domingo, 27 de marzo de 2011
MUJER
NOTITARDE, Valencia, 27 de Marzo de 2011
Jesús y la mujer samaritana (Jn.4,5-42)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes
El evangelio de este tercer Domingo de Cuaresma, nos presenta el diálogo-encuentro de Jesús con la mujer samaritana. La narración del evangelio comienza diciendo que Jesús, cerca del mediodía, llegó cansado al pozo de Jacob en la región de Samaria y allí se sentó, al momento llegó una mujer samaritana a sacar agua. Los apóstoles habían ido al pueblo a comprar de comer, por lo tanto, están solos Jesús y la Samaritana. Llama la atención aquí dos cosas: 1. Una mujer sola va a buscar agua al pozo de Jacob al mediodía. Era costumbre en aquel tiempo que las mujeres fueran juntas, al amanecer a buscar el agua que necesitaban y así no sufrir la inclemencia del sol. Esta mujer va al mediodía, ya que era despreciada en su comunidad por adúltera, era señalada y por eso, sintiendo vergüenza por su situación, le tocaba salir al mediodía, cuando nadie andaba por la calle para no ser vista por ninguno. 2. Jesús, siendo judío, más aún, maestro judío, entabla una conversación con una mujer, además, extranjera (pagana, impura) y para completar con muy baja reputación. Jesús inicia una conversación con ella y le pide de beber. Él como verdadero Dios, sabía cómo estaba viviendo ésta mujer, comprendía como estaba envuelta en el pecado y al mismo tiempo entendía la cruz que llevaba encima por su situación inmoral. Por eso, comienza a hablar y ella se extraña y le dice que cómo él siendo judío le pidiera de beber y Jesús le responde que si ella supiera quien le habla le pediría ella agua viva. La mujer no entiende, pero Jesús con la pedagogía de un buen maestro, con la pedagogía divina, la lleva a darse cuenta de su situación de pecado; cuando le pregunta por su marido y ella le dice que no tiene marido y Jesús afirma que dice bien que no tiene marido, ya que el que tiene actualmente tampoco le pertenece. La mujer reconoce en Jesús a un gran profeta, luego lo llama el Mesías y cuando sale al pueblo a contar lo que le ha sucedido reconoce que aquel hombre que habló con ella en el pozo de Jacob es realmente el Salvador del mundo.
El agua viva de la que habla Jesús, que ofrece a la mujer y que ella misma le pide al final, es símbolo del bautismo que borra los pecados y convierte a quien lo recibe con fe en discípulo de Cristo. El agua simboliza purificación, sirve para saciar la sed, significa sobre todo la vida en plenitud, vida en Dios, vida eterna. Agua viva que ofrece Jesús y que apaga la sed para siempre y se convierte dentro del que la bebe en surtidor que salta hasta la vida eterna. Ese es el don de Dios que ignora aquella mujer: la vida en plenitud por medio de la fe en Jesús, Mesías e Hijo de Dios. Así que aquella samaritana, por su encuentro con Jesús recibió el don de la fe, reconoció a Jesús como el Salvador y se convirtió en discípula misionera (apóstol) que sale ahora a anunciar lo que ha experimentado, lo que ha contemplado y lo sucedido en ese encuentro. Su testimonio es creído y atrae la atención de sus paisanos samaritanos que se acercan a Jesús, escuchan sus palabras, le piden que se quede con ellos y ahora afirman que no creen sólo por lo que ella les dijo, sino por lo que ahora ellos mismos experimentan. Así, que aquellos samaritanos (despreciados por los judíos) son capaces de reconocer a Jesús como verdadero Dios y Mesías, el Salvador de la humanidad, cosa que no hicieron los paisanos del Señor. (Jn.1,11). Jesús se fue revelando poco a poco a aquella mujer, hasta manifestarse delante de ella como el Mesías, así es la pedagogía divina, que muestra cercanía, amor y amistad al pecador, no para aplaudir su pecado, sino para rescatarlo y llevarlo a la vida. Dios no se acerca al pecador con arrogancia, sino con humildad y amor, como Jesús que le dice a la mujer: "Dame de beber". Gran enseñanza para nosotros hoy, es la empatía de Dios, la sintonía con el otro.
Ida y retorno:
Agradezco públicamente mi incorporación a la Asociación de Columnistas de Carabobo (ACC), única en el país y quizás pionera en Latinoamérica, que fue fundada en Valencia en el año 2008 por un grupo de ilustres personalidades de la Ciudad de Valencia y que mantienen su columna en uno de los dos principales diarios del Estado, ellos son: Rafael García Marvez (Coordinador), Edgar Núñez Alcántara, Humberto Seijas Pitaluga, Carlos Cruz, Peter Albert, Rafael Palacios, Elio Alvarado Henríquez, Ricardo Bello, Tulio Hidalgo Vitale, Manuel Barreto Harnaiz, Fernando Facchín, Ricardo Rivero, Simón García, Jesús Lugo Peña y Luís Garrido. Agradezco a mi gran amigo Rafael García Marvez que, en diciembre pasado, me pidiera en nombre de la Asociación pertenecer a la misma, lo cual me honra y que con la venia de mi arzobispo, he aceptado con gusto y me he incorporado formalmente en febrero de este año. Hemos tenido importantes encuentros con algunas autoridades del país y entre otros fines buscamos enaltecer y defender los principios democráticos, los valores humanos, cristianos y señalar un rumbo con nuestra opinión, según la visión, estilo y conciencia de cada uno.
Ilustración: Laurie Justus Pace, "Exhausted"
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