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domingo, 19 de julio de 2020

ACOGER AL LOBO FEROZ

Domingo 16A TO
19 julio 2020
“Dejen crecer el trigo y la cizaña” (Mt 13, 24-43)
(Diálogo sobre el Evangelio de hoy: Cizaña)
José Martínez de Toda, S.J.

Es bonito crecer. Unos crecen más, otros menos. ¿Por qué?



En las estanterías vi frascos de amor, de fe, de salvación, de todo. Le dije al ángel:

- ¿Cuánto valen esos frascos?

- “Nada, son gratis. Los dones de Dios son todos gratis”. Y le dije:

-Dame, por favor, bastante amor de Dios, perdón de Dios, una bolsa de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación.

El ángel entró a la trastienda-almacén, y salió con una cajita diminuta. Le pregunté:

-“¿Eso es todo?”  El ángel me explicó:

-Ahí está todo. Dios no da nunca frutos maduros. Él sólo da pequeñas semillas que cada cual tiene la obligación de cultivar.> (Félix Jiménez, escolapio)

Dios siembra su semilla. Pero el misterio de crecer es nuestra tarea, nuestra responsabilidad y nuestra libertad, por supuesto, contando siempre con su ayuda amorosa.

Jesús nos cuenta dos parábolas sobre el crecimiento.

¿Cuáles son esas parábolas de Jesús sobre el crecimiento?

Dice: “El Reino de los cielos se parece a un grano de mostaza.

La semilla de mostaza es muy pequeña: la de la mostaza negra no supera el milímetro de diámetro. Pero, cuando nace la planta, llega a medir tres metros de altura. Es una de las mayores hortalizas (v. 32). Hasta las aves del cielo se posan en sus ramas. Ello simboliza la apertura del reino de Dios a todos, y quiere decir también que ofrece seguridad y protección. 

Por su parte, la parábola de la levadura también describe cómo se hará grande el reino de los cielos. La levadura actúa de una forma callada y sin pretensiones en la harina, y hace fermentar una gran cantidad de ella para cocer y convertirla en pan.

Así ocurre con el reino de Dios: una vez “escondida la levadura” en la harina, se da un proceso incesante de crecimiento, que la lleva a la plenitud. Nuestras vidas responsables son grano de mostaza que el Señor ha escondido en el jardín de su creación, y son levadura que hace crecer y fermentar la humanidad. Pero no todo crece sin problemas.

¿Qué problemas hay?

Jesús cuenta la parábola de la cizaña:

<“Un hombre sembró buena semilla en su campo; pero apareció también la cizaña. ¿Qué hacer? ¿Cortarla? ¿Y si resulta que cortamos también espigas de trigo? Pues ella de pequeña se parece mucho al trigo. Y el amo de la mies dijo a sus obreros:

“Mejor no. Déjenles crecer juntos hasta la siega, y entonces  arrancaremos primero la cizaña y la quemaremos, y el trigo lo guardaremos en el granero”>.

La cizaña, de pequeña como semilla, se parece al trigo, y es casi imposible distinguirlos.  A medida que las plantas crecen, las raíces de las malas hierbas y las del trigo se enroscan, de tal forma que es casi imposible separarlas, y cualquier intento de arrancar las malas hierbas de la cizaña también arrancará el trigo. 

La separación, sin embargo, es necesaria, porque la cizaña es amarga y algo tóxica.  La solución común es trillar los granos e irlos separando a mano, pues la cizaña en este estado, es ya de un color diferente.

¿Qué significa esta parábola?

Jesús nos lo dice: el campo es el mundo, lleno de buenas y malas hierbas.

Pero esta parábola nos enseña el modo de proceder de Dios con ellas.

El Reino de Dios está abierto a todos. Todos tienen la oportunidad de germinar y dar buen fruto. Dios envía su lluvia sobre buenos y malos.

Nuestra tentación es eliminar cuanto antes a los malos y al diferente.

Pero Dios, el dueño del campo, nos invita a ser tolerantes y a no ser fanáticos.

Dios confía en el ser humano y le da muchas oportunidades. La primera lectura de hoy dice: “El poder y la soberanía de Dios le hacen perdonar a todos. Tú, poderoso soberano, juzgas con moderación y nos gobiernas con gran indulgencia” (cfr. Sab 12,16-18).

            Así Dios nos enseña a ser justos, humanos y perfectos.

