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domingo, 16 de febrero de 2020

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- S/f. "Importante conferencia de don Pedro Estrada (Auditorio de la Escuela Militar de El Valle)". Biliken, Caracas, nr. 2028 de mayo de 1956.
- Humberto Njaim. "La inconfortable oposición". Economía Hoy, Caracas, 20/06/89.
- Guillermo Meneses "Comentarios: Vocación de poder y voluntad de servir". El Universal, Caracas, 16/05/63.
- "Ana Luisa Llovera acusa: los políticos venezolanos desprecian a la mujer". El Nacional, Caracas, 11/04/62.
- José Antonio Calcaño. "Síntesis histórica de la música en Venezuela". El Farol, Caracas, nr. 150 de 02/64.

Reproducción: Hugo Chávez, Doctor Honoris Causa, Corea. El Nacional, Caracas, 17/10/1999.

Cfr.
https://chavezvive.com/2013/02/

domingo, 24 de noviembre de 2019

DUEÑOS DE LA PISTA

Juegos de calle
Luis Barragán

Por influjo de los consabidos acontecimientos bolivianos, la movilización del sábado 16 de los corrientes, adquirió un propósito distinto al originalmente planteado.  En incontables oportunidades, se pidió una mayor e indispensable precisión de los objetivos del evento, sin que se recibiese la debida y necesaria  orientación política del convocante.

Infladas las expectativas, simplemente no se cumplieron, y quedan en pie otras convocatorias que sólo el azar y nada más que el azar, puede satisfacer. Ojalá que ocurriese el milagro, como ha acaecido varias veces en la historia universal, pero la sola apuesta desmiente la concepción y eficacia misma de una dirección política que no sabría qué hacer con las consecuencias de un hecho clara y hasta ontológicamente fortuito.

La conducción opositora la ha ejercido y monopolizado la dirección de la Asamblea Nacional que hace caso omiso de otros actores, en un parlamento que tampoco debate ni ha debatido el punto hasta atreverse a diálogos confidenciales, sin autorización del cuerpo. Esta sola circunstancia apunta no sólo a una demanda de unidad, sino de real  transparencia y sobriedad, generando dos fenómenos adicionales.

El uno, el vil chantaje, pues, se ha tildado de traidor a quienes no fueron o no vayan a las marchas, concentraciones, o cualesquiera otras iniciativas, tal como fueron tildados de traidores a quienes no sufragaron en las elecciones regionales y municipales, aunque el tiempo les dio la razón. Vale decir, el fracaso, una y otra vez, se debe a la ciudadanía que ha dejado el pellejo en las calles, relevada de toda responsabilidad la dirección política, así se evidenciara – recientemente – la llegada al Fuerte Tiuna de un grupo de estudiantes, gracias a un pacto previo revelado  por los mismos represores en medio del suceso.

El otro, la suplantación de la propia dirección por sus afanosos intérpretes que jamás argumentan, sino repiten mecánicamente las consignas.  Algunos, con una candidez que comprendemos y asumimos, a la vez que otros por el enlace con los intereses de una operación  o proceso que les promete, por ejemplo, la posibilidad de un rectorado en el CNE pactado con la dictadura, jugando a la calle para presionar y negociar.

Fotografía: Piloto británico Lewis Hamilton, en la sesión de clasificación del Gran Premio de Fracia de Fórmula 1 (GETTY).

27/11/2019:
Breve nota LB: Nueva presentación y nuevo avatar de ND. Dos semanas "fuera del aire". Juan Smith, director del ortal con el nos solidarizamos, me comentó que estaban resolviendo algunos problemas, sin especificar. No sabemos si es o no, provisional.

sábado, 6 de mayo de 2017

CHINAZOS LÓGICOS

Silogismos fallidos contra la oposición
(Como complemento al post Silogismos fallidos contra el chavismo)
Hermann Alvino

Para aportar valor al debate hay que mojarse, hay que arriesgar hipótesis, y apartar el cuide, cual deporte muy extendido entre políticos y analistas. Puede que uno se equivoque, pero al menos se toma el trabajo de pensar y superar las declaraciones políticamente correctas, pero banales, de los escritos de analistas altamente valorados y difundidos por sus acólitos; análisis éstos que no aportan nada nuevo, ni presentan escenario alguno, y por tanto hacen imposible concretar una estrategia efectiva para defenestrar a la dictadura.

Hablar de unidad opositora ya es una quimera, puesto que todos sabemos que la MUD es un cadáver político a raíz de sus reiterados errores de lectura, tanto del chavismo como de los venezolanos opuestos al régimen. Seguir con esa consigna es promover nuevos desengaños en los venezolanos de a pie.

Por otra parte, con López preso y Capriles inhabilitado, con María Corina debilitada por la propia MUD, y con Ramos Allup sin asidero electoral real, es tangible que en esas organizaciones están surgiendo líderes que aspiran a llenar el vacío, dificultando más aún la unidad colectiva.

Además, la calle ahora tiene personajes muy diferentes a los millones de venezolanos decentes que durante todos estos años se tomaron las manifestaciones como una gigantesca terapia de grupo, puesto que lo quieran o no, la violencia por parte de los manifestantes ya ha hecho acto de presencia, por tanto, y como Corolario a los silogismos que a continuación se presentan, de no ocurrir algún cambio radical en la relación chavismo-oposición organizada, la evolución actual de los acontecimientos propicia un aumento de la probabilidad de una dictadura militar.

Silogismo 1:

Premisas:

– Al igual que Hitler, los comunistas soviéticos, y los tiranos cubanos, el chavismo cree que durará eternamente, y en la medida que pase más tiempo en el poder, ese autoengaño inevitablemente se irá consolidando con más fuerza entre sus jerarcas, esto es: que dicho poder les pertenece por derecho propio, o divino.

– Creer que se estará en el poder para siempre permite gestionar la radicalización opositora y las crisis sociales con más serenidad, puesto que se está convencido que a la postre todo dará una vuelta completa y se volverá a estabilizar el statu quo del régimen, algo que ya ha sucedido al menos tres veces durante el ciclo de poder de esta dictadura –no lo olvidemos.

Conclusión:

– El chavismo cree que puede hacer lo que le venga en gana con el país, con sus riquezas, y con los venezolanos –y en efecto, lo hace.

En qué falla el silogismo:

– En que en todas las sociedades en que ha habido dictaduras, férreas o light, de larga o de corta duración, allí al menos producían el mínimo de alimentos y bienes para su supervivencia básica. Así, durante la dictadura militar –cualquiera de las varias que ha tenido- Argentina los producía, al igual que Paraguay, Uruguay, Brasil e incluso los países de la Unión Soviética, cuya escasez era enfermiza y crónica, pero que jamás llegó a los límites venezolanos. De manera que la lucha más bien era por la libertad en sí misma, asociada obviamente, aunque no en todos los casos, con un mejor nivel de vida en general.

– Esas dictaduras cayeron solamente cuando se superó cierto límite mental y físico de penurias diarias. El caso de Rumania es el mejor ejemplo, porque allí la revolución solo pudo llegar luego de que el tirano impusiera inmensos sacrificios para pagar la deuda externa del país.

– Si esos regímenes hubieran tenido más sentido común –si es que cabe el término para estos casos-, muchos de ellos habrían durado más años, y de igual manera seguirían dominando si hubieran optado por una represión extrema, combinada con el típico lavado de cerebro generacional; así ha sido en Corea del Norte, y en Cuba, siendo esta última un caso excepcional, considerando el carácter de un pueblo con ese especial mestizaje taíno, europeo y africano, muy distinto al asiático.

– En este sentido, el problema del chavismo es triple: por un lado la escasez general ha sobrepasado un umbral de tolerancia que puede catalizar una rebelión generalizada –incluso en un pueblo tan laxo como el venezolano-; por otra parte, la ineptitud y dejadez del chavismo, a pesar de la permanente e intensa asesoría cubana, ha impedido concretar a plenitud ese lavado de cerebro que asegura una continuidad generacional de apoyo al régimen. Y en tercer lugar –y aún pensando lo peor de nuestras fuerzas armadas, cual corruptas, necias y traidoras, al entregar la soberanía a Cuba sin disparar un tiro-, es difícil que se animen a una represión extrema y de larga duración como las comentadas, sea porque aún les queda un mínimo de sensibilidad humana, o simplemente porque ellas también se han vuelto ineficaces a la hora de reprimir.

