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miércoles, 8 de abril de 2020

¿MAL QUE BIEN?

EL NACIONAL, Caracas, 18/05/1976.  
Manuel Pérez Vila, Mujer, Mujeres en Política, Derechos de la mujer, Independencia, Errores históricos, Independencia.

domingo, 16 de febrero de 2020

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- S/f. "Importante conferencia de don Pedro Estrada (Auditorio de la Escuela Militar de El Valle)". Biliken, Caracas, nr. 2028 de mayo de 1956.
- Humberto Njaim. "La inconfortable oposición". Economía Hoy, Caracas, 20/06/89.
- Guillermo Meneses "Comentarios: Vocación de poder y voluntad de servir". El Universal, Caracas, 16/05/63.
- "Ana Luisa Llovera acusa: los políticos venezolanos desprecian a la mujer". El Nacional, Caracas, 11/04/62.
- José Antonio Calcaño. "Síntesis histórica de la música en Venezuela". El Farol, Caracas, nr. 150 de 02/64.

Reproducción: Hugo Chávez, Doctor Honoris Causa, Corea. El Nacional, Caracas, 17/10/1999.

Cfr.
https://chavezvive.com/2013/02/

martes, 16 de octubre de 2018

NOTICIERO RETROSPECTIVO

- Felipe Carrera Damas a Rosita Caldera: "El Estado debe combatir la ignorancia sexual". El Nacional, Caracas, 16/09/82.
- Ovidio Pérez Morales. "Eros y Tánatos". El Nacional,  26/08/90.
- José Antonio Rial. "Al pie de la letra: Un Colón erótico". El Nacional, 03/01/88.
- Pedro Berroeta. "¿Para qué sirve la mujer amada?". El Nacional, 29/01/84.
- Dossier. "40 años de franquismo". Resumen, Caracas, nr.  142 del 25/01/76.

Reproducción: El Nacional, Caracas, 19/07/1962. Escuela de Arte "Carmen Antillano": Doris Wells, Carmencita Suárez y Blanca Nieves Barreto (Balda).

domingo, 12 de marzo de 2017

NADA DE MADISON

La absurda departamentalización política de la mujer
Luis Barragán


Avecinada la fecha con la celebración del Día Internacional de la Mujer, en su séptimo aniversario, Guayoyo en Letras la privilegia como motivo de reflexión. Puede decirse, el XXI venezolano o, mejor, la simulación del nuevo siglo, ha sido despiadado con ella, pues, a la vez que el régimen la explota como símbolo, la ha confinado a las peores condiciones para su realización social y política, económica y cultural.

Hábito institucional que no altera toda la dinámica autoritaria a la que abona, hemos sabido de la coincidencia como titulares de los órganos del Poder Público de mujeres que, agradecidas por la oportunidad, responden por los actos decididos por el ocupante de Miraflores. Plena y conscientemente subordinadas, cumplen con las órdenes recibidas, ni siquiera con la sutileza que el estereotipo manda, y aun tratándose de decisiones absurdas y hasta inhumanas que, independientemente del sexo o género, las convierten en piezas de una maquinaria de fuerza.

El aporte que consignan, no es otro que el de la representación social que tenemos de la mujer y sus luchas, por muy ajenas que realmente sean a los consabidos y remotos esfuerzos de reivindicación.  Por ello, algunas extreman una femineidad de estilo, por cierto, costosa  en medio de la consabida crisis humanitaria que padecemos, vestidas y maquilladas por encima del salario mensual percibido.

Cualquier acto oficial de todos estos años, las expone en compañía del jefe de Estado, como si bastara la sola estampa para legitimarlo como el realizador  por excelencia de la igualdad. A veces, de un estilo más o menos gerencial y, otras, de una franca vulgaridad, ofrecida además una versión marcial,  la mujer partidaria del régimen está resueltamente departamentalizada en las faenas políticas  y, a nuestro juicio, no encontramos  un  liderazgo equivalente al de María Corina Machado que va más allá de la simplicidad sexista, por no citar otros casos.

En casi dos décadas de dictadura, las suficientes para una mediana realización, los más importantes indicadores apuntan a un asombroso retroceso parejo a los retos que impone la mera supervivencia y sus secuelas de violencia. Desinstitucionalizada la vida del país, la mujer tiende a desempeñar un papel ornamental, porque las relaciones políticas son eminentemente de fuerza.

Valga el valioso testimonio de aquellas que, por muy competentes que sean en el campo del derecho, reducidos cada vez más los espacios para litigar honestamente, deben dedicarse a otros oficios a objeto de asegurar – si pueden – el pan para la casa. Palabras más, palabras menos, una de ellas nos comentaba sobre la pérdida de complejidad y complementación de sus esfuerzos, porque – antes – podía sufragar el transporte y las tareas dirigidas de su menor hijo, recrearlo en una sala de cine, pagar por el lavado y planchado de la ropa, mientras laboraba, continuaba sus estudios de especialización, mantenía una pequeña oficina y exploraba otras alternativas más exigentes de la vida profesional: ahora, nos comentó, vive de la ”caza y de la pesca”, recoge personalmente al infante, trata de revisar los conocimientos que ha adquirido, intenta fiscalizar sus accesos a la red y a la televisión como los medios de distracción que heroicamente paga, cuando tiene el servicio de agua y electricidad se encarga de la ropa a altas horas de la noche, pierde sus horas más productivas en las colas inciertas, y, faltando poco, cohabita con el padre del muchacho porque no hay recursos suficientes para materializar un divorcio imposible cuando él no tiene dónde vivir aparte.

El regreso a condiciones de vida muy propias de la premodernidad, relega a la mujer que, apartando la retórica reivindicacionista del gobierno,  no tiene por otro destino, como el resto de la población masculina, que el de rifarse un cupo en las mitigadas y ya agotadas esferas clientelares que dependen de la ejecución del presupuesto público, cuyas cifras y ejecución todos desconocemos. Acordarle un ministerio específico, como ha ocurrido, conecta con la misma departamentalización del atrasado modelo partidista que nos caracteriza, pues, todavía sobreviven las secretarías femeninas de una gestión más desconocida aún, fosilizando a una dirigencia que, a lo sumo, halla la oportunidad para los encuentros internacionales a los que acuden con un variopinto afán turístico.

