencia disgregacionista pero eso tenía un límite, el no podía fusilar a todo el mundo, el no podía seguir matando gente sin necesidad alguna y cada convirtiéndose mas en lo que él no quería ser, en el tirano, en el usurpador, en el monstruo.

RP.- Pero un espíritu tan noble como el de Abraham Lincoln no vaciló en convertirse en jefe de una parte de su país en guerra para impedir que la otra parte del país se retirara e hizo una guerra sin la cual no serian lo que son hoy en día.
AUP.- Bueno, pero ese caso es distinto… comparar las situaciones históricas siempre es muy difícil, los Estados Unidos estaban tajantemente divididos en dos situaciones económicas, políticas, sociales etc., el Norte y el Sur, verdad, los yanquis y la gente del Sur y Lincoln llegó a la guerra por resignación, porque ya no había otra salida que la guerra. El caso de Bolívar era distinto, Bolívar había hecho veinte años de guerra, Bolívar había estado en la guerra de Venezuela en varias ocasiones, la primera el año 13 que fracasa, luego empieza la campaña que se inicia el año 16 y que termina con Boyacá y con Carabobo. Cuando él viene a Venezuela  el año de 1826 Venezuela estaba separada ¿Qué le quedaba a Bolívar? la guerra civil con Páez o hacerse la vista gorda como decimos nosotros y admitir que Páez regresara al seno de la Gran Colombia y que con Páez se podía seguir…El no podía engañarse, él sabía perfectamente que eso no era verdad, el estaba ganando tiempo y eso mismo le pasa en la antigua Nueva Granada, él encuentra que allí hay una resistencia, una resistencia que se explica por muchas razones, primero porque la guerra del Sur nunca fue popular en esos países porque pensaban que les estaba sacando hombres, que les estaba sacando recursos para una cosa que no les tocaba a ellos, para la realización de un sueño que ellos entendían vagamente, que Bolívar quería la unificación de toda la América del Sur, que era necesario que hiciera aquella campaña.

Eso llega a extremos que a Bolívar en vísperas de Ayacucho le quitan el mando de las tropas, el Congreso de Bogotá le suspende el mando de las tropas y Bolívar de una manera que la gente no recuerda, muy ejemplarmente reconoce eso, se retira del mando de las tropas que él ha podido perfectamente reírse de lo que aquel Congreso decía, él estaba allí con 10.000 hombres, acababa de ganar la batalla de Junín, estaba pues en un escenario que le permitía la libertad de acción y sin embargo, el acata la disposición del Congreso y le entrega el mando del Ejército a Sucre y se marcha a Lima.
Por eso el Libertador no está en Ayacucho no porque no le da la gana, si alguien lo hubiera deseado era él y era la coronación de su obra, se retira porque el acata la decisión del Congreso. ¿Y qué es la decisión del Congreso?, la incomprensión frente a la dimensión política de lo que Bolívar pensaba hacer y que ellos no podían entender.

RP.- Bueno, la acata porque deja a Sucre que esta entendido en cuanto  a continuar aquella obra. Pero si Bolívar hubiera tenido la salud de diez años antes, ¿usted cree que hubiera procedido igual?, ¿no había mucho de deterioro fisiológico en ciertas cosas que pudieran, en ciertas actitudes que pudieran interpretarse como debilitadas?
AUP.- Es posible que hubiera un deterioro psicológico, Bolívar era un tuberculoso y los médicos le dicen que probablemente esa infección él la adquirió de su madre, ¿verdad?, de modo que debía ser una infección muy antigua que estaba en su organismo, que  la vida que él llevo no era precisamente para mejorarlo, sino para agobiarlo y agotarlo más. Bolívar estuvo ininterrumpidamente desde 1812 en campaña, en lucha, en riesgo, en dificultades físicas de sobrevivencia muy duras, de modo que todo eso tuvo que minarlo. La gente…él mismo lo dice, hay una carta de él de 1828 o 29 en que dice: “Si usted me viera pensaría que tengo 80 años…y Bolívar tenía en ese momento 45 o 46 años de edad.

