sábado, 23 de abril de 2011

Y OTRA ...


CARACAS A DIARIO - SÁBADO 23 DE ABRIL DE 2011
Numa Molina
“Hoy Jesús lucharía contra el capital”
Andrés Paravisini Rodríguez

Jesucristo murió por enfrentarse a las injusticias de su tiempo. Perseguido, sometido a un juicio público viciado y torturado hasta la muerte, al ser visto como una amenaza para al sistema político imperante en la colonia del imperio romano y criticar al estamento religioso de aquella época.

Así lo afirma el padre Numa Molina, párroco de la Iglesia San Francisco, al discurrir sobre la negación del Cristo histórico y el culto al sufrimiento en las celebraciones durante la Semana Santa.

—¿De dónde surge la celebración de Semana Santa?

—Se celebra la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesucristo. El cristianismo antiguo se tomaba este tiempo para que los que querían hacerse cristianos se ponían en una etapa de ayuno, sacrificio, renuncias para poder entrar y ser parte de la comunidad. Esta formación culminaba el Sábado Santo por la noche con el bautismo.

—¿Cómo ha cambiado el sentido de esta celebración?

—Antes era un momento de renuncia, de aceptar que vengan las persecuciones, que pase lo que pase yo he elegido esta modo de vivir al estilo de Cristo. Era un cristianismo sumamente radical que llegó a Roma, escondido en las catacumbas, y que fue perseguido por el imperio hasta el punto que cuando se convirtió en un peligro para su existencia, éste decidió asimilarlo.

—¿Qué pasó después?

—Pareciera que se dio una domesticación del cristianismo porque se empezó a vivir de una manera laxa, ya el bautismo no era el bautismo de los adultos sino de los niños, de la masa sin una formación y un compromiso.

—¿Sigue existiendo un cristianismo acomodado?

—Sí, hay una espiritualidad tradicional que se quedó con el rito, la celebración litúrgica por la celebración y el cumplimiento de unos deberes.

—¿Cómo se manifiesta la no trascendencia de la devoción?

—Que la gente hace la procesión de los siete templos pero no se convierte, no cambia de vida, sigue siendo violenta, egoísta, no le importa el dolor del pobre, del enfermo, el herido. Eso no es cristianismo.

—¿No cree que se magnifica la visión del Cristo sufriendo?

—Se han hecho estudios sobre el tema que han llegado a la conclusión de que el tema del sufrimiento en la Semana Santa está muy ligado a la situación que vive el pueblo latinoamericano. En el Jesús sufriente se ven reflejados e identificados: la madre que perdió su hijo, la María sufriente que le matan a su hijo, los perseguidos por las dictaduras tan terribles que hemos tenido, con el Jesús torturado, y la cantidad de desaparecidos y ajusticiados, con la muerte injusta de Jesús en la cruz.

—¿Y esa no sería una visión de resignación ante la vida?

— Claro, porque si me quedo en un Jesús que se muere y me quedo con el dolor del Calvario y no paso a la alegría del Dios que vive, eso es resignarme. No sólo resignarme a la muerte de Jesús sino a que tengo que vivir mi vida en un estado de sufrimiento, no me queda otro camino. Eso sería un fatalismo cristiano y eso no ayuda para nada ¿Cuándo llegará el día que veamos el pueblo caraqueño, así como camina detrás del Nazareno, camine detrás de una imagen del Cristo resucitado con los brazos en alto y que lo celebra vivo?

AL LADO DE LOS OPRIMIDOS

—¿Cuál sería este mensaje hoy día?

—No se puede olvidar en Semana Santa la historia de un hombre, sencillo y humilde de Nazaret, hijo de Dios, que muere por ponerse justamente del lado de la causa de los oprimidos. Lo matan porque se vuelve incómodo, porque se hace llamar un hijo de Dios y habla de instaurar un reino de Dios.

—¿Y cómo se entiende esta visión histórica de Jesús?

— La muerte de Jesús no se entiende sin la historia de la vida Jesús. Por su manera de vivir fue que lo mataron. La muerte de Jesús es producto de su compromiso con la historia. Se convirtió en un hombre peligroso.

—¿Qué lo hizo tan peligroso?

— Los judíos lo condenan porque consideraban un blasfemia llamar a Dios como su padre. Y lo romanos lo condenan porque Jesús está hablando del reino de Dios y exhorta a instaurar un rey. Esa palabra “reino” era muy peligrosa porque el único rey posible era el emperador de Roma.

