miércoles, 23 de marzo de 2011
SEMILLERO EMOCIONAL
EL NACIONAL - Miércoles 23 de Marzo de 2011 Escenas/1
La mirada interior de Alexandra Kuhn tiene aroma de café mañanero
La ganadora del V Salón Pirelli de Jóvenes Artistas presenta Ser operativo, una individual en la que señala la curadora de la muestra, María Elena Ramos prevalece la actitud meditativa de la creadora sobre los objetos
MARJORIE DELGADO AGUIRRE
Frente a las obras de la individual Ser operativo, expuestas actualmente en la galería Carmen Araujo Arte, Alexandra Kuhn revela algo de lo que después se arrepiente por considerarlo un detalle insignificante.
"Yo era una niña muy silenciosa". Quizá en esta "nimiedad" se halle buena parte de la naturaleza de su trabajo artístico. Sus silencios y recogimiento responden a una necesidad natural de profunda contemplación, que se le hace ineludible no sólo para ver las cosas por fuera, sino para ver hacia adentro.
Y más adelante, hace otra confidencia: "Casi no salgo de mi casa". Una frase con la que apunta que no es casual que el objeto de su contemplación sea su entorno más inmediato.
Como punto de partida para armar su Ser operativo, la artista aferró su mirada en un objeto doméstico: la taza de café que deja su esposo en la mañana. La curadora María Elena Ramos lo deja claro: "Si él toma (bebe) el café cotidiano, ella toma al café como motivo. Y a partir de esta bebida y sus ceremonias el serartista va creando sus maneras: lo decantado, lo manchado, lo sumergido, lo superpuesto, lo desvanecido". Estas maneras se transforman en series como "Borra", "Mancha integrada", "Acercamiento a borra", "Acercamiento a naturaleza muerta" y "Ser operativo".
"Más que la naturaleza de los objetos, lo que prevalece aquí es la actitud meditativa de la artista sobre ellos: una apropiación muy suya, un acto perceptual que hace palpable la densidad física de ser y cosas, pero también un acto conceptual capaz de revelar las fuerzas simbólicas y conexiones éticas. Lento proceso en fin hacia un modo muy personal de transfiguración poética", señala la investigadora María Elena Ramos.
La artista integra en su mirada atenta ese accidente que queda en el fondo de la taza, a la tinta derramada sobre una servilleta. Kuhn negocia con lo imprevisto y lo convierte. Así, en la individual Ser operativo el error es transfigurado en arte.
Lo hace por una convicción: la existencia está definida en gran medida por el error. Ella lo resume en una frase griega: Hen to pan, que significa "todo es uno", y ese todo, además del accidente, es el otro que se integra a su vida y, ahora, a su obra: su esposo, también el ser operativo, el que existe, obra y hace su efecto, escribe en su blog sobre su proceso creativo.
Al mismo tiempo, Kuhn admite en su cuerpo de trabajo un ejercicio de traslación de lo íntimo a lo público. No sólo es que saca su casa a la calle, sino que hace un inventario introspectivo. "Para mí el asiento del café es una representación simbólica de eso que queda en uno, en el fondo, para sus adentros", señala la artista.
Cada obra es un retrato de una cotidianidad muy propia que se explaya en el detalle y que se desnuda. La artista hace acercamientos conmovedores. "La mirada interior y el detalle a lo grande (lo ampliado), ambos vienen acompañando mi presbicia", apunta en el blog. Al ir al detalle, Kuhn, transforma la materia y ofrece otras lecturas a una simpleza, que pasa inadvertida para el resto de los ojos.
En su trabajo reciente, Kuhn, ganadora del V Salón Pirelli de Jóvenes Artistas (2001), salió del pétalo que caracterizó buena parte de su obra anterior. No obstante, se quedó con el apego a lo orgánico, más específicamente a lo orgánico residual.
También con el punto de costura, muy propio de su propuesta, aunque esta vez es más bien un punto de sutura, más desgarrador que la sutil puntada de creaciones pretéritas. Al hablar de este aspecto, la artista se detiene en frases sueltas que hilan una constante en su trabajo: la herida, la herida reconstruida, la sutura de la existencia (la sutura, luego del accidente: una forma de ser operativo).
Fotografía: William Dumont
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