EL NACIONAL - Lunes 16 de Julio de 2012 Escenas/2
La geografía humana de Pedro Cunill Grau
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ
La reconstrucción histórica de una disciplina científica es siempre una necesidad para el progreso de la propia actividad objeto del estudio. Conocer lo que ha sido y lo que ha aportado un quehacer determinado deviene en la mejor manera de certificar los alcances de las contribuciones tanto como de los asuntos que esperan aún por ser explorados. La historiografía, así entendida, nada tiene que ver con una autobiografía del elogio sino, por el contrario, resulta el oficio de ingresar en el interior profundo de una ciencia para descubrirla, describirla y evaluarla en sus pretensiones y en sus saldos, para proponer otras y para edificarse sobre los otros.
Reflexiones de este tipo son las que surgen frente a la Historia de la geografía en Venezuela. Siglos XV-XX (Consejo Nacional de Universidades/ Ministerio para la Educación Superior/ Ediciones OPSU, 2009), de Pedro Cunill Grau. Los dos tomos que la componen ofrecen una muestra elocuente de lo que han sido y promediado los estudios sobre la tierra venezolana en su situación científica.
El vasto recorrido parte de la primera holladura aborigen y del vislumbre geográfico del paraíso bíblico, para culminar en las realizaciones profesionales modernas de la geografía y de sus adecuadas visiones geo-cartográficas. El pormenorizado viaje se cumple siempre por sus vinculaciones con los cultores de la disciplina descriptiva de la tierra y por las realizaciones de ciencia a que dan pie las miradas territoriales y los dibujos en cartas y números. Los géneros protagónicos serán sin discusión el mapa y el atlas, junto a todo tipo de cuadros de medición en donde se construye la imagen exacta o aproximada de la realidad geográfica (la exactitud aquí es sólo una apreciación espiritual invisibilizada por la ciencia moderna en su intento por convencer de lo contrario).
Geografía humana, son hombres los encargados de referirla, determinarla y contarla y el empeño de esta obra no es otro que el de homenajear a los grandes de la disciplina en la medida en que fueron capaces de humanizar una ciencia sólo en apariencia distante y despersonalizada. Conquistadores, viajeros y misioneros serán los padres de la asignatura. Más tarde, los geógrafos sabios desde la Ilustración y hasta el siglo XIX: Gilij, Humboldt, Codazzi, Dauxion Lavaysse, Bello, Stradelli, Geldner y Gerstäcker. La geografía en manos de diplomáticos como el consejero Lisboa y sir Robert Ker Porter. Finalmente, la modernidad científica de los estudios geográficos en las obras capitales de Alfredo Jahn, Eduardo Röhl, Pablo y Marco-Aurelio Vila, Francisco Tamayo, Pascual Venegas Filardo y Levi Marrero. Magnífico a nuestros intereses es el capítulo dedicado a las entradas venezolanas en los diccionarios geográficos de la Ilustración (el de Diderot y D’Alembert, el de Coleti y el de Alcedo).
Grande y definitiva, como toda obra del erudito doctor Cunill Grau, esta historia de la geografía nacional es ya una cifra imprescindible para la comprensión del país. Autor de obras maestras, deposita aquí la mayor y más impresionante suma de saberes meta-geográficos y al hacerlo manifiesta su pasión profunda por Venezuela. Traspasa el umbral de lo destacado y brillante y se hace arte inigualable.
Fotografía: Violant Muñoz Genovés, Barcelona / Facebook
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