            Jesús nos dice: “Sean perfectos como el Padre celestial es perfecto”.

Dios es “misericordioso y clemente, lento a la cólera y rico en piedad” (cfr. Sl 85,15). Santiago nos exhorta a imitar el estilo de Dios: “Sean todos prontos para escuchar, lentos para hablar y tardos para la ira. Porque la ira del hombre no produce la justicia que Dios quiere” (St 1, 19-20).

Pero Dios terminará la historia con justicia, y los santos finalmente serán liberados de todo abuso y opresión. 

También nos envía el Espíritu Santo para ayudarnos a ver la mala hierba dentro de nosotros mismos, y nos da tiempo para eliminarla de nuestra vida.

¿Qué ejemplos hay de quienes quisieron eliminar a los que no pensaban como uno?

-Los hijos de Zebedeo. Ellos querían que bajara fuego del cielo y quemara a aquella aldea samaritana, que no quería que Jesús pasara por ella, cuando subía a Jerusalén.

-El joven Saúl, que llegó a ser S. Pablo. Él se autoimpuso su programa personal de eliminar la cristiandad, simplemente porque pensó que era algo malo.

En cambio, S. Francisco de Asís no mató al lobo feroz, sino que lo acogió.

¿Qué aplicaciones tiene la parábola para la vida ordinaria?

-          Un esposo haría bien en ser paciente con su esposa imperfecta y una esposa en tener paciencia con su esposo imperfecto. 

-          Los padres harían bien en ser pacientes con sus hijos imperfectos y los hijos en serlo con sus padres imperfectos. 

-          Los jefes harían bien en ser pacientes con sus empleados imperfectos y los empleados en ser pacientes con sus jefes imperfectos. 

Sin embargo, conviene que los padres y supervisores enseñen y disciplinen con cariño y respeto a aquellos bajo su cuidado.   

(*) Enviada por correo electrónico.
Ilustración: Givi Siproshvili.

“ Dejadlos crecer juntos ”
(San Mateo, 13: 24-30)
Fr. Javier Garzón Garzón (*)

Introducción

Avanza el mes de julio. La atención de medio mundo está puesta en la pandemia del coronavirus, que en algunos rincones del planeta está en su punto más álgido, y en otros amenaza con peligrosos rebrotes… Lloramos a quienes se fueron o han sufrido la enfermedad y miramos con miedo esa crisis económica de la que avisan, y que repercutirá directamente en muchos hogares, quizás en los nuestros, y seguro que en los de los más débiles. Como siempre...

La realidad, cuando nos asusta, despierta en nosotros lo peor que guardamos dentro. Es como si necesitáramos encontrar culpables, no solo en la esfera pública sino también en nuestro entorno más cercano. El mal humor o el enfado, en ocasiones empujan a la crispación o al odio, tantas veces alentado desde las sombras más oscuras.

Nos rodea el mal, y hay momentos en que lo percibimos de una forma casi evidente: en el misterio de un virus tan pequeño y cruel, en las relaciones sociales tensas e interesadas, en la desesperanza que nos ciega para mirar al futuro. Convivimos con el mal y no sabemos cómo abordarlo.

Nadie, a lo largo de los siglos, ha logrado una explicación convincente sobre su origen: filósofos, teólogos o las distintas ramas del saber humano lo han intentado. Tampoco el Evangelio da una respuesta sobre su procedencia. Pero sí nos da claves para saber convivir con él. La comunidad de Mateo, cincuenta años después de la Pascua, se sorprendía de que el Reino no triunfase sobre el mal y su poder. El libro de la Sabiduría (medio siglo antes) también se hacía preguntas similares… Jesús tiene una respuesta, para entonces y para ahora: deben convivir juntos. Pues aunque el mal tiene efectos evidentes, el Reino de Dios crece desde lo pequeño y sin hacer ruido: esas semillas no se perderán sino que crecerán a su tiempo.

(*) Convento Santo Tomás de Aquino - 'El Olivar' (Madrid)

Ilustración: Joseph Brickey.
19/07/2020:
Cfr.

domingo, 8 de marzo de 2020

PALABRAS QUE NOS ATAÑEN

Evangelio Dominical: La Transfiguración
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio que se proclama el 2° Domingo de Cuaresma, ciclo A, correspondiente al domingo 8 de marzo.  El texto bíblico es tomado de libro de San Mateo 17, 1-9

"Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escúchenle"

Dice el evangelio que Jesús apareció de una forma deslumbrante. ¿Por qué aparece Jesús de esta forma tan llamativa?

