EL NACIONAL - Domingo 07 de Noviembre de 2010 Opinión/9
ATres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
Huele a Mayo Francés
"Prohibido prohibir".
"El sistema se hunde, haz peso".
RIGOBERTO LANZ
El fantasma de la revuelta de masas recorre Europa. La curiosa combinación de capitalismo salvaje con gestión "socialista" de la crisis no logra contener las protestas y movilizaciones. No se trata de la "crisis final del sistema", sino de un goteo de conflictos profundos que se escapa aquí y allá como malestar de la gente volcada a las calles.
En el caso específico de Francia hay ingredientes que crispan la situación. A pesar del carácter más o menos reformista de sindicatos y partidos de izquierda, los desbordamientos de las masas embravecidas marcan la pauta. Los canales convencionales de la negociación están saturados.
Los mecanismos tradicionales de procesamiento de demandas políticas hace rato están averiados.
No está en la agenda todavía un núcleo duro de reclamaciones populares que unifiquen la dinámica fragmentada de la protesta. Los sectores estudiantiles como siempre son la avanzada en la radicalización de la lucha, pero resulta muy difícil convertir en reclamo propio lo que es el asunto central para los trabajadores en estos momentos: no permitir el aumento de dos años para la jubilación. Está faltando una bisagra para conectar estas reivindicaciones y articular una estrategia política de poder.
Las payasadas de Sarkozy evidencian que la derecha no entiende mucho sobre el mar de fondo que bulle en cada acto de protesta. A partir de un cierto momento siempre ocurre así la dinámica de la lucha de calle escapa de cualquier control burocrático. No hay "vanguardia" que se ponga al frente como dirección real de estos conflictos. La izquierda oficial como siempre está en sus oficinas sacando cuentas electorales. Los sindicatos no van muy lejos con sus reivindicaciones. No se puede esperar demasiado de un petitorio reivindicativo que sólo funciona como disparador de demandas políticas más gruesas.
La calidad política del movimiento está en el movimiento mismo. Esa, su virtud primera, es también su límite para producir efectos políticos controlables, para provocar saltos tangibles de la situación presente. Esta revuelta molecular no proviene de una crisis terminal del sistema político ni de una crisis catastrófica del régimen económico. Al contrario, podría decirse que los costos políticos de la debacle financiera mundial han sido bastante mitigados en Francia y que no ha habido signos visibles de un especial resquebrajamiento de los consensos políticos que mantienen una estabilidad relativa del modelo institucional predominante. Entonces ¿de dónde viene esta agitación de masas? En una conversación con Daniel Cohn-Bendit le escuchábamos este razonamiento: "No podemos detectar lo que bulle en la conciencia de la gente porque no logramos superar el modelo de relación entre unos presuntos dirigentes y la masa". Seguimos dependiendo de un sistema de procesamiento de demandas políticas basado en la vieja idea de "representación". De ese modo sindicatos, gremios y partidos aparecen de hecho como los canales regulares para tramitar esas demandas. Ese juego hace ya mucho que no funciona pero es lo único que hay. Los nuevos movimientos sociales no pasan por allí, pero todo sigue igual. La violencia ciega de los excluidos no tiene resonancia en esos espacios burocráticos, el escepticismo de los "apolíticos" no tiene "representación".
¿Cómo es que no implosiona todo esto? La democracia vacía y el "socialismo" inocuo de la izquierda europea, más un "Estado de bienestar" que reparte sus migajas con cierta eficacia, han sido tapones suficientes para que funcionen las compuertas de este capitalismo variopinto que oscila entre los paraísos nórdicos y el liberalismo salvaje de los ingleses. La rebeldía subterránea está en todos lados. Estalla violentamente en Grecia, por ejemplo, porque esa burguesía agotó su capacidad de negociación. Se prenden las mechas en Francia porque el modelo Berlusconi/ Sarkozy cifra toda su apuesta en la manipulación massmediática.
Los aires de Mayo Francés nos recuerdan que la lucha continúa. Nadie dijo que sería para mañana.
Ilustración: http://farm4.static.flickr.com/3436/3351666815_ee1e2dcb10_o.jpg
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