De acuerdo a los entendidos, Samuel Huntington es un clásico. El título graficado ofrece también una perspectiva de la corporación castrense, la que - después - llegó al soldado universal y se ha hecho guerra de las civilizaciones. Como vemos, ya la descarga se encuentra en la red de redes, debidamente ejemplificada una dirección. Empero, deseamos poner de relieve la frecuente exhibición del libro en las vitrinas venezolanas, ya no tan obvia no sólo por la vieja data de la edición, sino por los rigores del control de cambio que afecta nuestra actualidad bibliográfica (aunque sobran los libródomos de auto-ayuda "pirateados"). Salvo el celebérrimo pasillo de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, con su más "reciente" edición, o - acaso - un atisbo demasiado excepcional en el remate de libros de la avenidad Fuerzas Armadas de Caracas, no se encuentran los clásicos huntingtonianos con facilidad.
Valga indicar la también recurrente exposición de otros títulos, como los ilustrados. Aparentemente, la llamada literatura militar no tuvo tropiezos para lucirse. Incluso, desde la otra acera del análisis. Es evidente que, según los intereses de promoción y hasta de representación política en Venezuela, las editoriales en lengua extranjera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y de la República Popula de China, aportaban lo suyo en nuestro país también en el ámbito militar. En un caso, la Editorial Progreso desapareció junto a la URSS y la casa editorial, sus máquinas y mercados, debió reconvertirse hasta definitivamente quedar borrada de la faz de la tierra, o - casi lo mismo - en manos de las mafias rusas. En otro caso, ya la prioridad es la exportación de otras cosas, quedando Mao como un símbolo que se diluye lenta, pero seguramente.
LB
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