Jesús quiso dar una lección a tres de los discípulos

Entre la gente que seguía a Jesús, corrían dos interpretaciones de lo que debía ser el Mesías:

Una era la política y militar. La mayoría pensaba que el Mesías devolvería el poder y la gloria al pueblo judío.

Otra la de la entrega hasta la muerte, a pesar del sufrimiento, que era la de Jesús. Precisamente "seis días antes de la Transfiguración, Jesús había dicho a los discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y letrados; sufrir la muerte y resucitar luego de tres días" (Mc 9, 2-10).

Estas palabras de Jesús sembraron la alarma entre los discípulos.

El mismo Pedro trató de disuadirle (Marcos 8:31-33), porque esto no cuadraba con sus expectativas gloriosas de mando y poder.

¿Y qué hace Jesús?

Ante esta confusión Jesús decide confirmar la fe de sus discípulos en Él, dándoles un anticipo de su Resurrección. Y esto se convirtió en la validación de su interpretación como Mesías.

¿Qué hace Jesús para probar que su interpretación del Mesías es la verdadera?

En primer lugar, aparece en una forma gloriosa. Se transformó: su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blanco.

El evangelio utiliza la palabra griega 'metamorfosis', que usamos para describir el proceso por el que una oruga se convierte en mariposa, una dramática transformación. En este pasaje de Jesús sólo hay una transformación de su apariencia externa.

En segundo lugar, aparece conversando amigablemente con Moisés y Elías.

¿Por qué aparecen Moisés y Elías junto a Jesús?

Porque eran los dos máximos exponentes de la tradición bíblica:

- Moisés, que fue el gran dador de la Ley y de los 10 Mandamientos 1.200 años antes. Pero además es el gran Liberador. Dios envió a Moisés a liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y a conducirlo a una tierra de libertad que mana leche y miel.

- Elías era el gran profeta, que inició una gran renovación espiritual en Israel 800 años antes de Cristo. Elías era muy cercano a Dios. Y Dios se le hacía presente de forma muy íntima.

Elías en el monte Horeb, vio que "el Señor no se dejó sentir ni en el viento fuerte, ni en el terremoto, ni en el fuego que pasó por delante de la cueva donde estaba, sino en un sonido suave y delicado", ante el cual Elías se cubrió la cara con su capa.

Estos dos hombres encarnan la Ley y los Profetas.

Y en tercer lugar, con la voz del Padre: en medio de esta escena, "apareció una nube, que se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: "Este es mi Hijo amado: escúchenlo".

¿Qué simboliza la nube?

A través de todas las Escrituras, la nube simboliza la presencia de Dios. Así ocurrió durante la travesía del desierto de los israelitas:

- Dios caminaba delante de su pueblo en una columna de nube (Éxodo 13,21).

- Y en el Sinaí, mientras Dios hablaba con Moisés, se escondía detrás de una nube.

¿Qué es lo más importante en este evangelio de la Transfiguración?

Es la frase de Dios Padre: "Este es mi Hijo amado. Escúchenlo" (Marcos, 9, 7). Estas son casi las mismas palabras que Dios Padre dijo en el bautismo de Jesús. Entonces las dijo a Jesús. Ahora la voz de Dios Padre se dirige a los discípulos.

Así pues, la transfiguración significó la validación de Jesús, como el Señor ungido, 'mi hijo amado'.

Y Pedro quedó satisfecho: "Hagamos tres tiendas".

¿Estas palabras nos tocan también a nosotros?

Las necesitamos. Hay tantas voces hoy día. Y todas las voces parecen sabias y atractivas. Son de eruditos, internautas, comentaristas, políticos y gurús religiosos, celebridades... Nos prometen salud, riqueza y felicidad, pero raramente cumplen sus promesas y frecuentemente nos llevan a la ruina. ¿Hay una voz confiable en medio de toda esta cacofonía? Dios Padre nos responde: "Éste es mi Hijo muy amado. Escúchenlo".

