martes, 8 de marzo de 2011

ANTIBETANCOUR(T)ISMO


De nuevo, Battaglini
LB


Reforzada por el prologuista, Vladimir Acosta, la aproximación es hacia una obra comprometida políticamente y, aunque el autor, Oscar Battaglini, ubica la "objetividad" en su exacto lugar, desmitiéndola, expone un soporte documental que la alcanza en sus argumentaciones. Precisamente, quien desee contravenir las pruebas, debe acudir a ellas para contraprobar lo dicho. Creemos que así estamos frente a una obra histórica, más allá de lo meramente político, independientemente de las adscripciones ideológicas.

DE modo que el "antibetancurismo" de Battaglini no obedece a un antojo de la ciega emoción de la lucha política, sino que contribuye a razonarlo y sostenerlo, además de denunciarlo. Toca a los "betancuristas" defenderse con armas semejantes, aunque - precisamente - versandosobre asuntos históricos, la búsqueda de la imparcialidad u objetividad reclama posturas de fondo, coherentes y sobrias para que - más allá de los "ismos" - podamos saber de una adecuada y acertada plataforma de lanzamiento hacia el futuro, la que en el presente se hace de acontecimientos históricos sabidos o que están por saberse.

Coincidentes o no con sus criterios o apreciaciones, consideramos a OB como un profesional serio. Lo hemos leído con anterioridad e, inclyso, en una ocasión nos permitimos un texto paa defender esa faceta ya que se le intentó descalificar, incluso como académico, confundiendo las instancias, a propósito de sus actuaciones como rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), ciertamente cuestionables como tales y sólo como tales.

La obra completa un ciclo de veinte años en una línea de trabajo que el país ha de agradecerle, aunque haya discrepancias. Debidamente sustentadas bibliográfica, hemerográfica y documentalmente, la primera parte se extiende en torno al rentismo petrolero y el modelo económico del llamado trienio adeco; la segunda, atiende el desarrollo del paradigma populista; la tercera, la "adequización" y la conflictividad política y social; y la cuarta, la crisis y el golpe de Estado, arribando a importantes conclusiones. Por lo demás, responsablemente, ofrece al iniciarse una explicación de las categorías de análiss empleadas (betancourismo, rentismo petrolero, populismo, al igual que toca el asunto de las hipótesis de trabajo.

Editada por Monte Ávil Editores en 2008, por escasos Bs. débiles 10.000,oo, podemos acceder a una obra valiosa, a pesar de la fatal impresión que confunde los gráficos merecedores de un mayor cuidado e, incluso, colorido. Para quien ha leído sobre los venezolanos años cuarenta, añadiendo al autor, la obra resulta bien expedita en medio de las limitaciones de tiempo. Empero, sin restare valor, hubiésemos querido la asunción un poco más densa en torno a autores inevitables, como Luis Castro Leiva u Omar Astorga, éste último responsable de un libro que pondera muy bien la influencia de "Venezuela, política y petróleo· de Rómulo Betancourt, pieza desmontada por OB.

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