Como dice un amigo: ocioso. Es tarde caraqueña de exagerado calor para el ocio. El cine también se lee. No todo, pero las "buenas" o "malas" películas también se reflexionan. Dicen los entendidos que el cine goza de un propio lenguaje. En todo caso, reseñamosa dos títulos sacados por el gobierno. Claro está, no el chavezato. Farruco Sesto tiene otra prioridad: el culto a la personalidad presidencial y hasta que Hugo Chávez no haga cine, no pasará de una Villa qu e imita muy bien o muy mal a su par cubano. El cine, refiero. Oswaldo Capriles publicó en 1998 "Reflexiones sobre el cine" (Fundación Cinemateca Nacional, Caracas), donde ofrece las crónicas que hizo de los sesenta a los ochenta sob re un sin fin de películas, con una claridad extraordinaria (como la mujer desnuda a la que le can ta Mario Benedetti). Y Gabriel Jiménez Emán, en 1999 (y bajo el mismo sello), trabaja - incluso- más el lenguaje en "Espectros del cine", ubicado en la filmografía de los noventa. Hay infinidades libros de cine, pero me permito citar este par de títulos. Incluso, no tengo a la mano los de Rodolfo Izaguirre (mejor escritor que el hizo) y uno que jamás he conseguido, ni en el remate: "200 horas en la oscuridad" de Juan Nuño. Perdonen la inelegancia: hasta una vez me atreví a garabatear algo sobre cine y literatura (http://www.ucm.es/info/especulo/numero26/ventana.html).
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