Silogismo 2:

Premisas:

– El chavismo piensa que dentro de las inevitables divisiones que existen en cualquier proyecto de poder –concretado o no-, las prebendas derivadas de la venta de crudo diluyen cualquier disidencia que ponga en peligro su hegemonía.

– El chavismo cree que cualquier disidencia, por ser eventual, relativamente aislada y estar protagonizada por alguien perfectamente chantajeable en lo personal y administrativo –todo chavista que ha estado en el gobierno lo es-, dicha disidencia podrá ser apagada y alejada del poder con relativa rapidez y facilidad.

Conclusión:

– El reparto de poder entre las diversas facciones, con los militares en primera línea encabezando la mesa del dinero mal habido, permitirá seguir forjando alianzas entre dichas facciones, frente a cualquier proyecto alterno crítico que surja dentro del mismo chavismo.

En qué falla el silogismo:

– En que justamente por ese autoengaño de creer que el poder les pertenece por derecho divino –cuando en el fondo éste se deriva de un golpe de suerte y de la irresponsabilidad del adversario demócrata-, la misma disidencia interna que vaya surgiendo también creerá en ese poder concedido por derecho divino y talento propio, convirtiéndose en un rival poderoso, especialmente luego de haber robado y acumulado riquezas durante casi dos décadas. Esta obviedad se delató con la inevitable decisión de Maduro de darle la Vicepresidencia a El-Aissami, quien luego de años acumulando riquezas y poder, ya estaba en condiciones de disputarle el liderazgo al mismo Maduro y Cabello. Dicho tridente constituye un pacto contra natura, que solo será capaz de durar en la medida en que haya prebendas para todos.

– Por otra parte, los gobernadores chavistas constituyen una disidencia que aún no se ha expresado, ya que su ejecicio ha sido alargado por la dictadura justamente para mantenerlos a todos contentos. Si por algún motivo el régimen llegara a realizar elecciones regionales y locales, y dada la certeza de que perderán en casi todo el territorio, esos chavistas ahora en el poder estatal y local optarán por un sálvese quien pueda, deteriorando en gran medida la aparente unidad del régimen, y generándole una crisis más profunda de lo que pueda creerse, puesto que al ser esos gobernadores en su gran mayoría militares, la brecha entre chavistas civiles y militares se alargaría hasta un punto sin retorno.

Silogismo 3:

Premisas:

– El chavismo piensa que dada la debilidad estructural de las organizaciones opositoras, éstas no serán capaces ni de asumir un liderazgo creíble frente a las cada vez más frecuentes crisis sociales, ni de compactar la masa crítica necesaria para que una vez iniciada la violencia social, ésta crezca exponencialmente hasta el colapso de la dictadura –siempre que la MUD llegara a optar por esa vía, claro está.

– El chavismo piensa que utilizando las tres instituciones que tiene a la mano para obstaculizar el desarrollo del liderazgo opositor formal, –el TSJ, el CNE y la Contraloría-, utilizándolas como baraja de acuerdo a la coyuntura existente o eventual, podrá seguir laminando la influencia de los líderes opositores con más arraigo en el país.

Conclusión:

– El chavismo piensa que tiene a la oposición controlada.

En qué falla el silogismo:

– En que si bien la dictadura ha tenido un indiscutible éxito en dicho objetivo, con lo que no cuenta es que ese liderazgo opositor que ha pulverizado es el que le podría garantizarle una cesión de poder relativamente pacífica, y que al eliminarlo están promoviendo un liderazgo alterno mucho más joven, que por el mero hecho de solo haber conocido al chavismo como sistema de vida, no solo desconoce las formas de convivencia política que aseguren ese tránsito pacífico, sino que su fragmentación es un factor clave en la anarquización del inconformismo, una vez superado el umbral de tolerancia.

– Si bien esa anarquización puede sugerirle al régimen que le será más fácil inertizarla, con lo que no cuenta es que los focos de rebelión serán demasiado numerosos para lograr dicho objetivo. Llama la atención que la calle opositora esté ocupada cada vez más por jóvenes, alejados de cualquier vivencia política y partidista tradicional, cuya acción con el tiempo será incontrolable, tanto por el régimen como por los partidos que actualmente intentan canalizar sin éxito dicha fuerza. Dada su pérdida de credibilidad a partir del llamado diálogo con al chavismo.

– Con López detenido por muchos años, con Ledezma que va por el mismo camino, con Capriles inhabilitado prácticamente durante un ciclo de vida político, con la misma María Corina, ya no acosada por el régimen, sino objetivamente apartada por la misma MUD, y con un Henry Ramos con evidentes debilidades políticas a partir de su larga trayectoria como dirigente adeco –cual firme defensor de CAP y Lusinchi-, el liderazgo opositor organizado y formal está en grave peligro, especialmente si consideramos que sus organizaciones han sido tan personalistas como lo fueron todos los partidos durante la democracia, y por tanto el ascenso de nuevas figuras tomará un tiempo del que, dadas las circunstancias, parece que no podrán disponer.

Conclusiones generales:

– El chavismo está sometido a tres factores potencialmente desestabilizadores de su poder:

El primero es el interno, por vía de las disidencias, algo eventualmente gestionable mediante la riqueza petrolera, mientras la haya.

El segundo es el factor militar, porque aún habiendo depurado a fondo la institución, en el caso de haber elecciones estatales, la inevitable pérdida de poder de los gobernadores militares abriría un frente interno muy agresivo.

El tercer factor es la diversificación del frente opositor, jóvenes sin liderazgo reconocido, cuya proliferación de focos anárquicos serán una causa motivante para poner orden, algo de lo que el régimen por sí mismo no será capaz, por lo que la posibilidad de un cambio de régimen, esta vez una dictadura militar sin tapujos, será cada vez más alta.

Fuente:
https://vivalapolitica.wordpress.com/2017/04/20/silogismos-fallidos-contra-la-oposicion/
Cfr.
http://lbarragan.blogspot.com/2017/04/fondazos-logicos.html
Fotografía: EFE.

domingo, 18 de septiembre de 2016

DEL FASCISMO QUE VIENE

Los “freikorps” del patio
Luis Barragán


Explorando  la estantería, nos encontramos con un llamativo fenómeno histórico como el de los “freikorps”, ex – combatientes alemanes que no aceptaron la derrota en la primera guerra mundial, optando por las guerrillas en el Báltico por década y media después de concluida la gran contienda. Precursores del nazismo, dejaron sendos testimonios biográficos en los que destacaron aquellas percepciones y convicciones nada realistas de la derrota y sus causas, pero que se convirtieron y asimilaron a una realidad y a una patología políticas de gravísimas consecuencias.

La malévola conspiración de los judíos y la cobardía más que la incompetencia de los generales, provocaron la pérdida de una guerra que se pudo ganar. El enemigo interno hincó la puñalada por la espalda a un país predestinado por una historia que solamente exigía testículos, alimentando una fábula que también condujo al nuevo y estrepitoso fracaso.

Mutatis mutandis, los venezolanos contamos con los “freikorps” del madurato que, al negarse a aceptar el monumental fracaso del régimen, condenándonos a una hambruna sin precedentes, inventan historias de cualquier ralea para inculpar a terceros. Alguien dirá de “hipótesis conspironoicas” para referirse a las insólitas interpretaciones que auspicia Miraflores, pero lo cierto es que sus más decididos partidarios, concesionarios de alguna prebenda que defender, emplean literalmente la violencia para tratar de imponer un resignado silencio que resulta ya imposible.

Lo peor es que, descartando el ejercicio de un futuro rol institucional de oposición para la transición democrática, quizá perdida la oportunidad de prolongarse por décadas cual peronismo de los tormentos del sur, quedarán empuñando un mensaje y librando batallas de fantasía que explicarán algunos actos terroristas en el futuro, con las armas que puedan preservar. Poco les importa un análisis objetivo y, por cierto, marxista de lo que acaeció con Salvador Allende, privilegiado y cultivado el legado de una muy radical victimización que, en la versión venezolana, no encuentra un fácil cauce por la ferocidad evidente, arrogante y estrafalaria del victimario incansable.

