martes, 22 de junio de 2010

... Aunque don Rufino no llegó a ejercer el poder


De la vileza miasmática
Luis Barragán


Significativo, en el marco de la graduación de los médicos integrales de su más caro empeño, Chávez Frías disertó largamente sobre la miasma, término estelar del insulto agendado para la ocasión. Clase magistral radiotelevisada, dijo descubrir a la gran burguesía de nuestras pesadillas, dedicándole la más gruesa artillería verbal que – necesaria e inevitablemente – incumbe a todo aquel que lo adverse, por más modesto que sea el espacio social que tenga a bien ocupar o aspirar.

Lejos estamos de pretender que el gran timonel ofreciese un actualizado enfoque de las clases sociales en la Venezuela rentista donde celebra su proyecto socialista, porque la actual dirigencia del Estado lo pondría en severos aprietos al dar cuenta de sus particulares esfuerzos de captura de las divisas que monopolizan, por no citar el propio estilo de vida presidencial de quien jamás ha dado explicación alguna de sus privilegios presupuestarios, incluyendo la aprobación de sendos créditos adicionales para el mantenimiento de la flota aérea que lo ha llevado a Cannes (¿acaso el parlamento había olvidado aprobar la partida correspondiente?). Y, más lejos aún, de remedar o parafrasear al propio Marx que no ha leído, cuyo creador estilo literario estudió muy bien Ludovico Silva. Sin embargo, ¿tamañas expresiones obedecen al ritmo alcanzado por la lucha de clases en la que - por cierto – el proletariado no puede discutir un contrato colectivo, promover una distinta sindicalización, defender el salario real, alcanzar el empleo, resistirse al sicariato u obtener la cancelación de los abultados pasivos laborales de las enormes empresas básicas estatizadas?.

Perdida esa lucha por la clase social protagónica, si fuésemos consecuentes con el barbudo de Tréveris, ¿cuál es la naturaleza y el papel del lenguaje empleado?. Digamos que la sola y burda generación de odios, desencuentros, ofensas, diferencias, desacuerdos, descalificaciones y arrecheras para la sustentación en el poder de quienes son una clase, un clan o una casta “en sí y para sí” del más tenebroso rentismo.

La procacidad expuesta, en nada atribuible a la legítima y profunda cultura popular, sugiere una fortísima descomposición ética de los sectores gobernantes que se sienten amenazados. Lo gratuitamente obsceno o vulgar nunca vehiculan o escenifican esa lucha de clases, por más que una vez quiso hacerlo Juan Barreto al insultar y despreciar a los otros alcaldes citadinos o al agredir a un fanático deportivo, pues, como los miles de contenedores al descubierto, los que quiso ocultar Chávez Frías con una reacción tan soez, a la pudrición de los alimentos ¡soberanamente importados!, sumamos la del lenguaje.

María Efe oportunamente nos citó un párrafo suscrito por Blanco Fombona, el 16 de diciembre de 1908: “… Cuanto se diga de la vileza miasmática y perniciosa de ese pozo negro que se llama El Constitucional…” (“Diarios de mi vida”, Monte Avila, Caracas, 1991: 212). Y coincidimos en aquel lenguaje hiriente de la Venezuela difícil que colmaba los espacios públicos, pero también en una superación que creímos una vez definitiva, hasta que hoy reaparece haciéndose poder como nunca lo fue acá don Rufino.

Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/06/de-la-vileza-miasmatica/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=664716

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