Puede aseverarse que la presente centuria no conoce de un aporte semejante al que hicieron Mercedes Pulido, Argelia Laya o Lya Ímber, quienes se resistieron exitosamente a departamentalizarse, contribuyendo a la construcción de un país que no cae, cede o se derrumba con facilidad frente a un régimen que todavía lo saquea. Por mucho que sea el bullicio, una rápida revisión de la terna de altas funcionarias que tuvieron la ocasión de una mediana realización innovadora, por lo menos, guarda una distancia con la pléyade de luchadoras que también ennoblecieron la vocación y el oficio político en esa tal cuarta república de los más fáciles e irresponsables denuestos.

Captura de pantalla: Escena del filme "Sumarine" de Richard Ayoade (2010).

sábado, 11 de marzo de 2017

LA PREMODERNIDAD POR ASALTO

La absurda departamentalización política de la mujer
Luis Barragán


Avecinada la fecha con la celebración del Día Internacional de la Mujer, en su séptimo aniversario, Guayoyo en Letras la privilegia como motivo de reflexión. Puede decirse, el XXI venezolano o, mejor, la simulación del nuevo siglo, ha sido despiadado con ella, pues, a la vez que el régimen la explota como símbolo, la ha confinado a las peores condiciones para su realización social y política, económica y cultural.

Hábito institucional que no altera toda la dinámica autoritaria a la que abona, hemos sabido de la coincidencia como titulares de los órganos del Poder Público de mujeres que, agradecidas por la oportunidad, responden por los actos decididos por el ocupante de Miraflores. Plena y conscientemente subordinadas, cumplen con las órdenes recibidas, ni siquiera con la sutileza que el estereotipo manda, y aun tratándose de decisiones absurdas y hasta inhumanas que, independientemente del sexo o género, las convierten en piezas de una maquinaria de fuerza.

El aporte que consignan, no es otro que el de la representación social que tenemos de la mujer y sus luchas, por muy ajenas que realmente sean a los consabidos y remotos esfuerzos de reivindicación.  Por ello, algunas extreman una femineidad de estilo, por cierto, costosa  en medio de la consabida crisis humanitaria que padecemos, vestidas y maquilladas por encima del salario mensual percibido.

Cualquier acto oficial de todos estos años, las expone en compañía del jefe de Estado, como si bastara la sola estampa para legitimarlo como el realizador  por excelencia de la igualdad. A veces, de un estilo más o menos gerencial y, otras, de una franca vulgaridad, ofrecida además una versión marcial,  la mujer partidaria del régimen está resueltamente departamentalizada en las faenas políticas  y, a nuestro juicio, no encontramos  un  liderazgo equivalente al de María Corina Machado que va más allá de la simplicidad sexista, por no citar otros casos.

En casi dos décadas de dictadura, las suficientes para una mediana realización, los más importantes indicadores apuntan a un asombroso retroceso parejo a los retos que impone la mera supervivencia y sus secuelas de violencia. Desinstitucionalizada la vida del país, la mujer tiende a desempeñar un papel ornamental, porque las relaciones políticas son eminentemente de fuerza.

Valga el valioso testimonio de aquellas que, por muy competentes que sean en el campo del derecho, reducidos cada vez más los espacios para litigar honestamente, deben dedicarse a otros oficios a objeto de asegurar – si pueden – el pan para la casa. Palabras más, palabras menos, una de ellas nos comentaba sobre la pérdida de complejidad y complementación de sus esfuerzos, porque – antes – podía sufragar el transporte y las tareas dirigidas de su menor hijo, recrearlo en una sala de cine, pagar por el lavado y planchado de la ropa, mientras laboraba, continuaba sus estudios de especialización, mantenía una pequeña oficina y exploraba otras alternativas más exigentes de la vida profesional: ahora, nos comentó, vive de la ”caza y de la pesca”, recoge personalmente al infante, trata de revisar los conocimientos que ha adquirido, intenta fiscalizar sus accesos a la red y a la televisión como los medios de distracción que heroicamente paga, cuando tiene el servicio de agua y electricidad se encarga de la ropa a altas horas de la noche, pierde sus horas más productivas en las colas inciertas, y, faltando poco, cohabita con el padre del muchacho porque no hay recursos suficientes para materializar un divorcio imposible cuando él no tiene dónde vivir aparte.

El regreso a condiciones de vida muy propias de la premodernidad, relega a la mujer que, apartando la retórica reivindicacionista del gobierno,  no tiene por otro destino, como el resto de la población masculina, que el de rifarse un cupo en las mitigadas y ya agotadas esferas clientelares que dependen de la ejecución del presupuesto público, cuyas cifras y ejecución todos desconocemos. Acordarle un ministerio específico, como ha ocurrido, conecta con la misma departamentalización del atrasado modelo partidista que nos caracteriza, pues, todavía sobreviven las secretarías femeninas de una gestión más desconocida aún, fosilizando a una dirigencia que, a lo sumo, halla la oportunidad para los encuentros internacionales a los que acuden con un variopinto afán turístico.

Puede aseverarse que la presente centuria no conoce de un aporte semejante al que hicieron Mercedes Pulido, Argelia Laya o Lya Ímber, quienes se resistieron exitosamente a departamentalizarse, contribuyendo a la construcción de un país que no cae, cede o se derrumba con facilidad frente a un régimen que todavía lo saquea. Por mucho que sea el bullicio, una rápida revisión de la terna de altas funcionarias que tuvieron la ocasión de una mediana realización innovadora, por lo menos, guarda una distancia con la pléyade de luchadoras que también ennoblecieron la vocación y el oficio político en esa tal cuarta república de los más fáciles e irresponsables denuestos.