Es de suponer, la muy agotada ilusión petrolera impone e impondrá un sentido de las realidades – valga la redundancia – realista que deje atrás el “ta’baratismo” que hizo de Miami y La Habana un emblema. En su vieja y nueva modalidad, el fin de la Venezuela Saudita llegó un buen rato atrás, pero los “freikorps” del patio, incluyendo a los adversarios de Maduro Moros y su antecesor, se resistirán por varios lustros más escudándose en cualesquiera pretextos de emoción y ocasión.

Fotografía: http://www.observatorio-arendt.org/wp/?tag=venezuela
19/09/2016:
http://www.noticierodigital.com/2016/09/los-freikorps-del-patio/ http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=44733 http://class987fm.com/2016/09/19/los-freikorps-del-patio-luisbarraganj/

domingo, 13 de marzo de 2016

FUERA Y DENTRO

Sobre la descalificación castrense
Luis Barragán


El régimen disfrutó – varias veces, por cierto, cada vez más lejanas – de una favorable conjunción de los astros, como diría algún facilitador de la nueva era en los acostumbrados programas matutinos de televisión. Gozó de una extraordinaria concentración de poderes, los más elevados ingresos petroleros y el beneplácito de las masas que sedujo tan eficazmente. Sin embargo, hoy exhibe un rumbo tan arrogante, como insostenible, tildando de golpista, en última instancia, al constituyente que legó algunas soluciones para una crisis que, paradójicamente, a la postre, produjo tanto como la propia carta constitucional.

Teniendo como vocero al ministro de la Defensa, con temor hasta de las hojas que aletean al correr el viento, asumen que toda movilización pacífica  e institucional en reclamo por el desbarajuste nacional, constituye una terrible y temible conspiración satánica, aún cuando ostentan las armas de la República en una no muy clara competencia con las formidables bandas criminales que no tienen precedentes en nuestro historial.  Creándose árboles que no dejan ver el bosque, como los de la versión fantástica que esgrime el vicepresidente de esta misma República, festejan como una circunstancia feliz la de hacer enormes colas para el consumo de los alimentos y medicamentos de una existencia en nada garantizada, sometida la población a una humillación que tratan los servicios de inteligencia y los colectivos armados de administrar para evitar un reventón de indignación.

Ciertamente, el descenso en los precios internacionales del crudo contribuye a la desesperada situación, mas no es el único y determinante factor, pues, padeciéndolo, otros países productores no han sucumbido como nosotros. Indicador curioso, la inversión militar venezolana se incrementó por todos estos años y, además de la tentación de compararla con la de otros países productores de petróleo, está la otra,  la de extenderse en una circunstancia trastocada en axioma: hay más balas que alimentos y medicamentos.

El otro exceso es el de una imprudencia que pisa el terreno de la temeridad, con la calificación castrense de las iniciativas adoptadas por una oposición comprobadamente democrática que, valga la redundancia, apela a la Carta de 1999, cuya defensa ha de hacerse por ella misma y por lo que expresa e inequívocamente establece, y no a través de una parcialidad política, como la reclamada por el citado ministro. Raras veces y quizá ninguna, al revisar la vieja prensa, hubo algo semejante en una declaración ministerial de las décadas anteriores, cuando actuaban las fuerzas nada recreativas de la insurrección de izquierda y de derecha, por cierto, con una simultaneidad que sorprendería y descolocaría al más avisado cursante de estado mayor.

No hay escenario posible fuera de la Constitución que, si se quiere, luce como la mejor carta astral. Paradójicamente, quienes la defienden acusando a los demás de hallarse fuera de ella, no están precisamente dentro.

Ilustración: Régulo Pérez, "Fábula del F-16 y el Colibrí" (1984). Colección: Museo Contempráneo "Sofía Ímber", Caracas.

14/03/2016

domingo, 28 de septiembre de 2014

PARA UN MISMO ESFUERZO EN EL REMOLINO ROJO

De la institucionalidad opositora y el Congreso Ciudadano
Luis Barragán

Curiosamente, la  crisis aguda, grave y sostenida, experimentada por el régimen desde principios de año, ha impactado severamente a los sectores establecidos de la oposición.  Circunstancia ésta, quizá imprevista,  presumida una dirección firme y efectivamente concursada, ahora luce mitigada por las expectativas que ha generado el nombramiento del nuevo secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Sin embargo, persisten las diferencias necesitadas de comprender, procesar y dirimir a favor de una decidida institucionalidad que, estremecida desde las bases ciudadanas, abone a un  mandato y sentimiento superior: la unidad.

Nadie puede negar la importancia que tendrán los venideros comicios parlamentarios, pero tampoco la que ostenta el combate cívico por mejores condiciones electorales, añadido  un elenco rectoral convincentemente independiente. Aprendida la lección, luce tan necio predisponernos a favor de la abstención militante, como la de batir el fantasma de un ya viejo fracaso, esperando resignados,  quietos y apesadumbrados a la convocatoria formal de los comicios, faltando – por lo menos – un año.

Multiplicada y extendida en los últimos años, la protesta no puede concebirse como un simple telón de fondo en el teatro comicial que, contrariando la experiencia histórica, convierta a la necesaria dirigencia política en una distraida espectadora de los acontecimientos. Relegada a las butacas de una infinita paciencia, nuevamente tendrá que esperar al proceso espontáneo de combustión social que, al decir de muchos encuestólogos,  únicamente exige el resultado de las urnas electrónicas. subvirtiendo las más elementales nociones de moderación y radicalismo que suelen invocar.

Nociones que, casualmente,  coinciden con la versión más policíaca que política, como las empleadas nada inocentemente por el gobierno, obligándonos a una urgente resignificación desde la oposición, pues, procesándolas institucionalmente, aconseja despejar definitivamente la incógnita de la sospecha generalizada. Nada fácil, porque no toda conducta radical equivale al legítimo ejercicio  de los derechos constitucionales, ni toda moderación a la limpia habilidad que presupone el juego político, facilitando así el sedicente colaboracionismo –voluntario e involuntario – que, de un modo u otro, se cuela.

Reivindicado el  carácter instrumental de la Mesa, ha de tomar nota de la innegable complejidad de la oposición, industrializándose políticamente. Es decir, integrándose también a la rica dinámica que ha surgido en el estudiantado y en las organizaciones no gubernamentales, por no citar una mejor valoración de las fuerzas parlamentarias y edilicias con las que contamos, más allá del mero electoralismo que, confiado solamente a la mercadotecnia, tiende a consagrar la innegable anomalía que vivimos. Por ello, todavía no es tarde para que la Mesa se incorpore decididamente al Congreso Ciudadano, permitiéndose – esto sí – una radical actualización institucional, articulando las voluntades ciudadanas que demandan democracia y libertad con todo el esfuerzo que acarrea y las interpretaciones que ha de suscitar programáticamente.


