de un ascenso (r)

Del Generalato-en-Jefe
Luis Barragán

Finalmente, en lugar de la nada marcial estación del metro de Caracas donde descargó todo su desprecio por la protesta social, el Comandante-en-Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana efectuó el ascenso en la Maracay que ya no celebra a la Aviación Militar en el día de su fundación. Y, por supuesto, despachó las groseras consignas de rigor.

Alguien, fuera del país, hizo severas denuncias sobre la presunta participación del novísimo General-en-Jefe en sendos hechos delictivos. Lo que esperó el país, una y otra vez, fue una aclaratoria del Presidente de la República en torno a una promoción que, además, decidió a raíz de las infelices declaraciones de aquél en el marco de una heroica guerrilla comunicacional.

El problema es relativamente sencillo, porque – ciertamente – no reviste característica alguna de solución. De un lado, la vigente Constitución le da exclusiva competencia al Jefe del Estado para toda suerte de ascensos militares, lo cual no lo revela de explicarlos – por si fuera poco – a la luz del artículo 331 constitucional; y, del otro, la condición o carácter de Comandante-en-Jefe no significa despreciar a la opinión pública, creyéndose dueño y señor de los destinos de una institución al servicio de toda la Nación, por no molestar un poco con el triste papel de la actual Asamblea Nacional.

Quien tenga curiosidad, recuerde cómo eran los ascensos de alta graduación en los denostados 40 años, porque – por mucho ibañismo-cecilismo que pudiera alegarse - la sola consideración de nombre movía a la plural comisión permanente de Defensa del extinto Congreso de la República, por no citar la trascendencia adquirida por la opinión pública.

Ahora la cosa es peor, caprichosa, arbitraria, dizque legitimada por una no menos presunta revolución que les da para todos.

He acá unas de las razones para la reforma de las leyes relacionadas con el universo castrense, a objeto de corregir desviaciones, constitucionalizádolas para el desarrollo institucional de la Fuerza Armada. Por lo pronto, esperaos que nos aclaren la cosa, por mucha guerrilla comunicacional se intente.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/6482-del-generalato-en-jefe
Fotografía: Google Imágenes