Todos los símbolos -monte sagrado, Moisés (la Ley), Elías (los profetas), la nube (que también aparece en el Éxodo), la luz resplandeciente-, van a indicar que en Jesús se cumplía todo lo anunciado por los antiguos escritos del pueblo de Israel. Aquí se dio una "teofanía" (aparición de Dios), al estilo de muchas de las teofanías del Antiguo Testamento a Moisés (Éxodo 24, 9-11), a Elías (1 Reyes 19, 9-14) y a Ezequiel (Ezequiel 1, 1-28).

¿Por qué les prohíbe decírselo a nadie, sino después de la resurrección?

Los discípulos aún no están preparados para hablar correctamente de Jesús. Aún no han entendido bien el mensaje de Jesús, su interpretación de cómo debe ser el Mesías, y por lo tanto no serían capaces de proclamar su mensaje fielmente.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-transfiguracion-3
Cfr.
https://www.youtube.com/watch?v=4r6ozqlvl0I
Ilustración: Givi Siproshvili.

lunes, 21 de octubre de 2019

ABBA

Givi Siproshvili
Reflexión al Evangelio Dominical: El juez injusto
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado al Evangelio que se proclama el vigésimo noveno Domingo del Tiempo Ordinario, del año C., correspondiente al domingo 20 octubre 2019.  La lectura es tomada del Evangelio de San Lucas  18, 1-8.  El padre José Martínez de Toda S.J (Venezuela) centra su comentario en el parábola del Juez.

"Le haré justicia"

 ¿Son importantes el optimismo y la constancia?

Te cuento esta historia:


"Yo voy a luchar hasta el final. Nadaré alrededor hasta que no pueda más; y entonces moriré contenta".

Pero, al nadar, sus patas batían la crema, que poco a poco se iba convirtiendo en mantequilla sólida. Y de pronto rápidamente ella pudo saltar fuera del cubo. Estaba salvada>.

Había triunfado el optimismo y la constancia.

Jesús quiere explicar a sus discípulos cómo orar sin desanimarse. ¿Cómo hace?

Jesús cuenta a sus discípulos la parábola del juez malvado, que no cree ni en Dios ni en el diablo, pero que termina escuchando a la viuda para que lo deje en paz.

En la antigua sociedad judía la mujer dependía de su marido para su sustento, su mantenimiento y status social. Perder al marido equivalía a quedarse pobre y sin ningún apoyo, especialmente cuando la viuda no tiene un hijo mayor.

Las viudas de la antigüedad simbolizan vulnerabilidad. Una viuda no podía heredar los bienes de su marido y dependía de la compasión de la comunidad.

¿Por qué el juez decide atender por fin a la viuda?

A este juez no le importa nadie, pero sí le importa su propia comodidad. Por lo tanto, decide hacer justicia a la viuda, no porque sea la cosa correcta de hacer, sino porque quiere librarse de ella. Está cansado de su presencia y de la molestia que le causa, y quiere deshacerse de ella.

El juez y la viuda representan los lados opuestos del espectro social: el juez es el epítome del poder – no atado por decisiones de jurado ni por cortes de apelación – y la viuda es el epítome de la impotencia.

¿Cómo es posible que Dios se compare a sí mismo con este juez injusto? ¿Qué lección quiere sacar Jesús de esta parábola?

En realidad Jesús no lo pone como modelo. Más bien asegura que si este juez hizo caso a la viuda, porque lo importunaba continuamente, ¿con cuánta mayor razón el Dios que nos ama como un Padre atenderá nuestras súplicas incesantes?

Más bien esta parábola pone en contraste a este juez malicioso con nuestro Dios amoroso. Dios no es un juez malo. Dios es infinitamente bueno y hará justicia a sus elegidos si acuden a él día y noche.

¿Y la viuda?

Aquí la parábola tiene un aspecto muy positivo: es la conducta de la viuda, que era constante en su reclamación al juez. Ella sí es nuestro modelo. Ella es proactiva. Así debe ser nuestra oración incesante. La grandeza de esta viuda consiste en no aceptar su situación con la excusa de 'Así son las cosas'. No hay que dejarse llevar por la ola. Hay que enfrentarla y entrarle por abajo.

Esta parábola nos da optimismo. En realidad, no hay situación sin esperanza.

Con este cuento Jesús quiere enseñar a sus discípulos que hay que orar siempre, sin desanimarse jamás, igual que la viuda.

Puede que la justicia de Dios nos parezca lenta, porque Dios mide el tiempo desde una perspectiva más completa. No obstante, podemos estar seguros de que Dios vindicará a los que ha escogido. En tiempos difíciles oímos decir, "lo único que podemos hacer es rezar".