Video: LB, traspapelamos el nombre del autor. FIA 2014 (25/09/14).

lunes, 24 de marzo de 2014

REENMASCARAMIENTOS

ÚLTIMAS NOTICIAS, Caracas, 24 de marzo de 2014
El espejo / Reflexiones sobre la oposición
José Vicente Rangel

Por razones de cultura política y por los muchos años que actué en el campo de la oposición, tengo la convicción de que ésta juega un papel fundamental en un sistema democrático
1 Por razones de cultura política y por los muchos años que actué en el campo de la oposición, tengo la convicción de que ésta juega un papel fundamental en un sistema democrático. Son muchas las razones que sustentan esta opinión. Pero solo una es determinante para mí: la oposición es indispensable para controlar la gestión de los gobiernos. Es insustituible en ese rol.
Aplicando este criterio a la Venezuela que arranca en 1.999 con el proceso bolivariano, considero que una de las fallas que éste ha tenido reside en el hecho de que no ha contado con una oposición verdadera. Y cuando hablo de verdadera me refiero a que la oposición al chavismo se caracteriza por su irresponsabilidad y su carencia de un auténtico sentido crítico, en fin, a su incapacidad para insertarse en la nueva realidad nacional y convertirse en opción confiable. La oposición que se estructuró después del triunfo electoral de Hugo Chávez en diciembre del 98, cuando se produjo el desplome de la IV República, fue una colcha de retazos conformada por la frustración, el revanchismo y el odio de los desplazados del poder, pero nunca un espacio para actuar en el nuevo curso que tomaba el país, y reconstruirse en el ejercicio democrático de la crítica.
Fue --y sigue siendo-- una oposición catastrofista, que se alimenta de la banalidad, fatalmente inclinada a transitar atajos, sin respeto alguno por la senda institucional. Basta recordar que se opuso, frontalmente, a la actual Constitución. Que la demonizó desde que era proyecto. Que votó en su contra cuando la aprobó el órgano legislativo, y terminó violándola el 11 de abril de 2002. Semejante actitud ante la Carta Magna --la más democrática del mundo-- trazó una hoja de ruta para la oposición donde lo determinante era aprovechar la legalidad para acumular fuerza y, al mismo tiempo, reaccionar, sistemáticamente, contra del Estado de derecho.
2 Para el proceso bolivariano, para el presidente Chávez -y en general para el chavismo-, no haber contado con una oposición formada en el ejercicio democrático, respetuosa de las reglas de juego, crítica de la gestión de gobierno y consecuente en la denuncia bien fundada, constituye una calamidad. Una deplorable falla. Algo que perjudicó al chavismo, ya que el vacío opositor facilita que afloren múltiples perversiones. El propio Chávez estaba consciente de ello, y en más de una oportunidad clamó por la necesidad de que surgiera una auténtica oposición. Claro que no podía crearla, pero ganas no le faltaron.
De golpe en golpe.  El comentario anterior lo conecto a los últimos acontecimientos acaecidos en el país. Estoy convencido que la violencia que se desató en febrero y se prolongó en marzo, tiene un definido contenido político y no social --así la oposición pretenda imprimirle ese rasgo. Es la repetición de una práctica a la que la oposición no renuncia, impresa en su ADN, que hace que sucumba con facilidad a la tentación golpista. Unas veces de manera abierta, sin vaselina, como ocurrió el 11-A, el sabotaje de la industria petrolera y el guarimbeo -doce años atrás-; y otras de manera tácita, con ambigüedad y disimulo. Ejemplo: alentando la conjura contra la economía nacional o tejiendo, junto al gobierno norteamericano, la conspiración mediática internacional.
En el nuevo intento de golpe de los días 12 y 18 de febrero, y de su proyección en marzo, surgió otra variante, consecuencia de la división de la oposición. La sombrilla seudo democrática de la MUD saltó por los aires y su liderazgo virtual desapareció al estallar la lucha entre Capriles y López por la conducción. El sector ultra, dirigido por este último, con apoyo de Machado y Ledezma, optó por la calle como escenario para dirimir la confrontación y concretar la ruptura. Lo cual logró, sólo que el propósito tenía un aditamento: tirar la parada con un plan concebido en detalle y ejecutado a través “golpe continuado”.
El soporte de la nueva aventura fue la guarimba, especie de guerrilla urbana destinada a agotar al gobierno y a montar provocaciones que habrían de culminar con la desestabilización total del país y la intervención de unidades militares, garantizada ésta por los embarcadores de siempre: los militarólogos que alardean de sus vínculos con la institución castrense. El resultado, como quedó demostrado, fue el fracaso: la oposición se dividió; los liderazgos forjados en la participación electoral colapsaron y la violencia guarimbera resultó repudiada. La otra cara de la moneda es la consolidación de Maduro, el consenso nacional en torno a su propuesta de diálogo y, al mismo tiempo, el aislamiento de la oposición por su rechazo a esta iniciativa.
Habría que agregar la derrota en la OEA de la propuesta de intervención del gobierno fenicio de Panamá, avalada por los EE.UU. y Canadá. Conclusión: que no hay en el mundo una oposición tan errática como la venezolana. Que haya despilfarrado tantas oportunidades de convertirse en alternativa. Situación que no solo afecta al sector, sino al gobierno bolivariano y al país. Porque una democracia sin oposición conduce a lamentables deformaciones políticas e institucionales.
La obsesión antichavista del liderazgo opositor conduce, directamente, a la irracionalidad. ¿Por qué lo escribo? Porque cuando uno observa la manera desafiante como grupos opositores se jactan en la calle de su poder y recurren a todo tipo de denuestos contra el chavismo, hay que pasearse por lo que ocurriría si llegaran a cumplirse los planes del golpe de Estado que está en marcha. Una acción que desaloje violentamente del gobierno a un movimiento del calado popular del chavismo, sería un desastre…
Hay el antecedente del 11-A cuando bandas de la oposición --envalentonadas con el derrocamiento de Chávez--, se dedicaron en los barrios populares a cazar chavistas, y cuando los Alcaldes de Chacao y Baruta persiguieron a dirigentes bolivarianos. Horas después vino el contragolpe y los represores huyeron como ratas…
En las actuales circunstancias, ¿qué piensan los líderes opositores? ¿Cómo se repetiría la historia? Las condiciones en que se dio la aventura del 11-A son diferentes a las actuales. Hoy existe organización popular y lealtad de la FANB. Por tanto, que no se equivoquen los que están haciendo cálculos alegres. Porque el tiro les saldrá por la culata…
Acciones como el ataque en un restaurante de El Hatillo a los artistas Roque Valero y Jorge Reyes --y a sus familias--, indican el grado de ruindad de cierta gente de oposición, a la que los medios y un liderazgo irresponsable inoculó el virus de la cobardía junto con el odio. Gente que está en esa tónica no tiene conciencia de lo que puede pasar en el país si se rompen los diques que hasta ahora impiden el desbordamiento…
Pero los aprendices de brujo de ese sector, los que vociferan y amenazan desde el Este de Caracas; los que se atrincheran en plaza Altamira y cultivan el mito de que pueden gobernar a Venezuela exterminando al adversario, ¿están claros acerca de lo que se desataría si intentaran una nueva aventura? ¿Se dan cuenta del riesgo que corren con semejante desafío? Parece que no…
Cada día que pasa se le ve más la mano peluda al gobierno norteamericano respecto a la situación venezolana. La posición política (declaraciones de Biden y Kerry) y militar (declaración del Jefe del Comando Sur, Gral. Kelly) sobre lo que sucede  en el país, se sinceró: EE.UU. asumió la vocería y la conducción. También está claro el papel de títere de la oposición.-

Reproducción: Momento, Caracas, nr. 394 del  02/02/1964.

viernes, 6 de septiembre de 2013

¿OPCIONES?

EL NACIONAL - Lunes 06 de Mayo de 2013     Opinión/9
Violencia y crisis institucional
ARMANDO DURÁN

