PLAN PERVERSO

Nuestra firma no aparece para el referendum revocatorio, al igual que la de otros muy numerosos venezolanos. Se dice ya de 62 parlamentarios que brillan por su  ausencia. Para Tibisay Lucena,  entonces, tampoco creemos en revocar a Nicolás. Falacia poderosa de quien también pasa factura porque se le impugnó en sus aspiraciones reeleccionistas como rectora del CNE (María Corina, Freddy Marcano, Juan Pablo García, José Gregorio Contreras,entre otros), pública y expresamente al abrirse el muy dudoso proceso en el pasado período legislativo. Demasiado evidente, se trata de un doloso acto de provocación. Un desafío que cuadra en algún plan ofensivo. No es casual que reconocidos dirigentes políticos, por ejemplo,  no aparezcan. Que impongan normas sobrevenidas, arbitrarias y malintencionadas y que las actuaciones del órgano comicial de hoy contraste con las muy diligentes que atendieron y atienden el dictado presidencial, las directrices de la rosca en el poder. Un plan perverso, generador de frustración, decepción, pero - sobre todo - rabia.
LB