José Rafael Revenga
Desde tiempo casi inmemorial la región estratégicamente apetecible siempre ha sido la desembocadura del Orinoco
- Otorgar concesiones dentro de la zona marítima del Delta
- Aumentar patrullaje marítimo y aéreo
- Estrategia de disuasión, negociación y asociación
Si bien su delimitación inferior pudiera estar condicionada parcialmente por la resolución del litigio con la República de Guyana, es imprescindible dar a conocer y operacionalizar la extensión y trazado de nuestra Zona Económica Exclusiva y el alcance de nuestra plataforma continental generados ambos por la proyección del Delta.
Desde tiempo casi inmemorial la región estratégicamente apetecible siempre ha sido la desembocadura del Orinoco. Por lo tanto, un enfoque concentrado exclusivamente sobre el tema del Esequibo corre el riesgo de facilitar una mutilación de nuestra incuestionable soberanía.
El Deepwater Champion se retira
El barco-taladro (drillship) “Campeón de las Aguas Profundas” (Deepwater Champion) operado por la Esso Exploration and Production Guyana Ltd -empresa registrada en la República Cooperativa de Guyana- pero perteneciente a Transocean ha abandonado su posición previa a unos 200km mar afuera de las costas de Guyana en la cual llevaba a cabo tareas de exploración profunda en el bloque concesionario Stabroek a partir del 05.03.2015.
Es oportuno recordar que el Deepwater Champion aparece repentinamente en la pantalla de radar de los medios de comunicación venezolanos en los primeros días del reciente mes de marzo a pesar de haber zarpado dos semanas antes de un puerto en Luisiana y de haber reabastecido, el 29.02.2015, con combustible en Georgetown, probablemente proveniente de Venezuela dentro del marco de Petrocaribe.
Su presencia le imprime un vuelco total al litigio de demarcación limítrofe territorial, marina y submarina que persiste entre la República Bolivariana de Venezuela y Guyana al inyectar en el conflicto la presencia de vastos yacimientos de petróleo liviano por extraer y al colocar sobre el tablero del conflicto el trazado de las concesiones otorgadas por Georgetown a varias empresas transnacionales.
Hasta la aparición del buque la intensidad y relevancia del conflicto habían persistido en un nivel de “negligencia intencional” por parte de Venezuela.
El trazado de los bloques concesionarios: una amenaza para el Delta
Más aun, la activación de los tres principales bloques concesionarios otorgados por Guyana -Pomeroon a la compañía canadiense CGX, el Stabroeck a una empresa mixta configurada por la Exxon, Hess Exploration y Nexxen y el Roraima concedido a Anadarko Petroleum- presenta una grave y casi inmediata amenaza a los derechos marítimos que Venezuela considera soberanos y fuera de toda reclamación derivados de la proyección de su plataforma continental, su Zona Económica Exclusiva y la prolongación del radio de acción del Delta a partir de Punta Playa en el extremo sur del estado de Delta Amacuro.
En los tres casos, y de manera casi total en el bloque Roraima, las áreas concedidas se encuentran dentro de la proyección marítima del territorio deltano.
Ahora, sin que nadie se hubiera percatado, o por lo menos no lo ha sido informado, me sorprende constatar que la gigantesca nave con un tonelaje bruto de unas 50.000 toneladas y una eslora de 229 m ha zarpado con dirección al puerto de Galveston, Tejas.
La información más fidedigna a mi disposición revela que el Champion se encontraba el pasado 30.06 en Lat/Lon 22.37847 / -86.18903 con una velocidad de casi 14 nudos y un rumbo de 336. El buque había surcado el amplio estrecho entre la península de Cancún y el extremo suroeste de Cuba, antesala del Golfo de México.
La embarcación cuenta con la tecnología más avanzada en la exploración de yacimientos petrolíferos submarinos que permite taladrar hasta un máximo de 3.000 metros hasta el lecho marino y otros 5.000 metros adicionales.
¿Por qué ha abandonado el Deepwater Champion nuestros mares?
Dudo que sus operadores se hayan sentido amedrentados por las reacciones oficiales del gobierno venezolano. La explicación más plausible es que ya puso punto final a esta etapa de su misión. La próxima etapa consiste en proceder al complejo análisis científico de la big data obtenida.
El 21.05 la Exxon Mobil Corporation anunció el resultado de las exploraciones las cuales han despistado un reservorio de areniscas con unos 90 metros de profundidad que contienen petróleo de alta calidad.