"La oposición en el Parlamento ­declaró furiosa Iris Varela­ se merecía sus coñazos". Una visión de las relaciones humanas reducida al acto primitivo y brutal de reprimir al otro. También la forma más salvaje de abordar desde el poder político la vida como negación.
Varela se refería, por supuesto, al lamentable espectáculo orquestado el martes 30 de abril en la Asamblea Nacional. No era la primera vez que los "honorables" diputados se iban a las manos, pero esta vez fue otra cosa. En lugar de presenciar el súbito estallido de irritación individual de algún parlamentario alucinado por lo que sea, esta vez Venezuela fue testigo de una calculada acción de la bancada chavista contra la de la oposición. Violencia cuyo origen se halla en la crisis política desatada por las dudas sobre el resultado electoral del 14 de abril, acentuada de pronto en la AN por la negativa de Diosdado Cabello a concederles su derecho de palabra a los diputados de la oposición hasta que ellos acepten, sin chistar, las cuestionadas cuentas del CNE.
Según la reiterada versión oficial de los hechos, la oposición acudió al Palacio Federal Legislativo con el criminal propósito de provocar con pitos y trompetas actos de violencia que al día siguiente, Primero de Mayo, debían culminar en sangrientos disturbios callejeros. El propio Nicolás Maduro, en entrevista exclusiva concedida al diario francés Le Monde, señaló que la oposición tenía la intención de asaltar ese día "la marcha chavista y enfrentar pueblo contra pueblo, y así Estados Unidos y el presidente Barack Obama intervendrían en Venezuela". Un razonamiento político restringido a conceptos tan sorprendentemente simplistas que dan pena ajena, pero que responde a una implacable estrategia comunicacional encaminada a generar una matriz de opinión potencialmente explosiva.
En este sentido, indicó Maduro en su encuentro con el diario francés, en Venezuela no puede hablarse de polarización. Lo que sucede es que el pueblo venezolano está activado para defender su revolución de la conspiración fascista. Visto desde esta perspectiva distorsionada, desconocer el resultado electoral y pedir una revisión ciudadana del 100% de las urnas, las actas y los cuadernos de votación componen una pretensión anticonstitucional y golpista.
En consecuencia, el pueblo revolucionario, con sus dirigentes a la cabeza, tienen el deber de reaccionar (activarse) contra los enemigos de la patria.
Se trata de un sofisma cuyo objetivo es suplir la políticamente costosa ausencia de Hugo Chávez con el expediente de la violencia verbal y hasta física, encaminadas a inhibir a la oposición y eliminar los mecanismos institucionales que deben regular la vida social de los ciudadanos, el famoso pacto de Rousseau, fundamento filosófico de la Revolución Francesa y del régimen democrático desde entonces. Culpar al otro ("el infierno son los otros", sostendría Sartre en algunas de sus obras), que en el caso venezolano equivale a culpar del crimen a la víctima, es la manera más radical de limitar, incluso de exterminar, la vida natural del hombre con la excusa de que la represión es la única herramienta civilizadora de la sociedad. ¿Interpretación chavista de aquel gendarme necesario de nuestro pasado político? Para Marcuse, uno de los principales teóricos del movimiento contracultural en Estados Unidos durante los años sesenta, este afán represivo sencillamente es la negación de lo "erótico", es decir, Iris, de la vida, y el triunfo indeseable de la muerte, tanatos, como desbordamiento de un oscuro instinto de destrucción.
Esta nueva realidad comienza a darle forma a un desalentador futuro social en Venezuela, caracterizado por una escalada de violencia que anula toda posibilidad de diálogo y entendimiento entre las partes, último camino abierto a los venezolanos para no caer en la trampa de una irreversible espiral de confrontación violenta y muerte. Por otra parte, el desmantelamiento de la Asamblea Nacional como escenario plural de la política venezolana provocaría el fin de lo poquísimo de democracia representativa que aún le queda al régimen. Sin duda, una catástrofe institucional que marcaría el comienzo de un período muchísimo más drástico y extremista, el de los "coñazos" de Varela. Rescatar la opción del diálogo contra viento y marea es el último suspiro que le queda a la democracia en Venezuela. Una opción muy remota, sin embargo, porque primero, de eso nos ocuparemos la semana que viene, habría que resolver la grave crisis de credibilidad que afecta a Maduro y a su gobierno.

Ilustración: S/f., tomada de una publicación de los años '40.

viernes, 30 de agosto de 2013

CLAVES

Oposición cultural
Ox Armand

Ordenada desde arriba, no hay razones para pensar que Nicolás Maduro devolverá la Ley Orgánica de Cultura recientemente sancionada. La tardanza se deberá a un problema de agenda, porque harán un tremendo acto que catalpultará y candidateará a la diputada Gladys Requena como futura ministro,  mas no a ciertas veleidades técnicas. De ocurrir, esa aspiración ministerial revelaría una dura resistencia más allá de las intrigas de las que todavía nos hace pensar Maquiavelo, con o sin Rafael del Águila que lo explique.  Lo cierto es que ese esperpento de Ley, puede verse en varias claves. Está la sociológica, revelándonos a los grupos y subgrupos, tendencias y ramificaciones que pugnan por alcanzar una cuota del presupuesto en los términos de reparto que consagró Farruco Sesto y que el pobre Fidel Barbarito ni siquiera concibe, arriesgando cada día el puesto. Fuera del gobierno, todos se hicieron la ilusión que les dejó la Ley Orgánica del Deporte: pasar por debajo de la mesa.  La psico-sociológica aturde, porque el instrumento está impregnado de un marxismo que muy bien repudiaría Ludovico Silva, que dice más de las consignas del Congreso Cultural de Cabimas hacia principios de los setenta, demasiados hueras y simplistas. Apenas, el PSUV ha dicho que la cultura no es una mercancía o que el rock está en la Ley, mas ni la sra. Requena ni el sr. Paul Gillman, se han atrevido a una escenario de discusión que vaya más allá del neocolonialismo. Todo esto nos lleva a un imaginario social revolucionario, con código y con gestos que se creen propios del PRV de Douglas Bravo y su alianza con la Cuba que se desprendió y peleó con el PCV hacia mediados de los sesenta.  Añadamos la clave política, porque el autoritarismo hace bulto, o la económica, porque los empresarios serán masivamente pechados para un fondo que les será y nos será siempre ajenos, como el FONDEN.

Prefiero asumir la cosa en clave de oposición. No la hubo salvo la solitaria posición de un diputado que cargó con el muerto. Del resto no la hubo. A pesar de que esa ley era una espada de Damocles cernida sobre el cuello – valga destacar – de la más ilustrada oposición de clase media y, a juzgar por las fundaciones privadas y la gran prensa, de la burguesía. Esa Ley de Cultura fue sancionada entre el 6 y el 13 de agosto y, por más que busco, no existe con antelación ninguna consideración de la oposición ilustrada. Ni el propósito de leerla, aprenderla y criticarla.  Una que otra cosita aparecida en los periódicos, no autoriza a hablar de una postura crítica de la oposición cultural. Todos callaron porque las universidades y las fundaciones, sus empleadores, callaron también. El único, real y sentidísimo brinco que dieron fue cuando se anunció la contribución, el impuesto o la tasa para el Fondo de Cultura, porque – como la del Deporte, Ciencia, Trabajo, Drogas u otros parecidos – estaba en el libreto pero no se percataron. Hubo escritores, poetas, dramaturgos y mimos, que pudieron decir algo desde sus particulares ámbitos laborales o regionales, pero no lo hicieron salvo los que tuvieron ocasión de hallar un cupo en la gran prensa televisiva o impresa para los cinco  minutos de fama a lo Warhol. La alta gerencia de las fundaciones se cuidó de no pelear con el gobierno y les fue hasta fácil porque ¿para qué entenderse con los políticos y menos de la oposición, si están los  del gobierno? Además, porque sabrían que éstos se opondrían a la ley como irresponsablemente no lo hicieron con la del Deporte. Al fin y al cabo, ésta habla de cuantiosas divisas y la otra de cultura…

La transmisión de ANTV sirve para el dato político más importante y no por los diputados de la oposición que se quedaron hasta lo último de la sesión de la Ley Orgánica de Cultura, sino por las barras. Tengo amigos que hacen política y me dijeron que esas barras movidas por el gobierno y que aplaudían al gobierno estaban llenas de militantes de AD y de COPEI que extrañan no ser gobierno. En nombre de la cultura se movilizaron para apoyar la Ley.

Todo lo que he dicho nos lleva a una conclusión: ¡qué culta es la oposición! (rimó sin querer).

Fotgrafía: Consulta Regional del Proyecto de Ley Orgánica de Cultura. Maracaibo, 06/13.

domingo, 4 de agosto de 2013

¿CON QUÉ SE COME TODO ESTO?

