Hoy debió sesionar la plenaria de la Asamblea Nacional, manifestación incierta de la soberanía popular, pero ya anunciaron la postergación. Pareciera que es mucho y titánico el trabajo que supone sesionar de nuevo con motivo del 5 de Julio, aunque hay trabajo pendiente. Citemos un ejemplo: el Proyecto de Ley del Artesano que constituye un mandato constitucional y que, por cierto, de la que la radiotelevisión oficialista de la AN no ha recogido la más mínima opinión de la oposición, quedando como un instranferible reducto gubernamental.
Luego, hay trabajo parlamentario pendiente. Observemos, por una parte, que el aludido proyecto es de iniciativa popular, como otros (aparentemente el del Artista, Seguridad Social de los Trabajadores del ramo, etc.), cuya noticia reciben los diputados del PSUV cuando así lo decide la Junta Directiva, pues no se sabe de una abierta y previa campaña de promoción y de recolección de firmas. Raro, ¿no? Mientras que, anunciado con antelación, diligenciada la recolección y participada una extraordinaria marcha para su consignación en la propia AN, al proyecto de Ley de Misiones impulsado por Henrique Capriles ni siquiera es permitido considerarlo en señal de respeto a los miles de ciudadanos que los suscribieron.
Por otra, hay voluntad de trabajo en la Comisión Permanente de Cultura y Recreación de la AN, presidida por Miguel Angel Rodríguez y de la cual somos integrantes, a pesar del bloqueo sistemático del PSUV. Una doble curiosidad: desde 2011, está agendado el Proyecto de Ley Orgánica de la Cultura y, a pesar de haber consignado nuestras propuestas, el oficialismo no la discute; faltará esta Ley Orgánica, pero desean tramitar y aprobar antes las especiales.
Finalmente, el de Artesanos cuenta con nuestra disposición para el debate, a pesar de la tardanza en llegar a la Comisión que únicamente recibió la verificación de firmas por el CNE con !un mes de antelación, sin el proyecto! Lo acordamos la semana pasada, en lugar del miércoles, la Comisión sesionaría hoy para darle entrada y remitirlo a su primera discusión en la plenaria para !hoy mismo! Ya no es posible, constituyendo un descomunal irrespeto para los que ingenuosamente suscribieron el proyecto confiando en las diligencias parlamentarias del PSUV.
Se nos ocurre que, con la soberanía popular, estamos inmersos en la conocida novela "El Castillo". Kafkianamente la buscamos y tratamos de ejercerla en la atropellada urbe del régimen. Nos parece retratada la situación en el lienzo de Andrés Labaké, el cual fotografiamos camino a la FIA de entonces (15/06/10), sin que consiguiésemos una mejor versión en la red. Un inmenso portón, visible a todos, pero - en la urdimbre de las callejuelas y situaciones - difícil de alcanzar.
LB
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