El vocero de la empresa se expresa de esta manera:
“Estoy animado por los resultados obtenidos en el primer pozo. Durante los próximos meses trabajaremos para determinar la viabilidad comercial de los recursos descubiertos en el bloque”.
El bloque concesionario en cuestión tiene una superficie de unos 26.800 km y se extiende mar afuera entre 160 km y 320 km. Fue otorgado en 1999 por Guyana a la Exxon.
Hoy en día la empresa concesionaria es una asociación mixta integrada por la filial de la Exxon, anteriormente mencionada, con un 45% de participación; la estadounidense Hess Guyana Exploration con 30% y la China National Offshore Corporation a través de su filial CNOOC Nexen Petroleum Guyana con 25%.
El proyecto tiene una duración de 10 anos divididos en tres periodos y cada uno de estos consta de dos fases. La inversión total se estima en $200 millones.
Por lo tanto, es razonable pensar que con la partida del Deepwater Champion, después de una primera fase de tres meses, la Exxon espera comprobar la riqueza comercial del yacimiento a fin de proceder con una nueva fase exploratoria ampliada la cual pudiera conducir a un segundo periodo dedicado a la explotación en menos de dos años.
La operación ha incluido dos bases de apoyo, una en Trinidad y la otra en Georgetown, cuatro embarcaciones de apoyo logístico y varios helicópteros.
¿Qué hacer frente a las concesiones guyanesas?
La perforación de pozos en las aguas profundas en zonas marítimas insuficientemente delimitadas e intensamente disputadas no solo nos refiere a la disputa de Venezuela con Guyana. Existen numerosos casos hoy en día. Entre ellos varias iniciativas en el Mar de China Meridional una de las cuales genero un fuerte conflicto con Vietnam en el 2014 en la región de las Islas Paracelso y obligó a China a retirar sus efectivos navales sin haber resuelto
El riesgo que corre la nación es la progresiva penetración del trazado de las concesiones otorgados por Guyana en la zona de proyección marítima deltana.
Prueba de ello es el hecho de la incursión del barco RV Teknik Perdana de la Anadarko Petroleum Corporation abordado por efectivos a bordo de la fragata Yekuana de la Armada Bolivariana en octubre del 2013. El Teknik se encontraba dentro del perímetro del bloque concesionario Roraima el cual se extiende en, aproximadamente, un 90% fuera de la delimitación marítima generada por el territorio sujeto a reclamación pero que Guyana considera como parte de su zona económica exclusiva.
Después del retiro obligado de la nave dedicada a exploraciones sísmicas, Anadarko no se ha hecho presente en la zona lo cual puede ser interpretado como la eficacia de una estrategia de disuasión por parte de Venezuela.
El tema neurálgico en cuestión es que en adición a la estrategia jurídico-política que persiga la Nación a nivel de las instancias internacionales de arbitraje para hacer valer, una vez por todas, sus derechos soberanos en la región al oeste del rio Esequibo, se requiere una estrategia basada en una imaginación operativa para consolidar nuestra soberanía pacifica y productiva.
Un esquema para la acción
Propongo un sencillo marco de referencia inicial de cuatro fases el cual puede incidir en poner orden en los esquemas de acción:
1) Aumentar la capacidad de disuasión a fin que los factores concesionarios activos se replieguen o posterguen sus planes operativos.
2) Otorgar concesiones a empresas generadas por PDVSA ubicadas en la proyección marítima deltana para consolidar nuestra soberanía y como contrapeso a las ya ejecutadas acciones por parte de Guyana.
3) Fortalecer la capacidad de negociación en el cumulo de dimensiones involucradas.
4) Proceder a diseñar posibles esquemas de asociación con empresas transnacionales sin descartar un posible acuerdo de participación con la República de Guyana.
Previo al inicio del proceso descrito someramente es indispensable contar con un confiable servicio de inteligencia empresarial. Como ejemplo tenemos el contrato firmado por el Gobierno de Guyana con Anadarko el cual tuvo lugar el 27.06.2012 o sea casi un año y medio antes de la intromisión del RV Teknik. De haber tenido las autoridades venezolanas la información relevante no hubiéramos sido sorprendidos una vez más.
Presencia y desarrollo del Delta
Hace algo más de un año la Armada de Venezuela firmó un contrato con una prestigiosa empresa holandesa para adquirir 18 lanchas ultra-rápidas de interceptación modelo Damen Interceptor 1102 a ser construidas en un astillero en Cuba.