EL NACIONAL - Domingo 04 de Agosto de 2013     Nación/4
El foro del domingo
LUIS MIQUILENA El ex presidente de la ANC insta a la oposición a canalizar el descontento
"Que la gente tome la calle y que la protesta se sienta"
Considera que las acciones judiciales contra el presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero, indican que no hay escrúpulos para golpear la libertad de prensa. Advierte que el Gobierno persigue a sus adversarios como en las dictaduras
Ficha personal
EX DIRIGENTE DEL PCV Y LUEGO DE URD
COFUNDADOR DEL MVR
EX PRESIDENTE DE LA ANC
EX MINISTRO DEL INTERIOR
EDGAR LÓPEZ

La diferencia con gobiernos anteriores es la socarronería de disfrazar la represión con una máscara legal, afirmó al recordar que enfrentó al régimen militar de Marcos Pérez Jiménez
Luis Miquilena, que fue uno de los hombres de mayor confianza de Hugo Chávez, habla de los chavistas con decepción: "Ya no son los mismos luchadores que fueron al principio. Y a falta de Chávez, apelan a la bayoneta de la Asamblea Nacional y del Poder Judicial".
Como presidente de la Asamblea Nacional Constituyente contribuyó a edificar la infraestructura jurídica del país y hoy lamenta que la Constitución y las leyes se hayan convertido en instrumentos de persecución política.
En medio de la crisis de abril de 2002 retiró su apoyo al Gobierno y desde entonces está en la acera de enfrente, como un crítico acérrimo. A los 94 años de edad está dispuesto a colocarse a la cabeza de una movilización nacional para detener los abusos gubernamentales y cita como los más recientes atropellos el allanamiento de la inmunidad parlamentaria del diputado opositor Richard Mardo y el congelamiento de las cuentas bancarias del presidente editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero.
­¿Cuál es la trascendencia de la defenestración de Mardo? ­El Gobierno no le da tregua a la oposición en su política represiva contra las libertades ciudadanas. Y para eso necesita ir desbrozando su camino de adversarios. Tiene una lista de personas a quienes poco a poco lleva a la guillotina que tienen montada: un sistema judicial que está al servicio de la política electoral del Ejecutivo. El agravante en el caso de Richard Mardo es que, además, el Poder Legislativo, que también forma parte de la cadena represiva, ha llegado a la iniquidad miserable de violar la disposición constitucional para allanarle la inmunidad mediante una mayoría simple de los diputados de la Asamblea Nacional y no como lo manda la Constitución, es decir, con el voto de las dos terceras partes.
­¿Si todos los poderes públicos están controlados por el oficialismo, qué opciones quedan para enfrentar los abusos? ­Ese es el principal reto que tiene la oposición. Es necesaria la movilización nacional para canalizar el descontento de los que realizan protestas de todo tipo. Se debe emprender una lucha activa y sostenida para afrontar hechos como el allanamiento de Richard Mardo. Es necesario que la gente tome la calle y que la protesta se sienta. Por supuesto, con métodos absolutamente pacíficos. El pueblo en la calle es la única forma de detener los atropellos del Gobierno.
­¿El Gobierno está obligado a dialogar y negociar con sectores de la oposición o concentra poder suficiente para imponer su voluntad? ­El diálogo es intrínseco al sistema democrático. Esa necesidad de diálogo es mucho mayor cuando se trata de un gobierno como este, que tiene tantas limitaciones, tanta incapacidad para resolver los problemas de la gente. Pensemos en el alto costo de la vida, la escasez de alimentos y la inseguridad, como lo más relevante.
­¿Cuál es la diferencia de la lucha contra el adversario político en relación con gobiernos anteriores? ­A mí me tocó participar en la resistencia contra la dictadura, y la persecución política desarrollada en los últimos años es propia de una dictadura: la acción represiva directa contra el adversario. La diferencia con gobiernos anteriores es la socarronería de disfrazar la represión con una máscara legal.
­El argumento del Gobierno en el caso de Mardo es que se está luchando contra la corrupción. ­Es una burla afirmar que se está luchando contra la corrupción mientras funcionarios de diversa jerarquía se han enriquecido impúdicamente en perjuicio del patrimonio público. ¿Qué pasó con las denuncias de corrupción contra el actual presidente de la Asamblea Nacional cuando fue gobernador del estado Miranda? La lista inmensa de irregularidades que fueron descubiertas permanece impune. Ningún fiscal ni juez se atreve a hacer la más mínima investigación sobre esos casos.
­¿Qué opinión le merece la conducción de la Asamblea Nacional por Diosdado Cabello? ­Este caballero que la dirige es un patán. No tiene ningún sentido de parlamentario. Es deleznable como maneja la Asamblea Nacional.
­¿Cómo evalúa los primeros 100 días de gobierno de Nicolás Maduro? ¿Se ha fortalecido? ¿Se ha debilitado? ­El pobre de Nicolás Maduro no sabe qué hacer con el gobierno, como aquel minero que se encontró una inmensa piedra de oro y que de la noche a la mañana se convirtió en un potentado.
Por decisión del que él llama su padre, Maduro apareció como presidente de la república sin tener las más mínimas condiciones para ejercer ese cargo. Pretende imitar a Chávez, pero lo hace de una forma tan burda que termina convertido en una verdadera caricatura. Si tuviera un poquito de sentido común, hubiera procurado que alguien colaborara con él para resolver los problemas más apremiantes.
­¿Cómo podría superar Maduro los cuestionamientos a su legitimidad derivados de su negativa a hacer un recuento de votos? ­La legitimidad de un gobernante está en proporción directa a su capacidad de resolver los problemas del país.
Los problemas no se resuelven con populismo ni con represión. Tienen que usar la cabeza y ello implica entenderse con todos los sectores involucrados en cada caso.
­¿Maduro es autónomo en sus decisiones o su gobierno está tutelado? ¿Quién o quiénes serían esos tutores? ­Maduro está gobernando bajo el peso de un complejo muy serio porque quiere imitar al amo, y eso ya lo hace dependiente. En segundo lugar, su poca capacidad para gobernar también lo hace dependiente. Yo no sé a quién consulta, pero los resultados no son los mejores.
­A instancias de la Fiscalía, un tribunal ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de Miguel Henrique Otero. El afectado asegura que es un mecanismo de censura y el Gobierno, que se trata de una querella privada. ¿Qué opina usted? ­Lo de Miguel Henrique es un ejemplo de como esta gente usa todos los elementos que tiene a su alcance para atacar lo que ellos consideran más venenoso, como lo consideran todos los que actúan como aprendices de déspotas.
Estamos hablando del ataque a la libertad de prensa. La extensión de una acción privada contra Miguel Henrique a un proceso penal revela que no hay escrúpulos para golpear la libertad de prensa. Lo que ocurre es que El Nacional trasciende a Miguel Henrique.
El Nacional es una institución, es una parte de la historia de Venezuela que quieren atacar con chapucerías.
­Chávez cerró la televisora más antigua de Venezuela: RCTV. ¿Hasta dónde puede llegar Maduro? ­Aquí nada va a ser gratis. El Gobierno está en plan agresivo para cercenar las libertades democráticas progresivamente. Todo va a depender de cómo nos organicemos, y yo me incluyo en esa organización para desarrollar una lucha sostenida por las libertades.
­¿Las medidas contra los medios pueden acarrear costos políticos para el Gobierno? ­Yo creo que si queda un poco de raciocinio, el Gobierno debe recordar que después del cierre de RCTV tuvo su primer revés electoral, con el rechazo mayoritario a la reforma de la Constitución. Si siguen en ese camino, cabe aquello de que los dioses ciegan a los que se quieren perder.

lunes, 22 de abril de 2013

ECOLOGÍA GRIS

EL NACIONAL - Lunes 22 de Abril de 2013     Cultura/3
El foro del lunes
CARLOS DELGADO FLORES Señala que Internet ayuda a que los venezolanos se formen criterios políticos
Para el académico, las redes sociales promueven intercambios de datos que permiten el surgimiento de un elector racional, uno que aspira a un espacio de gobernabilidad público
"El diálogo empodera y la diseminación de información genera simetría"
MICHELLE ROCHE R.

