viernes, 5 de noviembre de 2010

embarazo adolescente


EL NACIONAL - Viernes 05 de Noviembre de 2010 Nación/7
Adolescentes y aborto
El embarazo adolescente es uno de los síntomas más alarmantes de fracaso
LUIS PEDRO ESPAÑA N.


Uno de cada cinco nacimientos en Venezuela corresponde a una madre adolescente. El único segmento etario en el que la tasa de fecundidad no sólo no ha descendido sino que se mantiene como la más alta es la de las mujeres con edades comprendidas entre 15 y 19 años.

El embarazo adolescente es, junto con la violencia juvenil, uno de los síntomas más alarmantes del fracaso, cuando no la negligencia, de un gobierno al que pareciera no importarle lo que le pasa a su principal contingente etario, los jóvenes.

No hay forma de excusar a la actual administración en relación con la ausencia de una política de juventud donde se aborde el problema del embarazo precoz, la deserción escolar, la violencia y la inserción laboral como fenómenos que aquejan a la familia venezolana y que comprometen el desarrollo del país. Con respecto al embarazo adolescente, lo primero que llama la atención es que en el país no existe una política de planificación familiar. Salvo rimbombantes normas y principios, no hay acciones que traten de reducir las brechas de información y prestación de servicios que requiere la población adolescente para mitigar el riesgo de embarazos no deseados.

Esta omisión es grave a escala general (es decir, no existe una política de planificación familiar como sí tiene lugar en otros países del continente mucho menos desarrollados que el nuestro y con finanzas públicas bastante más modestas), pero lo es mucho más en el terreno de los adolescentes.

Más allá de las cifras, por lo demás muy alarmantes, hay todo un drama familiar y una historia cotidiana que impacta día a día a personas concretas y que es el resultado de esta gravísima omisión gubernamental.

Muchos estudios demuestran que escolaridad y embarazo adolescente guardan una relación en la cual el abandono o la exclusión escolar es previa al embarazo de las menores. A diferencia de como el sentido común suele indicar, el embarazo precoz no es causa de la deserción escolar, sino que es el abandono de la escuela por las adolescentes lo que figura como causa principal del embarazo en esas edades.

A diferencia de los embarazos adolescentes de la Venezuela semirrural de los años sesenta, las niñas madres de hoy tienen muchos menos hijos que sus abuelas, es decir, después de ese primer embarazo recurren a los métodos anticonceptivos.

Acceden por cuenta propia a la información que, de haber tenido previamente, seguramente les habría evitado engrosar las cifras de embarazo precoz.

Las dos causas señaladas, la deserción escolar de las adolescentes y la ausencia de una política de planificación familiar, ambas competencia del Estado, son las responsables de este drama social. Entre las consecuencias negativas que trae consigo la ausencia de una política de planificación familiar, se encuentra el tema del aborto ilegal. Para nadie es un secreto que en Caracas, como en muchas otras de las principales ciudades del país, existen clínicas en las cuales el aborto de adolescentes es una práctica común, y por poco más de 2.000 bolívares se practican tales intervenciones.

Algunos de los responsables de que no tengamos una política de planificación familiar están asomando el tema de la legalización del aborto.

De legalizarse, esto no sería sino atender la consecuencia del problema y no su causa, lo que agravaría la situación, tal y como en Cuba, donde los embarazos triplican los nacimientos.

Ilustración: http://images.artelista.com/artelista/obras/big/0/4/2/2418624441541638.jpg

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