[https://www.youtube.com/watch?v=qpQg1tYORY0&feature=youtu.be]
Adicionalmente, en los astilleros de UCOCAR en Puerto Cabello se ha iniciado la construcción de un patrullero tipo Damen Stan Patrol 2606 denominado Arpía (PG 55). Se prevé su entrega en el primer semestre del 2016. Otros cuatro buques patrulleros de la misma clase se encuentran en diferentes etapas de construcción. Todos se unirán al Pagalo (PG 51) operativo desde el 2008.
Se requiere, igualmente, incrementar la capacidad de apoyo logístico mediante la instalación de nuevos apostaderos navales como el ya existente en Macuro y asignar varios helicópteros a la crucial zona.
Trinidad y Tobago ha reconocido la importancia de incrementar la presencia de su Armada y de salvaguardar la explotación de sus importantes yacimientos gasíferos al anunciar el pasado 13.06 la construcción de doce embarcaciones para su Guarda Costera incluyendo cuatro del tipo Stan Patrol 5009.
Estos activos deben ser destinados en buena parte a un patrullaje intenso de la proyección marítima del Delta. La mera presencia rutinaria de elementos de las Fuerzas Armadas Bolivarianas serviría como eficaz factor de persuasión para que las transnacionales cesen de enviar sus barcos de exploración y, eventualmente, sus plataformas marítimas de producción
Queda pendiente el análisis en detalle del trazado de los tres bloques concesionarios –preocupación central de esta nota- que invaden parcialmente la zona de soberanía marítima generada por la proyección del territorio deltano.
Nota 1
Es importante revisar a fondo el desarrollo y la resolución del litigio fronterizo entre Guyana y Surinam y utilizarlo como análogo histórico para la conducción del desafío venezolano. El resultado del desenlace fue dado a conocer el 30.09.20007 por el Tribunal de Arbitraje Guyana-Surinam establecido de acuerdo a la Convención de la NN.UU. en torno a la Ley de Mar.
Nota 2
Igualmente, hay que referirse al recién (24.02.2015) concluido acuerdo entre Trinidad y Tobago con Venezuela para unificar el desarrollo de los depósitos de hidrocarburos, especialmente gasíferos, situados en el campo Manakin-Cocuina a ambos lados de la frontera marítima entre los dos países.
Nota 3
Jane’s, la plataforma informativa más influyente a nivel mundial en temas de defensa y seguridad, ha incluido un video-reportaje sobre la disputa territorial con Colombia y Guyana. [http://link.brightcove.com/services/player/bcpid3116662266001?bckey=AQ~~,AAACNarS9BE~,LeFHh6o1l40X7jvkVpwQB8cfxLBKDu4a&bctid=4345584761001]
http://www.opinionynoticias.com/opinionnacional/23153-el-delta-una-raya-roja-estrategica
José Rafael Revenga:Caso Guyana-Exxon
Una herida abierta en el corazón de la patria
El buque plataforma, equipado con una altísima torre de taladro petrolero [drilling rig] para la exploración de yacimientos mar afuera, más gigantesco del mundo se instala en aguas territoriales y en reclamación de Venezuela y empieza a operar el pasado viernes 06.03 con toda impunidad.
Se trata del Deepwater Champion (YJVM9/ IMO 9471862) con una longitud de 229,6 m, una eslora de 38,42 m y un calado de unos 11 m construido en 2010. Su bandera es de Vanuatu (VA) y cuenta con una tripulación de 210 personas.
Asombra la falta de seguimiento por parte de nuestras autoridades cuando era del conocimiento público la trayectoria y el destino de la imponente embarcación. Por ejemplo, los servicios de información marítima registraban que el pasado 25/02 el Deepwater Champion se encontraba al sur de Cuba en dirección al norte de Jamaica [N19 53 29 W81 0 33]. El enorme buque había zarpado desde Luisiana en el Golfo de México.
Para el 01.03 el Deepwater Champion se encontraba en el Mar Caribe al sureste de St. Vincent/las Granadinas y a mitad camino de Granada [Latitud / Longitud:12.9472° / 60.59793°] con un rumbo de 143 grados y una velocidad de 9,6 nudos. Una franca trayectoria en dirección al norte de Trinidad para después descender en frente de nuestra plataforma deltana con destino al puerto de Georgetown en Guyana al cual llega el 02/03.
La más reciente transmisión de su ubicación ocurre el sábado 07/03 ya estabilizado en su posición en la zona de concesión denominada Stabroek. Su actividad de exploración inició el jueves 05/07 en aguas de una profundidad de unos 2.000 m. El taladro puede perforar hasta casi 3 km por debajo de la superficie terrestre.
