" ... La ignoró completamente, se dirigió a la chica y le ordenó que
lo siguiera a la oficina (...) Ni que dirigiera The New York Times,
pensó Elvira (...) El local se componía, en realidad, de aquellos dos
espacios (...) Emilio Samperio se despidió de ella casi sin levantar la
mirada. Elvira salió de Mango bajito con el rabo entre las piernas (...)
Bajó a pie las escaleras, era un edificio cochambroso con el ascensor
sin funcionamiento, y recorrió el pasillo oscuro por el que no había
pasado una escoba desde la década anterio"
Ana Teresa Torres
("La fascinación de la víctima", Editorial Alfa, Caracas, 2008:98 s.)
Fotografía,
por la vía del contraste: Bob Woodward y Carl Bernstein en las oficinas
del Washington Post, 29/04/73 (© Bettmann/Corbis)
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