Captura de pantalla: Escena de la película "Submarine" de Richard Ayoade (2010).


12/03/2017:

domingo, 21 de febrero de 2016

"TRANQUILISMO"

Giovanni Sartori: «El islam es incompatible con Occidente»
Ángel Gómez Fuentes

«Estamos en manos de políticos ignorantes, que no conocen la Historia ni tienen cultura. Solo se preocupan por conservar su sillón. Pasan el día escuchando la opinión del contrario y pensando en qué respuesta darle. Así no se construye nada. No hay líderes ni hombres de Estado y así nos va: la Unión Europea es un edificio mal construido y se está derrumbando. La situación se hace más desastrosa porque algunos han creído que se podían integrar los inmigrantes musulmanes, y eso es imposible».
En esta larga entrevista, Giovanni Sartori, de noventa y dos años, uno de los mayores expertos en ciencia política, entre los más leídos y estudiados del mundo -con obras de referencia imprescindibles como «Partidos políticos» o «Teoría de la democracia»-, analiza con lucidez los asuntos de más candente actualidad: inmigración, Europa, islam, multiculturalismo,xenofobia, guerra de religión, superpoblación, etcétera.
Ideas proféticas
Profesor en Florencia, su ciudad natal, y en Stanford, Harvard, Yale y Columbia, con nueve «laureas honoris causa» y numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), ha escrito con estilo vivaz y muy directo ensayos que han abierto grandes debates: «Qué es la democracia» (1997); «La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros» (2001); »Homo videns: la sociedad teledirigida» (1998). Publicó su último libro en junio pasado: «La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro».
Por sus diagnósticos y severas críticas sus obras fueron recibidas al principio con recelo; pero muchas de sus ideas y pronósticos se han revelado proféticos. Por eso, no le sorprende que, en un exceso de tolerancia que supuso «renegar de nuestra cultura», media docena de estatuas desnudas fueran cubiertas en los Museos Capitolinos de Roma para no molestar al presidente de Irán, Hasan Rohani. «Fue una payasada, reflejo de un mundo imbécil que hace solamente lo que encuentra útil y conveniente al momento. Uno tiene derecho a que se respeten sus principios y tradiciones».
Falta de respeto
Puede considerarse una anécdota, pero es un episodio significativo, como otros que se han sucedido en el último mes y que reflejan que están cambiando mucho las cosas en Europa, sobre todo en relación con la inmigración, que desborda las fronteras del continente y pone en evidencia la dificultad de integrar a los inmigrantes musulmanes, por su falta de respeto a valores muy arraigados en la cultura europea, como son la tolerancia y la igualdad entre el hombre y la mujer.
En Fin de Año se produjeron en Colonia, y en otras dos ciudades alemanas, agresiones sexuales de casi un millar de jóvenes árabes, en su mayoría marroquíes y argelinos, a mujeres que encontraron en su camino. La noche que inauguraba 2016, en el país que ha abierto generosamente las puertas a casi un millón de prófugos de Oriente Medio y de otras zonas en guerra, quedaba manchada por lo que se ha considerado un gravísimo episodio de enfrentamiento de dos civilizaciones. Se ponía de manifiesto que la relación del islam con las mujeres es un asunto devastador y que existe un abismo cultural insalvable entre la Europa rica y liberal y algunos de países árabes. Los datos lo confirman: según una encuesta realizada por el centro de investigación Pew en 2013, más del 90 por ciento de marroquíes y tunecinos piensan que la esposa debería obedecer siempre al marido.
 «La Unión Europea es un monstruo, una entidad muerta. No es capaz ni de parar la inmigración»
Para comprender mejor lo que representa la mujer en el mundo de Alá y por qué es agredida sexualmente, el escritor argelino Kamel Daoud da esta explicación: «La mujer es negada, velada, encerrada, poseída. El cuerpo de la mujer pertenece a todos, pero no a ella, y no es visto como lugar de libertad».
¿Es posible entonces que un inmigrante, educado en una cultura o una religión distinta de la nuestra, como el islam, se pueda integrar, negando los principios que forman parte de su educación, de su sensibilidad? Para el profesor Sartori la integración ético-política es imposible: «El islam es incompatible con nuestra cultura. Sus regímenes son teocracias que se fundan en la voluntad de Alá, mientras que en Occidente se fundan en la democracia, en la soberanía popular».
Sentido común
¿Qué significa integrarse? Angela Merkel lo ha dicho claramente: «Queremos que los inmigrantes absorban los fundamentos culturales de nuestra convivencia»; es decir, el sistema de valores, de reglas y de comportamientos que rigen entre nosotros. Tal proyecto está en contradicción con la idea del multiculturalismo que se ha intentado imponer en Occidente, siguiendo la línea de lo políticamente correcto. Ese multiculturalismo se basa en que en una sociedad puedan convivir sin problemas culturas diversas. Según Giovanni Sartori, eso es imposible: «El multiculturalismo no existe. En nuestra sociedad tenemos unas normas generales, unos principios. El inmigrante puede hacer en su casa lo que quiera, pero debe aceptar las reglas de el Estado que le acepta».
A este respecto, cabe destacar al imán de Colonia Sami Abu-Yusuf, quien en una entrevista declaró que la responsabilidad de las violencias sexuales de Nochevieja no se debían atribuir a los jóvenes, sino a las mujeres que iban por la calle medio desnudas y perfumadas. El imán lleva decenios en Alemania, pero no ha dado un solo paso hacia la cultura que le ha acogido, mostrándose como un invasor arrogante. ¿Se puede dialogar con un troglodita que ve un demonio en la feminidad? El profesor Sartori lo tiene muy claro: «A quienes no están dispuestos a aceptar nuestras normas, se les debe colocar en la frontera para que se marchen a su casa».
Giovanni Sartori esta considerado como un liberal progresista. Cuando le digo que desde la izquierda le pueden reprochar sus ideas, o verlo como xenófobo o conservador, responde con firmeza: «La izquierda ha perdido su ideología. Utilizan la palabra multiculturalismo como una nueva ideología, porque la vieja ha muerto. Pero no tienen ni idea. No saben lo que es el islam. Son unos ignorantes. A mí no me importa la derecha o la izquierda, sino el sentido común».
Refugiados africanos son conducidos a tierra tras ser rescatados por la Armada italiana el 8 de junio de 2014
Refugiados africanos son conducidos a tierra tras ser rescatados por la Armada italiana el 8 de junio de 2014- Massimo Sestini
La integración de musulmanes en sociedades no islámicas no se ha logrado porque, asegura, «el islam no tiene capacidad de evolución». Cita, por ejemplo, a la India, «donde hay 14 millones de musulmanes, muy pobres y maltratados; después de mil años, resisten sin integrase, enemigos eternos de los hindúes». Y ya más cerca, el profesor Sartori recuerda lo que ocurre en los países europeos: «Los musulmanes de tercera generación no solo no se han integrado, sino que son los más rebeldes. Odian a Occidente porque no tienen trabajo y muchos se sienten atraídos por el islam fanático».
En peligro
La inmigración actual se está produciendo sin un flujo ordenado, porque, aparte de la que tiene motivaciones económicas, es fruto de guerras. Ante la suspensión de los acuerdos de Schengen en algunos países hasta ahora muy favorables a la inmigración, como Dinamarca o Suecia, Sartori indica: «No se puede practicar una política de puertas abiertas, como ingenuamente cree alguna izquierda. Está bien hablar de solidaridad, porque los inmigrantes pueden ser un elemento positivo para nuestra economía, pero los flujos migratorios hay que regularlos. Quien entra en Europa debe tener documentos, una identidad segura».
En definitiva, sostiene Sartori que «Occidente y sus valores están en peligro porque no se está dando una respuesta adecuada al fundamentalismo islámico». Hace ya quince años que, en el «Corriere della Sera», Sartori afirmó que estábamos asistiendo a «una guerra inédita con cuatro características: terrorista, global, tecnológica y religiosa». Hoy lo reafirma con más fuerza, viendo el terrorismo del Daesh: «En una guerra hay que emplear todas las armas que uno tiene a su disposición. Nosotros, Occidente, somos los agredidos, con un terrorismo de una ferocidad que nuestra memoria histórica no recuerda. Además, cuando un hombre-bomba, kamikaze por la fe, se hace explotar en medio de civiles, el enfrentamiento ha llegado al máximo».
    «No se puede practicar una política de puertas abiertas, como cree alguna izquierda»
«Aparte del componente militar, que es importante, pero secundario, es una guerra que se gana o se pierde en casa -añade-. Se vence si sabemos reaccionar ante la pérdida intelectual y moral en que hemos caído. Y se pierde si dudamos o nos olvidamos de nuestros valores que dan fundamento a nuestra civilización ético-política». ¿Y cómo acabará? Su respuesta no es muy reconfortante: «Veremos. Este es un mundo que se está suicidando».
Sartori está escribiendo la segunda parte de «La carrera hacia ninguna parte», ensayo para el que pensó otro título, «La carrera hacia la ruina». «Caminamos sin ideas sobre cómo progresar con tantos como somos, demasiados…», dice. Precisamente, «la superpoblación es el cáncer de fondo de nuestra sociedad». Es una de sus grandes preocupaciones, a la que dedicó «La tierra explota, superpoblación y desarrollo» (2003).
Especialmente crítico con la Unión Europea, asegura: «Es un monstruo. La Europa de los 28 es una entidad muerta, no existe. No es capaz ni de parar la inmigración. En mi nuevo libro aporto soluciones: Europa necesita un presidente experto en economía».
El «tranquilismo»
«Yo soy realista y tengo un lema muy claro -explica-: el pesimismo es peligroso si nos lleva o induce a la rendición; el mal lo hace el optimismo o el “tranquilismo” que conducen a no hacer nada».
No se siente solo el profesor Sartori desde el punto de vista intelectual. Coincide con su duro diagnóstico europeo el sociólogo francés Alain Touraine, que acaba de recibir en Italia el Premio Nonino como «maestro de nuestro tiempo»: «Los países europeos son hoy incapaces de integrarse completamente en la economía mundial y globalizada. Acabo de volver de California y me ha impactado, hablando con los americanos, que para ellos el mundo de mañana se refiere solo a EE.UU. y China. Han abandonado Europa. No nos toman en serio. Para ellos somos solamente un destino para sus vacaciones».
Desde el punto de vista sentimental, Sartori siempre tiene cerca, también durante esta conversación, a su mujer, Isabella Gherardi, pintora y fotógrafa, de la que le separan «solo» treinta y nueve primaveras. ¿La receta de la convivencia? «Buen humor y no preocuparse por el paso del tiempo». Así concluye la entrevista el viejo y sabio profesor, que ha sembrado cultura política en la derecha y la izquierda, y que todavía tiene mucho que enseñar: «Al menos espero acabar este libro. Después, basta. No soy infinito».