El sábado 28/02 la ministra de Relaciones Exteriores de la Republica Cooperativa de Guyana ya daba a conocer el siguiente oficio: “Guyana has requested that the Government of the Bolivarian Republic of Venezuela desist from taking any actions that could only result in the stymieing of the development of Guyana and its people and that would be in contravention of international law”.
El uso del verbo stymieing no deja de ser curioso y más aun en una nota oficial. Su definición en este caso reza:
“A situation or problem presenting such difficulties as to discourage or defeat any attempt to deal with or resolve it”.
O sea, cualquier acción venezolana que genere dificultades que puedan desanimar o derrotar toda iniciativa guyanesa está prohibida en los ojos de Guyana: “Venezuela: ¡Manos fuera del petróleo costa afuera!”.
La redacción de dicha nota es bien curiosa pero no menos astuta. Por una parte, el gobierno guyanés solicita que la RBV no tome ninguna acción la cual solo resultaría en impedir el desarrollo de Guyana y de su gente lo cual estaría en contravención de la ley internacional.
No hace mención alguna del proceso de buenos oficios por parte de ambas naciones en cuanto a la reclamación territorial la cual está siendo procesada en las Naciones Unidas.
En segundo lugar, especifica que cualquier acción emprendida por la RBV sería de hecho una agresión a la soberanía de Guyana y violatoria de las leyes internacionales.
En otras palabras, Guyana no reconoce injerencia alguna por parte de la RBV en su programa de exploración del bloque marítimo denominado Stabroek, cuya zona superior está claramente en aguas territoriales venezolanas.
Si bien, por ahora, el Deepwater Champion se encuentra activo en la fase exploratoria del yacimiento en el campo “Liza” ubicado en la zona central del bloque Stabroek y por lo tanto fuera del área de soberanía directa e incuestionable de Venezuela, si permitimos, sin cuestionarla, la situación actual y su dinámica previsible estaríamos dando rienda libre a una amenaza de alta complejidad para los intereses patrios.
Es válido preguntarnos cómo hemos llegado a esta encrucijada. Exxon Mobil firma un primer contrato de exploración en 1999 con The Republic of Guyana en el bloque denominado Stabroeck el cual cubre unos 28.600 km cuadrados y se encuentra a una distancia variable de la costa de unos 160 a 320 km. La empresa concesionaria procede a crear una subsidiaria local para llevar a cabo lo acordado: Esso Exploration and Production Guyana Limited. Pasan los años sin activar el contrato y finalmente inaugura su oficina el pasado 12/11 en Georgetown. Otra señal de alerta que paso desapercibida.
El 26/01 el presidente Donal Ramotar de la Republica de Guyana recibe al vicepresidente de Exxon Mobil para Estados Unidos y América Latina.
Dicha empresa tiene otorgado 75% del Bloque Stabroek. El 25% restante ha sido asignado a Shell.
El 19/02 Exxon Mobil le informa al Ministro de Relaciones Interiores y del Ambiente Robert Persaud que el barco Deepwater Champion zarpaba ese día de un puerto en Luisiana sobre el Golfo de México. El contrato es por un total de 200 millones de dólares.
La Cancillería venezolana se ha limitado a enviar una nota al gerente de la empresa subsidiaria objetando la presencia del Deepwater Champion lo cual si bien puede estar más que justificado, yerra el blanco pues el ente finalmente responsable es la Republica de Guyana.
La jugada por parte de Venezuela es tan débil y vulnerable que Guyana decide aprovecharla y decide dar a conocer “la reciente acción de Venezuela” a las 15 naciones del Caricom, a los miembros de Unasur, a la OEA, a la Comunidad de las Naciones y al Secretario General de las Naciones Unidas.
A continuación el texto oficial firmado (28/02) por la canciller Carolyn Rodrigues-Birkett:
The Ministry of Foreign Affairs wishes to inform that consequent upon a communication being sent from the Venezuelan Foreign Minister to the Country Manager of Esso Exploration and Production Guyana Limited objecting to the despatch of a rig to proceed with the exploration of an oil well in the concession granted by the Government of Guyana, the Government of Guyana has despatched a Note Verbale to the Venezuelan Foreign Ministry.
