Rostro novísimo de Bolívar. Convincente. No obstante, ¿habrá consecuencias en el imaginario social?; ¿políticamente surgirá el "otro" Bolívar, representativo de una parcialidad ideológica?; ¿nos reconoceremos iconográficamente, después de una tonelada de años de escolaridad?; ¿será un dato adicional a un proceso cultural que seguirá su marcha, independientemente del Gran Descubridor Fotográfico?; ¿estupidizará el debate político actual, aferrados a esa imagen escolar como a la bandera de siete estrellas?. El problema no reside en el rostro inédito, sino en la utilidad electoral de un acto de Estado.
El tubazo es de Chávez Frías. Nada más. Ahora, él aclara las intenciones de la investigación sobre su muerte, pero ¿cómo no verlo así, si precisamente así lo vendió? .....
LB
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