(http://www.abc.es/cultura/cultural/abci-giovanni-sartori-islam-incompatible-occidente-201602041540_noticia.html?ref_m2w=https://www.facebook.com)
Fotografía: http://elpais.com/diario/2003/05/07/cultura/1052258410_850215.html

Breve nota LB: Comenta María Teresa Belandria en Facebook: "Comparto plenamente las expresiones de Sartori sobre la incompatibilidad del islam con nosotros, con Occidente. Igualmente su afirmación de que el multicuturalismo no existe. Ojalá quienes tienen responsabilidad de estado entiendan que estamos amenenazados, que el islam fundamentalista no respeta, solo tolera mientras te convierten y que además, como mujer sus prácticas y predicas son contrarias a lo más sagrado del ser humano: la libertad".

lunes, 29 de junio de 2015

INMERECIMIENTO



El Estado Censal (y una nota liscaniana)

Luis Barragán

“Nos infecta el afán de poder,
el ansia de dominar
sin merecimiento”
Juan Liscano


Días atrás, la actual ministra de la Mujer anunció como un importante logro el registro de más de un millón y tantos de personas en una plataforma que aspira a coordinar el trabajo de alrededor de 400 movimientos feministas del país. El  trabajo  tiene como expresa prioridad la de consolidar el socialismo bolivariano y fortalecer – ni siquiera crear – la economía productiva.

