jueves, 26 de julio de 2012

MOMENTÁNEAMENTE

EL NACIONAL - SÁBADO 29 DE MAYO DE 1999
Balances históricos, progreso y "momento constituyente"
Oscar Aguilera *

A Luis Castro Leiva, in memorian

Hasta ahora mis contribuciones en este espacio habían estado signadas por mi condición de profesor universitario e investigador en el campo de la Sociología. Sin embargo, sin abjurar de esa condición, quisiera hablar como ciudadano de este país, quisiera incluso poder dirigirme al Presidente de la República a fin de poder entender con algún grado de claridad cuáles son sus verdaderos propósitos. Comencemos haciendo algunas precisiones: 1.- No voté por el actual Presidente. 2.- Nunca voté por AD ni por Copei. Esta doble aclaratoria me permite afirmar que me encuentro dentro del porcentaje de venezolanos que quieren cambios pero dudan, legítimamente, que la orientación de los cambios deba estar impuesta por algún sector nuevo o viejo del país, independientemente de su rol, popularidad o virtudes. 3.- No entiendo el afán descalificatorio de los últimos 40 años, a los venezolanos nos sale realizar el balance del siglo o incluso de toda nuestra corta historia republicana. Sin embargo, un balance objetivo y racional pasa necesariamente por precisar los errores, limitaciones y perversiones pero, por favor, también los progresos logros y potencialidades. La sociedad venezolana sólo puede mejorar si identifica claramente sus "ventajas comparativas" y se monta en ellas y aprende a profundizarlas.
Si nos concentráramos en el siglo XX e identificáramos cuestiones esenciales como: 1.- ¿Qué capacidad de producir instituciones exitosas hemos tenido y cómo pudiéramos multiplicarlas? (¿cuáles son nuestras instituciones exitosas?). 2.- ¿Qué provocó que el proyecto civilizador de los herederos del gomecismo fuera roto abruptamente por la juventud militar y el partido político que resultó más exitoso en recoger el aliento transformador de la generación del 28? 3.- ¿Por qué satanizado el pasado lopecista y medinista y conquistada una popularidad arrasadora incluyendo Asamblea Nacional Constituyente (véase en ese espejo señor Presidente) debimos soportar la ruptura de una década de dictadura militar? 4.- Retornados a un punto de nuevo comienzo, "espíritu del 23 de Enero" de por medio (deliberadamente omitido ahora en la satanización del pasado inmediato) el país reasume la construcción de la democracia. Expresión de esa nueva alborada son la moribunda y el hipersatanizado "Pacto de Punto Fijo" como si la nueva constitución no deba expresar, inevitablemente, un nuevo pacto.
¿No deberíamos autocráticamente analizar estos tres comienzos en el siglo XX de proyectos llenos de las mejores intenciones encarnados por hombres de elevada calidad y devenido en fracasos y desvíos? ¿Cuáles fueron los éxitos pero sobre todo los fracasos de Bolívar? ¿Cuales fueron los aciertos de López, Medina y Arturo Uslar pero, sobre todo, cuáles sus equivocaciones? ¿Cuáles fueron los méritos de Betancourt, Caldera y Villalba pero cuáles sus desaciertos?
En medio de tanto debate insulso y en aras de aprender de nuestra historia del siglo XX invito a los venezolanos de buena fe y quisiera incluirlo en esa lista, Presidente, a identificar no sólo nuestras lacras y desviaciones sino a reivindicar nuestros logros y potencialidades. Sólo así se puede construir un proyecto de nación con perspectivas de progreso que invite a sumar y no a restar.
* Sociólogo, profesor e investigador de la Universidad de los Andes odagui@ula.ve

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