Esta parábola enseña que la oración es, por sí misma, un remedio significativo – algo que involucra el poder de Dios, haciendo todo posible.

La cuestión crítica no es la fidelidad de Dios sino la lealtad humana.

1ª Lectura: Moisés con las manos en alto ayuda a la victoria israelí en la batalla.

Pero, ¿para qué orar? No sirve de nada. La oración no detendrá a los malandros, ni eliminará las drogas, ni parará la muerte, ni me conseguirá el empleo, ni transformará las estructuras de injusticia.

Bueno. Con la oración no se ve a veces un resultado inmediato. No es como esa máquina tragamonedas: le echas una moneda y te sale un refresco. La oración no es una actividad matemáticamente productiva al momento.

Orar es sencillamente hablar con Dios Padre, especialmente cuando estoy en necesidad.

¿Qué hacía Jesús cuando quería orar?

Jesús, cuando quería orar, se levantaba pronto, iba a un lugar solitario, y allí conversaba con su Abba, con Papá Dios.

Por ejemplo, al final de su viaje a Jerusalén, fue al huerto de los Olivos y dijo a sus discípulos: "Siéntense aquí, mientras voy a orar". Y parece que su Padre no le escuchó, y fue crucificado, y en la cruz gritó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"

La pasión de los que imploran a Dios día y noche nos recuerda la oración de Jesús justo antes de su muerte. "Y estando en agonía, oraba más intensamente: y fue su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra" (22:44). El Padre no respondió eliminando el vaso de su sufrimiento, sino resucitándolo.

Pero su Padre le hizo justicia en la resurrección. Así que no hay que tener miedo. La última palabra la tiene Dios, y esta palabra es vida para siempre.

Claro está que preferimos que la oración nos conceda lo que pedimos – y rápidamente. Así nos ocurre también en todo lo demás.

A veces no pedimos cosas buenas.

Pero Dios no promete respuestas inmediatas a nuestra oración a veces un tanto infantil. Y siempre nos concede la fortaleza que necesitamos para serle fieles, para trabajar incansablemente por su proyecto, para entregarnos cada día a nuestros hermanos.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/reflexion-al-evangelio-dominical-juez-injusto

viernes, 5 de octubre de 2018

SOBRE EL DIVORCIO

Evangelio Dominical: El divorcio
José Martínez de Toda, S.J.

Comentario dialogado sobre el evangelio que se proclama el 27° Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B, correspondiente al domingo 7 octubre 2018.  La lectura es tomada del Evangelio según San Marcos 10, 2-16.

“Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”

¿Cuál era la situación del matrimonio en Israel en tiempo de Jesús?

Las leyes y costumbres israelitas eran marcadamente machistas. A partir de los 12 años, la niña ya se podía casar, pero el padre determinaba en muchas ocasiones con quién; y el matrimonio venía a ser el traspaso de la mujer del poder del padre al del esposo.

La mujer estaba obligada a las labores domésticas y a obedecer al esposo con una sumisión entendida como deber religioso. Era prácticamente su sirvienta.

Había dos corrientes en la interpretación de la antigua ley (Deuteronomio 24, 1):

-  La escuela del rabino Hillel, laxista en grado sumo, admitía el divorcio por cualquier motivo: porque se le quemó la comida o quedó ahumada, o porque pasa demasiado tiempo en la calle hablando con las vecinas, o porque tiene un defecto físico o un carácter incompatible. Ésta era la escuela que predominaba.

-  La escuela del rabino Shammai sólo admitía como causa el adulterio.

Hay una historia muy bonita, que confirma lo que venimos diciendo.


-   Joaquín, recuerda que celebramos una gran fiesta el día de tu boda; es justo que también celebremos otra gran fiesta para tu divorcio.

Durante la fiesta, y siguiendo los consejos del rabino, Rebeca ofreció a su esposo el mejor vino. Y éste mientras bebía le dijo:

-   Amor mío, puedes elegir lo que más te guste de la casa y llevártelo a la casa de tu padre.

Y se quedó dormido. Rebeca lo acostó en la cama y con la ayuda de los invitados lo llevaron en su cama a la casa del padre de Rebeca.

Cuando se despertó al día siguiente, preguntó:

-   ¿Qué estoy haciendo aquí?

