EL NACIONAL - Sábado 12 de Mayo de 2012 Cultura/3
LIBRO Héctor Torres presenta en Caracas muerde 30 crónicas sobre una de las 10 urbes más violentas del mundo
"La inseguridad y la violencia son las grandes neurosis de la ciudad"
La intención del autor era poner la lupa sobre las intensas historias cotidianas de los caraqueños
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ
Un caraqueño que sabe evitar malandros franceses, una madre que presiente ataques a sus hijas, unos ladrones de libros en el Metro y un cuerpo que agoniza mientras los vecinos no se atreven a salir de sus casas son apenas 4 de las 30 crónicas que integran el más reciente libro de Héctor Torres, Caracas muerde.
En el texto, el más vendido en el stand de las editoriales Alfa y Puntocero del reciente Festival de la Lectura de Chacao, se leen historias menudas y cotidianas de la compleja vida en la capital de Venezuela. El escritor señala que las anécdotas son, casi todas, prácticamente literales: vistas, vividas o contadas; a veces también llegó a cruzar dos relatos para configurar un tercero y reflexionar sobre algo.
Varias crónicas incluidas en el libro, que forma parte de la colección No Ficción de Puntocero, integraron un manuscrito que obtuvo la mención publicación del Concurso Anual Transgenérico de la Fundación para la Cultura Urbana en 2009. Luego se convirtieron en una columna quincenal que apareció durante un año en la revista cultural en línea Prodavinci.
"El objetivo era hacer una columna sobre la violencia cotidiana que vivimos en la ciudad, no la crónica roja, sino la pequeña historia que igual denota intensidad.
Mi interés era hablar de cómo se vive en Caracas", expresa el también autor de El regalo de Pandora (FB Libros, 2011).
Ladridos y mordidas. Torres, que en el año 2006 fue finalista de la Bienal Adriano González León, señala que las consecuencias de que Caracas se haya convertido en una de las 10 ciudades más peligrosas del planeta afectan irremediablemente a los ciudadanos. Dice que, así como la violencia, el miedo camina sobre todas las aceras o anda en moto por las avenidas.
Indica que vivir temeroso del otro y del daño que pueda hacerle convierte al urbanita en un ser que se irrita con facilidad y lo hace vulnerable a cualquier cosa, eternizando el espiral del terrorismo.
"Cuando uno se dirige de la casa al trabajo soporta hora y media de abusos y rabias en el tráfico. Eso configura una atmósfera que influye en el ánimo. No es necesario que te atraquen para estar de malas en Caracas. Hoy, la inseguridad y la violencia son las grandes neurosis de la ciudad", afirma.
Torres, para quien todas las ciudades muerden y no todos los mordiscos son malos, señala que también quiso incluir las posibilidades de redención dentro de la violencia campante que azota la urbe y que su objetivo era hallar las anécdotas que tuvieran tensión.
"No creo que en Caracas muerde haya una visión negativa de la ciudad, sino una que por momentos es piadosa, porque el que hace el mal es débil. Mi libro es también una forma de mirar a la ciudad con ternura", dice.
El también autor de la novela La huella del bisonte (Editorial Norma, 2008) escribe en su más reciente libro que el problema de la violencia en Caracas es no sólo la cantidad de armas en manos de civiles que no están sujetas a control, sino que además se trata de individuos de sangre caribeña, de demasiado calor y ruido como para ejercer la reflexión.
"Estamos hablando de un pueblo poco cultivado en el arte de convivir con respeto y de gente que acumula sus decenas de rabias en ese lapso que va entre quitar y poner su cabeza sobre la almohada".
Héctor Torres trabaja actualmente en su próxima novela, de la que prefiere no revelar aún su título ni adelantar la fecha en que estará lista.
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