martes, 12 de abril de 2011

¿POR QUÉ DE LAS DESERCIONES?


NOTITARDE, Valencia, 10 de Abril de 2011

Jesús resucita a Lázaro (Jn.11, 1-45)

Pbro. Lic. Joel de Jesús Núñez Flautes


El evangelio de este domingo continúa en la línea bautismal, Jesús se ha presentado como agua viva (con la Samaritana), como luz (con el Ciego de nacimiento) y ahora se presenta como la Resurrección y la Vida al resucitar al Lázaro. El bautismo es signo de vida, de renovación interior del ser humano sumergido en el pecado que lo esclaviza y lo hace andar como un muerto en vida. El bautizado, el discípulo de Cristo, vive la vida nueva en el Espíritu Santo que se nos regala por la fe y el bautismo que nos borra el pecado original, nos hace hijos de Dios, discípulos de Jesucristo, miembros de la gran familia de la Iglesia; es un anticipo y garantía de nuestra resurrección final por Jesús. De hecho dice Jesús a Marta: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que crea en mí, aunque muera, vivirá y el que está vivo y cree en mí, no morirá jamás". Luz y Vida más que conceptos o palabras aisladas, son dos definiciones personales de Jesús que el evangelio de San Juan combina desde el inicio, en el prólogo, para dejar ver la relación de Cristo, Palabra personal y humana de Dios Padre, con los hombres, sus hermanos.Jesús en el texto del evangelio de hoy se presenta como la Resurrección y la Vida ante sus discípulos, ante Marta y María y todos aquellos judíos que estaban acompañando a las dos hermanas en su dolor. Él antes de testificar estas palabras suyas con el milagro de la resurrección de Lázaro, arranca del corazón de Marta la afirmación de la fe en Él. Jesús le pregunta: "¿Crees esto? Ella le dijo: Si, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo". Respuesta hermosa y profunda de parte de aquella mujer, amiga del Señor, que sabe mirar más allá de la humanidad de Cristo y reconocerlo como Dios, según el mismo se le revela, ¿Por qué quién realmente puede resucitar a los muertos o dar vida? ¿Quién tiene el poder sobre la muerte? Sólo Dios; por lo tanto, Cristo es Dios y Marta lo reconoce como tal y espera en su Palabra y en lo que es capaz de hacer; más adelante sin embargo, le falla la fe pero nuevamente confía en Cristo, en su poder divino. Marta representa los altibajos del creyente, del discípulo, del que sigue a Cristo, que muchas veces se encuentra en la frontera de la creencia y la increencia, muchas veces es tentado en la fe, surgen las dudas, se desvanece ante las pruebas o tentaciones; más si ha abierto el corazón con confianza a Dios éste viene en su rescate, lo fortalece y lo anima a seguir creciendo en el camino de la fe que conduce a la vida eterna. No sólo son los fariseos y las autoridades religiosas las que no creen en Jesús y no lo reconocen como Dios, muchas veces también el cristiano, como Marta, pasa por las crisis de la fe. Por eso Dios se acerca al hombre en la persona de Cristo, se hace amigo, hermano, compañero de camino, muestra el amor y la bondad de Dios para que el hombre salga robustecido en la fe, la esperanza y el amor. Por supuesto, ante la invitación de Dios a la fe, el hombre es libre de responder, de decidir entre vida o muerte. Dios es la Vida y estar fuera de Él es vivir la muerte; la opción es personal, como lo hizo Marta y también María.La resurrección de Lázaro preanuncia la Resurrección de Jesús y la de todos nosotros que creemos en Cristo y pregustamos ya la Gloria a través de los sacramentos que nos dan vida en su nombre y nos preparan para ese encuentro definitivo con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cristo resucita a Lázaro y ya está muy cerca su pasión, su paso por la muerte; ya las autoridades judías están pensando en su juicio; que lo hacen precisamente a raíz de este acontecimiento. La resurrección de Lázaro es para que continuara su vida de una forma distinta y para Cristo mostrar que viene de Dios. La resurrección de Cristo es para la vida eterna. El mensaje es claro para nosotros, estamos invitados a la fe en Cristo, el Hijo de Dios, a creerle y a seguirle de corazón; estamos llamados a vivir esta vida en plenitud, con la gracia de Dios, con una vida renovada por su amor y su amistad, por su cercanía a nosotros; mientras hay muchos que viven la vida como si estuvieran muertos por diferentes circunstancias y porque han perdido la fe, el cristiano está invitado a vivir con la certeza de que Dios está con nosotros y nos promete además vida eterna.

Ida y retorno:


Me preguntan ¿Por qué algunos católicos se cambian a otras denominaciones cristianas o religiosas? Comenzaré a responder esta pregunta hoy y continuaré el próximo domingo. Por la experiencia que da el diálogo con muchas personas y la labor pastoral creo que las causas son: 1. La falta de conocimiento, vivencia y entrega a la propia fe, a la religión en donde se ha crecido. En vez de buscar las respuestas e indagar en mi doctrina, estudiar más, vivir más, encontrarse con Dios, se buscan otros caminos. 2. Muchos se han quedado con la formación que recibieron cuando niños, pero que ante las nuevas preguntas de adultos no buscan profundas respuestas en su propia religión, no dan el paso de pedir ayuda y orientación en su Iglesia. Por la otra, Pablo dice que la fuerza que se infunde al pueblo es la del Espíritu de Jesús. Y es que todos somos templos del Espíritu Santo. Habita en nuestro corazón, por lo que debemos abrirlo para que nos conduzca en la vida.

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