lunes, 21 de junio de 2010

De lo escrito en Japón (2)


EL NACIONAL - Sábado 19 de Junio de 2010 Papel Literario/1
La novísima literatura japonesa (II)
Los últimos samuráis y... un par de geishas
EDNODIO QUINTERO

El caso de Haruki Murakami (1949) merece una atención especial. Murakami irrumpe de forma espectacular en el panorama de la literatura japonesa con Tokyo Blues (1987), las memorias de un adolescente de los años sesenta, que rompe todos los récord de venta para este tipo de literatura en Japón. En menos de 20 años y a raíz de la traducción de sus novelas y cuentos a numerosos idiomas, Haruki Murakami se ha convertido en uno de los escritores más populares del mundo y en un fenómeno de culto entre los jóvenes. En español, donde sus libros se vienen traduciendo sistemáticamente desde hace algunos años, destacamos: A la caza del carnero salvaje (1982), la deslumbrante Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1992-95) y la sensual, espectral y polémica Kafka en la orilla (2002). Y por encima de todos Al sur de la frontera, al este del sol (1992).

Murakami, un genio de la composición y la elaboración de personajes, logra combinar su admiración por la cultura occidental con las más arraigadas tradiciones de su país.

Recientemente han aparecido dos nuevas novelas de Murakami: After dark (2004), una inquietante fábula nocturna en pleno corazón de Tokio y El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas (1985), un relato fantástico con huellas de Lewis Carroll y Carlos Castaneda. La recopilación de cuentos Sauce ciego, mujer dormida (2008), permite a Murakami demostrar su pericia en las distancias cortas y así nos ofrece una serie de relatos magistrales. Convertido él mismo en una especie de icono del rock, acaba de aparecer la traducción de sus memorias de maratonista: De qué hablo cuando hablo de correr (2010).

La obra de Ryu Murakami (1952), también cineasta destacado, está marcada desde su primera novela Azul casi transparente (1976), por la violencia, el sexo desaforado, las drogas y los dramas de la vida urbana. Ha escrito unas treinta novelas, algunas conocidas en Occidente como Los bebés del locker (1980), todavía sin traducción al español, y Sopa de miso (1997), inspirada en los asesinos en serie de la literatura --y de la realidad-- norteamericana.

Dos damas vestidas para matar
Dentro de una onda que podríamos llamar Pop aparece la figura de Yoko Ogawa (1962), una chica que confiesa haberse inspirado en la lectura de El diario de Ana Frank.

Su novela epistolar El embarazo de mi hermana (1990), impecable, cruda y perversa, revela un gran conocimiento de los sentimientos humanos. Su libro más reciente: La fórmula preferida del profesor (2004), una especie de fábula pedagógica, se ha convertido en un best seller en Japón. A finales de 2009 apareció la edición en español de Perfume de hielo, una novela cosmopolita un tanto confusa por su componente espectral.

Banana Yoshimoto (1964) se dio a conocer desde muy joven con Kitchen (1987), relato en el que explora temas universales como la familia, el amor, la muerte y la amistad, desde una perspectiva directa y ligera, muy acorde con los tiempos, y que ha logrado encontrar un eco sorprendente entre la juventud de su país y del extranjero. En su engañosa sencillez, Banana Yoshimoto se ha convertido en una aguda observadora de lo que podríamos llamar la psiquis de las familias disfuncionales japonesas. Sus novelas más conocidas son: N.P. (1992); Sueño profundo (1994), que rinde un homenaje no tan secreto al Kawabata de La casa de las bellas durmientes; Tsugumi (1994) y Amrita (1997), quizá su proyecto más ambicioso.

Ilustración:
Haruki Murakami, el célebre autor de Tokyo Blues ARCHIVO

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