Escena tomada con la rapidez de rigor, en el edificio invadido que está ubicado al finalizar la avenida Baralt, frente al mercado de Quinta Crespo. Lo curioso es que pudiera aparecer como una obra del arte más contemporáneo posible, ofertada por una galería.
Vaga el ejercicio para preguntarnos cuál es la especificidad de las supuestas corrientes vanguardistas. Acaso, un asunto de simple autoría: una rúbrica que lleva la pieza al museo, por ejemplo.
Valga la inquietud para quien, lego en esta materia, no sabe de arte y muchísimo menos se siente artista. ¿De cuántos vistazos nos hacemos, reconstruyendo día a día las historias ajenas?
LB
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