Todo acontecimiento nace de una historia. En el caso del Deepwater Champion es preciso remontarse a la situación creada en septiembre del 2013 cuando aparece frente a nuestra plataforma deltana y a la zona del Esequibo en reclamación, un buque, el MV Teknik Perdana, dedicado a la investigación sísmica de los suelos marinos para detectar yacimientos de petróleo. La embarcación había sido contratada por la empresa Anadarko Petroleum domiciliada en Tejas.
En aquella situación, la Armada Venezolana reaccionó con toda premura y eficacia. La moderna fragata Yekuana fue despachada a interceptar la nave intrusa y procedió a arrestar al capitán y a su tripulación y conducirlos a la isla de Margarita el 10/10/2013.
En relación a los que algunos intentaron rebajar a categoría de “incidente fronterizo”, redacte un extenso análisis (“Yekuana: a la defensa del Delta”) de lo que sigue estando en juego. Y no es juego.
[Sugiero ver: http://abra360.blogspot.com/2013/10/yekuana-la-defensa-del-delta.html para una explicación detallada y numerosos mapas]
En esa nota afirmé:
“El jueves 10/10/2013 quedará inscrito en los anales de la Armada Bolivariana de Venezuela (ABV) como el día en el cual vio la luz un hecho que demuestra la determinación y la capacidad del Componente para reafirmar nuestra soberanía no solo territorial sino mar afuera dentro de los confines derivados de la proyección de la plataforma continental de nuestro Delta del Orinoco”.
“La acción de intercepción y captura de la nave extranjera tiene lugar en la recién creada Región Estratégica de Defensa Integral Marítima e Insular. Redimain fue establecida solo el 09/08/2013 por Decreto Presidencial. El objeto de la creación de la Región Estratégica es ‘garantizar la independencia, la soberanía, la seguridad y la integridad del espacio geográfico y el desarrollo nacional”.
La más reciente información de la cual dispongo indica que el actual jefe de la Región Estratégica de Defensa Integral Marítima e Insular (Redimain) es el vicealmirante Víctor Ortiz Rojas. En sus manos se encuentra el abordaje de una situación que afecta directamente la soberanía territorial, marítima y económica de la nación una vez haya recibido las instrucciones del comandante en jefe.
Personas autorizadas en Guyana admiten, aun públicamente, que el Bloque Stabroek se extiende en espacios propios de nuestra reclamación del Esequibo.
En un asunto de tanta trascendencia para la Republica siempre habrá las voces que esgrimen argumentaciones de sofismas primitivos para justificar la inacción y la indolencia. Por ejemplo, son conocidas: “es una estrategia del Imperio dentro del marco de la Guerra Fría”, “no podemos caer en provocaciones”, “no podemos asumir actitudes guerreristas”, etc. Son diferentes intentos de justificar actitudes entreguistas y claudicantes.
Lo que no es juego, entre tantas otras consideraciones, es la resistencia y el eventual rechazo de los buenos oficiantes por parte de Guyana, su decisión de ampliar su plataforma continental, la perdida por parte de Venezuela de la soberanía de los mares frente a nuestro Delta, el debilitamiento generado en la delimitación de los linderos marítimos con Trinidad, el cierre de nuestro acceso libre al Atlántico, el encarcelamiento de la salida del eje Orinoco-Apure y su impacto negativo sobre el desarrollo de la región de Guayana y eventualmente sobre el desarrollo de la zona más oriental de nuestra faja petrolífera, el desarrollo de enormes flujos de suministro que competirán con los nuestros dirigidos a atender la demanda del mercado estadounidense, etc.
En 2013 fue el barco de investigación Teknik Perdana; en 2015 el barco de exploración Deepwater Champion, y pronto (¿?) una inmensa plataforma semisumergible de explotación. Esta última succionará diariamente decenas de miles de barriles de nuestro petróleo.
Se calcula que en el escudo marítimo desde el Delta hasta la Guyana Francesa existen 13,2 millardos de barriles de reservas técnicamente recuperables.
Si no encontramos las vías para defender nuestros derechos, lo cual no excluye un formato de asociación con Guyana, veremos desde Punta Playa, al sur del Delta, el mar poblado de plataformas de explotación que no estarán al servicio de la Patria.
¿Qué hacer?
Un primer paso sería la contratación de un drilling rig equivalente al Deepwater Champion por parte de Pdvsa para iniciar la exploración del yacimiento Stabroek en su zona noroeste en aguas territoriales las cuales son proyección de nuestra plataforma territorial e incuestionablemente de Venezuela. No entiendo por qué no se ha procedido.
Fuente: http://petroleumworldve.com/napa15031901.htm
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