jueves, 17 de mayo de 2012

LLAMADO A LA VENTILACIÓN

ECONOMÍA HOY, Caracas, 18 de Agosto de 1996
Algunas preguntas
Luis Barragán


Vivimos una época de dificultades. Tanta obviedad debe alarmarnos. No podemos resignarnos, pretendiéndonos simples inquilinos de la situación heredada,  bajo la generalizada creencia de un destino individual independiente del social y de la política como un camino de perversiones. Los problemas son grandes,    inmensos, están a  la vista,   los padecemos,  pero ¿ sabemos cabalmente de qué se trata?, ¿dónde está el compromiso?, ¿ basta la afiliación partidista y la conformidad con una visión que tiene correspondencia con la Venezuela de las antiguas bonanzas?, ¿ acaso la hiperpartidización no traduce una profunda despolitización interior?, ¿ puede concretamente la mujer marcar la pauta?.

Es difícil, en forma inmediata, responder a estas interrogantes. Quizás Lepp es oportuno al observar: “Vivir auténticamente quiere decir para nosotros aceptación de la condición humana con su llamado a la creación y a la superación. Por el contrario, es inauténtica toda existencia que se contenta con lo que es, que se repliega sobre sí misma, que acepta ser una cosa entre las cosas”.

Hemos incurrido en incontables errores a lo largo de estos años. Tantos, que el asunto no reside sólo en las medidas de ajuste y de reforma estructural, sino en la propia capacidad de ponerlas en práctica y el carácter realmente temporal que tengan unas, y la integridad que tengan otras. Metas y objetivos estratégicos, y también gestión institucional, gerencial, técnica. Significa, además de soñar un nuevo orden social, pelear por su fundación a través de la diaria pulsación de una realidad compleja, la denuncia responsable de errores, el constante planteamiento de soluciones, la movilización cierta de los recursos disponibles y la invención de otros.Incluso, superando la exclusiva visión urbana, saber de la situación de la mujer en diferentes contextos étnicos y culturales, propiciando los estudios antropológicos del caso.

La esperanza de vida de la mujer es superior (74,73) a la del hombre (68,95). Sin embargo, algunos ejemplos nos hablan de las condiciones cada vez más precarias en las que se desenvuelve, actúa, lucha. Conforma aproximadamente el 34% de la fuerza de trabajo y, no obstante, representa el 58% de los desempleados. Un poco más del 50% de la economía informal. El desempleo femenino juvenil ronda el 21%.

La familia venezolana está en crisis. Al lado de los nuevos escenarios económicos que la asfixian, persisten viejas tradiciones, coexistiendo con representaciones equilibradas y positivas. Según las cifras del INAM, para 1993, los Centros de Atención Comunitaria ayudaron a 19.759 familias por reclamo de la pensión de alimento, 5.931 por abandono del padre y 7.015 por el trabajo de la madre fuera del hogar.  Otro ejemplo, la devoción familiar y el amor paterno, de acuerdo a un estudio de opinión realizado en 1995, no revela grandes contrastes entre el hombre y la mujer , lo que reafirma el llamado de los obispos latinoamericanos: ” En la familia y en la construcción del mundo hoy gana terreno una mayor solidaridad entre hombres y mujeres, pero hacen falta pasos más concretos hacia la igualdad y el descubrimiento de que ambos se realizan en la reciprocidad” (Santo Domingo: 105).

Sin embargo, tercamente, se cree que, en lugar del conocimiento y el trabajo, la disciplina y el sentido creador, basta como milagro acabar con la corrupción para volver al paraíso terrenal, disfrutando de nuestras inagotables riquezas, aún cuando los expertos señalan que se requiere crecer sobre el 4% anual para en 15 años recuperar la situación social de los años setenta.  Las claves están en ese providencialismo, paternalismo y, en fin, populismo que  todavía campea y en el que, inevitablemente, debe operar la mujer para sustituirlo, desplazarlo,  liquidarlo.

Así, el esfuerzo de comprensión de la época que nos ha tocado parte de la necesidad de asumir los planes de estabilización que, a corto plazo, buscan el equilibrio macroeconómico. Este cuasi atropello verbal, para un país al que ya no le alcanzan los 18 mil millones de dólares provenientes del petróleo, endeudado, importador neto de peroles, debe ser objeto de la consideración de las compañeras del Frente Femenino Copeyano sin caer en la idea de que sólo le corresponde a eruditos, entendidos, expertos, consagrados, inalcanzables en la materia. Ocurre algo semejante a las reformas estructurales que pretenden hacernos internacionalmente competitivos, liberalizar los mercados de capital, de trabajo, de comercio.  Si tales iniciativas no son las mejores, adecuadas, pertinentes, habría que remover las neuronas para ofrecer salidas realistas que también lleven el signo de la sociedad aspirada. Si existen fallas, tendríamos que ver cómo alcanzar una eficiente asignación de recursos, eliminar las regulaciones que      distorsionan     el mercado. ¿ Bastará con recortar el gasto, devaluar, restringir las importaciones para conseguir el equilibrio externo? o ¿cómo enfrentar el desequilibrio interno que encarnan la inflación, el déficit fiscal, la exportación de capitales?.  O todo lo anterior ¿ no incide en el deterioro creciente de nuestras condiciones de vida, en la familia, en el hombre y la mujer de carne y hueso que pueden creer que sólo los corruptos y la mala suerte son los exclusivos responsables?.

Padecemos los costos iniciales de las medidas que tardaron en implementarse dos largos años, requeridas de una cruda evaluación. Recorte del subsidio de los alimentos básicos, mayor caída del salario real, creciente desempleo, desnutrición, desescolarización. Los pobres, los que tienen y/o dicen tener en regla los papeles de pobres, como dijera un poeta, cuentan con una única contribución productiva, pero la mano de obra no calificada sencillamente no es ya la póliza de la supervivencia (ese pico y pala de los abuelos), que gozó de tanto prestigio como único horizonte para llevar el pan a la casa. ¿ Acaso no es válida la educación, el entrenamiento laboral, el conocimiento técnico, la reconversión productiva como respuesta? y ¿ no contradecimos aquello de “.... evitar en los programas educativos los contenidos que discriminan a la mujer, reduciendo su dignidad e identidad” (Santo Domingo:109)?, para generalizar aún más la observación.

¿Por qué no hacerle el debido, serio, profundo seguimiento a los programas sociales del gobierno?. ¿No hay lo que llama  Luis España programas-fachada, muy publicitados, sin impacto real, similares al Plan de Emergencia de Larrazábal, como el de Abastecimiento Solidario o el de Capacitación Juvenil?. El Programa de Inversión Social Local, adelantado por el Fondo de Inversión Social, sólo se ha desarrollado en un 2,99%, arrancado en 1993 y por culminar en 1997; el Programa de Mejoramiento de Barrios tiene 85 millones de dólares del Banco Mundial y apenas se ha ejecutado en un 16,61%; el Programa de Control de Enfermedades Endémicas cuenta con 188 millones de dólares, comenzado en 1993 y a concluir en 1998, y sólo ha ejecutado el 6,38%. ¿No se puede hurgar más, denunciar, buscar asesoramiento para darle la carga política significativa?.

La Beca Alimentaria, repartida a través de las escuelas, llega al 20% de los que no califican como pobres, considerado el alto índice de inescolaridad, incluso; los Hogares de Cuidado Diario muestran mayor efectividad, alcanzando a 180 mil familias; hay que revisar los problemas de gestión en cuanto al subsidio de los medicamentos, el Programa Materno-Infantil (PAMI) y la canasta estratégica básica. ¿No es tarea natural para quienes aspiran al poder hacer tal seguimiento, sobre todo desde una perspectiva tan ligada a la mujer y a la familia?. ¿Y no es la dignidad de la mujer la que resulta atropellada todos los días con las injusticias, la violencia institucional, la sexual, las migraciones, las implicaciones del estado civil, sin programas preventivos de orden ginecológico u oncológico, el irrespeto a la maternidad y el trabajo doméstico, la inequitativa distribución de la carga familiar?, por asomar algunas preguntas que nos asaltan inmediatamente.

La posmodernidad con el culto de las apariencias, la dispersión, la distracción, las intoxicantes dosis de indiferencia, ¿no golpea nuestras posibilidades?, ¿no hay un cinismo carnal que reniega de la  libertad de ejercer la propia carnalidad?. Es curioso que haya tanto conservatismo en el país detrás de un destape ilusorio, pues, según la fuente citada, las mujeres se muestran más de acuerdo con aquello de que deben llegar vírgenes al matrimonio (57) que los hombres (48). No estamos de acuerdo con el aborto, etc., etc., pero ¿ no es grande la distancia entre lo que se dice, las convicciones que se proclaman, lo que se hace?, ¿cómo asimilar el dato políticamente?.

Hay que organizarse para repensar este tiempo. ¿ Descartemos de entrada a las ONG’s, los nuevos actores que ya ejecutan el 5% del presupuesto social?. Hay que movilizar bienes e información para cumplir con los objetivos. ¿ No significa también innovar al partido día a día?. Hay una dirigencia que cree estar en la Venezuela de los recorridos a mula y el mero reparto de   volantes.¿ No estamos en la era del conocimiento y la movilidad estratégicas?.

Ahora bien, la política: reivindicación de estos tiempos. Es conocido el desinterés hacia ella , pero no hay otro camino. E, incluso, las militantes del Frente Femenino Copeyano, con estas jornadas de reflexión, lo señalan, pues no se trata de hacer, consumirse, agotarse dentro de los límites del partido sino de ventilarse, ver y conocer lo que ocurre afuera, meditar los propios actos a fondo. Forma parte de la necesaria politización de los partidos, aunque luzca paradójico.

Es fortalecer la presencia de las mujeres en la ruta hacia el poder. No simplemente de negociar cuotas de participación en los ámbitos políticos, económicos, laborales, como si fuese una mera operación aritmética. El Movimiento de Mujeres de América Latina y el Caribe ha hablado del reclamo de espacios gratuitos en los medios de comunicación social o pelear por más mujeres al frente de los Tribunales: ¿eso basta o es lo suficientemente eficaz ?, ¿es una ecuación más en el concierto de ecuaciones (desplazados, marginados,etc) ?, ¿ por qué no aceptar con genuina naturalidad a una Jefa de Estado?. Más aún cuando los niveles de pertenencia a entidades   no exhibe un índice satisfactorio , el necesario para hablar de la llamada organización social del pueblo.

¿ Articular propuestas?, ¿ conmover al país?, ¿ofrecer banderas de lucha?, ¿plantear un nuevo liderazgo?, ¿cabalgar sobre    la     inmensidad de problemas?, ¿ controlar la realidad?, ¿asumir la dirección partidista?, ¿ cómo moverse         en el     escenario internacional?,  ¿ las mujeres del Partido Popular de España no enlazaron con una Unión Europea de Mujeres y participan en la Comisión de Seguimiento del Plan de Igualdad de Oportunidades para la Mujer?, ¿ un centro socialcristiano de documentación e investigación de la mujer?,     ¿ en el camino de la conquista del poder?, ¿ lograr el poder público (recurso a la coerción) y la autoridad legítima (recurso al consenso) ?. Nos preguntamos constantemente.

Mujer y familia.Seguimiento y creación. Política y compromiso. Reivindicación de la política y del partido. Propuestas y audacia.

 Referencias:
- Carolina Marín. Entrevista a Juan Carlos Navarro. Economía Hoy, Caracas, 29 / 05 / 96.
- IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. “Nueva evangelización, promoción humana, cultura cristiana” (Santo Domingo). Ediciones Trípode. Caracas, 1992.
- Enrique Gil Calvo. “El ejercicio de los derechos carnales”. El Pais 20 Años. Madrid, domingo 05 / 05 / 96.
- Ignace Lepp. “La existencia auténtica”. Carlos Lohlé. Buenos Aires, 1971.
- Luis Pedro España. “Lo bueno y lo malo de los programas sociales” y “Gobernabilidad y desarrollo social (I) “, Economía Hoy, Caracas, 08 / 05 / 96 y 15 /05 / 96 respectivamente.
- Movimiento de Mujeres de América Latina y el Caribe. INTERNET, ruta y dirección: http: // www4.nando. web. prof/ beinjing/cd1/ cdtra.html.
- Partido Popular. Fundaciones y organizaciones afines. INTERNET, ruta y dirección: http: //www.servicom.es//pp//2vag.
- Roberto Zapata. “Los valores de los venezolanos”. Conciencia 21, C.A. Caracas, 1995.

(Síntesis de la exposición realizada por ante la Dirección Nacional del Frente Femenino Copeyano, por entonces bajo la dirección de Tibisay Velásquez)


Fotografía: Tomada de la red.

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