Y Rebeca le contestó:

-   Sólo he cumplido tus órdenes. Traje a la casa de mi padre lo que más me gusta y eso eres tú.

Joaquín la abrazó y se olvidó del divorcio. Semanas más tarde Rebeca quedó embarazada.> (Félix Jiménez, escolapio)

¿Cuál es el panorama hoy en América Latina?

El problema de América Latina y el Caribe es que muchas parejas ni siquiera se casan, y por eso, sobre todo el hombre, abandona a su mujer y a sus hijos, y se va con otra. O, si se casan, lo hacen mientras dure. El resultado es parecido: quien sufre el machismo es la mujer y los niños. El matrimonio "hasta que la muerte nos separe" es un ideal hermoso, pero es también una realidad rota, casi inalcanzable en este mundo nuestro en el que todo es desechable.

¿Qué solución presenta Jesús?

En este contexto, las palabras de Jesús son tremendamente liberadoras para la mujer. La prohibición del divorcio es, eminentemente, una defensa de la mujer y una recuperación del designio de Dios establecido desde el principio (Génesis 1, 27; 2, 24; 5, 2).

El Génesis de la Biblia lo dice muy claramente: “Los dos son una misma carne. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”.

El matrimonio es una gran vocación. Y la enseñanza de Jesús no es decir sí o no al divorcio, sino descubrir la aventura del amor en pareja.

El matrimonio se debe construir entre los dos. Los dos deben cooperar a construirlo día tras día dedicándose uno al otro. Deben superar el aburrimiento mutuo. El amor verdadero y duradero supone sacrificio, equidad, desprendimiento.

Para bailar merengue se necesitan dos: tú y yo. Para hacer un matrimonio duradero se necesitan tres: tú, yo y Dios. Dios y su perdón son el ingrediente que da sabor y hace posible la relación humana, a veces imposible.

“Familia que reza unida, permanece unida.” Muchas veces es así.

En el cincuenta aniversario de su boda le preguntaron a Henry Ford por el secreto de su feliz matrimonio. Y éste contestó: "El mismo que el de la industria del automóvil, limitarte a un modelo". Algunos jóvenes piensan que amarse es simplemente pasarlo bien.

En un evangelio sobre el matrimonio no podían faltar los niños, que son quienes muchas veces lo salvan. ¿Qué dice Jesús sobre ellos?

Algunos trataban de acercar a Jesús a unos niños y niñas para que los tocara y les comunicara algo de su fuerza y de su vida. Los discípulos tratan de impedirlo para no molestar a Jesús. Ellos quieren decidir quiénes pueden llegar hasta Jesús y quiénes no. El problema es que no dejan acercarse precisamente a los preferidos del Señor: a los más frágiles, pequeños y necesitados de aquella sociedad.

(Pagola)

Jesús se indigna ante la actitud negativa de sus discípulos, y les da la orden:

-“Dejen que los niños se acerquen a mí”. Y les explica:

-“El reino de Dios es de los que son como ellos”.

En el reino de Dios los que molestan no son los pequeños, sino los grandes y poderosos, los que quieren dominar y ser los primeros. Éstos no pueden estar en el centro de la comunidad cristiana. En ella se necesitan hombres y mujeres que buscan el último lugar para acoger, servir, abrazar y bendecir a los más débiles y necesitados. (Pagola)

¿Por qué pone Jesús a los niños como nuestros modelos?

La razón principal es porque los niños reciben todo como un regalo.

Los niños vienen con las manos vacías, pero con el corazón lleno de confianza.

Son pequeños, confiados, entregados a alguien mayor (los papás), y sin ambición ni codicia. Para estar más cerca de Dios, los adultos hemos de hacernos como niños.

Fuente:
https://radioevangelizacion.org/noticia/evangelio-dominical-divorcio-0

Ilustración: Givi Siproshvili.
Isabel Vidal de Tenreiro: https://www.elimpulso.com/opinion/opinion-divorcio-vs-anulacion-7oct
Marcos Rodríguez: http://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/2763-el-matrimonio-es-el-%C3%A1mbito-ideal-para-el-desarrollo-humano.html
Enrique Martínez Lozano: http://www.feadulta.com/es/buscadoravanzado/item/2770-la-mujer-los-ni%C3%B1os-y-los-%C3%BAltimos.html
Evanán González: https://www.youtube.com/watch?v=VYSf92ChkEo