arboleda

EL NACIONAL - Sábado 06 de Noviembre de 2010 Cultura/3
EXPOSICIÓN Espacios reúne obras que combinan serigrafía y pintura
Ana María Mazzei crea bosques a partir de la luz y la sombra
La artista refleja sus preocupaciones ecológicas a través de la reproducción de árboles deshojados que aluden a un paisaje efímero
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ

Un árbol centenario que perdió todas sus hojas y volvió a renacer inspiró a la artista visual Ana María Mazzei a crear la serie Espacios. Las obras que se exhibirán a partir de mañana en la galería D’Museo proponen un juego entre luz y follaje, que rinde homenaje al paso de las estaciones y denuncia la vulnerabilidad de los bosques.

Las preocupaciones ecológicas han sido una constante en la obra de Mazzei, para quien el árbol es un símbolo, al igual que la luz. Con esta muestra, organizada por el Taller de Artistas Gráficos Asociados, se reencuentra con el grabado y reflexiona sobre los procesos industriales de creación y reproducción de la imagen.

Mazzei parte de fotografías impresas en periódicos y revistas para crear paisajes imaginarios y referenciales. La artista combina la pintura con la serigrafía. "Siempre he utilizado la gráfica como un elemento pictórico dentro de mi obra.

Las serigrafías han sido una constante dentro de mi pintura en general. Empleo un proceso a mano y una técnica industrial que también sirve para la publicidad y las vallas".

Las 14 pinturas en gran formato que llenan la sala muestran árboles sin hojas, a través de cuyas ramas se filtran distintos tipos de luz. La paleta de Mazzei alude a un soleado mediodía, un dorado otoño y un nevado invierno. "El bosque para mí es un laberinto intrincado al cual penetra la luz como un encaje que crea sombras; un juego, más que todo, pictórico. Pinto la transparencia de la luz a través de la rama".

Las obras expuestas presentan un contenido casi idéntico que, sin embargo, varía enormemente según las características del soporte. Las piezas en papel están creadas sobre la base de pequeños puntos que ­dice la artista­ son las tramas de la seda de la serigrafía. Las imágenes se van superponiendo y arman un bosque con diferentes visiones de la luz, en el que predominan los grises.

El juego de sombras crea múltiples efectos ante la mirada del espectador.

Ese mismo bosque cobra densidad cuando se imprime sobre maderas de cedro cortadas asimétricamente, de acuerdo con un patrón geométrico. Allí, la veta de la madera y la opacidad del material crean atmósferas misteriosas gracias a la magia de los azules y los marrones. "Lo que me atrae más es utilizar diversos soportes para expresar mi trabajo. Cada uno te da una visión prismática del contenido que quieres expresar, incluso el color".

Mazzei también trabaja sobre fórmica lumínica, cuyos reflejos permiten establecer un juego visual en el cual aparecen y desaparecen elementos, según el espectador se va moviendo.

"Con este efecto intento hacer un llamado de atención hacia lo efímero del paisaje, en el que también cambian las cosas sin que nos demos cuenta", asegura.