domingo, 22 de julio de 2012

PASTOREAR

NOTITARDE, Valencia, 21 de Julio de 2012
"Andaban como ovejas sin pastor" (Mc. 6, 30-34)
Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes

El texto del evangelio de Marcos que hoy se lee dentro de la liturgia de la misa, nos presenta a Jesús compartiendo con sus apóstoles, que los invita a irse a un sitio tranquilo para descansar y comer, ya que la labor de la predicación que tenían no les dejaba el tiempo para atender sus propias necesidades; así que toman una barca para irse a otro lado del mar de Galilea, pero la gente los ve, los reconoce, saben que es Jesús y sus apóstoles, se adelantan antes que ellos. Cuando Jesús bajó de la barca, vio la multitud de personas, sintió compasión de ellos, porque "andaban como ovejas sin pastor" y empezó a enseñarles muchas cosas; es decir, comenzó a formarlos, a mostrarle un camino distinto al que venían acostumbrados, a hablarles del Reino de los Cielos, inaugurado en su persona.
Aunque el texto que se lee es corto, es muy rico en su enseñanza. Primero se percibe a Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías y Salvador, compartiendo con los apóstoles, con aquellos que había enviado para predicar la Buena Noticia; de hecho, ellos vienen alegres y cansados de haber predicado en nombre de Cristo el mensaje de salvación. Aquí se ve a Cristo con la Iglesia naciente; Jesús y los Apóstoles representan esa Iglesia (Comunidad de elegidos, congregados por la fe) que comienza su misión. También la barca donde sube Jesús con sus apóstoles para ir a otro sitio representa a la Iglesia que va navegando por el mundo, por caminos distintos, junto al Maestro, para anunciar el mensaje de salvación a todos los hombres. Saltan a la vista los elementos de esta Iglesia que funda Jesús: Iglesia misionera (predica la Palabra de Dios), Iglesia comunión (Unidad entre sus miembros y Unidad con Dios que está a la cabeza de ella), Iglesia misterio (la gente es capaz de ver en aquel grupo algo distinto, los reconocen, ven los signos de Dios en Jesús y sus apóstoles y por eso los siguen).
El evangelio deja ver la realidad apostólica, el inmenso campo y la gran tarea que le toca hacer al misionero, al discípulo de Cristo. Como una vez lo dijo Jesús: "La mies es mucha, pero los obreros son pocos". Es mucho el trabajo que hay que hacer cuando se ve la indiferencia hacia Dios, cuando se percibe una sociedad sin valores, sin líderes, sin rumbo, sumergida en el materialismo, relativismo y vicios desenfrenados, cuando se mata a un hermano por un par de zapatos o simplemente porque me vio mal, cuando se predica y realiza la corrupción como forma de vida, cuando se vive una doble vida sin conflictos ni cargos de conciencia, cuando la mentira y la manipulación se imponen como verdades o formas de dominio sobre los más indefensos, cuando muchos han apagado la fe, la esperanza y el amor. Aquí es necesario predicar, anunciar la luz de Cristo, predicar el camino de felicidad plena, de paz, amor y vida eterna que Dios ofrece a quien se acerca a Él.
Jesús enseña a sus discípulos que la tarea evangelizadora es urgente, que si bien el misionero debe buscar momentos de sosiego, espacios para llenarse de Dios, para atender también a sus necesidades básicas y legítimas; sin embargo, la entrega por amor hacia el otro, el atender al extraviado, al que va sin rumbo en la vida, a quien vive sin un sentido en su existencia, que está perdido "como oveja sin pastor"; allí es donde el cristiano necesita saber y aprender que eso es prioritario; que quien tiene la luz y vive en la Luz que es Cristo, debe iluminar y transmitir esa luz a quien anda en oscuridad o tinieblas. Hacer como hizo Jesús, que viendo la multitud no la ahuyenta, no dice vengan después que tengo que descansar, no despide vacío a quien percibe en una sincera y grave necesidad; sino que por el contrario se pone en su puesto, como decimos en el lenguaje popular: "se pone en su pellejo"; eso es la compasión (sentir con), colocarse en el puesto del otro y desde allí formar, educar, enseñar el rumbo, marcar el camino, ayudar, tender la mano, socorrer en la necesidad. Esto es el cristianismo, esto es la vida de la Iglesia de Cristo, estos son los signos del Reino de Dios, esto es lo que Jesús demanda a su Iglesia como carta magna: el amor que implica la acogida, el servicio, la donación, la entrega al otro, la comprensión y la compasión. Sintamos la alegría de ser Iglesia, discípulos de Jesús.
Ida y retormo
Esta semana el clero de Valencia estará de retiro espiritual en Bejuma; oremos para que los pastores que van con Jesús a un lugar apartado y tranquilo, vengan repontenciados para seguir la labor evangelizadora que toca realizar en diferentes lugares y diferentes realidades pastorales, pero que todas contribuyen al crecimiento del Reino de Dios.
Oremos por el Encuentro Nacional de Jóvenes (ENAJÓ) que se realizará en Valencia del 4 al 5 de agosto y coordina el Padre Alberto Márquez. Oremos también por las jornadas de evangelización que realizarán los seminaristas de Valencia en la parroquia Sagrado Corazón de Aguirre del 6 al 21 de agosto. Que sigan aumentando las vocaciones en nuestra Arquidiócesis y Dios otorgue la perseverancia a nuestros seminaristas, para que lleguen a ser santos sacerdotes al servicio del Pueblo de Dios.

Ilustración urbana: Peter Gibson

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