sábado, 25 de junio de 2016

CALDERO EMOCIONAL

EL MUNDO, 25 de junio de 2016
MAR DE FONDO
Al rincón de pensar
Teodoro León Gross
      
La jornada de reflexión es otro de tantos eufemismos políticos, en este caso para ennoblecer la tregua en víspera de ir a las urnas. En Italia lo denominan sin retórica: Silenzio elettorale. Es sólo eso. Los germánicos o anglosajones hacen campaña hasta el final; aquí se impuso la desconfianza en la manipulación, como en otros países latinos, incluso Francia. En ciertos casos se prohibía vender alcohol y hacer espectáculos. Claro que ese silencio es un anacronismo en la posmodernidad líquida de las redes. Se trata de una tregua falsa, llena de agit-prop non stop. Por demás hay algo ridículamente ñoño en esta fórmula vetusta, como si se enviara a la sociedad al rincón de pensar. Toda una paradoja en un país donde, según Machado, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.
La clase política puede, en todo caso, estar tranquila: nadie va a dedicar hoy la jornada a reflexionar. De hacerlo, la abstención arrasaría mañana. Pero si una vieja democracia pragmática como la británica ha votado estrepitosamente por emociones primarias, quién va a confiar en el voto reflexivo de este país de sangre caliente. Nadie ha apelado, por demás, a la inteligencia del votante. Básicamente se ha establecido un pulso entre emociones: el voto del miedo y el voto de la esperanza. Rajoy ha animado, día tras día, a votar contra 'los malos'. En su eje del mal, al modo de Bush jr., él se atribuye el rol de jefe de los buenos. Claro que en ese duelo maniqueo, Pablo Iglesias presume de estar en 'el lado correcto de la Historia' atribuyéndose mesiánicamente guiar a los perdedores de la crisis a la tierra prometida. En fin, como apunta certeramente Michael Ignatieff, 'el populismo ofrece soluciones falsas a problemas reales'.
Apelar a la inteligencia del votante hubiera resultado, por demás, peligroso. Difícilmente se votaría a cuatro candidatos a los que ya se votó seis meses atrás y fracasaron. Su incapacidad para la política y hasta la aritmética les descalificaba; sobre todo a Rajoy y Snchz, enterradores del bipartidismo. Pero de creerles, sucederá de nuevo: Sánchez anuncia que no hará presidente a Rajoy o a Iglesias, Rajoy que no irá a la investidura sin garantías, Rivera veta a Rajoy, Iglesias es César o nada... La ironía es que nadie les cree. El electorado parece persuadido de que todo es mentira, simples excrecencias estratégicas del márketing electoral. ¿Quién reflexionaría con la convicción de que todo es mentira?
En fin, en el caldero emocional hierven el Brexit, el ministro de las cloacas del Estado, los independentistas clamando por una legalidad que ellos niegan ('desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas') hasta celebrar una consulta ilegal, el nepotismo de Susana, los ataques de racismo contra Snchz por Cifuentes y Albiol, el tipo de Limpia Badalona... No es raro que el PP haya puesto tanto empeño en cerrar la web presidencial satírica de El Mundo Today: pueden soportar los chistes paródicos, pero no ese espejo esperpéntico digno del Callejón del Gato que resultaba cruelmente real. En definitiva el éxito ha sido llevar la campaña a elegir entre Venezuela y la corrupción, a la medida del votante que pueda pensar que la corrupción justifica Venezuela o que Venezuela justifica la corrupción.
La Jornada de reflexión, bien pensado, sí que tiene sentido: disponer de un día dedicado a no pensar en lo sucedido durante la campaña.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2016/06/25/576d7f3c46163f5a698b4602.html
Composición gráfica: http://politica.elpais.com/politica/2015/10/26/actualidad/1445887608_948623.html

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