lunes, 21 de junio de 2010
De lo escrito en Japçón (1)
EL NACIONAL - Sábado 19 de Junio de 2010 Papel Literario/1
La novísima literatura japonesa (I)
Los últimos samuráis y... un par de geishas
EDNODIO QUINTERO
Los pioneros
La literatura japonesa sigue siendo un enigma para los lectores occidentales, básicamente por los retos de traducción que plantea un idioma aglutinante, elusivo y de difícil aprehensión. Sin embargo, el siglo pasado pudimos tener acceso a la obra de sus principales narradores, con algunos importantes e impactantes hitos: el sutil y encantador Yasunari Kawabata, primer japonés premio Nobel de Literatura (1968); el genial y controvertido Yukio Mishima, que se hiciera archifamoso a raíz de su escandaloso y operático seppuku en 1970; y finalmente Kenzaburo Oé, preocupado por asuntos éticos, que obtuvo el Premio Nobel en 1994.
Antes --y después-- hemos podido conocer, aunque de manera parcial, la obra de algunos escritores fundamentales: Natsume Soseki, el escritor clásico por excelencia y renovador de la lengua japonesa; Mori Ôgai, un famoso médico que en sus narraciones tocó temas considerados tabúes; Ryunosuke Akutagawa, refinado cuentista, autor del famoso cuento "Rashômon", que inspiró la película homónima de Akira Kurosawa; Osamu Dazai, considerado en su momento como el enfant terrible de las letras japonesas; el gran Junichiro Tanizaki, autor de memorables cuentos y novelas y del inolvidable ensayo que captura el espíritu de lo japonés: Elogio de la sombra; y Kôbô Abe, conocido por su densa y sombría novela La mujer de la arena, llevada al cine por Hiroshi Teshigahara.
La caballería ligera
Hacia finales del siglo XX y comienzos del XXI surgen y se consolidan en Japón y fuera de sus fronteras una serie de autores que han logrado copar una escena muy competitiva. Los temas de sus narraciones se ubican por lo general en la periferia de las grandes urbes, e indagan en las problemáticas propias de las sociedades industriales altamente tecnificadas y en apariencia satisfechas en sus necesidades básicas.
Sin afán de agotar una temática rica y variada, señalamos entre sus búsquedas: la soledad, la incomunicación, el tedio, la insularidad, la ruptura de la unión familiar, el suicidio, la vergüenza y la sensación de precariedad.
Algunos de estos autores han traspasado las fronteras de su país, siendo acogidos, con distintos grados de aceptación, en Occidente. Para efectos de esta breve crónica destacamos en orden cronológico los siguientes: Akira Yoshimura (1927-2006) fue un narrador prolífico que se dio a conocer con mayor fuerza en Occidente a raíz de la adaptación al cine de su novela Libertad bajo palabra (1998), con el título de La anguila, donde muestra, valiéndose de un estilo denso y de un hábil manejo de las tensiones, la angustia existencial, expresada en el sentimiento de culpa de un ex presidiario condenado a cadena perpetua que obtiene su libertad condicional. Un tema semejante es explorado por el autor en Justicia de un hombre solo (1978), en la persona de un ex combatiente de la II Guerra Mundial que se convierte en prófugo.
Ambas novelas han sido traducidas al español por César Aira.
Yasutaka Tsutsui (1934) es el último de los escritores japoneses traducido a nuestro idioma. Narrador, músico y comediante, ha escrito numerosas novelas y cuentos de ciencia ficción. También aborda temas de lo cotidiano, valiéndose de la burla y el sarcasmo llevados a los extremos. En general, sus escritos son críticas irritantes y a menudo grotescas a las convenciones sociales. En español han aparecido dos antologías de sus cuentos: Hombres salmonela en el planeta porno (2008), y Estoy desnudo (2009). Del primero destacamos el cuento que da título al libro, una enloquecida fábula sexual en una colonia planetaria.
Ilustración:
Banana Yoshimoto, autora de Sueño profundo ARCHIVO
Etiquetas:
Banana Yoshimoto,
Ednodio Quintero,
Literatura japonesa
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