De modo pues que físicamente el debió agotarse, consumirse con aquel esfuerzo sobrehumano que estaba haciendo y eso, claro, influyó. Pero aun imaginando que Bolívar hubiera sido un hombre de 47 años en pleno vigor que ha podido serlo, no era una cuestión solamente digamos de flaqueza mental, sino que él se dio cuenta de que él iba a hacer la guerra con la gente que había independizado, que no tenía sentido una vez destruido el imperio español. Cuando él creía que se iba a crear eso que él quería crear, se encontraba con que él iba a tener  que entrar en una guerra civil sin termino luchando con los régulos locales en una cosa sin  gloria, sin perspectiva y sin finalidad para terminar siendo un  tirano abominable sobre un montón de cadáveres.

JRR.- Ahora, hay un momento crítico después de la conspiración fallida de septiembre de 1828 que es la renuncia del Libertador a la Presidencia de la Gran Colombia, la cual ocurre el 1o de marzo de 1839, es decir, casi año y medio después de la conspiración fracasada. ¿Por qué en ese momento abandona el Libertador el mando, por qué renuncia al mando?
AUP.- El renunció muchas veces, José Rafael. Hay una cosa que es muy curiosa en Bolívar. Las gente dice naturalmente que eso era ser político, que a él le convenía periódicamente decir: “Yo no quiero mandar” para que le pidieran que siguiera. Bueno, puede que haya algo de política en eso pero es muy insistente en la actitud de Bolívar y hay una cosa muy curiosa, Bolívar nunca fue un hombre de despacho, de gabinete y de gobierno.
El era, antes que todo un militar y donde se sentía bien era con el Ejército y marchando en campaña. El nunca quiso encerrarse en el Palacio de Gobierno en Santa Fe, nunca quiso encerrarse en el Palacio de Gobierno de Lima, nunca quiso encerrarse en el Palacio de Gobierno en Caracas. ¡Jamás! El toda la vida le tuvo cierta repugnancia a lo que pudiéramos llamar  la burocracia del gobierno, el aparato gubernamental ordinario, se lo soltaba a Santander y él se iba con el Ejército y se iba a su otra campaña, lo mismo hace en  el Perú, cuando llega al Perú crea una Junta de Gobierno para que maneje todo aquello, aquella papelera que él abominaba y él se va con el Ejército a organizar esos países desde otro ángulo.

Entonces era verdad, en el había un rechazo de esa posibilidad, de convertirse en el magistrado sentado en un escritorio gobernando, él no era hombre de eso y lo decía muchas veces. De modo que no solamente es una táctica política la de renunciar al mando, sino que él realmente quería dejarlo muchas veces. Y al día siguiente de Ayacucho él lo dijo, lo dijo muchas veces: “¡Se acabó la guerra, ahora me puedo ir yo, ya no es necesario que yo esté aquí!”.

JRR.- Ahora, hay dos sucesos que yo creo determinan la muerte por lo menos espiritual de Bolívar. Después del atentado de septiembre de 1828 el tiene una frase en la que él dice, él reconoce, “Estoy mortalmente herido, los puñales me han llegado al corazón”. Y escasamente año y medio después sobreviene el asesinato del general Sucre, el 4 de junio de 1830, y lo afecta de tal manera que el Libertador dice: “Me han quitado…Han matado a Colombia y me han quitado la vida”. O sea que él ya se reconoce como un ser muerto.
AUP.- Bueno, lógicamente, por todo este proceso y luego porque indudablemente la única figura, la única persona que ha podido continuar la obra de Bolívar, que ha podido, es decir continuar la posibilidad de unidad porque tenía el prestigio, porque tenía las condiciones, porque tenía la fama y la gloria para hacerlo era Sucre. De modo que cuando asesinan a Sucre, Bolívar se da cuenta que han eliminado la única ventana, la única posibilidad que quedaba de que aquello continuara mas allá de él y, por lo tanto, es una muerte evidente para él, es la renuncia a toda posibilidad de que su obra sobreviviera. Van a quedar los régulos locales, van a quedar los hombres que piensan en su patriecita y que no van a entender el sueño bolivariano. De modo que eso es correcto, eso como ya es el final. Luego él se amarga porque a él le duele mucho no solamente que se insurreccionen contra el negándole lo que él quiere hacer, sino que él piensa que es ese desconocimiento hay mucha ignorancia y hay mucha ingratitud y que le atribuyen a que él es un ambicioso: él no cree que él es un ambicioso…que le atribuyen que él quiere apoderarse del mando; él no quiere apoderarse del mando.

JRR.- Lo califican de tirano.
AUP.- Lo califican de tirano, lo califican de monstruo.. Y que la propia gente a quienes él ha independizado, a quienes ha llevado a la dignidad de hombres libres son los que conspiran contra él como si él fuera un obstáculo a la libertad, como si él fuera un obstáculo a  la democracia, cuando era todo lo contrario. Era él que lo había hecho. De modo que eso le crea una amargura muy grande y hay cartas de esa época que si uno las lee aisladamente piensa que Bolívar había dado una vuelta de ciento ochenta grados. ¡No es verdad! Es sencillamente un hombre que está lleno de amargura, que ve con horror la reacción que hay en toda esta gente a quienes él había llevado a la independencia y lo que piensa es irse, marcharse y dejar aquello.

JRR.- Ahora, dentro de esas cartas el menciona, a un mes escasamente antes de la muerte, una carta que él dirige al general Juan José Flores, en donde le dice que la América es ingobernable, que lo único que le queda es emigrar y de allí quizás el propósito de viajar a Europa. El dice que servir a la revolución es arar en el mar, o sea, son expresiones de un hombre no solamente totalmente amargado como usted dice, sino de un  hombre ya frustrado y que está consciente de su fracaso.
AUP.- Bueno, es un hombre desengañado y un hombre que tiene esas explosiones pero, sin embargo, él hasta el último momento esperando que se pueda salvar aquella obra porque él está pensando en que entrega el poder en Bogotá y se marcha, hasta Santa Marta. El está esperando una reacción, él está esperando que las cosas vayan a caminar de otra manera. Claro que está muy desengañado y tiene explosiones de ese desengaño y dice “América es ingobernable”, “Servirle a la revolución es arar en el mar”, “Va a venir una muchedumbre de tiranuelos insignificantes”.

Bueno, eso es verdad, eso le salía constantemente pero en el fondo él continuaba creyendo en lo que había creído toda su vida, en que lo que él proponía era el camino, en que lo que el proponía era lo único que podía hacer América del Sur. El lo que pensaba, en dos platos, él quería hacer los Estados Unidos de la América del Sur, es decir, lo que  habían hecho las colonias inglesas del Norte que se habían independizado y se habían unificado para crear una estructura política muy poderosa, eso era lo que él quería hacer en América del Sur y ese es su fracaso, que el logra llevarlos a la Independencia por su esfuerzo heroico pero no logra que entiendan que tienen que organizarse y que tienen que unificarse.

JRR.- Y a pesar del fracaso del Libertador, ¿usted considera de todas maneras, que es un objetivo válido aun en nuestra época?
AUP.- Pues desde luego que es un objetivo valido, si la América del Sur tuviera alguna forma de unidad, yo no sé cual, o alguna forma de integración, yo no sé cual, nuestro papel en el mundo sería muy distinto y nos verían de otro modo estas grandes concentraciones de poder que están ocurriendo. En cambio, atomizados en veinte países, más o menos importantes, no nos tomaran nunca en cuenta y estaremos destinados a un papel secundario.

RP.- ¿Y en qué medida en nuestra época es practicable un proyecto si no exactamente como lo concibió Bolívar, por lo menos que nos permita alguna unidad de operación?
AUP.- Bueno, yo creo que desde luego no es fácil, no es que sea una cosa así de realizarla en un congreso que se reúna mañana o en una semana. Hoy en día estos países han tenido un crecimiento nacional aislado que han creado condiciones que hacen muy difícil la integración, porque, claro, hiere muchas cosas que se han desarrollado a favor de una situación nacional.
Pero es indudable que tenemos que caminar hacia allá y que tenemos que caminar hacia allá de un modo sensato y de un modo prudente pero caminar hacia lo que Bolívar proponía. Bolívar no proponía la unidad porque eso era imposible ni siquiera en su tiempo era posible y él lo sabía. El proponía una forma de confederación, el proponía lo que él llamaba una “Nación de Repúblicas”, es decir, un modo en que conservando su individualidad las antiguas regiones, las antiguas porciones del Imperio, los nuevos países pudieran cooperar en las cosas fundamentales, en la política exterior, en la defensa, en el desarrollo, en el crecimiento, y eso sigue siendo válido y posible.

JRR.- Ahora, la muerte sorprende a Bolívar en la Quinta de San Pedro Alejandrino pero el está preparando sus maletas y así lo dice textualmente, para embarcarse en una fragata y dirigirse a Europa. De no haber muerto Bolívar en ese momento, ¿se hubiera refugiado en Europa, hubiera abandonado. ¿Hubiera sido un exilado más, no hubiese regresado a América Latina?
AUP.- Bueno, todo esto es una serie de conjeturas…El quería irse porque desde luego, lo estaban echando, Venezuela se había separado ya desde enero del año 30, en el  Congreso de Valencia el año 30 se dijeron las cosas más atroces contra Bolívar, se pidió incluso que se le expulsara, se pidió que se confiscaran los pocos bienes que le quedaban, de modo pues que… se pidió que no regresara a Venezuela. De modo pues que él se veía cercado y en la Nueva Granada lo que el encontraba era lo mismo. De modo que ¿qué le quedaba a Bolívar?, irse que es lo que él pensaba: “¡Vámonos!”… y en el delirio de la muerte hay aquella frase que recogió el doctor Reverend, que él decía: ¡Vámonos muchachos!, lleven mi equipaje a la fragata que en esta tierra no nos quieren”…Esa era ya su visión final que la insurrección en contra de lo que él significaba, de lo que él representaba era general y que él no iba a seguir aquella lucha estéril y se marcharía a Europa.
Y es posible que si se hubiera marchado a Europa tal vez hubiera regresado o no hubiera regresado o hubiera terminado como terminó San Martin quien murió en el exilio en Boulogne.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinioncultura/26797-bolivar-de-carne-y-hueso-y-genio-ii-entrevista-a-arturo-uslar-pietri

ECHARLOS

La salida
Gabriel Albiac

Pasé la jornada electoral releyendo la Técnica del Golpe de Estado de Curzio Malaparte, ese manifiesto de inteligencia y de misantropía. En este día de resultado difícil de gestionar, Malaparte parece estar hablando de nosotros. Aunque esté escribiendo en la Italia de 1930. Su envite es el nuestro: «La historia política de estos últimos diez años es la historia de la lucha entablada entre los defensores del principio de la libertad y de la democracia, es decir, los defensores del Estado parlamentario, y sus adversarios». Este domingo, España asistió al segundo asalto del combate que enfrenta a los defensores de esta aburrida democracia parlamentaria nuestra con los de un exaltador golpismo populista. En el 1930 de Malaparte, la exaltación había venido de una escisión del Partido Socialista que se dio nombre de fascista. En el 2016 español, su nombre y modos son bolivarianos. Ambos, «idólatras del Estado, partidarios del absolutismo estatal».

La ofensiva quedó cortada. Los populistas están debilitados, pero al acecho de erosionar el territorio del PSOE. Desde su endeble posición, habrán de remodelar un asalto al poder que sólo la unidad de los aburridos demócratas puede frenar. No es un modelo que se ajuste a la cuadrícula derecha/izquierda. Quienes pretendan reducirlo a ella, habrán perdido ya la batalla. Es una tentación mortal, en especial para el PSOE: cualquier pacto que se diga «de izquierdas» con los populistas sellaría su suicidio. Pero es un riesgo que va mucho más allá: en el acceso de ese nuevo fascismo a zonas de poder, se juega la supervivencia de la democracia parlamentaria, en lo inmediato; y, a medio plazo, la supervivencia de la nación. Sánchez hubiera debido, en el insomnio de anoche, leer a Malaparte: «No hay que olvidar que los camisas negras provienen, en general, de los partidos de extrema izquierda». Y sacar la conclusión lógica: urge echar a los populistas de los ayuntamientos. Urge.

¿Es posible exorcizar el riesgo populista? Sí. No sería difícil en un país con tradición garantista. Un gobierno de unidad nacional, que proceda a las reformas constitucionales sobre cuya ausencia se alzó la amenaza de Podemos, estaría en condiciones de tomar el timón para esta nueva singladura, sin la cual España sigue arriesgándose al colapso. ¿Es tan difícil entender que, sin un gobierno de concentración entre PP, PSOE y Ciudadanos, la democracia entrará en un callejón sin salida? El nombre de quien presida ese gobierno, poco importa.

Hemos sido gobernados por gentes repugnantes, es cierto. Pero, entre ladrón y asesino, debemos distinguir. Los discípulos de Irán y Chávez son más que los simples ladrones que sugiere su financiación. La cual no es tan distinta, por cierto, a la de los partidos de la transición. Lo distinto ahora es que Teherán y Caracas son regímenes homicidas. Y ello abre un horizonte ciego. Si los partidos constitucionalistas no son capaces de unirse frente a eso, merecerán la destrucción que les acecha. Nosotros, no.

Fuente:
http://www.abc.es/opinion/abci-salida-201606281626_noticia.html

¿QUIÉNES SON LOS MÁS DESCONFIABLES?

EL PAÍS, Madrid, 27 de junio de 2016
COLUMNA
La participación política de las FARC
Cuando las FARC intentaron participar en política en los ochenta los masacraron, eso no se puede repetir
León Valencia / Ariel Ávila   

Cada vez está más cerca la firma del acuerdo final entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, el anunció del cese bilateral al fuego y de hostilidades confirma que estamos a algunas semanas de la firma del acuerdo final. Dicha firma significará, ni más ni menos, el fin de la vieja tradición de justificar políticamente la lucha armada.

Los temas de apertura democrática y ampliación de los espacios de participación quedaron plasmados en el acuerdo dos, allí se suscribió la figura que permitirá el tránsito de movimiento guerrillero a movimiento político. El punto dos contempla una reforma al sistema político Colombiano y dentro de sus puntos se propone crear unas circunscripciones especiales de paz para las zonas más afectadas por el conflicto armado. Estas circunscripciones serán el mecanismo por el cual se podrá pagar una deuda histórica con las poblaciones que han sido excluidas del proceso democrático en Colombia.

Para que el proceso de apertura democrática se materialice en el país, permitiendo la inclusión de los sectores marginados de la Colombia profunda y la participación política de la guerrilla de las FARC, consideramos las siguientes propuestas:

1. Las FARC deberán tener una participación directa en el Senado de la Republica. Serían nueve cupos directos. La defensa de los nueve cupos directos se motiva en dos argumentos. En primer lugar, la negociación entre el Gobierno y las FARC tiene el propósito de terminar la guerra, pero también de ofrecer espacios de participación política al grupo insurgente. La participación directa en el Congreso por periodos transitorios aseguraría el juego de las FARC en el ejercicio político. Segundo, no se puede olvidar, que a mediados de los años 80 del siglo XX, producto del avance de las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC, nació la Unión Patriótica (UP). En esta unión confluían miembros cercanos a las FARC, el Partido Comunista y organizaciones sociales y cívicas. Por esas mismas fechas la presión social por el cambio político era importante y ante esta presión se permitió que los alcaldes y gobernadores fueran elegidos popularmente mediante el voto. Los resultados para la UP fueron importantes: 25 alcaldías de forma directa, 123 por coalición y 14 congresistas, además de cientos de concejales y decenas de diputados en concejos y asambleas.

Sin embargo, el Estado falló en la protección este movimiento político y se produjo un genocidio político. De los 14 congresistas asesinados, 9 eran Senadores y 5 Representantes a la Cámara. En la medida que el modelo de justicia del proceso de paz es restaurativa, y a las FARC les vamos a pedir, como es normal, que digan la verdad, que reparen y pidan perdón, el Estado debe hacer lo mismo. Por tanto se propone regresarle a las FARC 9 curules directas al Senado una vez firmado el acuerdo, es decir, apenas termine la dejación de armas, seis meses después de la firma del acuerdo general. No olvidemos que la masacre de la UP fue producto de una confluencia entre narcotraficantes, paramilitares, élites políticas locales y agentes estatales. Estas curules operarían por 2 periodos electorales, más el tiempo que va del 2017 al 2018. Los periodos serían: 1) Marzo 2017-junio de 2018. 2)20 de julio del 2018- junio de 2022. Y 3). 20 de julio de 2022- junio de 2026.

2. La segunda propuesta es que las curules directas no son las mismas que se abrirán por medio de las circunscripciones especiales de paz, el número de estas curules y su distribución temporal deben cumplir el criterio de equidad y apertura democrática, es decir, se debe privilegiar a las poblaciones más excluidas del sistema democrático. Desde esta premisa, se propone que sean al menos 17 circunscripciones, las cuales serán permanentes, es decir, indefinidas.

El criterio de las circuscripciones no depende de la división política administrativa del país, sino que reúne un conjunto de municipios que han sido altamente afectados por la violencia y que en consecuencia han estado marginados de los procesos de integración política, de allí que se encuentren regiones que se configuran con municipios de dos o más departamentos. La creación de estas circunscripciones estará acompañadas de una reforma al sistema político y electoral colombiano. Actualmente, la Cámara de Representantes cuenta con 166 congresistas y las 17 que se proponen serían adicionales.

Sobre la mesa existen al menos tres propuestas, las cuales aumentarían el número total de representantes por medio de la inclusión de curules en el marco de las Circunscripciones especiales de Paz.

Las circunscripciones especiales de paz tendrán que entrar en funcionamiento una vez termina el proceso de dejación de armas, es decir, seis meses después de la firma del acuerdo final. Esto significaría que si en julio el Gobierno y la guerrilla firman el acuerdo final, se presume que el proceso de dejación de armas terminaría en Enero de 2017, tiempo en el que iniciaría la contienda electoral en las regiones arriba señaladas, la campaña política sería de tres meses, de tal modo que las elecciones atípicas serían para mediados de 2017.

En 2018 se repetirían elecciones de estas circunscripciones especiales de paz y se votarán desde ese momento en las elecciones ordinarias. Los ciudadanos de los municipios donde operen estas circunscripciones tendrán la oportunidad de marcar dos tarjetones, el de las elecciones ordinarias y las especiales de paz.

Una propuesta como estas es arriesgada y polémica, pero estos son los costos de la democracia y de que el proceso de apertura política e inclusión de sectores que hasta el momento han sido marginados sea efectivo. Además, bajo el principio de justicia restaurativa a las FARC se le debe devolver los cupos directos a Senado. No debe de olvidarse que las FARC intentaron participar en política en los años ochenta del siglo XX y cuando lo intentaron los masacraron. Eso no se puede repetir. El debate ha comenzado y las propuestas no se harán esperar.

León Valencia y Áriel Ávila son director y subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación

Si Quino tomó prestado el graffiti se lo endosó a la madura precocidad de la niña, quien agobiada por los conflictos y guerras compartía su angustia con millones de seguidores.

Así nos sentimos hoy los venezolanos, abrumados por el régimen “revolucionario”, intentando salir de un laberinto en el que nos metimos, y por alargarlo, estamos atrapados.

Si “que se pare el mundo que me quiero bajar” lo comparamos con el de “párenle el mundo a Nicolás Maduro”, sentimos lo que los franceses de la época.

“Que se pare el mundo”, es como que dejen de pasar una serie de acontecimientos, que no quiero estar más presente en ellos, que me quiero olvidar de todo, bajarme de allí, buscar la salida, comenzar un juego nuevo.

“Paren el mundo, me quiero bajar”. Ni la infinita sabiduría de Mafalda podría arreglar tanta irracionalidad junta ante el desorden, la confusión y la violencia desmedida de hoy.

Que el mundo siga andando pero sin Nicolás Maduro ni su lugarteniente Diosdado Cabello. Renunciar a sus posiciones radicales o sacarlo en revocatorio, es una escapatoria política y concertada a la grave crisis que sufre Venezuela, lo más saludable para que se caigan de ese espacio en el que han estado girando.

