jueves, 10 de junio de 2010

Retazos de ficción


EL NACIONAL - Viernes 29 de Mayo de 2009 Cultura/4
ENTREVISTA Sin partida de yacimiento es el octavo libro en el género narrativa del crítico literario
Luis Barrera Linares: "Le tengo pavor a ser un escritor aburrido"
El autor presenta una novela construida con crónicas de vida y retazos ficticios de sus memorias
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Luis Barrera Linares: Hay que rescatar la crónica como texto de re-creación a favor de la narrativa

Luis Barrera Linares sorprende por su sencillez en el trato y su capacidad de síntesis, todo lo contrario de lo que se espera de un académico dedicado a analizar el complicado panorama literario nacional.

Él mismo escribe en un libro suyo, La negación del rostro (2006), que en la literatura nacional sobran los autores con complejo de mesías que ven de menos la república literaria de Venezuela ­"Es como si se dijeran a sí mismos: `Yo soy la única estrella que brilla en este firmamento", señala durante la entrevista--. Pero él dista mucho de este perfil. Su erudición y humildad se sienten en cada palabra, porque ve la literatura como un juego, uno que construye la cultura del país.

Acaba de publicar otro libro de narrativa, el octavo que edita en ese género, que lleva el título de Sin partida de yacimiento. Crónicas en la memoria.

La novela está hecha de 16 crónicas elaboradas sobre la ficción y los recuerdos de la niñez, que abarcan desde los años mozos hasta que se convierte en profesor universitario.

"Reduje el lapso para la novela, pues creo mucho en la brevedad y quise hacer una colección de relatos que pretendía ser una novela breve. Algunas crónicas estaban repetidas y las obvié. También saqué las que no tenían tanta relevancia y otras las reservé para un libro de cuentos que quiero escribir más adelante", indica.

El género de la crónica le ofrece dos ventajas al narrador; su versatilidad y su contundencia narrativa. La considera una "tipología de emergencia", que le pide al autor concisión, rapidez narrativa y diversidad temática, cualidades que se resumen todas en lo que él llama "escasa digresión". Los ingredientes de la ficción redimensionan la crónica y la convierten en una novela.

­¿Quiere que su libro se lea como una colección de crónicas o como una novela? ­En cuanto al género al que pueda pertenecer el libro, creo que corresponde a otros ubicarlo. Ofrezco un trabajo de narrativa, lo de "crónicas" en el subtítulo alude al formato periodístico, porque algunos de los capítulos surgieron como producto de crónicas que en algún momento escribí para la prensa, en mi columna "La duda melódica". Hay que rescatar la crónica como texto de re-creación a favor de la narrativa, darle su justo valor como posibilidad para enganchar al lector.

­¿Qué diferencia en su caso el perfil del crítico y del narrador? ­En la narrativa trabajo el humor y en la crítica, más que humorístico, soy irónico. Sin embargo, siempre trato de quitarme el ropaje de crítico cuando escribo narrativa, e incluso algunos me dicen que parecen dos personas distintas. En narrativa me doy libertad, me interesa que la gente se sienta bien cuando lee mis cosas. Le tengo pavor a ser un escritor aburrido.

­En La negación del rostro describe al autor venezolano como demasiado ocupado en las glorias personales...

¿cuál es el perfil del escritor venezolano? ­Desde comienzos del siglo XIX y hasta finales del siglo XX hubo una situación extraña, que reflejo en ese libro, en la que el autor negaba su entorno pero no a sí mismo. Cuando un escritor venezolano viaja persiste en esa negación del país como país literario. Si nosotros mismos nos subestimamos, ¿cómo podemos aspirar a que valoren nuestra cultura?

­¿Qué papel juega la nueva generación de autores? ­Los escritores más jóvenes se autovaloran más que sus pares en el pasado y eso se percibe en el mundo editorial actual. La gente está leyendo más autores venezolanos de los que leía hace una década atrás.

Además, el escritor venezolano ahora es menos "literatoso", más libre en el uso del lenguaje y en la experimentación en general y eso gusta más al público.


Bibliografía critica
Luis Barrera Linares tiene una trayectoria amplia en el terreno de la literatura, como narrador, docente e investigador de las letras nacionales.

Ha escrito varias antologías sobre el tema. Entre otros libros suyos están: Del cuen- to y sus alrededores (1993) ­una referencia obligada para los jóvenes cultores del género--, 30 años de narra- tiva venezolana, 1960-1990 (1992) y Discurso y literatu- ra (1995).

Otro título importante para la formación de nuevos talentos es Psicolingüística y desarrollo del español (1999 y 2004), en el que el autor habla de su pasión por el idioma.

"Las palabras existen en el momento en el que uno empieza a pensarlas y les da cierta relevancia en la comunicación cotidiana y la estricta", explica.

La negación del rostro (2006) es el título más reciente que ha publicado como crítico literario. En él analiza el perfil de los autores venezolanos a lo largo de la historia.

En 1994, Luis Barrera Linares obtuvo el Premio Municipal de Literatura por el ensayo El traje narrativo de Oswaldo Trejo.

Fotografía: Manuel Sardá

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