No hay promesa, programa o plan de esta década y media que no comience con el censo   de sus potenciales beneficiarios, actividad ésta que sólo es capaz de empujar la maquinaria del Estado. Fueron inmensas las colas esperanzadas en las plazas públicas de los que creyeron que bastaba con registrarse para conseguir una vivienda a la vuelta de uno o dos años, como ha ocurrido en el resto de  las llamadas misiones.

Una y otra vez, el Estado no sólo anota la data personal del aspirante a sus favores, sino que acopia y embala los documentos que dan soporte a su petición. Nos asombra que, tras la acumulación de una gigantesca data, aparentemente desconozca quiénes somos los venezolanos, qué necesitamos y aspiramos, a qué estamos dispuestos, cuáles actitudes albergamos u otros aspectos para los cuales invierte inmensas cantidades de dinero a objeto de precisarlas, como los seguimientos de (contra) inteligencia o los estudios de opinión.

Demagógicamente, la aludida registraduría gubernamental que, por cierto, no ha de confundirse con las actividades y formalidades registrales que llevan el sello del gobierno cubano, se ofrece como una gran conquista, cuando son muchos los años de espera por un beneficio  incumplido millones de veces. La única y clara razón para la acostumbrada inscripción en las misiones, apunta a una terrible realidad: los recursos no alcanzan para todos. Y, por consiguiente, confundido con el Estado, el Partido renueva la inscripción de los militantes en cada departamento, rifando – a lo sumo – todas las posibilidades y disponibilidades entre los más fieles u obsecuentes.

Permitiéndonos una digresión, en la vecindad del centenario de su nacimiento, Juan Liscano fue un duro  crítico de la insurgencia guerrillera de los años sesenta del XX, sin ceder a la tentación de una buena parte de la intelectualidad que la aplaudió y después, simplemente, se lavó las manos. No temió a la defensa de la – por entonces – renaciente democracia representativa, ni al vivo cuestionamiento del marxismo que hoy no encuentra – interesadamente – quien lo discute.

Fotografía: Archivo de El Nacional. 
Cfr. Juan Liscano: http://www.poesi.as/jli001.htm

sábado, 19 de abril de 2014

EXPERIENCIA COMPARTIDA

EL PAÍS, Madrid, 17 de abril de 2014
TRIBUNA
Las mujeres en los orígenes del cristianismo
El movimiento de Jesús era un colectivo igualitario de seguidores y seguidoras, sin discriminaciones por razones de género
Juan José Tamayo 

En su obra La Ciudad de las Damas, de principios del siglo XV, la escritora francesa Christine de Pisan constataba la disparidad entre la imagen negativa de los varones sobre las mujeres y el conocimiento que tenía de sí misma y de otras mujeres. Los varones afirmaban que el comportamiento femenino estaba colmado de todo vicio; juicio que en opinión de Christine demostraba bajeza de espíritu y falta de honradez. Ella, por el contrario, tras hablar con muchas mujeres de su tiempo que le relataron sus pensamientos más íntimos y estudiar la vida de prestigiosas mujeres del pasado, les reconoce el don de la palabra y una inteligencia especial para el estudio del derecho, la filosofía y el gobierno.
La situación de entonces se repite hoy en la mayoría de las religiones, que se configuran patriarcalmente y nunca se han llevado bien con las mujeres. Estas no suelen ser consideradas sujetos religiosos ni morales, por eso se las pone bajo la guía de un varón que las lleve por la senda de la virtud. Se les niega el derecho a la libertad dando por supuesto que hacen mal uso de ella. Se les veta a la hora de asumir responsabilidades directivas por entender que son irresponsables por naturaleza. Son excluidas del espacio sagrado por impuras. Se las silencia por creer que son lenguaraces y dicen inconveniencias. Son objeto de todo tipo de violencia: moral, religiosa, simbólica, cultural, física, etc.
Sin embargo, las religiones difícilmente hubieran podido nacer y pervivir sin ellas. Sin las mujeres es posible que no hubiera surgido el cristianismo y quizá no se hubiera expandido como lo hizo. Ellas acompañaron a su fundador Jesús de Nazaret desde el comienzo en Galilea hasta el final en el Gólgota. Recorrieron con él ciudades y aldeas anunciando el Evangelio (=Buena Noticia), le ayudaron con sus bienes y formaron parte de su movimiento.
La teóloga feminista Elisabeth Schüssler Fiorenza ha demostrado en su libro En memoria de ella que las primeras seguidoras de Jesús eran mujeres galileas liberadas de toda dependencia patriarcal, con autonomía económica, que se identificaban como mujeres en solidaridad con otras mujeres y se reunían para celebrar comidas en común, vivir experiencias de curaciones y reflexionar en grupo.
La mayoría de las religiones se configuran patriarcalmente y nunca se han llevado bien con las mujeres
El movimiento de Jesús era un colectivo igualitario de seguidores y seguidoras, sin discriminaciones por razones de género. No identificaba a las mujeres con la maternidad. Se oponía a las leyes judías que las discriminaban, como el libelo de repudio y la lapidación, y cuestionaba el modelo de familia patriarcal. En él se compaginaban armónicamente la opción por los pobres y la emancipación de las estructuras patriarcales. Las mujeres eran amigas de Jesús, personas de confianza y discípulas que estuvieron con él hasta el trance más dramático de la crucifixión, cuando los seguidores varones lo abandonaron.
En el movimiento de Jesús las mujeres recuperaron la dignidad, la ciudadanía, la autoridad moral y la libertad que les negaban tanto el Imperio Romano como la religión judía. Eran reconocidas como sujetos religiosos y morales sin necesidad de la mediación o dependencia patriarcal. Un ejemplo es María Magdalena, figura para el mito, la leyenda y la historia, e icono en la lucha por la emancipación de las mujeres.
A ella apelan tanto los movimientos feministas laicos como las teologías desde la perspectiva de género, que la consideran un eslabón fundamental en la construcción de una sociedad igualitaria y respetuosa de la diferencia. María Magdalena responde, creo, al perfil que Virginia Woolf traza de Ethel Smyth: “Pertenece a la raza de las pioneras, de las que van abriendo camino. Ha ido por delante, y talado árboles, y barrenado rocas, y construido puentes, y así ha ido abriendo camino para las que van llegando tras ella”.
Las mujeres fueron las primeras personas que vivieron la experiencia de la resurrección, mientras que los discípulos varones se mostraron incrédulos al principio. Es esta experiencia la que dio origen a la Iglesia cristiana. Razón de más para afirmar que sin ellas no existiría el cristianismo. No pocas de las dirigentes de las comunidades fundadas por Pablo de Tarso eran mujeres, conforme al principio que él mismo estableció en la Carta a los Gálatas: “Ya no hay más judío ni griego, esclavo ni libre, varón o hembra”.
Sin embargo, pronto cambiaron las cosas. Pedro, los apóstoles y sus sucesores, el papa y los obispos, se apropiaron de las llaves del reino, se hicieron con el poder y la gloria, mientras que a las mujeres les impusieron el velo, el silencio y la clausura monacal o doméstica. ¿Cuándo se reparará tamaña injusticia para con las mujeres en el cristianismo? Habría que volver a los orígenes, más en sintonía con los movimientos de emancipación que con las Iglesias cristianas de hoy, cuestionar la primacía de Pedro, recuperar el cristianismo inclusivo del comienzo y crear nuevas alianzas. Jesús Nazaret, María Magdalena, Cristina de Pisan, Virginia Woolf, los movimientos feministas y la teología feminista caminan en dirección similar.
(*) Juan José Tamayo es miembro del Comité Científico del Instituto Universitario de Estudios de Género de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Cincuenta intelectuales para una conciencia crítica (Fragmenta, Barcelona, 2013).
Ilustración: Diego Velázquez.