Que la tierra continúe dando vueltas pero con la construcción de una salida pacífica, constitucional, electoral, democrática y concertada a este aprieto que tenemos. Permitir que Venezuela tenga un nuevo gobierno que inspire confianza en el universo con poder de convocatoria en lo interno. Así de sencillo.

“Que se pare el mundo, que nos queremos bajar”, es como nos sentimos ahora, ya, en este momento, porque no queremos estar donde estamos, porque no queremos ser lo que somos.

Misión imposible, por cierto, escribir sobre un país que en las últimas semanas hasta parece haberse salido de su eje. Párenlo. Aquí hay millones que se quieren bajar, como Mafalda, o quienes lo hicieron en aquel Mayo Francés.

Fuente:
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/06/27/colombia/1467029972_590350.html

domingo, 26 de junio de 2016

18 BRUMARIO DE ENRIQUE MELÉNDEZ



Dedicados exclusivamente al oficio parlamentario, nos permitimos hacerle algunas preguntas al periodista Enrique Meléndez para nuestro modesto blog, lejos de pretender usurpar la profesión que él tan sagazmente desempeña. Leyendo sus respuestas y la reminiscencia que hace de Marx en su 18 Brumario, ahora es más fuerte la convicción de la deuda contraída con sus habituales lectores, porque – desde ya – nos debe un libro que recoja sus reflexiones sobre los capítulos postreros del actual régimen. Agradecemos mucho la atención dispensada por Enrique al responder a estas tres preguntas formuladas vía electrónica.

LB

1)  Al leer tus frecuentes artículos de opinión, las entrevistas que realizas, incluyéndome (algo que agradezco), y tu libro so pretexto de Jóvito Villalba (“Mi partido y yo, yo y mi partido”), notamos una perspectiva de fondo: la de la literatura romántica del siglo XIX francés, específicamente la de los poetas fatalistas. No me pretendo especialista en materia literaria: ¿Proyectas hacia el futuro esa  mirada a un presente en el que subyace la angustia apasionada por todo lo que vislumbras como tarea titánica, cual es superar a un régimen cuya única bondad fue la de desenmascararnos existencial  aunque insuficientemente?

            (EM) - A mi me parece muy acertada la tesis de filólogo barinés Briceño Guerrero, quien consideraba que en el venezolano andaban tres yo, perfectamente, delimitados. El yo del ilustrado, el yo del mantuano y el yo del salvaje. La Europa primera representa a la ilustración. La Europa segunda representa al catolicismo inquisidor, cuyo fin evangelizador viene a llevarlo a cabo el señor mantuano, y Briceño Guerrero considera al yo salvaje como el albacea de la herida producida tanto por la derrota sufrida por los pueblos precolombinos de manos de los conquistadores españoles; como por la arrogancia y segregacionismo con la que esa clase mantuana comenzó a tratar a la gente, que no pertenecía a esa estirpe.
            -He allí el por qué el viejo Vallenilla Lanz consideraba que nuestra guerra de independencia fue una guerra civil. Ese segregacionismo de los godos fue creando resentimientos, y a la hora de tomar las armas toda esa gente compuesta por pardos y blancos de orilla se identifican de inmediato con el partido realista de Monteverde y Boves, y entonces se produce una de las guerras más crueles, que haya conocido la humanidad. Desde entonces hemos tenido manifestaciones muy masivas de ese espíritu salvaje. Yo lo llamo otredad frente al señor ilustrado. Observa que lo que se decía, una vez que Monagas le da el golpe al Congreso Nacional en 1848, era que han llegado al poder las gentes de color; en detrimento de la gente blanca, que era la clase ilustrada, por excelencia en Venezuela.
            -Creo que fue muy ajustado Carlos Alberto Montaner en un artículo donde hacía ver esta situación, es decir, hay una reacción de salvajismo en la gente que nos gobierna, y de allí su desprecio por la meritocracia; como esa otredad se observa en la saña con la que actúa el hampa contra el hombre de progreso, y del que vive en el día a día, pues el robo en este país es una industria, y si no que se explique entonces por qué hay la existencia de la figura del pran, y al que se le rinden honores, como si se tratara del más ilustre de nuestros hombres.
            -Tú me preguntas el por qué de mi fatalismo: he allí la respuesta. El problema es que el salvaje lo llevamos en la sangre, y esta sociedad fue muy ingenua, en el momento en que le sirve la presidencia a un sujeto de esta naturaleza; a un resentido social, más que a un aventurero, como consideraba Marx a Luis Napoleón Bonaparte; un sujeto de estirpe salvaje, como decía Carlos Fuentes, cargado de basura en la cabeza; el problema es que no sabemos si algún día en el futuro, que ya no veremos hombres de nuestra generación vuelva a pasar este mismo fenómeno.