EL REINO DE DIOS

—¿Cuál era el reino de Dios al que se refería Jesús?

—Como vivían las primeras comunidades cristianas poniéndolo todo en común para no pasar necesidades, ese es el reino de Dios. Eso es lo que Jesús quería instaurar un espacio en una sociedad donde nadie sufra, donde todos puedan compartir las alegrías y las tristezas. Pero el emperador no entendió eso, el imperio, tampoco los judíos. Tanto que dijeron “ese hombre no nos conviene”.

—¿Cuál fue la posición de las autoridades eclesiales de la época?

—Las autoridades religiosas vivían en una eterna conchupancia con el imperio, porque les convenía como una cúpula mínima que vivía de muy bien agrado que no le preocupaba la exclusión del pobre, que el campesino no tuviera tierra, el que se le quitara toda la cosecha a cambio de los impuesto a cambio de estar bien con el imperio.

—¿No sería peligroso hoy día criticar el imperio y a Iglesia acomodada a este sistema?

—-En la medida que vivamos el profetismo eso pasará también no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero. Quien se atreva a vivir como Jesús correrá el mismo destino del maestro y habrá poderes políticos como religiosos que lo atacarán.

—¿Por qué?

—La historia de la salvación no es ajena a la salvación en y desde la historia. Han tratado de inculcarnos un Jesús ahistórico, sólo divino, sin dimensión histórica.

EL CIELO SE GANA AQUí

—¿Qué dice la Iglesia sobre esto, no está en contra de una revisión histórica de Jesús?

—Predicar la historia de la salvación desde el Jesús que vivió en la historia. Cuando empiezas a inculcar el espacio en el que vivió Jesús, empiezas a enseñarle al pueblo que en el ambiente que vivió había un noventa por ciento de pobreza y la media de vida era de 35 años. Que Jesús llega y se enfrenta ante esa realidad. Cuando empiezas a tomar el Jesús histórico se lo enseñas al pueblo, parece que eso se pone peligroso.

—¿Por qué?

— Porque no se puede concebir la salvación eterna, el hecho de que yo trascienda en este mundo y después este junto a Dios, no se puede concebir sin una vida comprometida cada día con la fe y la justicia. El cielo se gana aquí, se construye aquí. El hecho de que yo quiera vivir eternamente en la presencia del padre, significa que estoy llamado a vivir eternamente en la memoria del pueblo. Y viviré en la memoria del pueblo en la medida que viva el evangelio. En una sociedad de consumo como la que vivimos, moldeada por el capitalismo, eso se convierte en un vida incómoda. Porque no es conveniente que el pueblo, la gente despierte.

—¿Contra que lucharía Jesús hoy día?

—Lucharía contra el mundo injusto del capital. Un cristiano que hoy se pone a favor de un proceso y una situación perversa como el que genera el capitalismo, será muy religioso pero no tiene nada de cristiano. Porque Jesús no haría opción por un fenómeno que sólo origina muerte. Cuando Jesús vino dijo: “Yo vine para que tengan vida y vida en abundancia”. ¿Y qué es vida en abundancia en el capitalismo? Si lo que ha generado es muerte, sufrimiento y guerras.


Sobre el arrepentimiento de Manuel Rosales

—¿Qué le parece al arrepentimiento manifestado por Manuel Rosales por haber firmado el decreto de Carmona Estanga el 12 de abril?

—A mí me parece muy bien que se arrepienta, ahora habrá que esperar ver su testimonio para ver si es un arrepentimiento verdadero, sincero y transparente. Que le demuestre al pueblo con hechos que ciertamente él contribuyó a dejar al pueblo sin Constitución, a dejar a las mayorías venezolanas y contribuir a una dictadura. Eso tiene que demostrarlo, no basta con sólo pedir perdón. Yo puedo pedir muchos perdones pero en la vida es donde hay que jugárselo. La verdad de un arrepentimiento se juega en el testimonio de vida. Vamos a ver cómo responde desde la vida.

Él se arrepentió pero a mí me gustaría hacerle el seguimiento a ver si se convierte. Eso implicaría que pidiera perdón por otras cosas muy graves que sucedieron y siguen sucediendo en el estado Zulia donde está implicado. Implicaría que se ponga del lado de los procesos del pueblo, del lado de los pobres. No tiene que ser chavista, pero sí le pediría que se ponga del lado de Venezuela y no de Estados Unidos, eso ya sería una gran conversión. Por el fruto se conoce al árbol.

Fotografía: APR

No hay comentarios:

Publicar un comentario