sábado, 5 de mayo de 2012

LA INFINITA DESPEDIDA

EL NACIONAL - Sábado 05 de Mayo de 2012     Papel Literario/2
Acerca de Adiós al socialismo
EDUARDO VÁSQUEZ
   

Hegel la consideró una creación suya. Aferrémonos a la interpretación de Marx quien se declaró discípulo de ese gran pensador.

Hagamos antes una breve exposición de lo que entendió Hegel por tal y la función que cumple en su filosofía.

Hegel fue un contemporáneo de la Revolución Francesa. En esa Revolución se declararon los derechos universales del hombre y del ciudadano. Hegel considera a ese acontecimiento la culminación de la historia universal (la de Occidente).

Su filosofía integra a ella la historia, por primera vez. ¿Cómo hemos llegado a ese resultado? Hegel busca en la historia una respuesta a esa pregunta. Son los hombres los que han hecho la historia y lo que han llegado a ser es por su propia acción.

Son ellos los autores y actores de su propio drama. Por consiguiente, la acción humana cumple un papel importante.

La subjetividad se propone siempre realizar su finalidad en lo objetivo frente a ella por medio de la acción (§ 8, Filosofía del derecho). Hay que pensar que esa subjetividad libre es la de hombres en sociedad. Es lo universal. Lo que ella traslada al objeto transformándolo es lo universal. Pero ella no traslada, no coloca fuera de ella todo lo que está dentro de ella sino partes de ella. Hegel las llama determinaciones. Cada época histórica tiene determinaciones que no son otra cosa que exteriorizaciones de la subjetividad: es la voluntad libre que usurpe (o se apodera de su contrario, el objeto, penetrándolo mediante su determinación) (Ibid, § 24, Observación).

En el Estado que Hegel describe encontramos: "la moralidad, la eticidad, el interés del Estado; cada una de estas figuras es una determinación y una existencia empírica de la libertad" (Ibid, § 30). La libertad contenida en cada determinación, como derecho de la subjetividad, va realizándose en la historia. Una vez realizada una determinación, el pensamiento (o el espíritu) no permanece en ellas sino que tratará de realizar otra. Y aquí entra el elemento más importante de la dialéctica, lo que hace que el pensamiento se mueva, la negatividad.

Hegel reclama la paternidad del descubrimiento de esa fuerza que mueve al concepto. Este contiene no sólo las determinaciones o particularizaciones, sino también la negación de ellas.

Escuchémoslo: "Concebir la negatividad inmanente en lo universal o idéntico, así como en el yo fue el más amplio paso que tuvo que dar la filosofía especulativa". La historia es para Hegel el resultado de las distintas exteriorizaciones y, a la vez, la negación de cada una para que pueda emerger otra. Sin negatividad no hay dialéctica. Pero también esa negatividad no es una que destruye totalmente la anterior, sino que la conserva, uniéndose a ella. Es la síntesis de la primera posición con la que surgió para oponérsele.

Es la negación que conserva o Aufhebung. Aquí tenemos a toda la dialéctica aplicada (o propia) de la sociedad humana. No es un método. Es una explicación que rechaza la causalidad, ya que el espíritu se mueve a sí mismo y no por la acción sobre ella de fuerzas externas.

Sin tener en cuenta la exteriorización, las etapas de la libertad, la negatividad inmanente, la negación que conserva, no puede entenderse lo que dice Enzo Del Búfalo sobre la dialéctica. Su libro toma como buena la exposición de Engels, la cual elimina todo lo anterior.

¿Cómo pudo ignorar el autor lo que dice Marx de lo grande de la Fenomenología de Hegel y su resultado final, la dialéctica de la negatividad como el principio motor y engendrador? Hegel capta la esencia del trabajo y concibe al hombre objetivado y verdadero, por ser el hombre real, como resultado de su propio trabajo" (aunque ese trabajo sea intelectual: ponerse y oponerse del propio pensamiento) (Sagrada familia, pág. 55). Nada de eso se encuentra en la dialéctica según Engels, aceptada acríticamente por Enzo Del Búfalo.

En consecuencia, todas las derivaciones que saca de la dialéctica son falsas en el sentido de que no se trata de la dialéctica de Hegel, sino de la adoptada por Lenin y los bolcheviques. ¿Cómo podía Lenin aceptar que la negación es inmanente a su sociedad, que ella podía ser negada? No hay negatividad en la concepción bolchevique. Ni tampoco negación que conserva. Pues Lenin, el exterminador de la burguesía y de los campesinos, convirtió a estos en los judíos de Rusia. En una carta dirigida a Stalin en noviembre de 1922, le dice: "Purificaremos a Rusia por mucho tiempo". Sus enemigos eran todos lo que se oponían a su política. Por eso la guerra civil fue una de las más sangrientas de la historia. Convirtió a la lucha de clases en guerra civil y erigió al gobierno en un enemigo de su propio pueblo. Trostky mismo recomendaba a sus comisarios "no quitar las manos de sus revólveres".

En el libro de Enzo Del Búfalo no hay historia. La historia, según él, se deriva de la concepción que tiene Engels de la dialéctica. Es ella la que por ser despótica engendra el despotismo. Es la idea la que engendra la realidad. La historia le diría que la revolución no fue producto de los obreros industriales de Occidente (que no era una masa desesperada y embrutecida, estas calificaciones las aplica Marx al proletariado en andrajos), sino que tuvo lugar en Rusia por la acción de unos hombres armados y dispuestos a todo.

No fue con ellos que Lenin ejerció su dictadura, sino con el despotismo del concepto.

Según esa tesis todos los que utilizan conceptos ejercen despotismo (queda exceptuado Funes, el memorioso). Los médicos, los ingenieros, los filósofos, todos los que piensan con conceptos son déspotas.

Los medios que utilizan para combatir la enfermedad, son despóticos. Pero en el caso de Lenin es distinto. Era partidario de que el fin justifica los medios, pero los medios que él empleó destruyeron al socialismo. Fue allí donde se dijo adiós al socialismo.

Cfr. texto de Freddy Yépez: http://www.aporrea.org/ideologia/a142088.html

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