domingo, 26 de junio de 2016

HUMO DE BYTES

De la desindustrialización cultural
Luis Barragán


Lejos de distraer nuestra atención respecto al proceso revocatorio del mandato presidencial, incluyendo las otras soluciones constitucionales a la crisis, reforzamos la legitimidad y oportunidad del planteamiento. Y es que pasan inadvertidas las Memorias y Cuentas 2015 de todos y cada uno de los ministerios, cuyos titulares tampoco acuden a la Asamblea Nacional a defender la gestión de un gobierno que ha contado con una extraordinaria concentración del poder y fabulosos ingresos provenientes del petróleo, hundiéndonos ahora en la miseria y la corrupción.

En  materia cultural, por ejemplo, la labor realizada es propia de una burocracia que pretende monopolizar el sector, lográndolo en muy buena medida, la cual contabiliza sendas actividades e incurre en un gasto difícil de constatar, además, por la intrascendencia de una prédica enteramente partidista y la falla deliberada de los mecanismos de control, negada toda información puntual. Por todos estos años, sumada la era de Farruco Sesto, quien – a modo de ilustración – concibió y planificó hasta una tal Plaza de la Revolución en la ciudad capital, exhibiendo grandilocuentemente el proyecto que acarreó importantes costos, la gestión “culta” del régimen tiene por características el intenso proselitismo, la promoción y beneficio de un clientelismo sectario y, en definitiva, algo irremediable, está ganada por una quizá desapercibida perspectiva doctrinaria de la seguridad y defensa de la nación que apuesta a una definitiva desindustrialización cultural.

Combatida la propiedad intelectual, invocando apenas un detalle, desindustrialización afín a un modelo y a una estrategia de desarrollo que bautizó el otrora ministro Giordani como socialismo rentístico, argumentándolo para la completa satisfacción del extinto presidente. Por ello, no ha encontrado ni encontrará cupo la llamada economía creativa cuyo éxito en otros países marca la pauta, porque ni siquiera exportamos las  telenovelas que alguna vez fueron celebradas hasta en las latitudes de extraño idioma, privilegiada la protección de una interesada concepción de la cultura popular y de la identidad nacional que tiene más de un burdo populismo que de una distinta convicción ideológica.

Un ministro, tres viceministerios, doce direcciones generales y sus equivalentes, cuatro órganos desconcentrados, más veinticinco entes descentralizados (entre éstos, veinte fundaciones con todo lo que la figura significa, distanciándose cada vez más del acto administrativo), conforman la tupida institucionalidad  amparada por la Ley Orgánica de Cultura, todo un mamotreto hecho a su medida.  Tenemos que el viceministerio de Fomento de la Economía Cultural, es el puntal de la desindustrialización, trenzado a los propósitos que el inconstitucional Plan de la Patria pautó respecto a la producción y comercialización de bienes y servicios culturales que explican el circuito económico orientado al desarrollo endógeno y a la soberanía cultural: la Memoria ministerial habla de poderío económico, “máxima felicidad del pueblo”, productividad en el campo de la cultura y de la nueva geopolítica (*), cuyas consecuencias resultan tan deplorables como las que padece el país sometido a una crisis humanitaria sin precedentes.

Uno o dos meses atrás, tuvimos la oportunidad de asistir a la defensa de la tesis de ascenso docente de Carlos Guzmán, quien abundó sobre la también denominada economía naranja, permitiéndonos profundizar en el trabajo que adelantamos sobre un plan para la transición democrática en el terreno cultural. Es necesaria y urgente la reindustrialización, lo enfatizamos al suscribir estas líneas que esperan por la duración de la batería de la laptop, mientras que vuelve la energía eléctrica en casa y hagamos la remisión electrónica del caso, factores importantes – electrificación e interconectividad - en el “anaranjamiento” del país post-rentista.

(*) Vid. Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular para la Cultura 2015,  en:
http://transparencia.org.ve/wp-content/uploads/2012/10/MEMORIA-2015-Ministerio-del-Poder-Popular-para-la-Cultura.pdf   y  https://drive.google.com/file/d/0B65M4qe0vsR1QjRDUGlvVGdBSTQ/view?pref=2&pli=1 


26/06/2016

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