lunes, 30 de marzo de 2020

CORONAVIRUS O LA CUESTIÓN DE FONDO

Del contraste coronario
Luis Barragán

El socialismo real, algo más que un comodín del lenguaje, no soportará otra prueba adicional. Lo curioso es que, demostrada la inmensidad de sus fracasos, en la versión del socialismo del siglo XXI, en nada distinto a sus realizaciones históricas, logró emboscarnos, llegando  al colmo del llamado daño antropológico, extendido con mayor eficacia e intensidad que el propio coronavirus.

Desmentido por la propia y trágica biografía personal de Li Wenliang, los venezolanos nos sabemos en el curso de una pandemia a la que ha contribuido la dictadura anti-sanitaria que sufrimos, por muchos que sean los mitos que ha inoculado y todavía intenta  inocular. El neopopulismo encontró el cauce generoso de la videopolítica con Chávez Frías para la paradójica recuperación del populismo tradicional, a la vez sintomático de una patología social (Alfredo Ramos Jiménez, “El experimento bolivariano”, CIPCOM, Mérida, 2009: 255-259). No obstante, imposibilitado de repetir la suerte, el discurso y el propio carisma del antecesor, Maduro Moros queda reducido a los mitos que también traiciona y a la mera coerción y represión de propios y extraños. 

Inveterada prédica de  los marxistas del patio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre fue el monstruo colonizador y propulsor de las exageradas inversiones extranjeras que, a modo de ilustración, tomando un  artículo de Domingo Alberto Rangel de 1960 (https://lbarragan.blogspot.com/2020/03/inveterada-postura.html), so pretexto del ahorro nacional alcanzado,  rechazaba las diligencias del entonces ministro de Hacienda, José Antonio Mayobre,   al gestionar – cual Carlos V -  un préstamo por el orden de $ 100 millones para la construcción de autopistas y casas; por cierto, recordamos,  ridiculizada la petición de los socialismos reales en franca crisis que acudieron al FMI, hacia 1990, por Peli (Economía Hoy, Caracas, 07/08/90), además, ilustrador empleado por la usurpación en estos años. Sin embargo, Maduro Moros no tuvo reparo alguno en acudir recientemente al organismo internacional para gestionar $ 5 mil millones justificándose con la expansión coronaria, el cual fue negado.

El otro mito nos lleva a los médicos cubanos y es tan poderoso que, pocos días atrás, corrió la denuncia del gobierno italiano que los prefirió frente a más de 200 venezolanos que ofrecieron sus servicios voluntarios en la península, llevando al rector Giannetto a manifestar su pesar al tratarse de la Venezuela que le dio un extraordinaria acogida a la inmigración de antaño (https://twitter.com/RECTORGIANNETTO/status/1242446459972333569). Por más de veinte años, los isleños  han operado en Venezuela, concursando en el desastre social, médico y sanitario que nos caracteriza y, al igual que los norcoreanos, extremada y consolidada la represión respecto a la Venezuela que les está dando alcance, nada se sabe ni se sabrá de los estragos causados por el coronavirus en territorios seguros para el hambre y las enfermedades.

Ineludible comparación, el coronavirus – precisamente, extendido desde China – no cursa igual en las democracias liberales del mundo ante los socialismos reales y, por mucho que se ofrezca el ejemplo europeo, muy bien ha sido respondido Slavoj Žižek por Byung-Chul Han (o los arquetipos de Bjung), respecto a las maquilas asiáticas que dejaron desprovisto a occidente hasta de la más elemental mascarilla. No por casualidad, se asoma – desde ya – una futura y necesaria polémica en torno al contraste, arrancando con Víctor Maldonado (https://lbarragan.blogspot.com/2020/03/el-estallido-de-una-realidad.html), y la joven María Oropeza (http://lbarragan.blogspot.com/2020/03/lo-que-evidencio-wenliang.html), cuyos textos recomendamos para r más allá de la pandemia.

Ilustración: Peli. Economía Hoy, Caracas, 07/08/1990.
Captura de pantalla: Tweed de Giuseppe Gianneto.
30/03/2020:

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