sábado, 21 de julio de 2012

LA MUJER, UN PROYECTO QUE SE REALIZA EN ... CUBA

EL NACIONAL - Sábado 21 de Julio de 2012     Opinión/9
El Tejado Roto
De humanas y vestales
RAMÓN HERNÁNDEZ

En las cenizas que han perdurado de Tribuna Popular, el fenecido órgano del Comité Central del PCV, y que circula con distintivo de Diario Vea, comprometido con Venezuela, se ha intentado achacar a la oposición, léase agrupaciones democráticas que en la página web del Ministerio de la Mujer y del Instituto de la Mujer se publicara un texto disfuncional, atrasado y con ideas anteriores a la Revolución francesa. Se le reprocha a "la oligarquía criolla" que haya armado una alharaca, un escándalo, una algarabía de un texto que define como estupendo y que pretende explicar los papeles que el sistema capitalista asigna a "los seres humanos y humanas".
La "vicepresidenta" del Instituto Nacional de la Mujer, Judith López Guevara, se queja de que se haya satanizado un folleto que divulga las desigualdades de género que ha impuesto el capitalismo y que el socialismo liberalizador ha tratado de eliminar de la faz de la Tierra. Basta ver la cantidad de mujeres que han sido incluidas en los cargos de elección popular en Venezuela en los últimos años y la manera tan respetuosa como los dirigentes tratan a las representantes del sexo femenino, que a todo gañote anuncian en cadena de radio y tevé que esta noche le darán lo suyo o que calladitas se ven más bonitas, para darse cuenta de que la señora López miente, y con descaro.
Obviamente que la mujer sigue siendo discriminada y excluida, pero ya no sólo por su condición de género, sino también por haber firmado la solicitud de referéndum revocatorio contra el Coba criollo y por no haberse inscrito en el PSUV. Las listas Carrasquero y la Maisanta no son para entrar al cielo sino la puerta grande al infierno de no conseguir trabajo en entidades oficiales. Nunca hubo más exclusión que ahora, aunque la gasolina sea casi regalada. Cualquiera en sus cabales sabe que es preferible pagar el combustible a los precios internacionales, como lo hacen muchos pueblos que están en peores condiciones económicas, que sufrir la escasez de productos básicos para la alimentación, la salud, el entretenimiento y la cultura. Es una terrible y criminal manera de excluir que el dinero de la educación, que habría servido para que la señora López y sus colegas aprendieran el correcto uso del idioma, sea quemado en combustible que además se le compra a Estados Unidos porque la ineptitud dañó las refinerías de Punto Fijo, El Palito y Puerto La Cruz.
La funcionarias del Ministerio de la Mujer insisten en que luchan contra "el paradigma del patriarcado", pero hasta ahí. No les parece una contradicción enaltecer el caudillismo militarista ni se desvelan porque 50 años después de la llegada de los barbudos a La Habana la prostitución es la única opción de vida de las cubanas.
Alquilo espejo de cuerpo entero que no distorsiona.

jueves, 17 de mayo de 2012

LLAMADO A LA VENTILACIÓN

ECONOMÍA HOY, Caracas, 18 de Agosto de 1996
Algunas preguntas
Luis Barragán


Vivimos una época de dificultades. Tanta obviedad debe alarmarnos. No podemos resignarnos, pretendiéndonos simples inquilinos de la situación heredada,  bajo la generalizada creencia de un destino individual independiente del social y de la política como un camino de perversiones. Los problemas son grandes,    inmensos, están a  la vista,   los padecemos,  pero ¿ sabemos cabalmente de qué se trata?, ¿dónde está el compromiso?, ¿ basta la afiliación partidista y la conformidad con una visión que tiene correspondencia con la Venezuela de las antiguas bonanzas?, ¿ acaso la hiperpartidización no traduce una profunda despolitización interior?, ¿ puede concretamente la mujer marcar la pauta?.

