"...Surge por el desconocimiento de un lenguaje que no le es familiar, precisamente, porque esta música no se programa con continuidad (...) Si a esto le añadimos la pereza y la falta de curiosidad por una parte del público, es la consecuencia de que, sólo la música de la segunda mitad del siglo XX esté prácticamente desconectada de la sociedad actual, una sociedad que acepta sin prevenciones, la novela, el teatro, la pintura, la escultura o cualquier otro medio de expresión cultural, y que, sin embargo, excluye casi sistemáticamente la música contemporánea"
Antón García Abril
(El Ciervo, Barcelona, nr. 576 de Marzo de 1999)
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