sábado, 5 de junio de 2010
NOTAS DE UNA MUDANZA
A
15 de febrero de 2010. Rafael Barrios Barrios a escondidas. Nos percatamos de la pieza en la galería Ascaso de Las Mercedes, asomándose como árbol que despunta en un paisaje de asfalto y concreto armado.
B
18 de marzo de 2010. Rafael Barrios Barrios. Una inmensa casualidad. En el mismísimo instante de su retirada. Acaso, el camión es una prolongación grisácea (¿aquella rosa gris de La Charneca que una vez dijo Neruda?).
C
La ida de la pieza. Pesada pieza. ¿Qué dirían en sus casa los transportistas? No es igual al encaramamiento de una nevera, por ejemplo. Cuidadoso traslado. Acolchonamiento. Le preguntamos por curiosidad al señor de chaqueta. Por lo menos, no asaltan en la ciudad para el renglón, aunque - si fuese aluminio - sería un apetitoso trofeo de los obreros de la indigencia. Esto es, algo más que una lata de refresco.
D
No pegaba demasiado la luz y, sin embargo, en movimiento (ya no alcanza la memoria para otro video), ofreció un espectáculo extraordinario de matices. Matices de la vida cotidiana de los transportistas que, por lo demás, parece, saben de estos "viajes y mudanzas" tan delicados. Criminológicamente, puede decirse que importaría más saber quien lo adquirió para las faenas consiguientes que la propia pieza. Por cierto, una persona amiga me refirió a alguien que deseaba vender una panadería y colocó el aviso clasificado de rigor. Recibió una llamada después rastreada, vía celular. No se trataba de un potencial comprador, sino de alguien que trataba de gerenciar un chantaje, una vacuna o un secuestro desde la penitenciaría de San Juan de Los Morros, vista la operación en puertas. La criminalidad tiene sus despliegues artísticos también.
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