miércoles, 8 de diciembre de 2010
el mejor secreto es el que no se guarda
¿La magistratura del TSJ por votación secreta
Luis Barragán
Consabido, Miraflores ordenó a la Asamblea Nacional sacar todas las cuentas constitucionales pendientes. No desea esperar, arriesgándose, al nuevo parlamento para el nombramiento de los magistrados del máximo tribunal, porque – lo ha decretado – tan inminente instalación no existe, incluyendo las inmunidades que el régimen cobardemente ha desconocido. Por lo demás, si le fuese posible, aprobaría los ejercicios presupuestarios de los años venideros, sumados los sagrados créditos adicionales, o las embajadas de la nada profesional rotación que caracteriza al servicio exterior venezolano.
Lo cierto es que la premura obliga, aceptando postulaciones harto cuestionadas para decidir probablemente el martes 7 de los corrientes. Dijeron realizar todas las diligencias formales del caso, agregada una u otra sesión privada o secreta de la comisión responsable en el marco de la democracia participativa y protagónica que tanto pregonan.
Imaginamos la fortísima presión ejercida sobre la jefatura de la actual y extensa bancada oficialista para automatizar el nombramiento, blindada una lista que saldrá de la chistera de las confidencialidades una vez que empiecen a sesionar. La no menos extensa mayoría de los miembros de esa bancada que - valga apuntar - no repetirán en sus curules, tendrá que fingir su conformidad, aplaudir y votar, dando testimonio postrero de una ciega lealtad que avale futuras aspiraciones en los cuadros esencialmente medios de la burocracia estatal, ya que los más altos cuentan con los acostumbrados nombres.
Apenas, la prensa libre e independiente ha logrado revelar las angustias de los diputados salientes que han obedecido con una descomunal docilidad a las órdenes foráneas, sin que – queja fundamental – se les reconozca sus aportes a la causa de la supuesta revolución en marcha. Saben que otros son los beneficiarios de sus silencios, omisiones y resignaciones, inscritos en un elenco que es y será motivo de vergüenza para la historia parlamentaria del país.
Unicamente cabría un sobrevenido acto de consciencia para reivindicar a la vigente Constitución de la República, reivindicándose como ciudadanos, negando o difiriendo hasta 2011 los nombramientos. Por ello, convendría una votación secreta en la plenaria de la Asamblea Nacional, impidiendo o aminorando en lo posible las persecuciones personales y políticas por desobediencia de la línea presidencial, las que pudieran dar alcance a los familiares y relacionados que forman parte de la compleja trama clientelar a la que accedieron con la credencial diputacional o diputativa, en un ámbito quizá más elevado.
Adivinamos el miedo que embarga a muchos de los se despedirán de la esquina de San Francisco, habida cuenta de lo que le ha ocurrido a Wilmer Azuaje, por más antiguo camarada o amigo que fuese. Los hay honrados, aunque manchados por el ejercicio parlamentario del último quinquenio, que no tuvieron ocasión o rechazaron – por ejemplo - las presuntas cuotas de notarios o registradores que les daban para nombrar, a cambio: ingresarán al anonimato más baldío, en los que ninguna factura se justificará como única garantía en el deslave inevitable del chavezato.
Unos quedarán para hacer la cola de los ímpetus revolucionarios a las puertas de un ministro, mientras otros improvisarán un repertorio de anécdotas para sus nietos (o ambas cosas a la vez). Y es que, a lo sumo, Chávez Frías les concederá una audiencia colectiva para estrecharles la mano, porque si no pudieron conversar con él por estos años, ¿cómo será sin la credencial de diputados?.
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2010/12/%c2%bfla-magistratura-del-tsj-por-votacion-secreta/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=716576
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