sábado, 30 de abril de 2011
DESTINACIÓN (ES)
EL NACIONAL - Sábado 30 de Abril de 2011 Papel Literario/4
Bifurcación
ROBERTO CASANOVA
Una visión es u na mezcla de ideales y de concepciones. Es un esbozo de la sociedad en la que deseamos vivir pero también de la sociedad en la que creemos vivir. Es, además, un bosquejo del camino a seguir para avanzar de una a otra sociedad.
Una visión es, en cierta forma, una narración que nos sirve para organizar a l mu ndo, pa ra dota rlo de sentido y de dirección, para actuar en él. Una sociedad lo es, en buena medida, porque la mayoría de quienes la integran posee una visión en común.
Durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX, la mayoría de los venezolanos compartió una visión. Esta se basaba en la esperanza del progreso en el contexto de una democracia recién estrenada.
Teníamos la convicción de que nuestra sociedad poseía un gran potencial para elevar el bienestar de todos y que, de hecho, ya éramos una sociedad rica. Nuestro problema fundamental era que el Estado obtuviese la mayor renta posible de nuestros tesoros subterráneos y la repartiese equitativamente entre todos. Esa visión, que podemos llamar "demorrentista" atendiendo a dos de sus principales componentes, democracia y rentismo, ha venido perdiendo su vigencia entre nosotros. Una crisis múltiple la ha cuestionado desde hace varias décadas. Y a pesar de que muchos aún son portadores de ella, una parte significativa de la sociedad viene dándole forma a otras visiones de la sociedad que somos y de la que debemos ser.
Una de tales visiones, orientada hacia el pasado, rescata el relato de la patria mítica y de la emancipación, enmarcándolo en la interpretación de la historia como lucha de clases, con el fin de alcanzar la utopía de la sociedad de iguales. Otra visión, volcada hacia el futuro, propone nuestra conversión en una sociedad que se desarrolla, una sociedad justa que garantiza a cada persona sus derechos humanos y le ofrece oportunidades para desplegar libremente su capacidad creadora. Podemos calificar a la primera visión como "neocomunista" y a la segunda como "creadora". El predominio de una u otra en el sentir y en el pensar de los venezolanos es el tema fundamental de nuestro tiempo. Estamos, en tal sentido, en un punto de bifurcación, una coyuntura en la que debemos colectivamente tomar una decisión histórica sobre qué camino seguir, qué nuevo sistema construir.
La visión neocomunista nos cuenta una historia de justicia social, de revolución, de hegemonía cultural, de enemigos de clases, de poder popular, de democracia directa, de propiedad social, de planificación central, de pueblo en armas, de comunas, de Estado comunal, de centralismo, de multipolaridad. La visión creadora nos habla de derechos humanos, de inclusión, de diversidad cultural, de interlocutores, de Estado de Derecho, de democracia moderna, de propiedad privada, de emprendimiento, de ciudadanía, de desarrollo local, de Estado promotor, de federalismo, de institucionalidad global. Punto a punto, las visiones "neocomunista" y "creadora" pueden y deben ser contrastadas. Es lo que he intentado hacer en mi libro Bifurcación.
Advierto que, como autor y como venezolano, no he pretendido ubicarme en una posición neutral ante ambas visiones. Tal posición no existe en esta materia: nadie puede no tener una visión. Lo que digo lo digo, pues, desde una visión, la visión creadora de nuestra sociedad. Fijar posición, sin embargo, no significa subestimar al adversario y convertirlo en un "enemigo de paja" que se pueda derrotar con facilidad. Por ello he tomado muy en serio a la visión neocomunista. He tratado de identificar sus mejores argumentos, su estructura profunda, sus conexiones emocionales. Pienso que sólo podremos promover con fuerza y convicción la visión creadora si comprendemos adecuadamente el formidable rival que constituye la visión neocomunista.
Unas palabras finales me parecen necesarias para evitar malentendidos. A mi juicio, la distinción entre una visión neocomunista y una visión creadora no se corresponde con la división entre el llamado "chavismo" y la oposición. Sostengo que la visión neocomunista es encarnada sólo por una parte radicalizada del chavismo mientras que la visión creadora es o podría ser compartida por amplios sectores tanto del chavismo como de la oposición. La visión creadora podría servir entonces para que los venezolanos recuperemos el centro democrático y reconstruyamos nuestra comunidad política. Esa es, al menos, mi esperanza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario