sábado, 5 de junio de 2010

Breves notas a propósito de varias portadas







Por mayo de 2008, orbitamos las portadas en cuestión para el grupo LIBROs (Facebook). No pretendimos una reseña completa de los textos, sino una referencia de portadas de algunos de los títulos. Y, valga la ocasión, pues, independientemente de nuestras creencias ideológicas y adscripciones políticas, la ¿postmodernidad? nos ha traído hacia el divorcio entre la reflexión y la praxis de la dirigencia política. Peor, la premodernidad como etapa regresiva de la Venezuela actual, constituye toda una credencial...
A
Fascículo de una colección de las tantas que circulaban en Venezuela cuando no estaba bajo la égida del control de cambio. ¿Lo curioso?: es el primer ensayo biográfico y sistemático sobre Betancourt del entonces virulentamente antibetancurista Manuel Caballero. Ensayo que dio pie a su biografía más elaborada de 1977.
Agregado por ti al grupo "Libros".
B
Centauro publica por 1977 la biografía más elaborada por entonces de Manuel Caballero. Posee muchos documentos anexos. Ya se notaba un cambio crítico de postura respecto a Betancourt.
C
1ra. edición de "Venezuela: política y petróleo" de Rómulo Betancourt (FCE, México, 1956). La diferencia con las posteriores ediciones estribó en la incorporación de algunas de las notas al discurso principal, pues (contrario a lo que se dijo en una edición de El Nacional de Caracas, por 1967), no incluyó un texto inédito. Ya Betancourt se había destacado por su incansable inquietud periodistica y la publicación de sendos ensayos sobre política y economía. La obra en cuestión es una referencia importante en el pensamiento político venezolano.
D
Trabajo académico del historiador Alfredo Angulo Rivas sobre Acción Democrática (Caracas, 1993), mediante el cual analiza la trayectoria de una organización que cumplirá esta semana un año más de fundada. Y, permítasenos referirlo, no somos adecos, pero entendemos que buena parte de la biografía de este partido pertenece al ineludible patrimonio histórico del pàís, por lo que se exige una mirada crítica más sobria, coherente, solvente y - además- responsable que las frágiles estigmatizaciones que dan alcance - por igual - a todo lo que huela a esfuerzo político organizado. Con sus errores, fallas o equívocos, puede decirse que hoy - en el curso de un cambio dizque revolucionario - el oficialismo no puede decir que superó a AD. Y disculpen la referencia política, pues, al recomendar algunas lecturas, tratamos el dato - como verán - desde la perspectiva de los que también la adversaron.
E
Por 1978, Vadell Hermanos publica el largo ensayo de Moisés Moleiro sobre Acción Democrática, partido en el que militó para dividirlo y cofundar el MIR. Además de recoger y refundar - si se puede decir - los señalamientos de la izquierda marxista que abonaron a Betancourt y a AD, valga destacar el estilo tan brillante de una escritura igualmente bien humorada. Sin dudas, Moleiro fue un estupendo escritor.
F
Sobre la trayectoria de A.D. no puede eludirse la obra escrita de Artro Sosa Abascal (en esta ocasión, junto a Eloi Lengrand). Se trata, es necesario afirmarlo, de una experiencia política novedosa que partió - como toda genuina novedad - de una interpelación en el mundo de las ideas y, concretamente, de un marxismo que los veinteañeros asumían críticamente. Este libro ha sabido de posteriores reediciones.

http://200.2.12.132/SVI/rb/index.php?option=com_content&task=view&id=119&Itemid=
En sus últimos años del liceo y en el inicio de la universidad Rómulo Betancourt comenzó a ejercitar su pluma escribiendo cuentos. El primero se tituló “Érase un poeta” y fue publicado en 1924 en la revista Kronos de Caracas.

En 1925 escribió “La caja de bombones”, con el cual ganó un premio en un concurso organizado por el diario La Esfera; también ese año escribió “Adieu, ma petite”, poesía romántica que apareció en la revista Biliken, una de las más prestigiosas publicaciones literarias de la época. En 1926 apareció en la Revista Venezuela otro relato del joven Betancourt titulado “Orgullo de Blasón”.

En esos años también se introdujo en la crítica literaria. Como indica Caballero (2004), a sus 18 años ya había publicado casi una docena de textos de su autoría “desde la poesía hasta la crónica satírica, pasando por el cuento y el ensayo” (p. 54).

En una entrevista realizada el día 25 de abril de 2007, el profesor Naudy Suárez comentó de manera anecdótica que Betancourt en alguna oportunidad expresó: “Yo perpetré algunos cuentos”, haciendo referencia a esta época inicial de cuentista.

En estos años Betancourt estudiaba Derecho en la Universidad Central, y a pesar de sus notas sobresalientes no culminó la carrera debido a otras urgencias (políticas) que luego le surgirían. Igualmente su paso por la carrera de Derecho le trajo beneficios, Maria Teresa Romero (2005) señala: “De esos estudios conoció las constituciones latinoamericanas y de las muchas reformas que emprendió el dictador Gómez para reelegirse eterno en Venezuela. Un maquillaje que como dictador no necesitaba, pero era conveniente para sus relaciones con el mundo exterior” (p. 22).

La pluma de Rómulo Betancourt se fue nutriendo; pero no sería la narrativa su escritura más importante, más tarde comenzó a introducirse en el ensayo político, donde reflejaba sus intereses sobre las luchas estudiantiles en Latinoamérica, las injusticias, las desigualdades y también la historia. De esta época merece especial mención su tesis sobre Cecilio Acosta para optar por el título de bachiller en Filosofía en la UCV. Acosta era un bastión de la lucha anti-gomecista y Betancourt a partir de este pequeño ensayo “piensa y especula sobre la calidad de hombres que requiere el país para su evolución y porvenir” (Romero, 2005, p. 23).

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