Carlos Delgado Flores es magíster, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, coordinador académico del posgrado en Comunicación Social de esa casa de estudios y miembro del Consejo de Redacción de la revista Comunicación. El año pasado formó parte de las mesas de diálogo ­en el área de Política Comunicacional­ cuyos resultados permitieron redactar los Lineamientos del Programa de Gobierno de Unidad Nacional, presentados por la Mesa de la Unidad Democrática en enero de 2012. Pero su trabajo más importante es silencioso: durante la última década se ha dedicado a interpretar las estrategias culturales del Gobierno y a entender cómo las nuevas tecnologías están reconfigurando la participación política y social de los venezolanos. Sus conclusiones están en las revistas editadas por el Centro Gumilla y representan perspectivas reveladoras del panorama real de las relaciones de poder en el país, de los perfiles electorales y de la entrada de Venezuela a la era de la información.
El impresionante desarrollo de las redes sociales en el país le hace pensar que las tecnologías pueden aprovecharse para conciliar la brecha cultural entre los venezolanos ­hoy, 8 millones no pasan del séptimo grado­ y que esas redes deben establecerse como los lugares del diálogo para la formación de ciudadanos.
De acuerdo con sus investigaciones, 65% de los usuarios de Internet en Venezuela pertenece a los niveles D y E, se ubica entre 18 y 32 años de edad y se conecta diariamente varias veces, desde los hogares o teléfonos móviles, con fines de socialización y búsqueda de información.
"Los 10 tabulados básicos del censo más reciente incluyen conexión a Internet y a televisión por cable. Según los datos que he revisado, encuentro, preliminarmente, que la correlación entre una y otra es alta, más de 0,80. Es decir: que quien tiene televisión por cable tiene acceso a Internet.
La penetración de la televisión por cable en Amazonas, por dar un ejemplo, es de 96%. Ya no podemos decir que Internet no tenga influencia en lo que pasa en Venezuela".
­¿Esas estadísticas reestructuran la hegemonía comunicacional del Estado? ­Abren la posibilidad de que se filtren otros mensajes, más allá de su aparato comunicacional, que es funcional y poderoso. Mientras la gente tiene más acceso a la televisión por cable, a Internet y a la información generada por medios independientes, se exponen a las informaciones de los buenos conversadores en la web, aquellos que proveen informaciones de fuentes confiables. Estos son los que en Twitter hacen retuiteo, comentan, usan fuentes confiables, las contrastan y aceptan el comentario en una atmósfera del respeto.
­¿Pero, la dependencia de la conexión no hace vulnerables esos procesos? Por ejemplo, el domingo de las elecciones, cuando se cayó Internet por unas horas.
­Somos vulnerables por otras razones: tenemos pocos proveedores para acceder a Internet y no podemos elegir, el servicio de conectividad es malo y el ancho de banda, risible. Estamos muy por debajo de los estándares internacionales y del promedio latinoamericano.
­¿Cómo evidencia la más reciente campaña el fortalecimiento de las redes sociales frente a la hegemonía comunicacional del Gobierno? ­Más allá de la polarización política, hay varios perfiles: 18% de usuarios de Internet son conectados y politizados: deliberan, hacen cyberpolítica, se forman criterios y no acceden a los medios de comunicación. Los medios de comunicación aquí son malos conversadores; los periodistas no, pero los medios sí, porque tienen poco nivel de interactividad. En nuestra coyuntura, eso implica perder audiencia a altos costos, tanto monetarios como políticos. Hace 5 años, la cuota de mercado de Internet era de 11% y la de televisión de señal abierta, de 35%. Hoy están a mitades, si no es que Internet ya está por encima. Según datos oficiales, 40% de la población venezolana es usuario de Internet y de allí, 8 millones de venezolanos tienen un perfil en Facebook, es decir, 8 de cada 10 habitantes del país, y 4 de cada 10 tienen una cuenta en Twitter. Es una diseminación mucho mayor que la de los periódicos. El problema es que nuestros medios (ni los radioeléctricos ni los digitales) no tienen oferta positiva, porque en una polarización como la nuestra no se proponen ideas. Pero el caso es interesante porque parte de esa población conectada y politizada ­como la hemos llamado en ensayos sobre el tema en Comunicación­ dejó de votar por Chávez porque está muerto y lo hicieron por Capriles, convencidos por el diálogo que han mantenido permanentemente con gente opositora o en redes; pero esa oferta hay que mejorarla.
­Por eso sostiene en sus investigaciones que el elector venezolano no es emotivo sino racional.
­El clientelismo, que lo asumimos como un vicio de la política, es también una elección racional. No es socializadora, pues privatiza el espacio público y desinstitucionaliza, pero obedece a nuestra lógica cultural: el venezolano es contigencialista y para él la voluntad personal tiene más peso que el proyecto colectivo.
­¿Qué prácticas sociales promueven las tecnologías? ­El diálogo entre iguales con interlocución; es decir, que tú escuches lo que te están diciendo y que quien habla luego te escuche con una norma que es consensuada. Esa es una actitud socializadora y permite el surgimiento de un elector racional que aspira a generar un espacio de gobernabilidad público y se interesa en crear una república a través del intercambio de conocimiento. El diálogo empodera y la diseminación de información genera simetría.
­¿Están las redes rompiendo la hegemonía comunicacional del chavismo? ­ El martes, Aporrea.com era un ejemplo del nivel de autocrítica que se está articulando en el chavismo. Allí vemos cómo Internet no sólo es arenga y movilización. Cuando revisas los trending topics nacionales de Twitter, notas que ellos están afrontando problemas en la unificación de tráfico porque te consigues con cinco hashtags asociados al mismo tema y son cinco etiquetas distintas. Antes era una sola porque había una voz mandante, pero ahora hay enredo y división. La burocracia gubernamental del proceso no entiende de dialogicidad y su diseño de redes es eficaz en el sentido de que homologaron la red de distribución de datos con la logística: usan las redes para movilización en los eventos clave y no deliberan. El problema, sin embargo, es que la oposición tampoco lo hace ni tiene mayores estrategias en redes.
­¿Hacia dónde deberían apuntar esas estrategias? ­A apoyar las prácticas de las redes, empodérandolas. ¿Por qué las propuestas programáticas de la MUD no salen a deliberación en línea? ¿Por qué no han difundido en redes el programa unitario? Si hay un buen espacio público, si hay una sociedad con sentido común, las políticas no tienen por qué ser interventivas ni costosas. Poner las ideas y los sentidos en común supone generar actitudes articuladas, puntos de encuentro y proyectos. Ese espacio hay que restablecerlo porque lo perdimos. Si bien la estrategia comunicacional del chavismo es de hegemonía, y por la vía de la propaganda, la simbología y el tono religioso repite en múltiples formatos un solo mensaje, del otro lado tampoco se ha construido un sentido común desde la horizontalidad de las redes. Quisiera que hubiera más acercamiento entre la academia y la MUD, pues no sólo debemos empoderar proyectos culturales con base en su incidencia, sino estudiar bien las políticas culturales y abrir la política a un debate enriquecedor; la cultura no se trata sólo de promoción de arte. En este momento sólo está dedicada a estetizar la política y eso debemos erradicarlo.
Fotografía: Leonardo Guzmán.

lunes, 18 de marzo de 2013

SEMAFORIZAJE

Credo
Luis Barragán


Grosso modo, nos integramos y entendemos a través de las representaciones o imaginarios sociales que sintetizan lo que creemos de nosotros y de los otros, como  lo que creemos que otros creen de nosotros, convirtiéndose en sentido común.  Toda suerte de ideas, prejuicios, gestos, valores, hábitos,  creencias, costumbres, principios (etc.),  racional e irracionalmente amasados, sintonizan en un momento histórico determinado, afianzándonos sociológica, psicosocial y psicológicamente.

La revolución surge como un cambio drástico y necesario, sustentado en una cultura política alternativa que, al quebrar el modo compartido de comprensión y relacionamiento, apuesta por otros contenidos y estilos que desembocan en un diferente hacer, razonar y sentir, motorizado por determinados sectores sociales.  Término desprestigiado por los autores postmodernos, no se entiende sin el progreso, ya que la iniciativa, tarea y pensamiento revolucionario presupone mejorar en los más disímiles ámbitos, por lo que – si fuese implacable la fórmula – renegaríamos del pasado que también cuenta con testimonios revolucionarios, aunque no se llamasen tales.

De atenernos al ahora enfermizo cuarteto reacción, reformismo, revolución y, combinándolos, simulacro, constatamos que la Venezuela de estos días, naufraga en medio de un experimento que tiene por hábil bandera la indefinición interesada de sus presupuestos.  E, inevitable, falsifica el lenguaje, porque los “revolucionarios” y los “escuálidos” no son tan innovadores y tan escasos, respectivamente, ni todos  los apátridas están fuera del gobierno y todos los honestos en la oposición.