Es difícil, en forma inmediata, responder a estas interrogantes. Quizás Lepp es oportuno al observar: “Vivir auténticamente quiere decir para nosotros aceptación de la condición humana con su llamado a la creación y a la superación. Por el contrario, es inauténtica toda existencia que se contenta con lo que es, que se repliega sobre sí misma, que acepta ser una cosa entre las cosas”.

Hemos incurrido en incontables errores a lo largo de estos años. Tantos, que el asunto no reside sólo en las medidas de ajuste y de reforma estructural, sino en la propia capacidad de ponerlas en práctica y el carácter realmente temporal que tengan unas, y la integridad que tengan otras. Metas y objetivos estratégicos, y también gestión institucional, gerencial, técnica. Significa, además de soñar un nuevo orden social, pelear por su fundación a través de la diaria pulsación de una realidad compleja, la denuncia responsable de errores, el constante planteamiento de soluciones, la movilización cierta de los recursos disponibles y la invención de otros.Incluso, superando la exclusiva visión urbana, saber de la situación de la mujer en diferentes contextos étnicos y culturales, propiciando los estudios antropológicos del caso.

La esperanza de vida de la mujer es superior (74,73) a la del hombre (68,95). Sin embargo, algunos ejemplos nos hablan de las condiciones cada vez más precarias en las que se desenvuelve, actúa, lucha. Conforma aproximadamente el 34% de la fuerza de trabajo y, no obstante, representa el 58% de los desempleados. Un poco más del 50% de la economía informal. El desempleo femenino juvenil ronda el 21%.

La familia venezolana está en crisis. Al lado de los nuevos escenarios económicos que la asfixian, persisten viejas tradiciones, coexistiendo con representaciones equilibradas y positivas. Según las cifras del INAM, para 1993, los Centros de Atención Comunitaria ayudaron a 19.759 familias por reclamo de la pensión de alimento, 5.931 por abandono del padre y 7.015 por el trabajo de la madre fuera del hogar.  Otro ejemplo, la devoción familiar y el amor paterno, de acuerdo a un estudio de opinión realizado en 1995, no revela grandes contrastes entre el hombre y la mujer , lo que reafirma el llamado de los obispos latinoamericanos: ” En la familia y en la construcción del mundo hoy gana terreno una mayor solidaridad entre hombres y mujeres, pero hacen falta pasos más concretos hacia la igualdad y el descubrimiento de que ambos se realizan en la reciprocidad” (Santo Domingo: 105).

Sin embargo, tercamente, se cree que, en lugar del conocimiento y el trabajo, la disciplina y el sentido creador, basta como milagro acabar con la corrupción para volver al paraíso terrenal, disfrutando de nuestras inagotables riquezas, aún cuando los expertos señalan que se requiere crecer sobre el 4% anual para en 15 años recuperar la situación social de los años setenta.  Las claves están en ese providencialismo, paternalismo y, en fin, populismo que  todavía campea y en el que, inevitablemente, debe operar la mujer para sustituirlo, desplazarlo,  liquidarlo.

Así, el esfuerzo de comprensión de la época que nos ha tocado parte de la necesidad de asumir los planes de estabilización que, a corto plazo, buscan el equilibrio macroeconómico. Este cuasi atropello verbal, para un país al que ya no le alcanzan los 18 mil millones de dólares provenientes del petróleo, endeudado, importador neto de peroles, debe ser objeto de la consideración de las compañeras del Frente Femenino Copeyano sin caer en la idea de que sólo le corresponde a eruditos, entendidos, expertos, consagrados, inalcanzables en la materia. Ocurre algo semejante a las reformas estructurales que pretenden hacernos internacionalmente competitivos, liberalizar los mercados de capital, de trabajo, de comercio.  Si tales iniciativas no son las mejores, adecuadas, pertinentes, habría que remover las neuronas para ofrecer salidas realistas que también lleven el signo de la sociedad aspirada. Si existen fallas, tendríamos que ver cómo alcanzar una eficiente asignación de recursos, eliminar las regulaciones que      distorsionan     el mercado. ¿ Bastará con recortar el gasto, devaluar, restringir las importaciones para conseguir el equilibrio externo? o ¿cómo enfrentar el desequilibrio interno que encarnan la inflación, el déficit fiscal, la exportación de capitales?.  O todo lo anterior ¿ no incide en el deterioro creciente de nuestras condiciones de vida, en la familia, en el hombre y la mujer de carne y hueso que pueden creer que sólo los corruptos y la mala suerte son los exclusivos responsables?.

Padecemos los costos iniciales de las medidas que tardaron en implementarse dos largos años, requeridas de una cruda evaluación. Recorte del subsidio de los alimentos básicos, mayor caída del salario real, creciente desempleo, desnutrición, desescolarización. Los pobres, los que tienen y/o dicen tener en regla los papeles de pobres, como dijera un poeta, cuentan con una única contribución productiva, pero la mano de obra no calificada sencillamente no es ya la póliza de la supervivencia (ese pico y pala de los abuelos), que gozó de tanto prestigio como único horizonte para llevar el pan a la casa. ¿ Acaso no es válida la educación, el entrenamiento laboral, el conocimiento técnico, la reconversión productiva como respuesta? y ¿ no contradecimos aquello de “.... evitar en los programas educativos los contenidos que discriminan a la mujer, reduciendo su dignidad e identidad” (Santo Domingo:109)?, para generalizar aún más la observación.

¿Por qué no hacerle el debido, serio, profundo seguimiento a los programas sociales del gobierno?. ¿No hay lo que llama  Luis España programas-fachada, muy publicitados, sin impacto real, similares al Plan de Emergencia de Larrazábal, como el de Abastecimiento Solidario o el de Capacitación Juvenil?. El Programa de Inversión Social Local, adelantado por el Fondo de Inversión Social, sólo se ha desarrollado en un 2,99%, arrancado en 1993 y por culminar en 1997; el Programa de Mejoramiento de Barrios tiene 85 millones de dólares del Banco Mundial y apenas se ha ejecutado en un 16,61%; el Programa de Control de Enfermedades Endémicas cuenta con 188 millones de dólares, comenzado en 1993 y a concluir en 1998, y sólo ha ejecutado el 6,38%. ¿No se puede hurgar más, denunciar, buscar asesoramiento para darle la carga política significativa?.

