jueves, 18 de noviembre de 2010

... y ella lo abrió


EL NACIONAL - Miércoles 17 de Noviembre de 2010 Cultura/4
LETRAS La novela No abrir hasta el año 3000 narra las ansiedades juveniles
Tabuas: Más que a la niña ingenua, yo tengo presente a la vívida
En el libro de estructura polifónica, hasta las fantasías de la protagonista tienen su propia voz
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

El humor no es superficial, como muchos creen; es una manera de ver, en las dificultades, otras perspectivas, dice la autora.

Mireya Tabuas pone cara de niña cuando habla de literatura infantil, pero subraya que la historia de su más reciente publicación, No abrir hasta el año 3000 (Alfaguara Infantil y Juvenil, 2010), es un invento. Sonríe y pone cara seria. Sus historias no salen de su vida, dice, pero qué duda cabe que todas las jovencitas, al hacerse mujeres, sienten aprehensiones frente a su cuerpo, su familia y, claro, los muchachos del salón.

"Mi generación de autores de libros para niños son personas influenciadas por la televisión, el cine y el cómic; en mi caso, más que a la niña ingenua, yo tengo presente a una vívida, que es irreverente y creativa, como los escritores de hoy que se atreven a ser malucos con la literatura infantil", señala.

Inés, la protagonista de la primera novela juvenil de Tabuas, es cualquier niña venezolana, aunque su maduración biológica es más lenta que la de sus compañeros. Ella vive las típicas ansiedades juveniles, ribeteadas por un cambio de colegio en pleno tránsito hacia la adolescencia. Para afrontar lo que asume como complejos infranqueables hace uso de su intensa imaginación, lo que convierte la novela ­así lo define Tabuas­ en realismo fantástico.

La escritora expone en esta obra un raro ejemplo de narrativa experimental en libros para niños al construirla con una estructura polifónica, pues las fantasías de Inés, la narradora, también tienen voz propia.

Entre las voces destacan la de William Shakespeare, una tribu de extraterrestres, una nariz parlanchina y otros amigos imaginarios.

"La intención era experimentar con el relato para niños porque se piensa que éste debe ser lineal y de estructura elemental, pero no tiene que ser así, un niño es capaz de entender y divertirse con múltiples narradores. Incluso, estas formas pueden ser un atractivo para el muchacho porque la convierten en una novela lúdica", indica Tabuas, que destaca el tono hilarante del libro: "El humor no es superficial, como muchos creen; es una manera de ver, en las dificultades, otras perspectivas".

No abrir hasta el año 3000 pertenece a la Serie Azul de Alfaguara Infantil y Juvenil ­enfocada en los niños desde 12 años de edad en adelante­, posee ilustraciones de Fernando Belisario y es el segundo libro de Tabuas con el sello, después de su antología Cuentos prohibidos por la abuela (2009). La idea de esta novela comenzó a gestarse antes que sus primeros textos infantiles, como Gato encerrado (1995).


Fotografía: Alexandra Blanco

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