El reclamo y convencimiento de la más excelsa pureza es, precisamente, lo que permite la abultada, subrepticia e innombrable contaminación ética y moral de todos los actores públicos, con las excepciones que tenga a bien indicar Perogrullo.  No hay polarización política, todavía socialmente insuficiente, que no haga del maniqueísmo su única bandera, pero – atención – nos embargaría un extremismo de centro, irresponsable y oportunista, procurar romperlo sin un convincente reemplazo de la sensatez que parta – inevitable – de tamaña e infranqueable condición.

Aparente pleonasmo, el poder político – valga agregar, pastoral -  cree realizar una revolución, cree que estamos convencido de ella, y cree que los creemos revolucionarios, en el marco de un  ultrarrentismo suicida, cuya cultura compartimos y recreamos. A partir de 1998, asistimos a una masiva rotación del relevo lentamente purgado, que oferta por único relacionamiento y relacionador social al Estado, aunque importantes e inocultables logros resulten a la postre ociosos,  debido al asombroso retroceso de la calidad de vida, el déficit crónico que no se compadece con los colosales ingresos petroleros percibidos, y las cifras acumuladas de muertes violentas digan de una guerra civil no declarada que, por lo demás, fundamentalmente afecta a los sectores más empobrecidos de la población.

En las cumbres del eufemismo,  la simulación se vive con tan absoluta normalidad que la hace suya la propia oposición, indispuesta e incómoda frente a todo debate que lo sospeche con algún acento académico, porque la llamada antipolítica consagró la banalidad y la vanidad como sus mejores herramientas de promoción. Y disculpen los fanáticos,  Perogrullo por delante, predomina un periodismo de la ligereza que ni siquiera logra interpelar (autocuestionándose), a un liderazgo que no puede sustituir, así lo presuma por la sola pertenencia a una agraciada secta de famosos.

Hay una mezcla de reaccionarios, reformistas y revolucionarios que tiene por principio reactivo, un insólito conservadurismo con ínfulas de renovación.  Y una prédica oportunista de tolerancia, teñida de una lisonja de complicidad que no, de comprensión hacia las condiciones reales que la hagan posible: sospechosa retórica hacia el adversario, lejos de precisar posturas que haga posible fijar un puente entre extremos firmes, sólidos y confiables, únicamente consigue parapetear una suerte de terraza o balcón en la punta privilegiada (y privilegiadora), a la vez que la otra dibuja una escalerilla rústica de emergencia de la que sólo cabe saltar al vacío.

Autores especializados ilustran que el proceso iniciado hacia 1789,  consumó la tendencia oculta de un – por entonces – favorable centralismo francés que lo hizo posible el estridente imaginario revolucionario, mientras que – colegimos –  nuestro bullicio marcó el retroceso – ya explícito – de la descentralización, susceptible de correcciones, mas no de liquidación en un desafiante siglo XXI que, aún, tardamos en pisar.  Creen, nos creen y creen que creemos que este socialismo es de la nueva centuria, atascados en la derrota política y militar de 1963, sin recibir noticias todavía del formidable debate político e ideológico que sus antecesores protagonizaron sobre el fracaso de la lucha armada.

http://www.noticierodigital.com/2013/03/credo/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=949788

Fotografía: LB, av. San Martín (Caracas, 03/13). Pancarta que queda de la movilización  con motivo del traslado del cadáver de Hugo Chávez Frías, desde el Hospital Militar.  Al ampliarse la gráfica, puede notarse que la suscribe un grupo llamado "Guerreros de La Vega", de célebre actuación al iniciarse el gobierno de Chávez Frías.

lunes, 17 de diciembre de 2012

DOMICILIACIÓN

Del terceto y fusión en gravedad mayor
Luis Barragán


Se dirá, demasiado pronto para intentar un análisis. Empero, hay que  asomarlo para que no se haga tarde, traspapelado con los cada vez más disminuidos festejos decembrinos, evadidas las colegiaturas políticas o las que dicen sobrevivir.

Tenemos un terceto ineludible en los días que corren, como ha referido María Efe: la derrota que no guarda correspondencia con la amarga gravedad de las circunstancias, camino a situaciones posible y radicalmente inéditas en nuestro historial republicano; la incertidumbre forjada por los clanes gubernamentales, pendiendo de la suerte personal de quien ha tenido el desenfado de nombrar sucesor, sin que sepamos cómo va la procesión en las interioridades de un régimen que prescinde de los venezolanos; y la parranda, ese  enorme dispositivo de fuga  bajo el hartazgo de un conflicto  de indecible saturación.  Y, reiteremos,  no hay asunto que escape al ventajismo oficialista derivado de una fusión del Estado con el principal partido de gobierno (por lo menos, el que lo es hasta nuevo aviso).

Lo peor que puede ocurrir es que, distraídos deliberadamente, no propiciemos o compartamos una reflexión política en torno a los resultados que tenga por exacto domicilio la sociedad civil y políticamente organizada. E, igualmente, incurrir en el crónico desprecio hacia los partidos que, a pesar de las adversidades, hacen lo propio, o – en todo caso – no hacen lo mejor aventajadas sus direcciones actuales por  esa indiferencia militante de las mayorías.

Una trágica coyuntura para la oposición democrática  que no debe arredrarnos, pues, consabido, en parte alguna del mundo no ha sido fácil superar los proyectos totalitarios. Reclamamos una reflexión no para lamer heridas, sino para recuperarnos con prontitud y afrontar los retos pendientes.

Fuente:
http://opinionynoticias.com/opinionpolitica/13542-del-terceto-y-fusion-en-gravedad-mayor

LA DIFÍCIL EXPERIENCIA

Táchira
Luis Barragán

Exageradamente pronto, se dirá, para intentar un análisis en profundidad en torno a los novísimos resultados electorales.  Sin embargo, deseamos una rápida referencia a la experiencia tachirense de estos años.

La entidad andina se hizo prioridad estratégica para el poder central,  y – agreguemos – las fuerzas irregulares del vecino país que hallaron una corajuda resistencia del gobernador Pérez Vivas.  No sólo le negaron los recursos que constitucionalmente le correspondían, sino que tuvo por respuesta el sabotaje cuando los recurrentes aguaceros afectaron a los sectores más humildes; enfrentó oportunamente la corrupción, con valiente determinación;  ahorró lo más que pudo para lograr una gestión favorable al colectivo que tropezó, por siempre, con un parlamento regional presto a un enfermizo boicot;  y, entre otras facetas, contribuyó al logro de una viva y palpable unidad democrática que tuvo que encarar la artificial y sospechosa candidatura de un ex – alcalde que, más adelante, nos permitirá reflexionar sobre la naturaleza y alcances de la llamada antipolítica.

Valga subrayar el carácter pedagógico de un gobierno conformado por todas las fuerzas y corrientes políticas y sociales, sin excepción. Contrastando con otras experiencias regionales, el gobierno de Pérez Vivas efectivamente fue de unidad democrática, concursado por todos y cada uno de los sectores política y socialmente organizados, permitiéndole una autorizada vocería frente al agresivo poder central que no economizó esfuerzo alguno para intentar apocarlo.

Distintas situaciones hasta personales hubo de afrontar, como el impune secuestro del personal del 171 que escenificó la Guardia Nacional, la confiscación de la maquinaria en instantes que procuraba remediar el desastre vial producto de las lluvias, el desarme de la policía regional, sumada la detención del escasísimo personal de seguridad que lo acompañaba al transitar una vez por los límites con el estado Barinas.  Soportó la invasión del ahora gobernador electo del estado Aragua, rebotado con sus funcionarios, y el personal empeño que tuvo Chávez Frías para destronarlo, gracias a la fortaleza de sus convicciones y a una experiencia política que no se encuentra en la botica de la esquina.

Los resultados de reciente proceso comicial tachirense merecen una reflexión profunda, pues, aunque adversos, le conceden un importante, revelador y significativo  porcentaje a la oposición democrática. Y, como bien nos dijo una persona amiga, alto dirigente de un partido distinto al de los socialcristianos: resultados que pudieron ser catastróficos de no contar con el liderazgo firme y claro de César.