La Beca Alimentaria, repartida a través de las escuelas, llega al 20% de los que no califican como pobres, considerado el alto índice de inescolaridad, incluso; los Hogares de Cuidado Diario muestran mayor efectividad, alcanzando a 180 mil familias; hay que revisar los problemas de gestión en cuanto al subsidio de los medicamentos, el Programa Materno-Infantil (PAMI) y la canasta estratégica básica. ¿No es tarea natural para quienes aspiran al poder hacer tal seguimiento, sobre todo desde una perspectiva tan ligada a la mujer y a la familia?. ¿Y no es la dignidad de la mujer la que resulta atropellada todos los días con las injusticias, la violencia institucional, la sexual, las migraciones, las implicaciones del estado civil, sin programas preventivos de orden ginecológico u oncológico, el irrespeto a la maternidad y el trabajo doméstico, la inequitativa distribución de la carga familiar?, por asomar algunas preguntas que nos asaltan inmediatamente.

La posmodernidad con el culto de las apariencias, la dispersión, la distracción, las intoxicantes dosis de indiferencia, ¿no golpea nuestras posibilidades?, ¿no hay un cinismo carnal que reniega de la  libertad de ejercer la propia carnalidad?. Es curioso que haya tanto conservatismo en el país detrás de un destape ilusorio, pues, según la fuente citada, las mujeres se muestran más de acuerdo con aquello de que deben llegar vírgenes al matrimonio (57) que los hombres (48). No estamos de acuerdo con el aborto, etc., etc., pero ¿ no es grande la distancia entre lo que se dice, las convicciones que se proclaman, lo que se hace?, ¿cómo asimilar el dato políticamente?.

Hay que organizarse para repensar este tiempo. ¿ Descartemos de entrada a las ONG’s, los nuevos actores que ya ejecutan el 5% del presupuesto social?. Hay que movilizar bienes e información para cumplir con los objetivos. ¿ No significa también innovar al partido día a día?. Hay una dirigencia que cree estar en la Venezuela de los recorridos a mula y el mero reparto de   volantes.¿ No estamos en la era del conocimiento y la movilidad estratégicas?.

Ahora bien, la política: reivindicación de estos tiempos. Es conocido el desinterés hacia ella , pero no hay otro camino. E, incluso, las militantes del Frente Femenino Copeyano, con estas jornadas de reflexión, lo señalan, pues no se trata de hacer, consumirse, agotarse dentro de los límites del partido sino de ventilarse, ver y conocer lo que ocurre afuera, meditar los propios actos a fondo. Forma parte de la necesaria politización de los partidos, aunque luzca paradójico.

Es fortalecer la presencia de las mujeres en la ruta hacia el poder. No simplemente de negociar cuotas de participación en los ámbitos políticos, económicos, laborales, como si fuese una mera operación aritmética. El Movimiento de Mujeres de América Latina y el Caribe ha hablado del reclamo de espacios gratuitos en los medios de comunicación social o pelear por más mujeres al frente de los Tribunales: ¿eso basta o es lo suficientemente eficaz ?, ¿es una ecuación más en el concierto de ecuaciones (desplazados, marginados,etc) ?, ¿ por qué no aceptar con genuina naturalidad a una Jefa de Estado?. Más aún cuando los niveles de pertenencia a entidades   no exhibe un índice satisfactorio , el necesario para hablar de la llamada organización social del pueblo.

¿ Articular propuestas?, ¿ conmover al país?, ¿ofrecer banderas de lucha?, ¿plantear un nuevo liderazgo?, ¿cabalgar sobre    la     inmensidad de problemas?, ¿ controlar la realidad?, ¿asumir la dirección partidista?, ¿ cómo moverse         en el     escenario internacional?,  ¿ las mujeres del Partido Popular de España no enlazaron con una Unión Europea de Mujeres y participan en la Comisión de Seguimiento del Plan de Igualdad de Oportunidades para la Mujer?, ¿ un centro socialcristiano de documentación e investigación de la mujer?,     ¿ en el camino de la conquista del poder?, ¿ lograr el poder público (recurso a la coerción) y la autoridad legítima (recurso al consenso) ?. Nos preguntamos constantemente.

Mujer y familia.Seguimiento y creación. Política y compromiso. Reivindicación de la política y del partido. Propuestas y audacia.

 Referencias:
- Carolina Marín. Entrevista a Juan Carlos Navarro. Economía Hoy, Caracas, 29 / 05 / 96.
- IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. “Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana” (Santo Domingo). Ediciones Trípode. Caracas, 1992.
- Enrique Gil Calvo. “El ejercicio de los derechos carnales”. El Pais 20 Años. Madrid, domingo 05 / 05 / 96.
- Ignace Lepp. “La existencia auténtica”. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1971.
- Luis Pedro España. “Lo bueno y lo malo de los programas sociales” y “Gobernabilidad y desarrollo social (I) “, Economía Hoy, Caracas, 08 / 05 / 96 y 15 /05 / 96 respectivamente.
- Movimiento de Mujeres de América Latina y el Caribe. INTERNET, ruta y dirección: http: // www4.nando. web. prof/ beinjing/cd1/ cdtra.html.
- Partido Popular. Fundaciones y organizaciones afines. INTERNET, ruta y dirección: http: //www.servicom.es//pp//2vag.
- Roberto Zapata. “Los valores de los venezolanos”. Conciencia 21, C.A. Caracas, 1995.

(Síntesis de la exposición realizada por ante la Dirección Nacional del Frente Femenino Copeyano, por entonces bajo la dirección de Tibisay Velásquez)


Fotografía: Tomada de la red.