2)  Además de la fuente política, cubres eficazmente la económica hoy – más que nunca - imbricadas. Sin dudas, quienes tiene un conocimiento extraordinario de las realidades que nos aquejan por razones de oficio, están diaria y psicológicamente expuestos: ¿Cómo compensar y hasta combatir la mucha o poca e inevitable depresión que genera saber lo que ocurre más allá de lo que atisba un ciudadano común?

-Por cierto, que si tú lees a Descartes, tú vas a encontrar que una cierta parte de sus textos constituyen una filosofía de la consolación. Descartes llega incluso a recomendaciones sobre cómo hacer ciertos y determinados tipos de respiraciones, llegado a cierta situación de angustia, como tú lo puedes observar hoy en día en los libros de autoayuda. El libro de la Etica de Spinoza también anda por estos propósitos, es decir, tratar de generar por intermedio del espíritu estados de bienestar, a pesar de los contratiempos en la vida; cosa que también nos viene de los estoicos; la famosa escuela que nace de Sócrates, aunque Spinoza termina diciendo en dicho libro que lo ideal es la excelso; sólo que lo excelso es muy raro, y de allí que se le considera un autor muy trágico. De hecho, se considera al filósofo un enfermo de la vida, y por eso trata de buscar consuelo en la filosofía, y que es lo que nosotros estamos experimentando hoy en día frente a una clase gobernante muy tribinilera y sin escrúpulos, como yo siempre la he llamado repitiendo así una frase que el escritor caroreño Cecilio Zubillaga Perera le endilga a Antonio Leocadio Guzmán.

3) Cubres fuentes ahora difíciles y hasta riesgosas de ejercer: ¿Qué le recomiendas al novel periodista que pudiera confundirlas como propias del espectáculo, donde prevalece lo ligero y trivial como - de alguna manera u otra -  lo ha impuesto el régimen por estos años, apuntando a la sociedad ágrafa que le es indispensable?

-Se nota aquí que te gustan los autores de la dramaturgia, y tu pregunta me hace recordar los textos de Nietzsche sobre Wagner, a quien lo comienza a criticar, porque encuentra que su obra, en lugar de contenido, lo que representa es forma. Está hecha más para que se luzca la actuación, que para la finalidad de toda ópera, que es ofrecer una diversión, a través de la historia de una tragedia, esto es, el espíritu de la suprema serenidad. Por cierto, que en las discusiones que se pueden leer en los grupos de colisteros, que se forman, bien por correo electrónico, bien por wasap, tú puedes observar que hay una tesis, que rueda por ahí, por medio de la cual se detecta, a través de los gestos de la cara, que van poniendo los integrantes de esa fauna, que forma parte del oficialismo, que no es verdad lo que están diciendo.
-Es interesante la discusión, que se ha formado en torno a esta tesis, sobre todo, porque eso ha dado lugar a un análisis sobre los procesos comunicativos del ser humano, y que, aparentemente, no son sólo orales, sino que también comportan otras dimensiones, una de las cuales es el gesto en la cara, de quien habla, y que un estudio bien detallado puede dar cuando una persona miente o cuando dice la verdad. Por supuesto, con un gobierno que ha apelado a la mentira, como nunca antes se había visto en este país, para justificar este caos, al que nos ha traído, una lectura semántica de este tipo a la forma como hablan y dicen las cosas sus altos funcionarios, puede servir de modelo universal.

Fuente:
http://venezuela.shafaqna.com/ES/VE/513705